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—Dime por qué.
—En MJ Business no me nombraron como socio, yo... De verdad lo merecía, había elevado el número de ganancias de empresa para obtener ese puesto. Me esforcé mucho, pero no me tomaron en cuenta en nada. Me enteré que había una vacante en Choi 's Company y fui por ella.
Dong Wook escuchaba en silencio, sin reaccionar ante sus palabras.
—Sabía que no me ibas a contratar. Había oído que diriges el negocio como si fuera una familia y mi reputación no era de mucha ayuda —dijo soltando una carcajada amarga—. No importaba si era bueno en mi trabajo, porque mi estilo de vida y personalidad no permitiría que siquiera me tomaras como candidato.
—Eso es cierto.
—Se me ocurrió que si pensabas que había cambiado, que era otra persona, tal vez podría tener una oportunidad.
—Y llevaste a cabo este plan.
—Sí.
—¿Cómo acabó Jimin acabó involucrado?
—No lo hizo de forma voluntaria. Dada las reglas de MJ Business, sabía que él era la opción más obvia. Además de ser diferente al resto de personas con las que he estado, era mi asistente personal y tenía la fachada perfecta —Jungkook se encogió de hombros, resignado—. Ni siquiera me caía bien. Y él no estaba loco por mí que digamos.
—Pues disimularon muy bien.
—Teníamos que hacerlo, era importante para ambos. Él lo hizo por una sola razón, Dong Wook.
—Por Song-I.
—Sí, le pagué para que fingiera ser mi prometido. Prácticamente lo obligué a casarse conmigo. A Jimin no le gustan las mentiras y los engaños. —soltó un suspiro, pasando sus manos por su rostro, frustrado—. Jimin los aprecia, tanto que todo ha sido una carga pesada para él. No podía seguir haciéndolo.
—¿Hasta que punto ha estado enterado Min Yoongi?
Sabía que no podía mentir más, pero no involucraría a su amigo. No pondría en riesgo su trabajo.
—No sabía nada. Le conté la misma historia que te conté a ti. Y en caso de que sospechara de algo, se quedó en silencio. Creo que pensaba que de verdad yo había cambiado, porque de otra manera no me habría aceptado formar parte de esto. No sabía nada. Nada.
Dong Wook lo miró un instante, mientras se golpeaba la barbilla con un dedo.
—No estoy seguro de que Yoongi sea tan inocente como lo pintas. Sin embargo, lo dejaré pasar. Taehyung es un empleado de confianza, así que creo que no estaba al tanto de nada.
—No lo estaba.
—De modo que entraste a la empresa. ¿Cuál era tu plan aquí?
Jungkook inclinó la cabeza. Pasando sus manos por la nuca, entrelazando los dedos mientras hacía fuerza. Se sentía tenso e inquieto. Tenía los nervios de punta.
—Jungkook relájate. Intenta tranquilizarte.
Jeon soltó el aire con fuerza. Soltó su cabeza y lo miró.
—Choi, no sé dónde está mi esposo. No puedo tranquilizarme ni relajarme. Mi vida es un caos y la única persona que puede mejorarla está ahí, en algún sitio... Y piensa que no me importa.
—¿Cuando te enamoraste de él?
—No tengo idea. Supuestamente debía ser una farsa. Lo necesitaba para mejorar mi imagen. Pensé que si podía poner un pie en la empresa y demostraba mi valía a ti y a los demás, demostraría lo que podía aportar a las campañas, tal vez mi vida personal no tuviera tanta importancia. Al final, me divorciaría de él y cada uno continuaría con su vida por separado. Yo seguiría trabajando y él disfrutaría de una posición económica mejor que la que tenía antes. Y nadie se enteraría de nada.
—¿Pero? —La pregunta flotó en el aire, breve pero enorme.
—Las cosas cambiaron. Yo cambié. Lo que suponía que debía ser una farsa se convirtió en realidad. Nos hicimos amigos. Aliados. Y después algo más. No me había dado cuenta de lo importante que Jimin había llegado ser para mí. Jamás imaginé sentir tanto por otra persona.
—¿Dónde encaja Song-I en todo esto? Porque creo que es una parte importante en esta situación.
—Jimin no quería que yo la conociera ni que me involucrara en su vida. No quería confundir aún más la mente de su abuela. La noche que organizaron la fiesta cuando me uní a la empresa y que bebí demasiado, Jimin y yo discutimos. O más bien yo fui el imbécil y lo presioné. Me contó lo del accidente de sus padres y cómo Song-I cuidó de él. Me dijo, lo que pensaba de mí. —Pese a la preocupación que sentía y a la seriedad de la conversación, esbozó una sonrisa—. Aquella noche vi un lado de Jimin que no había imaginado que tenía. No era la pusilánime insignificante por la que la había tomado. Era, y es, apasionada y fuerte. Leal. —La sonrisa desapareció—. Y me abrió los
ojos para que me viera realmente como el idiota que era. Con él y con todos los que me rodeaban. Al día
siguiente, fui a conocer a Song-I.
—Supongo que te causó una gran impresión.
—Me recordó a alguien de mi pasado. Una de las pocas personas amables con las que conté en mi infancia —ambos se quedaron unos segundos en silencio. Jungkook continuó—. Pese a todo, Jimin se casó conmigo porque teníamos un acuerdo y cumplió con su palabra.
—Y te enamoraste de él.
—Si, lo hice. Pero demasiado tarde.
—¿Por qué dices eso?
—Porque se fue de mi lado. Ha dejado todo lo que le di. El celular, el dinero, hasta el auto. No sé dónde pudo haber ido.
—¿Y las cosas de Song-I se las ha llevado?
—No, todo sigue en casa, junto con el resto de sus cosas. Supongo que se pondrá en contacto conmigo para poder enviárselas.
—Entonces no debes esperar.
—No creo que haya motivo para esperar, pero necesito encontrarlo.
—¿Estás dispuesto a luchar por ese motivo, Jungkook? ¿De verdad quieres luchar?
—Sí. Quiero luchar por todo. Por él. Por mi trabajo. Por todo.
Choi se puso de pie y se cruzó de brazos delante de él.
—Sospeché que estabas mintiendo la primera vez que hablamos.
Jungkook lo miró boquiabierto.
—¿Cómo?
—Estaba segurísimo. Pero tu forma de pensar me dejó intrigado. Despertaste mi curiosidad. Después de hablar contigo, tuve la impresión de que había mucho más de lo que se veía. Atisbé una chispa, a falta de una
palabra mejor. Por primera vez en toda mi vida, quería contratar a una persona de la que no me fiaba por
completo. Mi mujer opinaba lo mismo sobre ti. Su opinión era incluso más firme si te soy sincero. Tenía la impresión de que necesitabas que te dieran una oportunidad.
—Me dijiste algo parecido en una ocasión.
—Jimin fue la clave. Una persona sincera y real. Aunque no te dieses cuenta, a su lado eras distinto. —Sonrió—. Jungkook, en realidad ha sido muy divertido ver cómo te enamorabas de él. Mi esposa y yo hemos sido testigos. Hemos visto los cambios que se han obrado en ti. —lo observó atentamente con la cabeza ladeada —. En la oficina eras una maravilla. Tu forma de pensar, tus vertiginosas ideas, tus conceptos. Tu entusiasmo me dio alas de nuevo. Fue un espectáculo digno de contemplar.
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