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"Yoongi, hijo, que bueno que te veo porque..."
"Lo siento, padre, tengo que salir rápido"
El viernes por la mañana, un día antes del bautizo de su pequeño hermano Yoongi y Jimin tenían que ordenar los últimos detalles del evento, querían que todo saliese perfecto, además de que no le gustaría ver a su padre enojado por haber arruinado el bautizo y presentación al público de su principito.
Como siempre, muy elegantes y arreglados a la perfección, los reyes se encaminaban a la salida de la casa. Con un rápido beso en los labios, Jimin le dijo a Yoongi que no se preocupara, él lo esperaría en el auto para después salir.
"¿A donde van? ¿irán a ver a tu luna?"
Las cejas del rey Min se fruncieron ¿cómo es que su padre sabía eso? Tanto Jimin y Yoongi, como sus empleados habían sido muy cuidadosos con el tema, ¿cómo era posible que esa información haya sido ventilada hasta llegar a oídos de su padre? quien era la última persona que quería que se enterara.
"Taehyung me dijo. Te escuchó hablando con Jimin sobre el tema. Así que dime, hijo... ¿quién es?"
"No es asunto tuyo" decidido, retomó su paso, arreglando su saco.
"¿Es alguna princesa? ¿Otro príncipe?"
El alfa gruñó de enojo y fastidio, ya le había dicho que no era asunto suyo, mejor debía meterse en los de él.
"No pienso tener esa plática contigo, menos ahora"
"De todos modos, no dudo de ti. Sé que será una o un gran omega e importante. No me queda nada más que felicitarte"
Yoongi aceptó sus felicitaciones con media sonrisa y ahora sí, subió al auto donde su omega y chofer le esperaban ansiosos por su llegada.
No es que Yoongi y el ex rey se llevaran mal, al contrario, siempre fue cercano a su padre pero como en cada relación padre e hijo, había detalles en los que no congeniaban, y el que su padre fuese entrometido en su vida personal era uno de ellos.
"¿Pasó algo malo?"
El alfa negó ante la pregunta de su pareja, quien lo abrazó apenas notó su rostro enfurruñado.
"Papá ya sabe sobre Jungkook. Bueno, sabe que estoy cortejando a un omega pero no sabe quien es específico"
Jimin río dulcemente.
"Apuesto que se va a poner verde cuando se entere de donde viene"
Yoongi concordó, asintiendo también con una sonrisa en los labios.
"Él cree que es alguien importante de la realeza. De todos modos, sus opiniones no me perturban, al fin y al cabo el rey soy yo" un leve gemido escapó de los labios del omega real.
"Oh, cielo santo, Yoongi, eres tan sexy cuando te pones en tu papel de rey Min"
Ambos rieron al notar la incomodidad de su chofer. El rey solo optó por besar los labios de su esposo suavemente. En serio Jimin se volvía más descarado con cada día que pasaba, y Yoongi no iba a negar que le encantaba.
Sabía que tenía razón, porque aunque su padre llegase a renegar sobre su futura luna, el que tenía la última palabra de aceptarlo era él mismo, Yoongi. El ex rey no era más que eso, el antiguo rey que ahora no tenía ningún tipo de poder, ni sobre el pueblo ni sobre su mismísimo hijo. Ahora era todo lo contrario, Yoongi tenía poder sobre su padre y si quería, lo podía mandar a callar en cuanto este se pusiera a criticar a alguno de sus omegas.
"¿Crees que a Jungkookie le esté gustando todo lo que le enviamos?"
Jimin dudó, mirando por la ventana la ciudad a la que al fin habían entrado después de un viaje de varios minutos, debido a que el palacio se encontraba fuera de esta.
"Estoy seguro, mi amor. Solo que es una pena que no hemos podido verlo, me siento culpable por eso"
"Yo también" confesó. "Pero ya mañana lo veremos en la fiesta de Hobi"
"¿Le hiciste llegar su atuendo?"
"La modista me dijo que justo hoy por la tarde le llegaría a hasta su hogar"
"Perfecto, entonces. Espero no necesite ningún arreglo porque hay poco tiempo"
"¡No lo habrá! se tomar medidas perfectamente"
"No lo dudo, corazón" acarició la mejilla de Jimin y este se derritió por él acto.
El mismo viernes pero por la tarde, Jungkook llegó a casa más temprano de lo normal, debido a que habían dejado salir antes al personal que no sería requerido en tan esperada fiesta del sábado, su padre había sido elegido para atender la puerta principal del jardín y su mamá estaba más que feliz por eso. Al llegar a casa, su hermano menor muy contento le dijo que un gran paquete había llegado para él minutos antes.
Era una caja blanca que al abrirla se notaba un papel casi transparente protector, dentro de esta estaba la ropa que utilizaría en el bautizo, y en otra, los zapatos con la talla correcta que le dijo a Jimin que calzaba, todo se veía tan lindo y bien hecho. Nuevamente quiso agradecer a los reyes por tan lindo detalle, pero no tenía como ¿y si les escribía una nota y la mandaba con Namjoon? si se apuraba tal vez aún podría encontrarlo en las partes del palacio donde se le tenía permitido acceder como empleado.
Así que sin más, escribió una breve nota dirigida para ambos reyes, no pudiendo evitar suspirar profundamente al recordar sus lindos rostros y esas miradas que le daban solo a él. Se pasó el papel envuelto por el cuello, llenándolo de su olor para hacerlo más especial y sin pensarlo dos veces corrió al palacio para alcanzar a Namjoon.
Por suerte, lo encontró sentado en el comedor, hablando amenamente con algunos guardias quienes al verlo entrar solo pudieron reverenciarlo como era debido.
"Buenas tardes" habló apenado, viendo como los hombres se inclinaban hacia él para volver a su posición original.
"Joven Jeon ¿que lo trae por aquí?"
Namjoon cuestionó, curioso, caminando a él para atenderlo como se debía.
"Hola de nuevo, Namjoon shi. Quería pedirle un favor ¿podría entregarle esto a los reyes? se lo agradecería mucho"
"No hay nada que agradecer, seguir sus órdenes para mi es un placer"
El alfa tomó la carta escrita por Jungkook y con eso, se despidió de todos los presente.
"¡Lo siento!" se lamentó cuando, por distraído y estar ensimismado en sus pensamientos sobre sus reyes, chocó con un fuerte cuerpo.
"No te preocupes muchacho, estamos bien" dijo el ex rey Min con el pequeño príncipe en brazos.
"Oh, su majestad" se inclinó hacia él.
"Jungkook ¿cierto?" el muchacho asintió. "Te he dicho que no soy más que un viejo que vive aquí, nada de majestad, chico, ese es mi hijo"
"De todos modos, le pido una disculpa, andaba caminando distraído y no me fijé"
"Entonces somos dos. Decidí salir a dar una caminata con Hobi ¿listo para mañana? yo sinceramente no. No quiero presentar a mi pequeño príncipe ante la sociedad"
"¿Puedo saber por qué?"
"Bueno, verás, Jungkook, pertenecer a la familia real no siempre es fácil y bonito. Cada uno de mis hijos me ha costado presentarlos, por más orgulloso que me sienta de ellos, es difícil exponerlos de tal manera. Hay mucha gente que nos quiere y nos venera, claro está. Pero también hay muchísima más gente que nos odia y tiene envidia, no me gustaría que por algún error mío en mi mandato Hobi pase alguna desgracia"
El señor Min suspiró por último, arrullando a Hoseok quien comenzó a quejarse al sentir a su padre de esa manera. El rey trató de arrullarlo pero no funcionó, pronto el bebé comenzó a lloriquear.
"¿Me permite?" él omega preguntó, ofreciéndose para calmar al principito.
Lo tomó en brazos y lo meneó suavemente, tarareando para él. Hoseok lo observó como siempre hacía, con las cejitas fruncidas. Nuevamente era ese sujeto que lo arrullaba tan bien. Pronto, dejó de quejarse y solo así fue devuelto a los brazos del ex rey.
"Seokjin tenía razón, eres bueno con los pequeños"
"¡Jiyu se hace hora de cenar!"
"¡Ya voy, cariño!" el señor Min respondió inmediatamente apenas escuchó la voz de su omega. "Te dejo, muchacho, fue agradable hablar contigo. Te esperamos mañana en la celebración"
"Muchas gracias, señor Min"
Ambos tomaron caminos diferentes, El ex rey con su omega y Jungkook para su casa.
Durante los últimos días los regalos de parte de los reyes no han parado, incluso durante el trabajo Namjoon le entregaba uno que otro bocadillo que Jimin o Yoongi le enviaban. Jungkook estaba dudando en que la ropa recién hecha le quedara, cree haber subido un par de gramos después de tanta comida que le han regalado, claro que no se quejaba. Disfrutaba y comía cada bocado con devoto amor. Incluso Hyejin le comentó que sus mejillas lucen más rellenas y rojas los últimos días, apuntando que lo hacían verse más tierno y lindo de lo que anteriormente era.
Al llegar a casa se probó la ropa y para su sorpresa, le quedó a la perfección. Un pantalón que se ajustan a su reducida cintura, siendo bombacho de las piernas en color lila, con una camisa en color hueso de mangas largas que apenas y le cubría el ombligo. Gimió cuando se dio cuenta. Era revelador, más de lo que creyó que sería cuando Jimin le mostró el boceto. Miró su ombligo perforado, había sido una locura que cometió dos años atrás por su cumpleaños, ni siquiera sus padres sabían de él, sin embargo decidió que se lo dejaría, capaz y nadie lo notaría y solo se estaba preocupando de más.
Los zapatos negros brillantes y con suela grande de plataforma le quedaban más que perfectos, eran justo como le gustaban, Jimin parecía conocerlo muy bien, además de saber con totalidad lo que se vería bien en conjunto. Decidió colgar todo dentro de su armario para que siguiera viéndose perfecto.
Dentro del palacio principal, Namjoon apuró sus pasos hacia la oficina del rey, sabía que estaba dentro porque justo había visto a Seokjin salir de ahí. Cuando llegó a la puerta la tocó brevemente, no tardó en escuchar la voz del rey Park quien le autorizaba su entrada.
"Buenas tardes, su majestad"
"Buenas tardes, Namjoon" contestaron al mismo tiempo.
"¿Pasa algo con Jungkook?" el actual rey Min inquirió, dejando de leer los documentos entre sus manos.
"No se preocupe por él, mi rey. El joven Jungkook está más que perfecto, de hecho, vengo a entregarles esto, él se los manda"
Emocionado y chillando de emoción, Jimin se levanta del lado de Yoongi para buscar la nota. El omega real nunca fue alguien de guardarse tanto sus sentimientos y los expresaba como mejor sabía.
"Si no me necesitan más, paso a retirarme"
"En realidad si, Namjoon. Mañana antes de las 7:30 debes traer a Jungkook para que lo arreglen"
"Claro, rey Min, tendrán al joven aquí antes de la hora"
Ahora sí, Namjoon salió de la oficina dejando en la intimidad a sus superiores.
Jimin se apresuró abrir la nota que Jungkook les enviaba, muriendo de ternura al notar que era la hoja arrancada de una libreta escolar. Suspiró, eso era muy romántico según él.
"Muchas gracias por todo, han sido unos días muy lindos llenos de sorpresas y regalos, espero yo un día poder devolverles lo que hacen por mi, con amor Jungkook" él omega real leyó desde las piernas de su alfa, sentando ahí cómodamente.
Acercó el papel a su nariz y pudo percibir el rico aroma del menor, a lo que jadeó gustoso.
"Huele a él, Yoongi"
El alfa se apresuró a olisquear la nota, para comprobarlo. Su lobo aulló de gusto pero no era suficiente para él, quería a su omega ahí, sentando sobre él de la misma manera en la que Jimin lo estaba, pero se calmó y ambos se conformaron por tener su olor con ellos.
"Mmm" él omega casi sollozó de gusto al olfatear una vez más la nota, tiempo después. "Nuestro Jungkookie es un omega muy lindo ¿No crees, Yoonie? nos escribió una carta y la marcó con su olor ¡Que romántico!"
"Definitivamente lo es, Jiminie" concordó el alfa, sonriente, imaginándose al menor redactar su nota para después llenarla de su olor, simplemente adorable.
Unas cuantas horas después, Seokjin entró a la oficina acompañando con algunas mujeres que le servirían la cena a los reyes. Cuando abandonaron estas la habitación, el mayor a todos comenzó hablar.
"Tengo todo listo como me ordenaste, Yoongi" dijo al mismo tiempo quien leía en su tableta. "La alacena de la cabaña en Busán está siendo llenada, al igual que están haciendo una limpieza general de esta, una vez se termine todo ahí te informaré y estará lista para usarse"
"Muchas gracias, Jin hyung" el rey Min suspiró, pasándose las manos por el rostro, en verdad necesitaba aunque sea un fin de semana libre.
"No es nada, Yoongi, de todos modos te mantendré informado cualquier de cualquier actualización" bloqueó la tableta y con una sonrisa los volvió a dejar solos.
Jimin cortó la carne con sus cubiertos, mirando con una ceja alzada a su alfa.
"¿Qué?"
"¿Cómo que 'qué'?" el omega rodó los ojos. "¿Cabaña en Busán?"
Yoongi asintió.
"Tae me la prestó para un fin de semana"
"¿Iremos de vacaciones?" emocionado, Jimin sonrió ante la idea. Hacía años que sus pies no tocaban la caliente arena de la playa.
"Es correcto, Jiminie"
El aludido aplaudió contento ¡no podía esperarlo! siguió comiendo con alegría hasta que recordó algo.
"¿Que pasará con Jungkook?"
"¿Qué hay con él?"
"¿Lo dejaremos aquí?"
Sinceramente Yoongi había pensando en preguntarle al chico si quería acompañarlos, pero sentía que eso era presionarlo y podrían hacerlo sentir incómodo.
"¿Crees que quiera ir? había pensado en preguntarle"
"¿No quieres que vaya?"
"¡Claro que quiero!" las cejas del alfa se juntaron. "Es solo que no quiero presionarlo a nada, Jimin"
"Debemos preguntarle, de todos modos, no quiero ir a ningún lado si él no va. No me parece justo disfrutar de vacaciones mientras el pobre trabaja aquí"
"A mi tampoco, pero siendo sincero, a ambos nos hacen falta esos días de relajación. Desde que subí al mando no hemos tenido ni un día de descanso"
"Oh, mi pobre alfa" el rey Park puchereó, observando a su esposo. "Tú más que nadie lo merece, Yoongi, y que mejor que con tus dos omegas rodeándote. Tu rey y tu futura luna"
Y eso para Yoongi se escuchó tan bien que en verdad deseaba que Jungkook aceptase la cordial invitación de unas cortas vacaciones acompañadas de ellos en la playa, lejos de todos, solo ellos tres disfrutando de la brisa del mar y el sol.
La mañana del sábado había comenzado desde temprano para Jungkook, el sol apenas se asomaba dando inicio a un nuevo día. Su madre lo había despertado suavemente.
"Jungkookie, hijo es hora de despertar. Un guardia del palacio te espera" la señora Jeon acarició su cabello tiernamente. "¿No te metiste en problemas verdad?"
Adormilado, él omega negó. Verdaderamente él no recordaba haber hecho algo malo en los últimos días, solo haberse escapado cortos minutos de su trabajo para devorar los bocadillos que le habían sido regalados, fruto de su cortejo.
Se paró, caminando hasta la diminuta sala de estar de su hogar, notando que se trataba de Namjoon, por lo que se sintió más tranquilo de que no se tratara de algo malo.
"Los reyes solicitan su presencia, joven Jeon. Al parecer lo arreglarán para la ceremonia"
Emocionado, el muchacho se apuró arreglarse, vistiendo ropa causal para no maltratar su nuevo atuendo, el cual guardó nuevamente en su caja y con ayuda del alfa, lo subieron al auto para dirigirse ahora si, al palacio principal.
Al llegar notó el jardín diferente, pues este estaba adornado elegantemente para la ocasión, con arreglos florales y carpas que cubrían a los invitados del sol. Mesas redondas y sillas tiffany, todo en tonos pasteles. Había gente caminando de aquí allá apurada, arreglando y corrigiendo los últimos detalles del próximo evento. Jungkook se sintió emocionado, era la primera vez que asistía a una fiesta como esa. Antes las había presenciado pero solo por televisión, tal como la boda de Jimin y Yoongi e incluso la coronación de estos mismos.
Lo primero que sintió al entrar a la habitación de los reyes fueron los brazos de Jimin envolverle con alegría, lo olfateó sin pena alguna para después besar sus mejillas.
"¡Llegas justo a tiempo, Jungkookie!" el rey omega lo atrajo hasta la silla frente al tocador, donde una señorita le esperaba para arreglarlo.
Yoongi salió del baño con mala cara, probablemente aún era demasiado temprano para él. Aún con su evidente mal humor, le sonrió a su invitado a través del espejo y sin esperarlo, besó sus cabellos para después revolverlos.
"No seas flojo, Yoonie" su esposo le regañó viendo como este se volvía acomodar en la cama. "Es un día importante"
"¿Por qué tiene que ser tan temprano?"
"¡Es por Hobi! es un bebé apenas, no podemos tener en una fiesta a las tanta de la noche"
"¿Pero si a las de la mañana?"
Gruñendo, Jimin decidió dejar el tema ahí para comenzar a vestirse. El ya había sido maquillado y peinado al igual que Yoongi, y para no perder más tiempo se dispusieron a vestirse detrás de la mampara.
"Nosotros saldremos antes, Kookie" el rey Min comenzó a explicarle, abotonando los últimos botones de su camisa azul hecha a la medida. "Tenemos que estar con Hoseok y mis padres para que todo esté bien. Irás con Taehyung y Namjoon los acompañará ¿correcto?"
Él omega asintió el silencio, recibiendo una sonrisa complacida del mayor.
"Estoy listo" anunció él omega real, utilizando un lindísimo traje azul en tonos pastel. Jungkook creía que nunca había visto a un omega tan hermoso como lo era Jimin.
Los reyes se despidieron de él, ambos con un beso en su mejilla, prometiéndole que pronto se reunirían en la iglesia.
"¿Le parece bien un poco de brillo en sus párpados?" la maquillista lucía emocionada de arreglarlo. "Tiene unos ojos muy lindos y grandes, joven Jeon, estoy segura de que se verán aún más hermosos con un poco de sombra brillante en ellos. Todo muy discreto"
"Puedes llamarme Jungkook. Y creo que si, eso estaría bien"
El omega se quería ver de lo más lindo posible para sus mayores, y que cuando estos lo vieran suspirarán de amor como él lo hacían por ellos.
La maquillista era toda una profesional, maquilló el rostro de Jungkook dejándolo más hermoso de lo que ya era, ella aduló mucho su piel diciéndole que lucía muy suave y fresca. El jueves Jimin le había enviado un regalo con muchas mascarillas y cremas para el cuidado de la piel así que había decidido comenzar a preocuparse por su rostro.
Namjoon entró con su uniforme de guardia, acompañado del príncipe Taehyung que apenas vio a Jungkook se puso a parlotear como era su costumbre. Al omega le parecía agradable el hermano de Yoongi, lo hacía sentir cómodo y sus charlas sobre aventuras eran divertidas.
"¡Quedaste increíble, Jungkook!" Tae le dijo al mirarlo una vez listo. "Ahora debes ponerte la ropa o se te hará tarde"
"Los reyes le mandaron este regalo, joven Jeon" Namjoon le mostró dos cajas que contenían unas cadenas cada una.
La primera se trataba de una J en oro blanco y la segunda era la flor de su mes de nacimiento, una Ipomoea violacea igualmente de oro blanco. El príncipe le ayudó a ponérselas, notando que la cadena de su inicial quedaba levemente más corta que la segunda, seguramente fue planeado por ambos para que pudiese verse así de bien. s
No creas que nos olvidamos de tu regalo del día de hoy, Jungkookie. Con mucho mucho amor, J y Y.
El joven omega pudo notar la letra de Jimin plasmada en la nota hecha a mano, por lo que sonrió y con eso, todos salieron de la habitación en dirección a la capilla donde sería la misa de bautizo.
"No sabía que te gustaban ese tipo de modificaciones" Taehyung habló apuntando a su ombligo que era atravesado por una pieza de titanio.
Avergonzado, Jungkook intentó bajarse la camisa pero era tonto, era corta y justo quedaba sobre su ombligo.
"No te preocupes, no es nada malo. Yoongi tiene el tatuaje del antiguo clan Min, y estoy seguro que también Jimin esconde uno debajo de sus camisas. ¡Pero eso lo debes saber tú!" le guiñó el ojo.
¿Que insinuaba el príncipe? él jamás había visto a los reyes de tal manera. Bueno, solo a Yoongi pero fue un pequeño error aquella mañana.
Entraron a la capilla que estaba casi llena por gente importante, reyes de reinos cercanos, princesas y príncipes amigos de la familia. Incluso divisó a los padres de Jimin ahí, esperando a que la ceremonia religiosa comenzara. No pasó mucho, unos cinco minutos como máximo cuando todo comenzó. Jimin y Yoongi entraron con Hoseok en brazos, quien estaba vestidito con un lindo terno blanco y un gorrito del mismo color sobre su pequeña cabeza, el bebé lucía enfurruñado, probablemente se moría de calor y era incómodo para él.
La ceremonia religiosa no duró mucho debido a que el pequeño príncipe pronto comenzó hacer su berrinche y a lloriquear irritado de todo eso, el solo quería los brazos de su mami y un poco de leche para ser feliz, pero nadie parecía entenderlo ahí. Así que una vez hecho el ritual, se le ofreció a los invitado a pasar al jardín donde sería la fiesta. El ex rey Min y su omega corrieron a cambiar de vestimenta a su bebé que parecía no aguantarla ni un momento más, por algo más cómodo y adecuado para un ser de su edad.
"¡Te ves tan lindo, Kookie!" Jimin fue el primero en reunirse con él, halagándolo en voz alta. Junto sus narices para rozarlas juntas en un acto tierno.
Jungkook se sonrosó y miró alrededor, notando que nadie les prestaba especial atención, así que se dispuso a disfrutar los mimos y halagos del omega mayor.
"Cuando Yoonie te vea se va a volver loco. La maquillista si que sabe lo que hace"
"Gracias, rey Park, usted también se ve increíble"
"Me gustaría que me dijeras simplemente Jimin, por favor"
"Entiendo"
"Jimin ¿no piensas presentarnos a tu amigo?"
El padre de Jimin, el rey Park exigió tomado del brazo de su omega, la madre del mismo.
"Hola, padre. Este es Jungkook, trátenlo bien, por favor"
"Buen día, muchacho, un gusto" el rey le ofreció la mano a lo que él joven la tomó.
"Es un honor, su majestad"
"Jimin, cariño ¿podemos hablar?" la reina Park acarició las manos de su hijo y este asintió.
"Iré con mamá, Jungkookie, puedes ir con Tae si gustas, Yoongi no tardará en volver. Por cierto ¿que tal los regalos de hoy?"
"Son increíbles. Me encantan"
"Sabíamos que lo harían"
Y con eso, madre e hijo se fueron caminando, sonrientes. El padre de Jimin se acercó a saludar a la demás gente de la realeza que veía por ahí. Jungkook optó por hacer lo que dijo Jimin, caminar hacia Taehyung que prontamente lo recibió con una bebida en las manos.
"¿Me puedes explicar quien es él?"
"¿Él? es Jungkook, mamá. Lo acabo de decir"
"Sí, pero más bien ¿qué es él?"
"¿A qué te refieres?"
"Jimin no soy estúpida y lo sabes. Te ví como lo mirabas y cuando le hiciste ese cariño, además ¿de qué regalos hablas?"
La mirada del omega real cambió, era una fiesta donde él era el padrino así que no estaba dispuesto a soportar los reproches de su madre.
"Lo que sea y lo que hagamos Yoongi y yo no es asunto de nadie"
"No cometan ninguna estupidez por calentura, Jimin" sentenció la reina.
"Madre, no soy niño, mi esposo es el dueño de este reino y tanto él como yo podemos hacer lo que se nos plazca con nuestra vida personal"
"Es un consejo solamente"
"Gracias pero no lo tomo"
Con esa última frase, se retiró para ir en busca de Yoongi, necesitaba de su olor para tranquilizar sus nervios.
Lo encontró en la entrada del palacio, solo, mirando a lo lejos a sus invitados. A pesar de ser el rey, Jimin sabía que le costaba el estar rodeado de multitudes a su alfa. Siempre había sido una persona sencilla y hogareña, muchas veces fue rodeado por grandes cantidades de gente pero al parecer nunca terminaría por acostumbrarse.
"Yoonie" chilló triste con un puchero en los labios.
Al notarlo triste, el alfa abrió los brazos para recibir a su amado omega entre estos.
"Mi mamá me dijo cosas" como un pequeño niño, acusó.
"¿Sobre qué?"
"Sobre Jungkookie. Cree que es un error que cometemos por calentura"
El alfa se rió, negando con la cabeza. Besó suavemente los dulces labios como cerezas de su esposo, brindándole calma a través del lazo.
"La opinión de la gente no nos debe importar"
"Y no lo hace. Pero... es mi madre"
"Lo entiendo, mi amor, pero eres un adulto ahora y puedes tomar tus propias decisiones"
"Para ti es fácil, eres el rey, alfa y nadie te juzga"
"Te recuerdo que también eres rey"
"Pero soy omega" dijo en tono de berrinche.
"No vamos a pelear por eso ahora, Jimin"
"Lo siento"
Yoongi le acarició la parte trasera de la nuca, besándolo una vez más.
"Será mejor que volvamos a la fiesta"
Jimin aceptó, tomando la fuerte mano de su amado, encaminándose a donde el tumulto de invitados se encontraba.
Jungkook observó todo a lo lejos y sintió celos de la intimidad y cariño que estos se tenían. Era evidente cuánto se amaban, y como no, si llevan años de conocerse y estar juntos. Sabía que nunca podría llegar a compartir con es amor que había entre los reyes.
Pronto, se sintió inseguró con Hobi cómodamente observando a los invitados en sus brazos, al bebé le llamaba mucho la atención los atuendos que las señoras llevaban. ¿Y si Yoongi y Jimin jamás llegaban a quererlo tanto? no le gustaría ser menospreciado, él en verdad quería ser amado intensamente, no quería recibir un amor a medias o las sobras de este. ¿Podían Yoongi y Jimin enamorarse tanto de él como Jungkook lo estaba de ellos? quería creer que sí, pero esa pequeña voz en su cabeza le gritaba que estaba equivocado.
Un gran estornudo del principito lo sacó de sus pensamientos volviéndolo al planeta tierra, lejos de su mundo de inseguridades. Con el pañito que si madre le dejo, limpió sus moquitos, sonriente. El bebé se quejaba por disgusto.
"¿No es lindo? ¿se parece a mi verdad?" Taehyung opinó a su lado, tomando una manita de su pequeño hermano, juguetón.
"¿Tengo que ser sincero?"
Ofendido, el príncipe abrió la boca exageradamente, con una mano en el pecho. Era un rey del drama a pesar de ser príncipe. Claramente no se iban a parecer del todo porque tenían diferente madre, lo mismo que pasaba con Yoongi. Igualmente, rieron por eso.
Miró a la pareja de reyes saludar cortésmente a la gente, y platicando cortamente con ellos. El joven notó a ambos incómodos pero no podían hacer mucho, era su deber como gobernantes.
Media hora después, cuando Hobi había vuelto a los brazos de sus padres, hambriento, Yoongi y Jimin llegaron a él, con sonrisas cansadas.
"Jungkook, luces increíble" el alfa le tendió la mano, haciendo que se para de su asiento. El omega se sonrojó.
"Yo... gracias" y bajó el rostro, apenado por el cumplido.
El rey tomó su barbilla, alzándole el rostro nuevamente.
"La cabeza siempre arriba, Jungkook" sonaba a regaño pero en su tono se oía dulzura.
Jungkook lo aceptó, mordiendo sus labios por nervios. Una mano de Yoongi se afianzó a su cintura y lo pegó a él para besar su mejilla, saludándolo.
"¿Cómo estás hoy? veo que te gustaron los regalos" apuntó a los collares.
"Ajá. Son muy hermosos, gracias"
"Siempre lo mejor para ti, Jungkookie" Jimin completó.
Comieron juntos, y Jungkook se sorprendió al notar que en verdad Yoongi le había escuchado sobre lo que él había opinado de la comida aquel día, fue un hecho todo y se vio servido aquella tarde.
Cuando dieron las 4 PM la mayoría de los asistidos a la fiesta se habían retirado ya, por lo que los reyes y Jungkook prefirieron ir a un lugar más tranquilo, donde pudieran platicar mejor.
Con el menor de todos sobre las piernas de Yoongi, dejando salir feromonas de seguridad porque él mismo se lo había pedido, Jimin preparaba una bebida para su alfa, totalmente complacido por la escena que sus ojos presenciaban.
Jamás imaginó ver a Yoongi con otro omega entre sus brazos y él sintiéndose tan tranquilo con eso.
Le puso hielos al whisky que su alfa le pidió.
"Jungkookie, te tenemos una propuesta"
La voz de Jimin rompió la burbuja de tranquilidad, y desde la silla ambos voltearon a verlo.
"El próximo fin de semana Yoonie y yo iremos a Busán, queremos que nos acompañes"
"Me encantaría pero..."
"¿Pero?" el alfa pareció irritado de escuchar ese pero.
"Tengo trabajo y no puedo faltar"
"¡Nada de eso! estarás con nosotros ¿que más justificación necesitas que esa?"
"¡Que nadie me cree! muchas veces le he dicho a la señora Choi que voy a verlos y cree que soy un holgazán que no quiere hacer su trabajo"
"Jimin, recuérdame decirle a Jin que hable con la señora Choi mañana"
"Claro, Yoongi"
"Bien, entonces ¿que dices, Jungkookie?"
Sonriente, él omega joven asintió bastante emocionado hasta para su propio gusto.
"Acepto"
Sería un maravilloso fin de semana, de eso los tres estaban seguros.
*
¿Opiniones?
El próximo será sobre sus vacaciones y ya veremos qué pasa ahí.
Gracias por leer ♡.
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