Sofía

Llegamos a la casa de nuestra amiga y puedo admitir que me siento un poco aliviada, no es un lugar seguro, ya lo hemos visto pero es su hogar y eso me deja tranquila, tiene que descansar sin preocupaciones para que se recupere mejor.

— Mis padres aún no volvieron, eso me da un alivio — Comentó Tami, ellos tienen un auto y al no verlo en su casa significa que no llegaron.

— Menos mal, entremos — Dijo mi hermano.

Nuestra amiga tiene la llave en uno de los bolsillos de su pantalón, así que la saca y abre la puerta.

— Ve a cambiarte de ropa y yo preparo algo caliente para que tomes — Habló Nico, él va hacia la cocina y yo iré a acompañarla a su cuarto.

— Sofía, pensé que no los volvería a ver, sentí mucho miedo — Se expresó Tami, al punto de llorar al sentarse en su cama, me da impotencia verla así.

— Tranquila, estamos aquí y no te dejaremos sola — La consolé con un abrazo.

Le dije que vaya a cambiarse de ropa, yo iré por un vaso de agua.

— Oye Nico, está asustada Tami ¿crees que debamos quedarnos? yo no quiero que pase la noche así — Le comenté a mi hermano al llegar a la cocina.

— Pensé lo mismo, me quedaré yo, en este momento me da igual si me castigan o no — Me dijo él.

— Gracias, me quedaré más tranquila si alguno de nosotros la acompaña — Le respondí.

— Me da una rabia que se haya ido sin pagar y que obtuvo lo que quiso  sin salir perjudicado — Comentó mi hermano, estoy de acuerdo con eso, tengo un enojo por no haber hecho algo para impedir que mi mejor amiga sufra.

Mientras tomo un vaso de agua, Nico hace un té de limón para ella, luego de que ya está listo, nos dirigimos hacia su cuarto con la taza de té.

— Toma, te hará bien — Dice mi hermano al darle el té.

Nos sentamos con Tamara en su cama, hablamos de lo ocurrido en la mansión y del riesgo que corrimos los tres.

— ¿Creen que volverá? Aún ya teniendo lo que quería — Pregunta ella.

— La verdad no lo sé, siento que si descubre que sin los brazaletes seguimos teniendo poderes vendrá por nosotros — Respondió Nicolás.

— No entiendo porqué tanta maldad y lo peor es que seguimos sin saber en dónde se encuentra nuestro padre — Comenté.

Hablamos un rato más del tema, diciendo que debemos tratar de no mostrar los dones que poseemos con mi hermano para no levantar sospechas y también pensamos en una justificación válida para explicarles a nuestros padres por la salida sin avisar de casa.

Mientras charlamos, escuchamos un "volvimos" de los papás de Tami, han llegado.

— Hija ¿Estás bien? — Pregunta su madre al ver que no salió a verlos y entra al cuarto.

— Si mamá, solo es que tengo un resfriado y mis amigos vinieron a hacerme compañía — Dijo Tamara.

— ¿Así de repente o ya estabas enferma? ¿tomaste algo? — Hace más preguntas la señora.

Nuestra amiga le respondió que el cambio de clima la enfermó y que está tomando un té de limón.

— ¿Me podría quedar esta noche con ella? Por si llega a necesitar algo — Habló mi hermano, ojalá le den permiso para quedarse.

— Sí claro, aunque estamos nosotros de igual manera — Dijo su madre.

En medio del pedido de Nicolás, entra el padre de Tami, hablando que la mejor compañía para su hija es la de uno de sus amigos en este momento y que le parece bien que esté con ella, eso indica que le darán permiso.

— Cualquier cosa nos avisan ¿sí?— Dijo la madre de nuestra amiga, siempre es así de protectora y la comprendo.

Veo la hora y es el momento de retirarme, antes de que descubran que me escapé.

— Me llaman si pasa algo — Les dije a los chicos.

— Y tú también, cuídate Sofi — Hablaron ellos, mientras nos damos un abrazo.

Me despido de los padres de Tamara y me llevo las dos bicicletas para guardarlas en su lugar para que no sospechen.

Las guardo y subo volando con cuidado hacia mi cuarto.

"Ojalá no me hayan descubierto" pensé, no quisiera lidiar con mi familia ahora.

Entro silenciosamente y cierro la ventana, al parecer todo sigue como está. Recuerdo que horas antes de entrar a mi habitación, le dije a mi familia que no me interrumpan porque iba a estudiar y creo que hicieron lo que avisé, por suerte.

Me cambio de ropa y me tiro en mi casa totalmente cansada, más emocionalmente que físicamente, temía que a Tami le pase lo peor.

Decido dormirme sin mirar mi celular, quiero descansar de esta noche tan mala y agotadora.

Entre mis sueños, surgen imágenes de lugares que no conozco pero que se me hacen familiares, un castillo muy particular, un pasillo, un cuarto y hojas de un libro, son los detalles que voy viendo.

De repente estoy en ese lugar y mi curiosidad hace que entre al castillo, voy por el pasillo que vi anteriormente y entro en la habitación en donde intuyo que están las hojas, en ella se encuentra Charles, al parecer no me puede ver ni escuchar porque está sentado en su cama sin interrupción. Visualizo que tiene entre sus manos las hojas de un libro, que supongo que fueron arrancadas.

No puedo ver más porque en ese momento un grito hace que pierda mi rumbo.

"¡Charles sácame de aquí!" escucho los gritos de una voz conocida, una especie de imagen se cruza en mi vista y veo a un hombre encerrado en medio de la nada, como si estuviera en un agujero negro.

Despierto asustada por ese sueño tan particular y decido levantarme a tomar un poco de agua.

¿Será nuestro padre? Me pregunté mientras bajo las escaleras para ir hacia la cocina.

Siento que este sueño fue una señal, pistas que den con su paradero.

Tomo un vaso de agua, algo nerviosa, miles de preguntas surgen en mi interior, cosas que solo son fantasía para muchos me están pasando y necesito aclarar mis dudas para volver a tener una vida sin preocupaciones de estos temas, aunque por lo sucedido, nuestras vidas van cambiando minuto a minuto.

Nota de la autora Vickyfantasygirl
¡Hola amantes de la lectura :)!
Por fin puedo seguir con esta historia de misterio y fantasía, que en cada capítulo van surgiendo sucesos fuertes y también pistas para los hermanos Moon, como en el caso de este capítulo, los sueños pueden llevarlos hasta su padre ¿creen que podrán rescatarlo? los leo y nos vemos en la próxima actualización♡.