Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

IX - La Cita

En el fin de semana, Fabio salió con Luna por la noche llevándola a cenar. Durante el tiempo que estuvieron en el restaurante, Luna no ingirió ningún fármaco. Él comentó con admiración:

— Veo que estás progresando... ¡Enhorabuena!

— No exageres. Además, sé exactamente cuáles son las dosis que debo tomar. Pero de tanto tú y mi madre hablar, estoy esforzándome mucho y he disminuido los medicamentos.

— ¡Muy bien! Cuando necesites abrirte conmigo, tal vez contando alguna cosa de tu pasado que te haya hecho daño o algún pensamiento que se repite en tu cabeza, no te olvides de que, además de ser tu novio, soy tu amigo. También quiero tener la oportunidad de abrirme contigo, pues eres la única persona en quien confío.

— Por lo visto, también quieres ser mi psicoanalista.

— Creo que amigo sería la mejor palabra.

Él sonrió. Después cambió de tema.

— La comida está muy buena – dijo probando y masticando despacio para saborear.

— Estoy de acuerdo... ¡Una delicia! No era sólo el aroma era bueno.

Ella se quedó mirando la montaña por la ventana y sus pensamientos se perdieron en los recuerdos de su padre.

Recordó las constantes peleas entre este y su madre cuando aún eran casados y Luna era sólo una niña.

— Una moneda por tus pensamientos – dijo Fabio sonriendo.

— Me has hecho rememorar algo que siempre me duele mucho.

— ¿Sobre la relación con tus padres? Cuéntamelo; que eso te va a hacer bien.

Luna empezó a recordar y comentar. Lágrimas cayeron de sus ojos como se estuvieran lavando su alma. De inmediato, él le ofreció un pañuelo que había sacado del bolsillo.

Un día, la madre de Luna preguntó si el marido iba a salir de nuevo y el respondió con aspereza diciendo que necesitaba divertirse. Ella le exigió una actitud más paternal y familiar, pero él prefería estar con los amigos.

El problema era que los supuestos compañeros eran mujeres con quien él mantenía relaciones. Una de esas noches, el padre llegó borracho y ellos discutieron duramente. Aun atontado, él empujó a Solange para sacarla del camino y fue a ducharse. Su telemóvil cayó desbloqueado en la alfombra.

Cuando él entró en el baño, la madre cogió el aparato y leyó un mensaje de la amante diciendo que le había encantado la noche en el motel.

Fue la gota de agua para que terminaran el casamiento.

Después de oír la historia, Fabio le preguntó si no había posibilidad de reconciliación o de que su padre mudara de actitud. Luna respondió:

— De ahí para peor. Aquel día, hizo las maletas y se fue para nunca más volver. Después de algún tiempo, paró de pagar la pensión alimenticia y fue preso por morosidad.

— ¡Caramba! Las cosas se complicaron de verdad...

— Entonces se divorciaron y restaron para mí las crisis de ansiedad desde mi adolescencia.

— Espero estar siempre a tu lado para oírte...

— Ya me siento mejor.

Él puso la mano sobre la de ella con cariño, pasando la impresión de que ella tendría a alguien que la apoyaría para el resto de su vida.

— Tengo muchas ganas de conocer a tu madre. Por lo que he entendido, siempre luchó en la vida criándote desde pequeña.

— Sin la ayuda de mi padre, que nunca más apareció para visitarme incluso después de que le soltaran. Pero vamos allí a casa para que conozcas a mi madre. Te va a caer muy bien. En mis crisis de carencia paternal, siempre estuvo a mi lado. Por eso la amo tanto.

Terminaron entonces la cena y fueron a casa a encontrarse con Solange que había sido avisada por mensaje sobre la visita.

Ella siempre le pedía a Luna que la avisara cuando llevara a alguien, para que mantuviera la casa arreglada. Se preocupaba en pasar una buena impresión de limpieza.

Llegando allí, Fabio fue presentado por la novia a Solange.

— ¡Mucho gusto! Entonces tú eres el afortunado que conquistó el corazón de mi hija.

— Quería mucho conocerla. Luna habla tanto de su madre que aguzó mi curiosidad. Quise prontamente conocerla para aprender también la fórmula para ganarme el corazón de su hija.

— El secreto se llama amor y ella es una joya preciosa, le pido que la cuide bien – Solange dijo esto con los ojos humedecidos pensando en lo que probablemente le ocurriría en breve.

El muchacho bajó la cabeza con una mirada triste al imaginar lo que pasaba por la cabeza de ella. Se dio cuenta de que estaba muy delgada y vio el catéter implantado para quimioterapia bajo su blusa. Prefirió no hablar sobre lo que acababa de ver.

Ellos charlaron bastante sobre el medio ambiente y como preservar la naturaleza. Solange le preparó un café a él y una infusión para ellas. Después de algún tiempo, se despidieron y el joven se fue.

Al día siguiente, Luna y Fabio decidieron ir al apartamento de él. Ambos querían tener un momento más íntimo y, después de algunos meses de noviazgo, la hora había llegado.

Ambos estaban en la cama.

Fabio la besó con cariño y notó que ella era bastante tímida.

— Si hubiera un medicamento que disminuyera mi inhibición, te juro que me lo tomaría ahora. Me siento nerviosa.

— ¿No me digas que es la primera vez?

— Has dado en el blanco. Pero quiero mucho estar contigo. Sé que eres la persona justa para mí.

Fabio la abrazó con cariño y se besaron envueltos en las sábanas.

— Haré todo para merecer tu amor. Te amo, Luna.

— También te amo, Fabio.

Se amaron sin ver las horas pasar. Al final, él la besó y después se acostó a su lado, exhausto. Adormecieron un poco y al despertar, Fabio dijo:

— Ha sido maravilloso, Luna. Te prometo que seré siempre más que un novio. También quiero estar contigo para el resto de nuestras vidas. Y lo mejor no lo sabes. Ya sé lavar los platos y hacer mi cama. Creo que es un buen principio. Pero no me pidas cocinar. No vas a aguantar.

— Vamos a dividir la carga y, de momento, yo me empeño en hacer la comida.

Fabio la llevó a casa. Ahora eran un poco más íntimos y Luna se dio cuenta de que a él le había caído bien Solange. Al confiar más en él, le hablaba sobre el estado de salud de su madre y él le daba apoyo.

Al llegar al apartamento donde Luna vivía, dos personas en la sala escucharon el ruido de la llave girando la cerradura. Se dieron de cara con Otto charlando con la madre de la joven.

— ¡Hola, don Otto! ¿No le parece un poco tarde para visitar a alguien?

— Luna, por favor, saluda apropiadamente a Otto – Solange carraspeó esta vez para llamar la atención de ella, visto que estaba al lado de Fabio.

El novio tenía los ojos abiertos de par en par al ver a Luna de aquella manera. Nunca la viera así y ella estaba visiblemente enfadada con la presencia del profesor.

— Este es el novio de Luna. ¿No es agradable? – La madre intentó calmar los ánimos.

— Mucho gusto, joven. Soy profesor de Física en la escuela donde Solange da clases de Historia y somos amigos desde hace algún tiempo.

— El gusto es todo mío.

— Entonces, Luna, decidí dar una pasada por aquí cuando supe que tu madre estaba sola y quise hacerle compañía. Ahora creo que debo irme.

— No, Otto. Quédate un poco más. ¡Nuestra conversación estaba tan buena!

— Mamá, déjale irse que es un poco tarde.

— Pero, Luna, somos crecidos y queremos divertirnos también. Nada mejor que una buena charla.

— Después quiero conversar con usted sobre Bete. Me parece todo muy raro.

— ¿Quién es Bete? – Preguntó Fabio curioso.

— Es un ordenador cuántico.

— Eso mismo – confirmó Otto animado.

Luna le miró aún enfadada con su presencia. Parecía tener celos de su madre. Volvió a mirar a Fabio.

— Pero es una larga historia. Te lo contaré todo después con más calma.

Otto la interrumpió con una voz temerosa.

— No hables con nadie sobre el Eternal, hasta que estés segura de que debes divulgar el descubrimiento – Otto necesitaba decir lo que tenía atravesado en la garganta.

— Allí viene el señor de nuevo con esa historia. Eso no tiene ningún sentido. Mi madre será beneficiada con el medicamento. Los argumentos en realidad aumentada que Bete mostró en el holograma fueron fuertes, pero ¿cómo puedo creer en algo tan fantasioso?

— Piensa bien, Luna. Fabio es médico y puede confirmar lo que voy a decir. Si el cáncer que Solange tiene está avanzado y una de las características es el exceso de telomerasa, no va a servirle usar un fármaco que equilibre ese enzima. Las consecuencias ya son irreversibles. La quimioterapia y las sesiones de radioterapia son las que van a destruir el tumor. Si ella tuviera que usar e Eternal, deberá ser en un momento más propicio.

— Primero, ¿cómo sabe que Fabio es médico? Segundo, ¿quién le dio esas informaciones sobre cómo funciona el medicamento que estoy creando?

— Si he venido del futuro, deberías creer que sé muchas más cosas. Algunas, inclusive, que ni debo contar.

— Si el asunto aquí es mi problema, creo que mi opinión es la más importante, ¿no os parece? – Solange les miró a todos, uno a uno a los ojos. Después miró a Luna. – Hija, yo dije que prefiero vivir feliz el tiempo que me resta y sabes que soy fuerte al punto de estar trabajando sin quejarme, aun sintiendo dolores.

Todos se quedaron en silencio por algunos segundos.

— ¿Y qué tienes que decir sobre esto, Fabio? – Otto indagó mirando firmemente al muchacho.

— Creo que un tratamiento como ese, en caso de que funcione, debería ser ejecutado en un momento de remisión de la enfermedad.

— ¿Has visto lo que te he dicho? – Otto intentó convencerla.

— Voy a pensar más sobre eso y preguntarles a algunos especialistas responsables por la investigación oncológica allí en la Titán.

— De cualquier manera, hasta tener esas respuestas, no divulgues lo que has descubierto. Después cuéntaselo a Fabio y muéstrale lo que Bete tiene que decir sobre el futuro. No necesito repetir de dónde vengo. Solange me contó que lo descubristeis todo con Bete.

— Por el amor de Dios, Otto. Esa historia de que usted sea un viajante del tiempo y el ordenador cuántico está muy confusa en mi cabeza. Tanto que ni se la he contado a Fabio aún.

El novio les miraba a todos sin entender nada.

— No veo problema en que él lo sepa. Sólo pido que no se lo digáis a nadie más. Es un secreto que guardo para continuar viviendo en esta época como una persona normal.

— Yo misma estoy dudando de su sanidad – la joven fue irónica.

— Me está pareciendo que vosotros estáis de broma conmigo – Fabio rio para ver si era retribuido con la revelación del chiste.

Todos le miraron serios.

— Como ya dije, es una larga historia y prometo que os contaré los detalles.

El trader abrió los ojos cada vez más curioso.

Después de hablar sobre otros asuntos, Fabio se despidió de todos y se fue a casa, pensativo.

Luna le dijo a Otto:

— Voy a hacer lo que usted me ha pedido. Incluso porque tengo que hacer algunos ajustes en la fórmula. Pero dígame: ¿cómo puede saber lo que Bete nos contó si no estaba aquí?

— Tengo un chip instalado en el cerebro que me permite comunicarme con las inteligencias artificiales de mis máquinas. Como usé a Bete durante un buen tiempo, ella está conectada a mí. Es una interface cibernética para que yo hable con ella sin necesitar tocarla. También puedo navegar por el mundo virtual a través de este dispositivo. Esta invención será creada de aquí a algunos años.

— Nada más me sorprende viniendo de usted. Voy a pensar en todo eso. ¿Entonces, quiere decir que mi ordenador está siendo hackeado por el ex dueño?

— ¡No te preocupes, Luna! No viviré por mucho tiempo. He venido a causa de mi hijo, Gabriel. Él está enfermo. Si tú no creas al Eternal, tendrá alguna oportunidad de sobrevivir y es para eso que estoy vivo ahora.

— ¿No le parece que su intervención puede crear una paradoja temporal y modificar el futuro, inclusive impidiendo su nacimiento? Puede echarlo todo a perder.

— ¿Sabes cómo actúa un padre desesperado, Luna?

— No, porque prácticamente no tuve uno.

— Pero tú estás sacrificándote noche y día estudiando en la búsqueda de una respuesta para prolongar la vida de tu madre. Sabes cómo es ese sentimiento... El amor verdadero es algo muy fuerte e indescriptible.

Ella meneó la cabeza y Solange apretó los labios en apoyo.

— No me importan las paradojas ni el hecho de que no pueda volver, porque sé que es imposible. Pero quiero darle una oportunidad por menor que sea a Gabriel para que pueda sobrevivir. Sé que puedo estorbar el futuro, pero intentaré ser discreto e invisible al máximo posible en esta época. ¡Te lo imploro, Luna, no divulgues el Eternal! Aunque uses una cantidad de medicamento para salvar a tu madre como deseas, por favor, no le reveles al mundo esa invención. ¡Te lo ruego!

Él se arrodilló llorando a los pies de Luna. Después avergonzado, se puso las dos manos sobre el rostro para cubrir las lágrimas. Solange se acercó a él, le puso la mano en el hombro y le ayudó a levantarse. Le dio un pañuelo para que se secase el rostro mojado. La joven sin saber lo que decir, también le auxilió para que se pusiera en pie. Era muy triste ver a un hombre desesperado en llanto de aquella manera.

— Tengo que irme. ¡Perdonadme! – Dijo con los ojos llorosos.

Otto caminó en dirección a la salida, en lo que fue acompañado por Solange. Luna le miraba espantada con la situación.

"¿Sería todo verdad?", pensó ella, como una estatua, mirando fijamente al profesor.

Al llegar a casa, Otto se duchó, se acostó en su cama e hizo lo que más le gustaba; recordar el pasado que tuvo que abandonar para cumplir su misión. Eso porque era en su memoria donde estaban las personas que más amaba.

_________________________

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro