Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⚠️Capítulo 16 Elemental.⚠️

A la mañana siguiente me desperté temprano para cuidar de que no hiciera algo para poner su vida en peligro. Nathan, Emma y Ethan los habíamos dejado con la buenorra de la madre de Luna. Ella estaba durmiendo encima de Stefan y de mí. Al poco rato se despertó y no dijo nada.

- ¿Todavía sigues odiándote? Fue Emma quien decidió seguirte. No puedes martirizarte por algo que no ha sido tu culpa - le dije acariciando su rostro.

- Soy estúpida - siguió diciendo mirando como dormía Stefan.

Puse mis manos en sus pechos y comencé a masajearlos para relajarla.

- Ven - le dije llamándola.

Ella me hizo caso y dejó de lamentarse para sentarse encima de mí y provocar que soltara un gemido.

- ¡Ah! - gemí.

Me senté en mi cama con ella en mi regazo y comencé a pasar mis manos por sus pechos.

- ¿Por qué no me odias? ¿Por qué ni si quiera estás algo enfada conmigo por haber convertido a la madre de tu amiga en vampira? - le pregunté.

Ella negó y explicó.

- Eso no habría pasado si me hubiera quedado en casa - dijo dándose la vuelta para mirarme con sus preciosos ojos azules.

Ella me miró y me abrazó con fuerza, supongo que necesitaba un abrazo que la reconfortara.

Al cabo de un rato Stefan se despertó y antes de que Luna dijera nada la puse contra la cama para sentarme encima de ella y que gimiera.

- ¡Ah! - gimió al notar que había entrado sin más en ella.

- Buenas noticias, hermanito, volvemos a ser el inseparable trío Salvatore - dije provocando que Luna se quejara por el daño.

- Te has pasado, Damon - me dijo Stefan.

- No, déjalo, me lo merezco - dijo sin más.

Rápidamente salí de ella y la dejé entre nosotros.

- Luna, por favor, déjalo ya. Tú no tienes la culpa de nada - le dijo Stefan acariciándola.

Me levanté y fui a coger una botella de champán para echársela por encima.

- Damon, ¿qué haces? - me preguntó Stefan enfadado.

Entonces de pronto Luna empezó a reírse a carcajadas terminando al final por llorar.

- Luna, pequeña, ven - le dije suavemente abrazándola.

- ¿Por qué no me odiáis? He puesto en peligro a Emma - nos dijo mirándonos entre lágrimas.

- Porque hemos sido nosotros, no hemos vigilado a Emma porque no pensábamos que fuera a seguirte - explicó Stefan.

De pronto la madre de Luna me llamó a mi móvil y me dijo que teníamos que venir.

- Hay problemas en casa de tus padres - le expliqué. Eso consiguió que dejara de llorar y se preocupara.

Cogí el traje negro que le compré y decidió dejarlo en mi habitación y lo dejé a su lado para coger la ropa interior y ponérsela aunque no quisiera y después ponerle el traje negro.

La cogí en brazos y la llevé al baño para peinarla y dejarle el pelo liso. Pase mi lengua por su mejilla y bebí un poco del champán que se había adherido a su piel. Terminamos de arreglarnos y fuimos a la casa.

- Luna, ¿te encuentras mejor? - le preguntó Stefan acariciando su mano.

Ella asintió y dijo.

- Un poco, yo jamás os odiaría a vosotros - nos dijo abrazándonos.

Llegamos a casa y nos encontramos a la buenorra de su madre muy preocupada.

- ¿Dónde están los niños? - le preguntó nuestra hermana.

- En el jardín, jugando - contestó nerviosa.

- Tenéis que saber que estamos todos en peligro - explicó.

- ¿Qué pasa? - preguntamos.

- No sé como explicarlo - contestó aterrada.

Apolo vino y me miró a mí algo molesto para que dejara de mirar a Artemisa.

- Es Emma, tenéis que tener mucho cuidado con ella - explicó Apolo.

Al escucharnos hablar vino corriendo y por detrás le seguía Nathan.

- Mami, mami - le llamó Emma a Luna.

- Damon, dame el collar - me pidió Artemisa.

- Vale - contesté dándoselo.

Artemisa se lo puso a Emma y le empezaron a brillar los ojos.

Luna P.O.V

Al momento comenzó a crecer hasta llegar a nuestra altura más o menos y una vez más esa aura me hizo temblar. Sin embargo mis hermanos cayeron al suelo. No parecía ella misma, parecía otra persona.

- Hola, Luna - me saludó mirándome a los ojos.

Ahora vestía con una especie de atuendo exótico cómo vestía un Dios o una diosa pero con mucho más poder.

- ¿Emma? - pregunté mirando a mis hermanos.

Emma sonrió y contestó.

- Estoy en el cuerpo de tu hija lo sé, pero no soy Emma, soy una guardiana - explicó.

- ¿Quién eres? - le pregunté mareada.

- Elemental. Perdona por mi aura, pero es necesario que los otros guardianes no despierten aún - dijo atenuando su poder.

- ¿Cómo? - pregunté.

- Tu hija será lo bastante buena para acabar con las amenazas - explicó quitándose el collar para volver a ser como era antes.

Emma me miró y me sonrió sin entender lo que pasaba. Entre tanto yo les ayudé a levantarse mis hermanos.

- Es guapa esa guardiana - comentó Damon con una sonrisa traviesa.

- Damon, es mi hija - le regañé dándome con la palma de la mano en mi frente por su comentario.

Mi madre cogió de nuevo el collar y me lo dio.

- Solo por si fuera necesario - me advirtió dándomelo.

- Está bien - contesté cogiendo de la mano a Emma cuando le llamaron a Damon.

Stefan cogió a Ethan en brazos y nos fuimos los seis a casa. Al llegar Damon explicó.

- Te han exculpado, creen que ha sido Ric quien asesinó al forense - explicó.

- ¿Te encuentras mejor? - me preguntó Stefan dejando a Ethan en la cuna.

- Sí, perdonadme - contesté disculpándome con una tierna sonrisa.

- No te preocupes - contestó sonriéndome.

Emma se acercó a Damon y él le sonrió. Entonces ella se enrojeció levemente.

- ¿Bueno, y qué sugieres, hermano? - le preguntó Stefan mientras Emma se apartaba lentamente ruborizada de Damon.

- Tiene vergüenza - comentó él mirándome con una sonrisa traviesa al ver la reacción de Emma.

- Hagamos algo juntos, los tres. Unamos brazos fraternales. Aunque no tengamos precisamente "buen rollo", juntémonos. Unamos el poder de los Gemelos Fantásticos - comentó cambiando de tema haciéndome sonreír por lo último.

Se acercó a los diarios de Stefan y él le preguntó.

- ¿Qué haces? - le preguntó.

- Buscar pistas - contestó Damon.

Entre tanto Emma y Nathan estaban jugando.

- Muchos Originales se han ido, pero esto es una novela policíaca ¿Recuerdas cuando volvimos para el funeral de Zachariah? - le preguntó.

- Vagamente. ¿Por qué? - preguntó Stefan.

Yo odiaba mantenerme al margen, pero había tantas cosas que me había perdido de ellos...

- Porque si no recuerdo mal, no fue el primer fundador que asesinaron ese año, diría que ese mes - contestó mirando en la estantería.

- Explícate - le pidió Stefan al mismo tiempo que ambos nos besábamos.

- Intento recordar qué año era - le dijo.

- 1912 - contestó Stefan.

- ¿Eso es "vagamente"? - le preguntó Damon lanzándole el diario a la misma vez que nos soltábamos.

- 1912. Más concretamente la última vez que en Mystic Falls hubo un asesinato en serie - explicó acercándose a mí.

Entonces Stefan nos leyó el diario y Damon nos preguntó.

- ¿Qué me decís, hermanitos? ¿Nos emborrachamos? - nos preguntó.

- Sí - contesté super entusiasmada.

- Y además quiero que me ayudéis a resolver un crimen - añadió sonriendo al ver mi reacción.

- Creo que Elemental se podría quedar cuidando de nuestros hijos - comentó Damon mirando a Emma con una sonrisa.

- ¡Damon! - le regañé.

- Es nuestra hija - añadí rodeando a Stefan con mi brazo.

- Además, es una guardiana con muchos años de antigüedad, no podemos decirle que se quede haciendo de canguro - agregó Stefan.

Damon me quitó el collar y se lo puso a Emma. Se transformó en la mujer de antes, con los ojos verdes y el pelo rubio y Damon le saludó sin más.

- Hola, como te llames - le saludó sin más.

Esta vez no tenía una aura tan poderosa, así que mis hermanos pudieron intervenir con ella.

- Soy Elemental, la guardiana de la magia - se presentó mirando a Damon algo confundida por la manera en que le hablaba.

- Sí, sí. Necesitamos que te quedes cuidando de nuestros hijos - contestó Damon dedicándole una sonrisa traviesa.

- No tienes remedio - comenté mirándolo molesta.

- Perdónale, mi hermano puede ser a veces tonto, sobre todo cuando se trata de chicas - le expliqué a Elemental.

- No te preocupes - contestó sonriendo.

- Si queréis me puedo quedar cuidando de ellos, no tenéis que decir más - añadió con amabilidad.

- Muchas gracias - le agradecí.

- Eso sí, tenéis que cuidar de vuestra hermana - les dijo a mis hermanos.

Damon se acercó a ella y ella le dijo.

- Cuida bien de tu hermana, necesitamos que esté fuerte para lo que se avecina - le dijo a mi hermano con una sonrisa.

- ¿Hermanita? - le preguntó Nathan algo asustado a Elemental.

- Hola, Nathan - le saludó cogiéndolo en brazos.

- Nos vamos, luego volveremos - le dije.

Ella soltó a Nathan en el suelo y fue a abrazarme. Así que yo le correspondí a su abrazo. Nos soltamos y los tres nos fuimos al Mystic Grill.

Al entrar nos dimos cuenta de que Rebekah estaba hablando con la Alcaldesa y Damon comentó.

- La víbora a las nueve en punto - comentó.

Nos sentamos en la barra y yo decidí quedarme entre los dos.

- ¿Qué tienen en común Bill Forbes, Alaric Saltzman y el forense? - nos preguntó.

- Los tres eran miembros del consejo - contestó Stefan echándose un poco de chupito en su vaso.

- Pero ¿por qué ellos? - preguntó Damon.

- Brian y Alaric no son de las familias fundadoras. No es tan complicado: si vas a cargarte al consejo, hazte una lista - añadió.

- En 1912, mataron a un Salvatore - comentó Damon.

- ¿Qué Salvatore sería? - preguntó la estúpida de Rebekah con una sonrisa obviando la respuesta.

- Zachariah Salvatore era vuestro sobrino? - nos preguntó.

- Nuestro padre dejó embarazada a una sirvienta en la guerra civil y tuvo un hijo - comentó Damon.

- Pero todo el mundo nos daba por muertos y nuestro apellido no podía morir - añadió.

- ¿¡Qué!? - exclamé entre lágrimas.

- Luna, eras pequeña, no íbamos a decirte que padre dejó embarazada a una sirvienta, no lo hubieras entendido - me explicó Damon.

Stefan al ver mi reacción me rodeó con su brazo y me atrajo hasta él para reconfortarme.

- ¿Padre nos ha engañado varias veces? - le pregunté susurrando.

- Sí - contestó haciéndome unas caricias.

- ¿Y vuestra familia poseía aserraderos entonces? - siguió preguntando Rebekah.

- Tienes muchas preguntas - comentó Damon tranquilizándome también.

- Solo investigo la historia del pueblo. Aquí es donde me crié - se explicó ella.

- No hace falta que te inventes excusas, rubia. Si quieres sexo, pídemelo - dijo bebiendo de su vaso.

- Ni borracha como una cuba - contestó ella.

- ¡Por favor! Te gusto demasiado para darme largas - comentó con una sonrisa traviesa.

Yo rodé los ojos y Stefan se enfadó con Damon.

- ¿Llegaron a pillar al asesino? - preguntó acercándose a mi hermano.

- Entérate, rubita, es mi hermano y punto - dije rodeando a Damon con mi brazo.

Ella sonrió y Damon le respondió.

- No. Se culpó de todo a los vampiros - contestó besándome.

- A lo mejor fue un vampiro - supuso Rebekah bebiendo de su vaso.

- Sí. A lo mejor fue un vampiro, Damon - intervino Stefan.

- No vayas a creer que yo no he sospechado de ti también. Pero esas muertes no eran de tu estilo - le contestó él.

- Y entonces no había más vampiros por aquí - añadió soltando su vaso de bourbon para que yo lo cogiera y bebiera de él al mismo tiempo que él sonreía.

- Bueno, en realidad sí que había otro - le corrigió Stefan.

- ¿Recuerdas a Sage? - añadió preguntando.

- Claro. Sage. Hablando de sexo salvaje - recordó.

- Uff... - comentó bebiendo de su vaso.

- ¡¿Qué?! - exclamé sin comprender nada.

- Conocí a Sage. Una pelandusca - comentó Rebekah ignorando mi reacción.

- ¡Jo!, me he perdido mucho - me quejé.

- No sabes lo adorable que te pones cuando te quejas - me dijo Damon haciendo un puchero.

- ¿Crees que en su día, Sage mató a todos esos fundadores? - añadió preguntándole a Stefan.

- Interrogaron a todos los hombres de Mystic Falls. Pero no se les ocurrió pensar que pudo hacerlo una mujer - contestó bebiendo de su vaso.

- Venga, contadme más de vuestros familiares. Talaron medio bosque para construir el pueblo - nos pidió.

Ya le quedaba poco a la botella de bourbon y Damon la cogió para llevárnosla a otra parte cuando Rebekah fue a intentar quitársela de las manos.

- Tranquila, borrachuza. Lo estamos pasando bomba, pero es noche de hermanos y no estás invitada - le dijo llevándose la botella a otra parte.

Los tres nos levantamos y nos fuimos a sentarnos en otro sitio. Stefan y yo llevamos los vasos.

- Bien, supón que Sage mató a todos en 1912 ¿Quién lo está haciendo ahora? - preguntó tirando un dardo a la diana y acertando.

- Eres muy bueno - comenté sorprendida de la puntería que tenía.

Él me sonrió y siguió diciendo.

- No es la psicópata de la doctora Fell. Es una mujer. No ha podido apuñalar a tres hombres - siguió diciendo Damon.

Entonces Rebekah paró el dardo que había tirado y comentó.

- Eres un machista. Cualquier mujer puede matar a un hombre. Tu hermana, por ejemplo, puede hacerlo. Todo es cuestión de motivación - comentó.

- Estaba excluyendo a mi hermana, rubita, sé que ella es capaz de hacer más que tú y todos tus hermanos juntos - le contestó rodeándome con su brazo.

- Nunca te das por vencida, ¿verdad? - intervino Stefan.

- Hablando de Sage, ¿cómo la conociste? - intervine preguntándole a Rebekah.

- Se obsesionó con mi hermano Finn hace más de 900 años - contestó.

Entre tanto Stefan y yo estábamos jugando a lanzar dardos.

- ¿Qué? ¿El tío siniestro y suicida? - le preguntó Damon.

- Se acabó, vámonos - dije cogiéndole de la mano a Damon.

Él me miró y le dijo a Rebekah.

- Lo siento pero hoy manda mi hermanita - dijo.

Damon P.O.V

Al salir del bar decidí enseñarle a beber sangre humana y contenerse.

- Hoy vas a aprender a alimentarte de tu primera presa humana - le dije besándola.

Ella me miró preocupada y me pidió.

- Damon, por favor, no - me pidió aferrándose a mí.

- Vamos, será divertido, no te pasará nada estaremos los dos para evitar que te pases - contesté animándola.

Justo estábamos paseando los tres y nos encontramos con una chica. Corrí con mi velocidad vampírica para situarme enfrente de ella y le saludé.

- Hola - le saludé sonriendo.

- Hola - me contestó sonriendo.

- No grites. Te espera una nochecita dura - dije hipnotizándola para morderla y beber un poco de ella.

Al cabo de un rato paré y fui hacia mi hermana para cogerle de la mano y enseñarle.

- No quiero - se negó preocupada.

- Estaré a tu lado, no te soltaré, lo prometo - le dije cogiéndole firmemente de la mano.

- Está bien - dijo no muy convencida.

Se acercó a la chica y clavó sus colmillos en su cuello. A partir de ahí no pudo parar. Entonces decidí intervenir cogiéndola en brazos para alejarla de la chica. Stefan se acercó a la chica, le curó y le borró la memoria.

- No podía parar, Damon - me dijo llorando.

- Lo sé, pero, ¿te ha gustado? - le pregunté.

- Damon, no puedo, por favor no vuelvas a pedirme que lo haga - me pidió abrazándome.

- Lo siento, Lu. Pensaba que era lo mejor, que aprendieras a controlarte para ayudarte - dije besándola.

- No importa - dijo abrazándome al calmarse.

Stefan se acercó a nosotros y la abrazamos entre los dos.

- Volvamos a casa - le dije poniéndola contra la pared.

Ella me besó y se fue con Stefan.

- Vale - contestó abrazando a Stefan.

- Tienes sangre en tus labios - le dijo Stefan pasando su dedo por sus labios para limpiársela.

- Damon, no le vuelvas a decir que beba sangre - dijo regañándome.

- Vale, hermanita, esta es la última vez - le dije besándola.

Volvimos a casa y Elemental seguía cuidando de Nathan y Ethan. Me gustaba provocar a Luna diciendo que la guardiana me parecía guapa pero era solo para acabar en la cama con ella.

Luna se acercó a Elemental y le agradeció haberse quedado cuidando de nuestros hijos.

- Gracias - le agradeció.

- De nada, creo que es mejor que me quites el collar antes de que sea demasiado tarde - dijo la guardiana mirándome.

- Sí, jajajajaja - contestó nuestra hermana riéndose con ella.

Se lo quitó, lo guardó en una caja y Emma volvió a ser la de antes.

Luna P.O.V

Me acerqué a mis hermanos y les comenté.

- Habrá que buscarles una habitación donde puedan dormir - les comenté.

De pronto alguien le llamó a Damon y nos dejó para hablar por teléfono, así que decidimos esperar. Al cabo de un rato terminó de llamar y nos dijo.

- La sheriff vuelve a estar sin sospechosos, pero Ric está libre - explicó.

- Es verdad, se me olvidó que creyeron que Ric era sospechoso también - comenté.

- Ya sé que no lo parece, pero esta noche, lo has hecho muy bien - dijo honestamente.

- Bueno, ¿en qué sitio podrían dormir los niños? - les pregunté.

- Podrían dormir en mi habitación cuando estemos en la vuestra - sugirió Damon.

Yo le miré poniendo cara de asco y él me preguntó.

- ¿Qué? - preguntó.

- Ahí es donde lo hacemos igual que en mi habitación - contesté.

- Pues en la antigua habitación de Leah - contestó encogiéndose de hombros.

- Está bien, tú ganas, en tu habitación - accedí al final mientras Stefan se iba a la biblioteca.

Damon me cogió la mano y me llevó a una habitación donde había un piano. Me sentó encima de él y tocó para mí. Entre tanto hice que viniera un vaso y una botella de bourbon.

- Qué bonito - comenté observando cómo tocaba mientras bebía del vaso.

- Gracias - dijo bebiendo del vaso que sostenía.

Al cabo de un rato llegó Stefan y explicó.

- He buscado en los archivos familiares de principios del siglo XX - explicó.

- ¿Qué has encontrado? - preguntó parando de tocar.

- En 1912 nada. No arrestaron al asesino de los fundadores. Pero hay una confesión diez años después - contestó dejando el libro encima del piano.

Ambos nos levantamos y Damon le preguntó.

- ¿Ah, sí? ¿De quién? - preguntó.

- De la nieta de Jonathan Gilbert, Samantha. La tomaron por loca y la encerraron en un psiquiátrico - contestó Stefan.

- ¿Y luego? - siguió preguntando Damon.

- No sé más. Era una fundadora. Sabes que les gusta cuidar de los suyos - contestó rodeándome con su brazo.

- Samantha Gilbert. Esto es muy raro - comentó Damon mirando el libro.

- ¿Por qué? - le pregunté intrigada.

- Porque estoy seguro de que la maté - contestó.

- ¿Crees que Samantha Gilbert sigue viva y anda por Mystic Falls matando fundadores? - preguntó Stefan.

- No es posible. Si se hubiera convertido, lo sabríamos. ¿no? - contestó nuestro hermano mayor.

- Entonces tiene un anillo que le devuelve la vida - supuso Stefan.

- Samantha era una Gilbert, ¿no? Los anillos pasan de una a otra generación - añadió reflexionando.

- Ya, pero aunque tuviera uno, no podría seguir viva. No impiden envejecer - explicó Damon.

- Jonathan Gilbert solo hizo dos anillos. Jeremy tiene uno, y el otro... - comentó Stefan.

- Alaric - intervine mirando a mis hermanos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro