⚠️Capítulo 1 El invitado especial.⚠️
Stefan P.O.V
- Eso no es ir demasiado rápido - comentó Damon.
- ¡Damon! - le regañó Luna.
- Por lo menos podrías darle las gracias. Él se ha sacrificado por ti - añadió como reproche haciendo que Damon me diera las gracias.
- Gracias, Stefan - me agradeció forzosamente.
- De nada - le contesté para comentar.
- Bueno, entonces hay que organizarlo todo sobre la marcha - comenté.
- Tengo que ir a hacer una cosa, id organizándolo vosotros - dijo Luna acercándose a Emma y a Nathan.
- Adiós - se despidió de ellos depositándoles un beso en sus frentes.
Cuando se fue le pedí a Damon.
- Escúchame, cuando yo no esté quiero que cuides a Luna, a Emma y a Nathan - le pedí.
- Ya, ya. Te amargas mucho, ¿sabes? Espero que vuestra hija no herede eso de ti - comentó algo cómico.
Eso provocó que me riera un poco ante su comentario.
Al cabo de un rato volvió Luna con ganas de sangre.
Luna P.O.V
Ya estaba hecho, acababa de hablar con Klaus y había hecho un trato secreto que posiblemente si se enteraran mis hermanos les dolería muchísimo.
Por culpa de Klaus tenía muchísima sed de sangre.
- Tengo sed - me quejé con pena.
- ¿Qué te ha pasado? - me preguntó Stefan.
- Nada, estoy bien, solamente necesito beber algo de sangre - expliqué.
De pronto caí al suelo, pero no estaba inconsciente. Mis labios estaban repletos de sangre.
- ¡Luna! - gritaron mis hermanos mientras corrían hacia mí.
Entre los dos me cogieron y me dejaron en la cama de Damon.
- ¿No te habrá mordido un hombre lobo? - preguntó cómicamente Damon.
- No digas estupideces. Además si muero reviviré y ya lo sabes - expliqué.
- Y ahora necesito beber más sangre - añadí algo molesta sin saber por qué.
Damon cogió una bolsa de sangre y me la enseñó en la cara para provocarme.
- ¡Damon! - me quejé cogiéndola para beber de ella sacando mis colmillos.
Al acabar de beber sangre me sentí un poco mejor y Stefan comentó.
- Bueno, es muy tarde y mañana será nuestra boda. Será mejor que descansemos - comentó.
- Vale - contesté con una sonrisa.
- Dejemos que esta noche tu madre se encargue de los niños - propuso Damon con una sonrisa traviesa.
- Sí - contesté riéndome al entender sus intenciones.
- Mamá - le llamé haciendo que viniera con Leah de la mano.
- Nosotras nos encargamos - dijo Leah por ella.
Noté como Leah tenía una pulsera en su muñeca derecha. Era de oro y en el centro había un rombo de decoración que me era extrañamente familiar.
Fue extraño pero intuía que Leah había cambiado repentinamente gracias a esa pulsera.
- Gracias - les agradecí sonriendo.
Subimos a nuestra habitación y corrimos las sábanas para tumbarnos los tres juntos en la cama sin nada de ropa. Haciendo que me quedara, en el medio, entre ambos. Así que me acurruqué junto a los dos para dormir mejor.
Al cabo de unos segundos nos quedamos dormidos por todo lo que había pasado durante este día.
A la mañana siguiente me desperté y me encontré a Stefan mandado las invitaciones para esta tarde. Cuando terminó de mandarlas se despertó Damon que hizo algo para que gimiera.
Me depositó un beso en la espalda.
- ¡Ah! - gemí provocando que él me abrazara para pegarme más a él.
- ¿Y si hacemos un trío, hermanita? - propuso sonriendo traviesamente.
- Vale - contesté sonriéndole a Stefan.
Stefan se pegó a mí y me besó.
- ¿Tienes el vestido? - me preguntó poniendo una de sus manos sobre mi pecho.
- Sí - contesté cerrando mis ojos por el placer.
Me volteé y me quedé boca abajo esperando a ver con quién de los dos lo haría primero.
Stefan se subió encima de mí y empezó a embestirme.
Ambos estábamos calientes.
- No deberíamos verte, en el día de la boda el novio no puede ver a la novia y viceversa - comentó divertido Damon.
- ¡Ahhh, más rápido! - grité entre gemidos.
- Damon, te toca - dijo Stefan que estaba especialmente agotado después de la charla de ayer con Klaus.
Se bajó de mí y Damon me volteó bruscamente para subirse encima de mí y comenzar a lamerme los pechos.
- Me volvéis loca - dije suspirando por el placer para que él parase de lamérmelos y comenzara a saltar y saltar.
- ¡Ahh! ¡Damon! - gemí.
- ¡Esto es súper divertido! - comenté sonriendo traviesamente entre gemidos.
Damon me abrazó y siguió saltando conmigo.
- Lo sé - contestó parando para besarme.
Me subí encima de Damon y le bufé sacando mis colmillos para darle miedo, aunque en realidad iba de broma.
Él pasó sus dedos por mis colmillos y comentó.
- Vas a ser una muy buena vampira - comentó con una sonrisita tierna.
Entonces empecé a lamerle la cara poniendo mis manos sobre sus hombros mientras él y Stefan intentaban hacerme cosquillas.
Stefan tiró de mi brazo y acabé de nuevo tumbada en la cama. Él se subió encima de mí y me mordió mi cuello para que gimiera.
- ¡Ahh! - gemí cerrando los ojos.
Pero le volteé e hice como con Damon. Le lamí toda la cara a la misma vez que él me hacía un masaje en el pecho.
De pronto un hombre entró a la habitación provocando que me asustara y gritara.
- ¡Ah! - grité cayéndome al suelo tapada únicamente por las sábanas.
- Hola, Luna - me saludó el hombre.
El hombre vestía con una túnica blanca y sandalias. Así que tenía que ser un dios.
Me volví a la cama con mis hermanos superuborizada y le pregunté.
- ¿Quién eres tú? - le pregunté agarrando las sábanas para cubrirnos a mí y a mis hermanos.
- ¿No me reconoces? Soy yo, tu padre - contestó.
- He oído que te vas a casar con alguien, espero que ese alguien sea Chase - añadió.
En aquel momento me dio la impresión de que mi padre estaba siendo frío conmigo por alguna razón que no acabé de entender. Posiblemente después cuando lo conociera mejor lo acabaría entendiendo.
- Ah, claro. Entonces has esperado tres siglos para verme ahora porque crees que me voy a casar con Chase, ¿verdad? - comenté molesta.
- Quiero hablar con mi madre - dije molesta mientras mis hermanos me abrazaban.
Vino mi madre y al vernos hablando palideció.
- Apolo, cuánto tiempo - le saludó algo nerviosa.
- ¿Qué tal si les dejamos un poco de espacio para que se vuelvan a vestir y luego hablamos con ellos? - propuso provocando que él accediera al final y saliera de la habitación cogido de la mano de mi madre.
- Genial, ya lo que nos faltaba - comenté molesta por la interrupción de mi padre.
Cuando se fueron me vestí y en cuanto se terminaron de vestir mis hermanos salimos de la habitación.
- Abrázale, todo esto es culpa tuya - le dijo Artemisa.
- Está bien - accedió algo molesto abrazándome.
- He venido para tu boda - me explicó soltándome a la misma vez que me sonreía forzosamente.
- ¿Qué te pasa? - le preguntó Artemisa.
- Las cosas no van bien en el Olimpo. Los demás dioses quieren que Luna se case con Chase y hay mucha presión por parte de ellos - explicó.
- Así que tú has estado con nuestra madre - intervino Damon plantándole cara a mi padre.
- Quieto - le dije a mi hermano sujetándolo seriamente de la muñeca.
- ¿Por qué? Solo quiere hacerte daño - se quejó mirándome.
- No lo sabemos - contesté mirándole a los ojos.
- Si es así, ¿por qué hizo una profecía que te obliga a casarte con Chase? - intervino Stefan algo molesto.
- Y yo que sé, tendrá sus razones - contesté mirando a mi padre que estaba serio.
- Todo es culpa de Ares - explicó mirándome seriamente.
- Ajá, claro porque él te ha amenazado, ¿verdad? - intervino mi madre.
- No - contestó mi padre.
- El Olimpo va ha ser destruido por culpa de Ares y tú no haces nada. ¡Todo es culpa tuya! Si no te hubieras encariñado con esa mortal...! - empezó a gritarle mi madre.
- ¡Tal vez podríamos seguir juntos! - le gritó.
- ¡¿Y te crees que no lo sé?! Pero hice lo que tenía que hacer. No se trata de tú o yo o de nosotros, se trata de ella - contestó mi padre señalándome.
- ¿Yo? - pregunté.
- Sí, tú. Eres inmensamente más poderosa que Zeus y todos los dioses juntos - explicó mi padre.
- Y ahora más que antes. Es vampira - añadió mi madre.
- ¡¿Estás de broma?! - exclamó mi padre.
- Dime que está de broma - me pidió.
- No, soy vampira - contesté.
- Y además muy buena vampira - añadió Damon haciendo que le sonriera.
- Damon, no te metas - le pidió mi madre haciendo que rodara los ojos.
- ¿Cómo es posible? ¿Y quién ha sido? - preguntó mi padre sospechando de mis hermanos.
- Ha sido Klaus - contestó mi madre.
- Estaba obsesionado con romper la maldición que le impedía ser híbrido. Así que ya ves, ahora soy vampira como Leah - añadí.
- Imposible, no puede ser, yo mismo me aseguré de que Klaus rompiera la maldición sin que tuvieras que formar parte de ella - explicó sorprendido.
- Entonces, ¿quieres decir que Klaus me ha convertido en vampira por motivos personales? - comprendí.
- Sí - contestó mi padre.
- Genial, y todo esto me entero unas horas antes de mi boda - comenté frustrada.
- ¡La boda! - grité al darme cuenta.
- Tu madre y yo estaremos abajo hablando, ahora cuando quieras bajas y seguimos hablando sin que ella esté fijándose en vuestro hermano mayor - dijo para mí viendo como mi madre estaba pegada al lado de Damon.
- Vale, adiós - me despedí con una sonrisa forzada.
- Dios, me pone... - iba a decir nerviosa pero Damon intervino diciendo una de sus tonterías de siempre.
- Caliente - intervino lanzándome una miradita coqueta.
- No, iba a decir nerviosa - contesté.
- Es mi padre divino, Damon - añadí.
- Ven aquí - dijo de pronto Damon cogiéndome en brazos.
- ¡No, Damon! - me quejé por el susto aferrándome a él.
- Damon, suéltala, tiene que beber algo de sangre - le explicó Stefan haciendo que Damon me besara y luego me soltara a su lado.
- Hay que cuidar de los niños - le expliqué cogiendo de la mano a Stefan. Solo para ponerle celoso.
Los dos entramos primero a la habitación de Damon y fuimos a cuidar de Emma que estaba durmiendo abrazada a su hermano.
Stefan separó a Nathan de Emma y yo cogí a Emma en brazos.
- Damon se enfadará si se entera de lo que hemos hecho - le susurré con una sonrisa provocando que Damon que no sabía a lo que me refería aún así dijera.
- Te he oído - dijo desde el otro lado de la puerta.
- Lo sé - contesté sonriendo.
Al final a base de mis provocaciones conseguí que Damon entrara y cogiera a Nathan para darle de beber sangre.
- Ohhh.., Damon, no te enfades - le dije poniendo mi mano en su brazo.
- Era una broma - añadí dejando a Emma en los brazos de Stefan.
- No estoy enfadado, ya sé que era una broma - contestó mientras que hacía que viniera una bolsa de sangre con mi mente para beber un poco de ella y parase justo antes de que me diera el impulso de beber más sangre.
- Vale, desayunamos rápido y nos preparamos para la boda, ¿vale? - les propuse.
- Vale - contestaron los dos dejando a Emma y a Nathan en la cuna de nuevo para que Emma volviera a abrazar a Nathan.
Stefan P.O.V
Damon y yo nos bebimos unas bolsas de sangre y Luna me propuso ducharse conmigo solo para poner celoso a Damon.
- ¿Quieres ducharte conmigo? - me preguntó coquetamente.
Eso a Damon le molestó y puso sus manos en su cadera para hacer que se pegara a él y gimiese.
- ¡Damon! - gimió mirándome traviesamente.
- Damon, suéltala - le dije haciendo que la soltara para que se pegara a mí.
- Luego nos vemos - se despidió de él.
Se cogió de mi brazo y fuimos a ducharnos arriba.
Cuando llegamos la puse contra la pared. Me quité la camiseta y ella se quitó la blusa para besarme.
Me lamió las mejillas provocando que me riera y yo me pegué más a ella.
- ¡Stefan! - gimió sonriendo.
Acabé por quitarle la falda y su ropa interior para dejarla desnuda. Y ella hizo lo mismo conmigo.
Me abrazó y me miró con sus ojitos de gatita para decirme.
- No quiero que vayas con Klaus - me dijo preocupada por mí mientras nos metíamos en la ducha.
- Yo tampoco - contesté abriendo el grifo de la ducha.
Nos metimos cogidos de la mano y ella me puso contra la pared.
- ¡Necesito sangre! - me gritó sacando sus colmillos.
- Vale, tranquila - contesté intentando calmarla.
- Lo siento pero no me puedo controlar. Las ganas de beber sangre son muy intensas - explicó calmándose y mirándome afligida.
- Ya lo sé, no tienes que disculparte conmigo - le expliqué besándola.
Me soltó e hizo que viniera con su mente una bolsa de sangre para beber de ella sacando sus colmillos.
Al beber un poco paró y me besó intentando ponerme caliente. Pero yo no le dejé, le mordí su labio y la abracé para pegarla más a mí.
- ¡Ahh! - gimió.
- Eres muy guapa - le dije acariciando su largo y fino cabello rubio.
- Lo sé. Me lo dices todos los días - contestó con una sonrisa encantadora.
- Gracias por salvar a Damon - me agradeció con tristeza.
- Te mentí, no quería que sufrieras por lo que le pasaba y te mentí. Además él me obligó a no contártelo. Lo siento, me equivoqué - me disculpé con ella.
- No, tú no me mentiste. Si está vivo es gracias a ti - me dijo ronroneándome.
- Pero no siempre será así - le expliqué.
Ella seguía ronroneando a pesar de todo. Me quería tanto...
De pronto paró de ronronear y se subió encima de mí enrollando sus piernas en mis caderas.
Me besó y yo le lamí el cuello.
- ¡Ahhh! - gimió cerrando sus ojos.
- Después quiero molestar un rato a Damon. Quiero ponerle algo celoso, ¿me ayudas? - me preguntó.
- Vale, como tú quieras - contesté mordiéndole un poco su pecho.
- ¡Genial! - gimió sonriendo.
Hizo que viniera con su mente un poco de champú y me lo puso por el pelo. Me lo comenzó a enjabonar haciéndome pequeños masajes. Llegó el turno del gel que ella extendió haciéndome pequeños masajes por ciertas zonas de mi cuerpo provocándome placer en dichas zonas.
- ¡Ahhh! - gemí.
Me besó y llegó mi turno.
Hice que se acostara en el suelo y le lamí la mejilla provocando que se riera y me abrazase.
- Te quiero, muchísimo - me dijo soltándome para que me subiera encima de ella.
Le enjaboné su cuerpo y al terminar de enjabonarle su pelo me besó.
Al salir de la ducha Luna pegó un grito al acordarse de los votos.
- ¡Los votos! - gritó al acordarse.
- Todavía no los he escrito con todo lo que hemos pasado - siguió diciendo.
- Aunque no sabría que poner, Damon y tú sois sinceramente perfectos - añadió.
- Yo tampoco - confesé.
- Bueno, voy a vestirme. Aunque voy a necesitar una ayuda con mi vestido - comentó sonriendo.
Entre tanto, fui a ponerme el traje que había comprado para la ocasión.
Luna P.O.V
Me puse la ropa interior y las sandalias y por encima rápidamente el vestido para bajar abajo y que me ayudara mi madre.
Detrás me seguía flotando mi ramo de flores gracias a mi poder de telequinesis.
Vi a mi padre que estaba hablando con Chase sobre la boda.
- ¿Mamá, me ayudas con el vestido? - le pedí dejando mi ramo de flores encima de la mesa del salón.
- Claro - contestó mientras yo veía cómo Chase me miraba con deseo.
Se acercó a mí y me subió la cremallera del vestido. Me cogió la mano y me llevó a su habitación a peinarme.
Cuando terminó de peinarme hice que viniera el ramo de flores con mi mente hasta mi mano y ella me dijo.
- Ve a ver lo que te dicen tus hermanos - me dijo sonriendo.
- Vale - contesté con una sonrisa.
Primero decidí ir a la habitación de Damon, en cuanto llegue me quedé boquiabierta. Estaba guapísimo.
Me quedé sin habla.
Damon P.O.V
Al verla lo único que pude decir era.
- Estás buenísima - le dije abrazándola.
Sin embargo ella no dijo nada. Simplemente me estaba mirando con un brillo en sus ojos. Parecía que tenía ganas de acostarse conmigo.
Me cogió la mano y salimos de la habitación.
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