Capítulo 4 Un reencuentro un tanto familiar.
- Aparta tus sucias manos de ella, Stefan, ¡¿no ves lo que estás haciendo?! - le gritó acercándose a nosotros.
- Damon, ¿es que siempre tienes que meterte en mis asuntos amorosos? - le gritó Stefan molesto mientras yo me enterraba entre las sábanas como una cobarde.
- ¿Pero tú eres idiota o qué te ocurre? - dijo acercándose a mí. Como creí que iba por mí me aferré con más fuerza a las sábanas.
- Venga, vestíos y salid de ahí, en serio - dijo muy enfadado para después salir de su habitación.
- Perdona, Luna, ya has conocido a mi hermano mayor aunque nunca he visto que se pusiera así por una chica - me dijo Stefan ayudándome a vestirme.
- No te preocupes - contesté sonriendo con tranquilidad.
- La verdad es la primera vez que alguien me asusta o me da miedo de esa forma - dije riéndome un poco.
Al salir de la habitación su hermano me cogió de la mano con brusquedad y me llevó a hablar a su habitación.
- Mmm... no sabía que ahora tenía muchos pretendientes - dije rodando los ojos aunque él ni se inmutó. Seguía serio y enfadado.
Cuando llegamos a su habitación me preguntó.
- ¿Estás bien? ¿Te ha hecho daño? - preguntó con preocupación.
Aunque se pareciera bastante a mi hermano y se llamara igual que él yo lo había visto morir de pequeña así que no podía dejarme llevar por la tristeza que generaba pensar en él.
- Eh, sí, perfectamente - contesté.
- ¿Quién eres tú? - añadí preguntando tratando de entender las cosas.
- Luna, soy yo, ¿no me recuerdas? Soy Damon - contestó preocupado por mí.
- ¡¿Cómo demonios sabes mi nombre?! - pregunté poniéndome a la defensiva, incluso algo agresiva diría yo.
- Ven, te prometo que lo entenderás todo. Tranquila, no te haré daño - me dijo cogiéndome la mano con delicadeza.
Entonces accedí a que fuéramos dónde él quería sabiendo que si intentaba cualquier cosa en menos de un segundo estaría muerto gracias a mis poderes de diosa.
Fuimos juntos hasta el cementerio y allí lo entendí todo. Al entrar al panteón me encontré una tumba con mi nombre y Damon me explicó entre lágrimas.
- Después de volver a la vida como vampiros por culpa de Katherine no te volvimos a encontrar, o por lo menos yo no te volví a encontrar. Stefan no sabía quién eras, parecía que se había olvidado de ti y ahora que vuelvo al pueblo para vengarme de lo que le hizo a Katherine me entero que se estaba tirando a nuestra hermana pequeña - me explicó abrazándome con fuerza.
Eso me dejó en shock.
Damon P.O.V
Ella estuvo escuchando todo lo que le expliqué y cuando terminé no reaccionó. Estaba quieta mirándome hasta que de pronto se apartó de mí y se sentó apoyándose contra la pared.
- Yo... - dijo mirándome sin saber qué decir.
- Jamás debí volver aquí - dijo arrepentida de lo que había sucedido.
Me acerqué a ella y me senté a su lado para cogerle con delicadeza de la barbilla y preguntarle.
- Luna, ¿de verdad eres tú Luna Salvatore, nuestra hermana pequeña? - le pregunté mientras ella cerraba sus ojos y disfrutaba de las caricias de mi mano.
- Sí - respondió abriendo los ojos.
- ¿Te obligó a hacerlo con él? - le pregunté.
- No, fue todo cosa mía - contestó.
- ¿Por qué? ¿Es que no viste que él es nuestro hermano? - seguí preguntándole.
- Damon, vosotros moristeis, lo vi con mis propios ojos. Y sí, sabía que se parecía bastante a nuestro hermano pero no quería parecer idiota - contestó algo molesta.
Esa actitud fue nueva en Luna, la Luna que yo conocía era la inocente y tierna y no la fría y distante.
- Lo siento - se disculpó.
- Esto es demasiado estresante para mí - añadió al mismo tiempo que la rodeaba con mi brazo.
- Y para colmo nos has interrumpido en la mejor parte - dijo para que ambos nos riéramos un poco.
- ¡Dioses! ¿Qué he hecho? - se quejó abrazándome.
- ¿Necesitas llorar? - le pregunté.
Ella asintió y dijo.
- Sabes, podrías haberlo hecho con más delicadeza. Era nuestro momento y además me has asustado - dijo dando importancia a lo último.
- Bueno, estaba enfadado con Stefan por lo que habéis hecho, pero sabes que jamás me enfadaría contigo - dije aguantándome las ganas de besarla. En vez de eso le dejé un beso en la mejilla.
- Volvamos a casa - me pidió algo triste.
Luna P.O.V
Cuando llegamos a casa me acerqué a Stefan y él me intentó besar pero Damon lo separó de mí.
- Ni se te ocurra besarla - dijo provocando que Stefan preguntara.
- ¿Qué os pasa? - preguntó al ver mi cara de tristeza.
- Damon, déjame a mí - le pedí.
- Stefan, esto está mal. Somos hermanos - dije abrazando a Damon para que me consolara un poco.
- No qué va, Luna, no somos hermanos - dijo separándome de Damon para volver a besarme.
- Haced lo que queráis. Está bien - dijo Damon molesto y yo diría que incluso algo celoso.
- Damon, espera - dije al ver cómo se iba.
- ¿Pero no habías perdido la humanidad? - preguntó Stefan interviniendo.
- Sí, pero Luna me ha hecho volver a recuperarla - contestó él sonriendo satisfecho.
- Bueno, si dices que eres nuestra hermana ¿cuándo naciste? - me preguntó Stefan rodeándome con su brazo.
- Stefan, ¿te has olvidado de mí? - le pregunté con tristeza.
Damon, al ver lo que sucedía se acercó a mí y me abrazó para dejarme un cariñoso beso en la frente y explicarme lo que le sucedía a Stefan.
- Stefan, no recuerda quién eres después de nuestro encuentro con Katherine que tuvo lugar justo el día después de completar la transición a vampiro. Así que lo único que se me ocurre es que Katherine haya podido obligarle a olvidar, lo cual es imposible, ya que ambos son vampiros - me explicó.
- Pues entonces déjame estar con él, Damon - le dije desesperada.
- Es mi hermano ahora lo sé con certeza pero lo amo y ya está - dije yendo a besar a Stefan.
- Me da igual que seas mi hermano mayor, yo te amo - añadí para él cuando nos separamos.
- Yo también - contestó él retirándome un mechón de pelo.
- Tengo 3 años menos que tú y 10 menos que Damon y nací en 1849 - le expliqué con una sonrisa.
- Si se te ocurre hacerle daño a Luna... - empezó a decir el idiota de nuestro hermano cuando yo le interrumpí mirándole y diciendo.
- Damon, mírame, ¿Tú crees que Stefan me haría algo a mí? soy vuestra hermana - dije cogiéndole de su barbilla y confiando plenamente en Stefan.
- ¿Quieres beber sangre? ¿Tomas de bolsa o de la vena directamente? - preguntó Damon al cabo de un rato cambiando de tema.
- No, no soy una vampira, como comida normal de humanos y no me pasa nada, si es a eso a lo que te refieres - contesté como si fuera obvio.
- Vale, voy a prepararte algo de comer - dijo Damon saliendo por la puerta dejándome una vez más a solas con Stefan. Tenía ganas de besarlo de nuevo aún sabiendo que estaba mal, ya que era mi hermano.
- Has cambiado mucho desde la última vez que nos vimos, ahora estás más guapo - dije triste mientras lo abrazaba.
Él como no parecía entender nada de lo que decía me besó y fuimos otra vez a la cama.
- Bésame - dije de pronto.
Nuevamente sentí los labios de Stefan sobre los míos con una amplia sonrisa. Así que se me ocurrió tirarme encima de él en la cama.
- Me rindo a tus pies, Luna - dijo él mientras me besaba.
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