ෆ Narra June ෆ

El mundo en la actualidad está constantemente encendido en una ola de fuego incesante. Los gestos, las personas, y la vida en general, poco a poco han ido perdiendo su valor. Las amistades, las relaciones amorosas. El comunicarse con otros. Este espacio terrenal al que llamamos la tierra, parece perder todo su sentido despacio, y estos días que pasan en el simple segundo de un pestañar, algo que a lo que nosotros llamamos vida, no tiene tanta vida en realidad. Mi teoría es que el mundo comenzó a extinguirse y morir desde el primer día de su existencia. ¿Que si tengo alguna razón para pensar así? Bueno, por supuesto que sí. Está bastante claro que, desde el principio de los tiempos, nosotros los humanos empujamos el botón rojo que daba inicio a la cuenta regresiva para el fin del mundo. Y ni siquiera lo digo en una manera religiosa, porque esta chica de aquí es una segura no creyente, por lo que no me imagino un apocalipsis bíblico que da paso a los juicios en los cielos. Si me preguntan a mí, de alguna manera todos vamos a malditamente estallar de un momento a otro. Nos vamos a caer.

Miro a mi alrededor y todo parece tan catastrófico que es más evidente que nunca. Nos vamos a caer. California se está incendiando, pero sin que eso sea suficiente, Estados Unidos sí que parece estar en medio de la primera purga de la vida real con todas las protestas furiosas que hay en la calle. ¿Incendiar patrullas policiales y romper cosas? Eso no es lo más preocupante de la situación. Lo preocupante es, que las personas tengan que llegar al punto de demostrar que tienen una voz a través de la agresión, porque de lo contrario nadie les escucharía. Lo preocupante es la maldita costumbre de los gobiernos de no hacer valer tu derechos cuando les presentas pacíficamente buenas razones, argumentos, y hasta evidencias, para que se haga algo al respecto. Pero en ese momento nadie escucha. Y luego intentas que no te sigan oprimiendo, te levantas contra el gran gigante, pero el villano terminas siendo tú.

Asiáticos, latinoaméricanos, y otros extranjeros, se ha dicho que son una minoría en los estados unidos, pero ellos hacen la gran parte de nuestra población. Enfrentan discriminación y xenofobia desde que tengo la edad para entenderlo, pero jamás tomábamos el paso de darle la seriedad requerida al asunto. Luego de que comenzara una terrible pandemia, se extendiera el virus, y murieran millones de personas, una serie de crímenes de odio fueron cometidos contra varias personas asiáticas en los estados unidos. De hecho, el día de ayer, en mi ciudad, la "California en llamas", fueron asesinados alrededor de veinte personas con descendencia asiática. En su mayoría mujeres.

¿Cuál es el problema con la política de armas en los estados unidos? Cada chiflado comienza un tiroteo cuando le viene en gana.

¿Qué tan grande es el problema que tienen los estadounidenses con los extranjeros, especialmente si estos son de habla hispana? Mierda, ni siquiera sé qué tanto te puede asustar escuchar a alguien hablar en otro idioma. Y tenemos que aceptar que el español es un idioma muy romántico.

No puedo decir que estoy conectada directamente a las protestas que se están llevando acabo en este momento, yo no soy asiática ni latina, tan sólo soy una chica blanca nacida en esta tierra robada, y realmente no aprecio a la raza humana (incluyéndome a mí misma), pero cómo ser humano que puede usar bien la cabeza para pensar, yo comprendo, respeto y apoyo. Por supuesto que apoyo.

Volviendo a la parte de la tierra robada, sí, nací en los estados unidos,  En un pueblo cerca de Nueva York (su nombre es ceaewood), un pueblo muy poco nombrado en las noticias y las películas de adolescentes con un grupito de chicas malas, y definitivamente, un destino al que ningún turista llegará jamás. Me mudé a California cuando cumplí los seis años, y desde entonces, vivo aquí. Pero eso está a punto de cambiar, porque por primera vez desde que tengo seis años, volveré a ceaewood. Volveré a mi lugar de nacimiento. A la casa que vio mis primeros años de vida.

Mi historia con ceaewood es un poco complicada.

Me quiero saltar todos los detalles deprimentes, lo digo en serio. No hay ni un poco de sabor en la historia de una chica blanca nacida en una tierra robada, así que no debería hacerlo peor, añadiendo el detalle de que, mi madre y yo dejamos ceaewood porque mi hermana mayor murió allá.

En realidad, fue más una serie de eventos lo que animó a mi madre a abandonar el pueblo, conmigo, la única hija que le quedaba. Una pequeña de seis años que no entendía mucho, pero entendía perfectamente que ya no vería nunca más a Jamie, su algunas veces irritante hermana mayor. Pero de todos modos alguien que la pequeña June de seis años siempre amó y admiró.

Jamie acababa de cumplir diecisiete cuando murió. Ella era hermosa y brillaba, no solamente por fuera, sino en general. Podía hacerse amiga de todos. Tenía un gancho que dejaba prensado a cualquier persona. Mamá la describe como carismática y alguien con una muy buena imaginación. Yo recuerdo que amaba dibujar y se la pasaba horas trabajando en sus dibujos. Ella tenía mucha confianza en sí misma, estaba obsesionada con técnicas de maquillaje y con los esmaltes para uñas. Salía de fiesta sin avisarle a nuestros padres, quería ser un alma rebelde. Me decía que nunca me tomara en serio a los hombres, que sólo servían para hacerle mal a tu vida. Ni siquiera tuve el tiempo de decirle que no me gustaban los niños, porque como toda hermana mayor, se empezaba a fastidiar al pasar más tiempo del necesario con su hermanita menor. Pero la pequeña June siempre tuvo en la punta de la lengua que estaba enamorada de una compañera de clases.

¿Papá?

Papá fue un gran hijo de puta.

Bueno, no vamos a llamarlo papá. Vamos a llamarlo hombre que ayudó a que mi existencia ocurriera.

Inservible se queda lejos de la palabra que va con los hombres como él, que se creen la cabeza de una familia. El macho de la manada. Maltratan a sus esposas, piensan que trabajar es su deber, y el de su mujer es tenerle la comida al llegar a casa. Papá era ese tipo de hombres. Ahora no puede serlo nuevamente nunca jamás, ya que escuché que murió hace poco.

Mamá le pidió el divorcio unos meses antes de la muerte de Jamie, recuerdo borrosos fragmentos de esos días. La casa estaba demasiado tensa. Recientemente mi madre había tenido una pelea con el innombrable (mejor vamos a decirle así), joder, casi me alegro de no poder estar segura hoy en día de cómo quedó mamá después de unos cuántos ataques por parte de aquel hombre, y luego cómo la situación afectó también a Jamie, que intervino para defender a mamá de los golpes. La pequeña de seis años, o sea yo, tuve tanto miedo que sólo pude observar a escondidas.

Lo sé, lo sé. Definitivamente hubiese sido genial saltarse los detalles deprimentes.

¿Ahora podemos hablar de lo muy jodidamente lesbiana que soy? Porque, mierda, si lesbiana fuera una personalidad, definitivamente sería mi tipo de personalidad. Sudo y respiro lesbianismo. Mi apellido es Lesbiana. Las mujeres creamos este universo, ¿lo sabían? Todas somos el maldito Dios aquí. Tan lindas en todos los sentidos, somos una luz que va en aumento. Me gustan las mujeres porque las mujeres son lo más malditamente precioso del mundo entero, por la mierda. Me gustan. Soy June Lesbiana.

— ¡JUNE PIERCE!

Y esa es mi mamá gritando mi nombre completo. Pero no debo preocuparme, no está enojada. Sólo es una escandalosa que ama llamarme por mi nombre completo desde que ya no llevo el apellido de ese hombre innombrable.

Escucho sus pesados pasos.

Y luego ella entra sin aviso alguno a mi habitación. Empuja la puerta sin más, teniendo su cabello recogido en una alta coleta y una copa de vino rojo en su mano derecha.

— ¡Jaennie pierce! ¡Por Satanás, te he dicho que toques la puerta antes de entrar! — le grito yo sin voltear a verla, concentrada en escribir, con mi torcida caligrafía y un marcador negro, mi nombre en el costado de una de las cajas de mudanza, para así diferenciarla más tarde —. No puedes ingresar a mi habitación así. Podría haber estado con los dedos en mi vagina en ese momento. Y tú habrías interrumpido.

— June, soy una buena madre. Me retiraría para dejarte terminar. — escuché en su voz cómo fingía sentirse ofendida —. Ningún orgasmo se puede quedar sin cumplirse.

Yo asentí, dándole la razón entre risas. ¿Y qué tanto? El auto placer es importante.

— ¿Por qué exactamente estás aquí? — pregunté luego de haber terminado con mi torpe manera de escribir, finalmente volteando a verla.

La vi acercarse a mi escritorio, que ya estaba casi completamente despejado, pero con mi laptop aún encendida en la cima. Ella le dio un trago a su vino al observar lo que yo había dejado abierto en la pantalla de aquella maquina.

— Veo que has estado escribiendo. — me lo dijo con media sonrisa, porque sabe que he estado bloqueada últimamente.

— Síp. Basado en la vida real, de hecho. Ya sabes que me gusta pensar en mí misma como el personaje principal de mi propia historia. — sonreí con una grandeza actuada, haciéndola reír un poco —. Pensé que tal vez durante el viaje, o incluso cuando lleguemos a ceaewood, yo pueda ver algo interesante que aporte a la creación de una nueva obra. Tengo un presentimiento, pero ya veremos si estoy en lo correcto.

— Estoy segura de que lo lograrás. — ella me miró, con toda su confianza en mí. Amaba cuando me miraba así, porque una madre no deposita su confianza en su hija muy seguido —. Y aún si no pasa algo escandaloso durante el viaje, como que de la nada nos topemos con un alienígena, de todos modos, sé que tienes esa linda cabeza llena de mundos que aún no han sido contados.

Mi madre también dice que yo tengo una gran imaginación. Supongo que vendría siendo en lo único que me parezco a Jamie.

No dejo de pensar y crear ideas, incluso mientras estoy leyendo, estoy pensando en crear mis propias obras. Jamás se detiene. Sólo no he logrado algo en concreto por un buen tiempo. Y quiero que esta vez sea diferente.

— Jaennie, Jaennie... — la miré con la sonrisa de una hija agradecida, no podía existir una mejor mujer para ser mi mamá —. ¿Estás lista para volver a ceaewood?

— ¿Tú estás lista? Porque yo no le temo a nada. Soy madre soltera de una señorita de dieciocho años, si sobreviví a eso, sobreviviré a las leyendas urbanas de ceaewood. — ella habló con cierta diversión, pero yo oí un destello de amargura en sus suaves risas.

Ceaewood. Honestamente, muy en mi interior, no creía tener una experiencia fuera de lo común al llegar a ese lugar. Consideraba que tal vez el cambio de ambiente podría ayudar a mi inspiración para crear historias, pero no esperaba reales grandes acontecimientos.

¿Entonces cómo es que terminé por descubrir un enjambre de vampiros?

Un mundo oculto de los humanos, voces y susurros discretos de bocas con grandes dientes.

Yo nunca creí en muchas cosas que no fueran el obvio fin del mundo.

Pero en ceaewood descubrí que estaba rodeada por lo sobrenatural.

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¡holaaaa! soy alison. 🐣
esta será una corta historia concentrada en una pareja principal entre chicas, y una pareja secundaria, entre dos chicos. va sobre vampiros y magia. 💖💖💗💗💖💗💖💗💖💗💖💗! mi primera historia que no es un fanfiction. lloro.

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