Su ojos dorados, semejantes al sol, miraban sin muchos entusiasmo a su alrededor, habían pasado ya escasa dos semanas en las cuales ella se había encerrado en su habitación en silencio, por las noches se escuchaba el llanto de un dizi*(1) otras el claro llamado triste de un guqin*(2) solitario y melancólico, Tae suspiró con pesar mientras realizaba otra reverencia frente la tumba de sus dos amigos, colocó los inciensos correspondientes y se levantó del suelo sintiendo miradas sobre ella, eran Leath y Theodora, ambas chicas la miraban desde la lejanía de la puerta, la cual habría paso a la habitación del descanso, en este caso, su habitación.

- Preparen el carruaje, alimento y ropa - musitó frente a ellas - partiremos hacia LanFeng en dos horas - alfa y omega asintieron y realizaron una leve reverencia para salir, la híbrida por su lado, se dirigió a la habitación de combate para tomar algunas cosas para así poder regresar a la suya.

Se encontraba perdida en sus recuerdos y pensamientos hasta que un toque leve en la puerta le hizo reaccionar.

- Adelante - dijo guardando unas cosas en aquella bolsa vieja.

- ¿Hija? - escuchó la voz de su padre, quien se encontraba en el umbral de la puerta de su habitación - Hija se lo que haces y... - la chica se dio vuelta mirando a su padre con aquellos ojos dorados llenos de tristeza y desespero - No es correcto lo que estás por hacer – siguió para ingresar a la gran habitación que olía a sándalo fresco.

- Necesitamos entrenamiento - su palabras fueron frías y su mirada pasó de triste a dura, apretó su mandíbula con fuerza.

- Hija, n-no me refiero a eso... - el hombre cerró la puerta para acercarse a la alfa menor quien se alejó un poco causando que su padre se detuviera con el corazón estrujado - escucha ir con ellos... - ella negó cortando a su padre para voltearse y seguir guardando sus cosas.

- Escucha padre - dijo moviéndose - se lo que estoy haciendo - hizo una pausa mirando unas ropas dudando en cual llevar y cuál no, al final decidió que algo fresco sería bueno, no siempre había frío en LanFeng – no necesito tu asesoría vampírica para esto – se quejó agarrando más cosas – regresaré pronto – trató de calmar a su padre.

Habían pasado algunos días cuando ya se encontraban en aquel lugar frío y montañoso, abrió sus ojos sintiéndolos secos, como si hubiese pasado horas o más bien días, casi semanas llorando, aunque esa era la realidad, miró el techo desgastado hecho de madera fina, talvez pino o roble, no sabía, su olfato en esos momento era una basura, apenas y percibía el aroma de la comida o su propia esencia, miró las grietas del techo húmedo, apenas olfateo el lugar percibiendo aquella dulzura propia de los vampiros.

- Despertaste - la alfa volteó encontrándose con Theodora, quien remojaba unos trapitos en agua fría – te desmayaste antes de llegar aquí - le dijo colocando un paño en su frente - No supimos qué fue lo que te pasó pero tus amigos llegaron a tiempo.

- ¿Amigos? - trató de levantarse pero un mareo le hiso caer de espaldas en la cama, desconcertada y confundida levantó la cabeza mirando a su lado.

- Es normal - murmuró la otra alfa, el cambio de temperaturas, la angustia y bueno... - calló sus palabras dudando unos segundos - en fin, colapsaste - murmuró al final - descansa un poco - se retiró en silencio mientras la alfa cerraba sus ojos.

Pasaron algunas horas en la que se concentraba en dormir, pero los gritos de sus amigos no le dejaban, fruncía el ceño incómoda, el frío le daba pequeños escalofríos haciendo que el sudor del miedo y desesperación causando su repentino despertar.

- TAEMOON - los gritos eran ensordecedores - N-NO Rioma NO - mi llanto no se hiso de esperar las lagrimas espesas y tibias, hacían mi visión borrosa mientras intentaba soltarme.

- EUNJIII! - sentí mi garganta ser desgarrada, de mi pecho nació un calor extraño, uno que nunca había sentido, la venganza, sed de sangre, necesidad de atacar y hacer justicia, sin embargo, desperté extasiada y agitada.

- Soy yo -  un brillo que había surgido por el reciente sueño disminuyó quedando en nada, solo una mirada muerta, sin vida o sentimientos - es hora de la comida - la alfa asintió levantándose mientras que Leath comenzaba a quitarle su ropas - ¿otra vez el sueño? - la pregunta le hizo tensarse, pero al final asintió - recuerda la razón por la que estás aquí - mencionó colocando un Hanfu* (3) azul con blanco - no pierdas la cabeza - le amarró algunas cosas, acomodó su mangas y comenzó a peinar sus largos cabellos negros - Eurus te necesita - le hiso una media cola alta acomodándose un adorno, digno de una princesa perteneciente a los aliados De Lan, su coronación había ocurrido hacía un par de años atrás, ahora, con los 18 años cumplidos cargaba con muchas cosas, responsabilidades, comenzando con su reinado en *Zhōngguó* (4).

- Princesa Min - la nombrada miró a Theodora - es hora - el peinado no era muy ostentoso, TaeMoon odiaba lo ostentoso, por lo que le colocaron adornos de plata blanca, flores de un tamaño medio, aquello a pedido de la esposa oficial del líder del clan, su espada fue envuelta y entregada para realizar una nueva coronación.

- No estoy lista - mencionó la mayor desde el suelo con la mirada perdida.

- Oh si, los zapatos - Leath se levantó de la cama, pero fue detenida por una mano fría, delgada y algo grande.

- No me refiero a eso Lele - susurró ya sin voz - tengo miedo - bajó la mirada a sus pies descalzos los cuales se balanceaba de un lado a otro, uniendo sus talones, alfa y omega presentes se miraron unos segundos y soltaron un suspiro de derrota.

- No se puede cancelar - dijo Theodora ingresando al lugar con los brazos cruzados, un traje de guerrero y la espada acomodada en su cintura.

- Todo va a salir bien - reconfortó Leath acariciando sus cabellos lacios y opacos, hasta ahora se daba cuenta de aquello, ya que estos siempre brillaban y se encontraban con vida.

- Pero... ¿y si fallo como líder? - ambas presentes sabían muy bien de aquel tormento, TaeMoon nunca se había abierto a hablar de sus sentimientos con la gente, un excepción clara habían sido su mejores amigos, Rioma y EunJi, aunque también estaban Theodora y Leath, con ellas había sido cómplice de travesuras cuando pequeñas, claro, siempre eran cinco, el reino debía les decía, Las cuatro alfas y el omega, o Los cinco salvajes.

La alfa hacía las planeaciones de las travesuras, elegía a quien, como, donde y cuando se realizaría todas y cada una, Leath se ayudaba con las personas cercana al momento de atacar, Theodora le apoyaba en construcción del plan, EunJi le aconsejaba en algunas partes además de que reunía materiales para algo más eficaz, mientras que Rioma lo ejecutaba, el equipo perfecto, el reino completo de Eurus, sufrió de sus traviesas sabandijas, pero la desgracia llegó pronto, la noche trágica y fatal los dejó sin nada, sin planes, ideas o ánimos para hacerlo, ya que solo quedaban tres de los cinco.

- Eres una Min - espetó Theodora - eres una de cinco, la planificadora del tormento de Eurus, la princesa de un reino, la jefa de Los cinco salvajes - las tres rieron, más dos de ellas quedaron pasmadas al escuchar aquella risa cantarina, melancólica y extraña.

- Gracias - después de eso y una sonrisa apenas visible se dibujó en sus labios.

DESPUÉS DE LA CORONACIÓN.

El silencio se había instalado en el gran comedor limpio y blanco, la alfa suspiró para acabar su comida en segundos, pero claro, siempre guardando ese toque real, digno de una princesa que come y traga como una bestia sin comer por meses, después de aquel almuerzo silencioso, regresó a su lugar de hospedaje.

Pasó un rato cuando alguien ingresó a la pequeña habitación extendiéndose una taza gris, la alfa apenas olfateo poco interesada en el líquido que trataba de descubrir su nombre.

- ¿Qué es? - frustrada y confundida tomó la taza apenas oliendo para luego beber un trago, frunció preguntando y saboreando el líquido entre amargo y dulce.

- Café - la alfa lo escupió y se levantó de la cama con las pupilas contraídas.

- Maldición - se quejó limpiando su barbilla.

- ¿Qué sucede? - preguntó el vampiro preocupado al ver el cuello de la licántropa algo rojo y sus ojos irritados.

- Soy alérgica al café - lamió sus labios resecos para soltar un estornudo - te odio - murmuró ella  en aquel idioma muy familiar para ambos.

- Lo siento, lo había olvidado - la menor lo miró con furia, mientras apretaba los puños y arrugaba la nariz.

Sus mejillas se tiñeron de un color carmín, el celo se adelantó haciendo que abriera los ojos de golpe y tocara su vientre, se quejo tambaleante mientras caía sentada en donde antes se encontraba acostada.

- Vete - articuló incómoda - ahora - el vampiro de fue dejando aquel olor dulce.

- ¿Tae? - sus cabellos de la nuca se crisparon cuando una voz dulce y algo aguda perforó su oídos - Tae - frunció el ceño percatándose de que no había nadie, Leath se había quedado con Theodora así que ella estaba sola - Oh mi Tae - aquello sonó como un jadeo necesitado, miró por todas partes confundida - Ven - su garganta se secó haciéndola jadear - *nan nega pil yohae* (5) - aquellas palabras hicieron que sus piernas se debilitaron y cayó al suelo de rodillas.

- N-no - negó ahogando sus lobunos gemidos, reprimiendo aquella necesidad, sintiendo sus ojos se llenaran de lágrimas - por favor - como pudo se arrastró a la mesita central donde su guqin descansaba, tocó algunas notas calmándose un poco, se removió incómoda sintiendo su ropas húmedas - mierda - susurró acariciando las cuerdas.

Quedó dormida horas más tarde, su cuerpo estaba lleno de manchas rojas, y botes que le causaban picazón, sus labios habías adquirido un rosa fuerte y sus mejillas seguían rojas.

dizi:  Flauta China hecha de bambú.

guqin: Antiguo instrumento originario de China, similar a la Cítara, pero este lleva siete cuerdas.

Hanfu: Vestimenta tradicional china.

Zhōngguó*: China en chino, (desconozco el nombre que llevaba en ese tiempo, estuve investigando y no encontré mucho)

Nota: Al finalizar esta historia, se adjuntará a esta otra donde contenga todas y cada una de las palabras desconocidas, por lo que serán eliminadas de la historia, además este apartado contendrá imágenes, ya sea de lugares, ropas, personajes o alguna canción inspirada. Todo esto será separado por capítulo, por otro lado, a lo largo de la historia recopilaré canciones que están disponibles en las plataformas de Spotify y YouTube. Aclaro, esto únicamente hasta que la historia esté completa y revisada.