[Días antes de ataque]

La mañana era tranquila, TaeMoon salió de su cabaña en busca de algunos frutos para desayunar, suspiro mirando la aldea frente a ella, algunos ya estaban fuera lavando ropas, lavando plantos mientras que algunos niños corrían de un lado a otro.

- Es raro ¿no? - volteo la mirada hacia un lado encontrándose con su hermana

- ¿El qué? - preguntó retomando su camino hacia el fondo del bosque

- Papá, mamá, nuestros hermanos y hermana - la mayor se apresuró para llegar su lado - ya sabes, que nos hayan alejado de ellos por el hecho de ser alfas - la menor dejo de caminar cuando llegaron una pequeña arbolada

- Sabes que es por protección - contestó seria bajando alguna que otra fresa madura

- En eso tienes razón - contestó buscando algunas zarzamoras - pero eso no lo justifica del todo - continuó ahora con moras azules - desde aquel ataque con... - la menor dejo salir un gruñido y cerró los ojos apretando los puños

- ¿Podrías dejar de mencionarlo? - habló dejando nuevas fresas en una canasta

- ¿Por qué? - pregunto con una media sonrisa mientras comía alguna vallas - ¿Te molesta? - escupió una que otra semilla, sin embargo unos pasos le hicieron a la menor acallar sus palabras.

- Hija les tengo una noticia - su padre rompió la tensión creada entre ambas hermanas las cuales miraron a su padre - las cartas ya han sido enviadas y entregadas - ambas alfa se miraron confundidas - la manada Red acepto nuestras cartas de compromiso queridas - prosiguió emocionado con un brillo en sus ojos.

- Partiremos a su territorio mañana por la mañana - habló TaeWook llegando con algunas manzanas – solo espero que sea bonita - dejo las canasta y caminó hacia donde estaban los mangos frescos

- Yo no iré - dijo TaeMoon molesta abriendo una llave la cual conectaba al rio cercano.

- Pero hija la unión... - la menor comenzó a lavar las frutas.

- La unió es algo absurdo - contestó sacudiendo la canasta con agua - sabes que pudiste negociar algo mejor que un "matrimonio" - hizo unos ademanes con los dedos sin mirar a su padre - además... - bajó el cubo de agua para llenar otro el cual tenía algunas frutas - sabemos que aceptará a TaeWook

- Escribiste una carta diciendo muchas cosas prometedoras sobre ti querida - pestañeo HyeMoon burlona

- Lo hice porque debía de hacerlo – se aclaró la garganta – además sabes que eso del matrimonio no me gusta.

- Hija es una tradición – habló su padre – debemos seguir con ella.

- No me importa la tradición – agarro mejor los cubos y habló nuevamente – con su permiso me tengo que ir tengo entrenamiento con los alfas en una hora y no he comido nada – sus palabras fueron claras y comenzó a alejarse

Sus pasos eran algo torpes por el movimiento del agua en ambos baldes de madera pesada y sumándole el agua junto con los frutos recién bajados les daba más peso, después de caminar unos minutos llego donde las jóvenes omegas espulgaban diversos frutos

- Buenos días Teté - sonrió una mordiendo su labio inferior

- Buenos días Anny - contestó con amabilidad dejando los cubos dejando escurrir el agua en el césped

- Hoy iremos a... - las palabras de la chica quedaron al aire cuando un noble omega de mirada suave y mirada dulce con aquel olor característico a chocolate se hizo presente

- Ustedes no se llevaran a mi hermanita a ningún lugar - dijo abrazándola por la espalda dejando su olor en ella - ya fue suficiente con aquel día ¿y ustedes piensan seguir? - las omegas negaron - pues será mejor que calmen sus hormonas, sobre todo sabiendo que ese día se acerca - el chico estaba notablemente molesto y ella no lo sabía por su voz o expresión sino que el olor a chocolate se hiso un poco más amargo dejándole un sabor en sus labios y lengua

- Ya déjalas - miró al frente - igual no son lo que me gusta - la menor fue soltada de aquellos brazos protectores y se fue.

Deambuló por unos minutos por la aldea hasta que llegó a la cocina donde su madre junto con otras omegas jóvenes y grandes las cuales preparaban diversos alimentos.

- Hola ma - besó la mejilla de la mujer para luego sentarse en una parte limpia, seca y despejada - ¿Cómo amaneciste? - sonrió, sin embargo su madre le ignoró - mamá ¿pasó algo? - la mujer siguió ignorando a su hija, la menor se metió un dulce a la boca

- Buenos días - saludo con amabilidad otra mujer algo regordeta

- Buenos días señora Harrel - contestaron las demás omegas sonrientes

- Nana - los ojos de la mujer se iluminaron al ver la silueta ya muy conocida de TaeMoon, ella no solía sonreír o exclamar algo con alegría por lo que se extrañó un poco

- Oh cariño - la mujer dejo unas bolsas sobre la mesa de madera y caminó con apresuradamente hasta la chica - Como esta ni pequeña alfa - preguntó dejando un beso sonoro en su mejilla derecha

- Muy bien nana aunque mamá no me habla - la mujer volteó a ver la recién nombrada quien cortaba verduras

- Ágata debemos hablar - ambas omegas salieron del lugar dejando una a TaeMoon confundía, bajo la mirada saboreando el dulce de miel que prontamente se acabó

- Mira te prepare unos panqueques - alzó la mirada encontrándose con Hanni la hija Ágata

- Gracias pequeña - tomó el plato agradecida - no era necesario - con un tenedor plateado corto en triángulos el panqueque llevándose unos pedazos a la boca - mmmmm está muy rico - se relamió los labios haciendo que la menor sonreirá con orgullo

- Lo hice con arándanos y algo de almendras - espetó la chiquilla feliz

- Valla creo que para dejar el plato y cae ya tengo a mi cocinera estrella - se bajó de la meseta para dejar el plato y cargar a la pequeña entre sus fuertes brazos y sentarla en el lugar antes ocupado por TaeMoon

- Enserio crees que soy una cocinera estrella - el orgullo exploto en sus ojos mientras que una oleada de colores subía por sus mejillas regordetas

- Por supuesto - contesto acariciando sus cabellos cenizos

- Aunque se el arroz me salga mal - preguntó con inocencia pura, aunque TaeMoon estuvo a punto de decir algo ofensivo hacia la pequeña aquel egocentrismo y frialdad desaparecía cuando estaba con su madre y su nana quienes la habían visto destrozada llorando, o enojada incluso ellas han sido testigos de sus carcajadas y sonrisas más tiernas.

Desde luego ninguno de sus hermanos mayores la ha visto, incluso su padre quien pagaría por ver su sonrisa, desde la llegada de la pequeña Hanni todo cambio en ella, aunque con sus hermanos mayores y padre no, pero con los pequeños del bosque si

- Si aunque tu arroz esté quemado o ahumado - la pequeña se carcajeó sacándole una sonrisa a la mayor, las omegas presentes quedaron admiradas ante aquella sonrisa preciosa y sus ojos siendo levemente cerrados haciendo que prácticamente desaparecieran

- Mami - exclamo la pequeña, al voltear, TaeMoon se encontró con una mirada dura y decepcionada de aquella mujer de quien tanto cuidad y luego estaba su nana, tena a la misma expresión

- Sarah - la nombrada alzo la mirada - llévate a Hanni a jugar - la chica asintió y fue por la pequeña

- Pero yo quiero jugar con teté - puchereo la pequeña

- Puedo llevarla al claro del bosque - sugirió con el ceño fruncido mirando a su madre y a su nana quienes la ignoraron

- Léetela - espetó la mujer con firmeza - y todas ustedes salgan - las omegas asintieron y se retiraron, una vez la cocina vacía su madre caminó hacia ella soltándole una cachetada la cual dejó una marca rojiza

- Eres una ingrata - exclamó la mujer explotando en lagrimas

- Pero qué demonios madre - se tragó más maldiciones mientras se agarraba la mejilla afectada

- Después de todo lo que hicimos por ti - habló con lágrimas en los ojos - después de tanto sacrificios - los ojos de madre e hija se conectaron dejando un sabor agrio en los labios de la meno - así nos pagas - TaeMoon estaba confundida y perdía no sabía de lo que su madre hablaba, despegó sus ojos de los de su madre enfocándolos en los de Ágata, la mujer miraba hacia una esquina perdía en sus pensamientos

- No sé de lo que me estás hablando - contestó alzando un poco la voz

- Además de ingrata insolente, malagradecida UNA MAL HIJA - soltó otro golpe hacia ala menor quien apretó los puños, no quería lastimar a su madre

- Cálmate mamá en serio no sé de qué estás hablando - se alejó temerosa, tenía los ojos llorosos mas no lloró

- Tu hermana le dijo tu madre que tu cancelación hacia el matrimonio - habló finalmente Ágata

- Madre ya hablamos de esto - habló con resignación - esto se me hace un estupidez - la mujer la tomo de los hombros y la empujó al suelo - Mamá que te pasa - exclamo asustada ante la reacción de su madre

- Iras a esa reuníos - le apuntó con un dedo, sus ojos estaban inyectados de rabia

- Y que si no me apetece ir - espeto levantándose del suelo - sabes perfecta mente que esto del matrimonio se me hace un tontería - comenzó a hablar ella - desde un principio me negué a esto pero insististe tanto que me canse ahora es mi turno de que yo insista en no quiere ir - se limpió sus ropas

- Escucha Min TaeMoon tu iras a esa reunión san así tenga que arrástrate - la mujer salió del lugar dejando a Ágata con ella.

Después de unos segundos se dio cuenta de lo que había pasado algunos minutos atrás, las lágrimas cayeron sin avisar

- Tranquila mi niña - Ágata camino hasta ella envolviéndola en sus brazos - entiende a tu madre esto es una tradición para Eurus - beso su coronilla

- Entonces tu no estas molesta- preguntó con la voz rota a lo que la mujer negó

- En un principio si - habló ella acariciando sus cabellos azabaches - pero se lo que tu estas pasado, comprendo tus miedos

- No estoy lista - se aferró a sus ropas – aun no quiero irme de ustedes - las lágrimas cayeron mas y más...