Los ojos de la alfa brillaban en un plateado intenso, los alrededores de estos se pintaban de un rojo vino mostrando que había llorado, sus pestañas se encontraban marchitas, sin vida y caídas, sus mejillas pintadas de un rosa delicado estaban empapadas de agua salada, sus labios por otro lado se estaban quebrando, se pintaban de blanco con líneas rojas, de su piel reseca caían las gotas de lluvia antes de soltar aquel grito sordo el intenso cargado de dolor intenso.

Aquel grito desgarró si garganta, estaba destrozada, el dolor era palpitante en si pecho, y su espada descansaba a su lado mientras lloraba sin poder contenerse, todo era bélico, su padre estaba a lo lejos luchando, su madre y hermano Omega también, su familia se entregaba a la pelea, TaeMoon estaba cansada, harta de todo aquel dolor de conllevaba ser la princesa heredera del imperio Min, lloraba y gritaba desvanecida en el suelo hasta que sus ojos se fijaron en una mujer regordeta de cabello dorado como el sol, huía cargando un pequeño bulto de mantas azules.

El grito de dolor sacudió y paralizó a todos, aquella mujer fue asesinada frente a sus ojos, era la madre de Leath, aquella omega gentil y de aspecto delicado, aquella chica de apenas 17 la cuál corría tras ella siguiéndola a sus expediciones esperando una aventura tras su alfa.

Es entonces cuando La alfa Min TaeMoon se levanta de suelo con los ojos brillantes de color plata, un fuerte rugir lobuno paralizó a los humanos, pues había atacado a su familia, a su manada.

— MoonMoon, no lo hagas, por favor. - sin embargo, ninguna voz le fue suficiente, ninguna voz le hizo parar, su manada guerrera salió dentro los árboles colocandose tras ella, al ser alfa, podía controlar a su manada más cercana, en esta estaban los hijos Heredia de otros reinos, betas los cuales eran guerreros y sus amigas, todos cegados con el brillo en sus ojos fluorescente.

Y todos atacaron, sus movimientos no eran para nada predecibles y fáciles de analizar o estudiar, claro, cada quien con su gracia, pero la gente se que yo impresionada.

— Tú, maldito bastardo, haz osado en interferir en mi imperio, blasfemas te contra mi especie y familia… nadie viene a mis tierras y se sale con la suya, haz pedido sangre eso te daré. – la joven había encontrado a unos de los hijos del rey humano, lo arrastró hasta en frente de su rey, ante los ojos de un padre herido y una madre desesperada, sus lobos, (los de TaeMoon) reieron en forma de burla cuando el príncipe suplico piedad, sin embargo, con el rostro sinico, la sangre brotando de sus dientes de lobo lo empujó al suelo pisando su pecho inclinándose peligrosamente — ¿Piedad? – preguntó la loba con la voz chirriona, entre un lobo maniático y su vos aguda, pareciera que quería romperle los tímpanos, su manada comenzó a reírse nuevamente, pero es gruño — ¡Silencio! Un humano viene por piedad.

Pero no fue suficiente con la humillación que siguió, no fue suficiente romper sus dedos, doblar su pie y dejarle cortadas, por su puesto que no, ella tenía sed, mucha sed.

— Traiganla – ordenó con voz firme mientras limpiaba su espada y su familia la observaba

— TaeMoon, quita de tu cabeza lo que sea que estés pensando, lo querrá una guerra – pero ella era la loba alfa de esas tierras, ella es madre de todos, la hija del sol y la luna, la vida y la muerte

— No te atrevas a contradecirme Wen Xuming — aquellas palabras paralizaron al hombre el cual tembló, al igual que su familia

— *Aquí está su pedido* — sus ojos brillaron fuertes antes de sonreír a su familia

— Fuera, no quiero interrupciones – lo que siguió fue un tortura para todo el territorio, la joven había mandado a secuestrar a la hija mayor, la pequeña y la recién nacida del líder frente a ella, también a su amante, esposa y la pequeña princesa omega del reino humano, lo que pasó no tiene perdón de sus padres y hermanos, dejo que sus hombres más asquerosos las violen frente a sus ojos, así como ellos con sus omegas en celo, las golpearon, abusaron y torturaron gasta que cayeron muertas – Es una advertencia, si te atreves a hacer esto de nuevo, te irá peor, me abstengo por mi padre y el resto de la manada, pero eres de un reino pequeño, nadie más que tú gente sabrá de esto, mañana por la mañana te llegan sus cuerpos. Largo.