—El día de ayer se llevó a cabo en la plaza de la ciudad, el tan esperado concierto de la famosa agrupación BL801, donde revelaron la canción completa junto al videoclip del que parece será su nuevo éxito, Luna Llena... —nuestros seis muchachos se encuentran junto a Edward escuchando los diferentes noticieros donde como esperaban, se han convertido en los protagonistas de las noticias diurnas; resaltándose el maduro concepto que intentan transmitir el grupo a través de su nueva canción.

Se resalta como siempre, su buen trabajo y dedicación para ofrecer un espectáculo de primera, complaciendo por completo las expectativas de sus admiradores y los medios. Aunque como todo evento, siempre existe un pero...

—Cuando se estaba llegando a la parte final del espectáculo, donde darían por finalizado con la canción tan esperada; sucedió que Alberto, quien en esta oportunidad es el compositor de tan hermosa melodía y que también es el vocalista principal, se quedó en silencio generando pánico en el grupo, teniendo que cancelar la transmisión... —la reportera se pregunta si aquel corto momento fue un error por parte de nuestro protagonista o una estrategia de márquetin para asegurar las ventas.

—De inmediato entraron Dustin y Diego realizando el fanservice de siempre, generando una conmoción en el público que incentivó a los demás chicos seguirle... —aunque lo realmente importante es la recepción de los admiradores, quienes tomaron de forma positiva aquella actuación, disparándose en las redes los buenos comentarios del espectáculo y del nuevo disco que en una semana saldrá a la venta oficial.

Edward apaga la televisión soltando un pesado suspiro, pues los comentarios no han sido tan destructivos como esperaban, porque parece que todos han creído la historia de la actuación improvisada. Aunque eso no librará a los muchachos de un buen regaño por sus impulsivas reacciones.

—Las críticas han sido favorables con nosotros y me comenta el área de ventas que los pedidos por internet han vuelto a agotarse —Edward señala unos folders que los presentes abren para leer—. Estamos pensando en realizar una firma de autógrafos cuando alcancemos las quince mil ventas, entre nacionales e internacionales —explicándoles la importancia de dicho evento por ser una retribución a sus más files admiradores.

—¿Para cuándo está pensado ese evento? —pregunta Benjamín resaltando que en pocas semanas deberán empezar a preparar el material para su nuevo lanzamiento.

—No tenemos una fecha exacta, pero según nuestras estadísticas esperamos realizarlo entre tres o cuatro meses. Esto podría variar dependiendo de la recepción de venta en físico —resaltando que la venta por internet ha ayudado al buen pronóstico de cumplir esa meta.

—Creo sería buena idea que nosotros estemos presentes el día de la venta oficial en la tienda principal de la empresa —Diego toma la palabra—. Anunciémoslo y estoy seguro que ese mismo día se agotará todo el material que saquemos.

—Y puede ser que necesitemos un segundo día —agrega Dustin entre risas.

Edward toma las anotaciones y sugerencias que los muchachos ofrecen, resaltando su buen compromiso para superar sus propias expectativas. Aunque también aprovecha la oportunidad para resaltar su falta de atención en ese tipo de eventos, pues la crítica ahora puede ser favorable, pero más tarde podría invertirse y arruinar el esfuerzo realizado por meses de todo un equipo de trabajo. Señalando que el fanservice no siempre será su más rápida salvación.

—¡Lo siento!, tuve un bloqueo en ese momento, perdiéndome en tiempo y espacio —Alberto se apresura a disculparse porque sabe de sobra que ese comentario va dirigido hacia él, además que no le parece justo que sus amigos que solo ayudaron, se lleven una regañada que no merecen—. Prometo estar más presente y evitar este tipo de perturbaciones, no volverá a suceder —agrega con una reverencia para volver a tomar asiento.

—Entiendo que son adolescentes y tienen muchas preocupaciones como cualquiera a su edad, sumándole a eso la presión por mantener un estilo de vida aceptable para su público. Pero recuerden que durante sus horarios de trabajo sus mentes deben estar pensando en eso, todo lo demás debe ir fuera —dice de forma tajante causando más de una culpa.

Pero bueno, toda la reunión no puede pasarse en regaños, así que rápidamente cambian a otros temas de importancia; siendo uno de ellos una buena noticia para Alberto, pues la canción que ha entregado a primera hora ha sido aceptada por su manager como parte del nuevo disco que lanzaran en seis meses. Aunque no será la pista principal.

—Considera que esa canción quedaría mejor como una pista secundaria, cree que estás en la capacidad de crear una mejor canción que pueda superarla —resalta Edward ante la duda que muestra Alberto—. Algo más potente, con más fuerza que nos haga obtener nuevamente el primer puesto en ventas. Recuerden que cada vez deben ir superando su propio record.

—Pero sabes..., ¿qué tan difícil es componer una canción? —Alberto se muestra un poco frustrado, una noticia que ha decaído su buen ánimo.

—Tendrás que motivarte y entregarla lo más pronto posible. Porque además serás el encargado de escoger el reparto de interpretación —responde manteniendo la misma inexpresión que los aterra para no contradecirlo.

—Pero..., Felipe no va a estar de acuerdo, él siempre escoge nuestra distribución de canto y nos enseña los pasos que realizaremos —resalta el rubio esperando obtener una respuesta a su favor y librarse de esa complicada misión.

—Tu tarea será convencerlo, porque tu jefe ha pedido que te dediques de lleno en eso y esperamos un buen resultado de tu parte —y sin esperar más réplicas, Edward da por finalizada la reunión, marchándose y dejándolos a solas.

Alberto suelta todo el aire que inconscientemente estaba reteniendo, pues esa situación le genera cierta incomodidad y molestia. Conociendo tan bien a Felipe, entiende que al enterarse de quién será el encargado de distribuir a los intérpretes, pegará un grito al cielo por considerar invasión a su trabajo; además de catalogar eso de un trabajo incompetente. Esos serán momentos de tensión y muchos reclamos que solo él deberá lidiar, porque también sabe que no recibirá ayuda por parte de Edward o alguno de sus amigos.

—No debes tensionarte de más, todos tienen su talón de Aquiles —Jun le sonríe con ternura dándole unas palmadas en la espalda—. Todos tienen un punto débil para ceder a los caprichos de otros —y ese movimiento rápido de cejas le indica que esas palabras van por otro sentido, corroborándolo con las miradas de los demás.

—Diego y Dustin nos contaron que el moreno grandote los interceptó ayer —Leonardo es el primer en confirmar sus sospechas—. Llevándote prácticamente a rastras con él para conversar, ¿sucedió algo malo?

Soltando un suspiro mucho más pesado, se siente intimidado con todas las miradas escrutadoras sobre él, porque entiende que de ahí no sale hasta que suelte toda la verdad. Aunque recordar la noche anterior le saca una boba sonrisa que no puede disimular.

—Esa sonrisita deja muy poco a la imaginación, eso quiere decir que los resultados son buenos con algo de salseo —Diego intenta picarlo para hacerlo ceder a sus comentarios y termine contando todo con lujos de detalles—. ¿Sucedió algo que no debamos saber? —pregunta con cierta picardía cerca del oído de su amigo, provocándolo un sinfín de emociones que terminan por ponerlo nervioso.

—En realidad no sucedió nada, solo me pidió perdón —Alberto intenta tranquilizarse para no demostrar la emoción que le causa recordar a Paulino, aunque es consciente que no saldrá de esa sala hasta que cuente todo—. Solo hablamos y nada más, dejamos las cosas en claro —agrega tapándose los labios y escuchando los acelerados latidos de su corazón, pues recordar la cercanía en la que estuvieron le hacen despertar sensaciones que no son correctas en ese momento.

—¿Solo eso?, son unos aburridos aguafiestas —responde Diego echándose para atrás en su asiento—. Esperaba algo más emocionante, una reconciliación más apasionada —y con ayuda de sus brazos oculta su rostro fingiendo ruidos exagerados.

—¿Y qué esperabas?, ¿sexo duro y desenfrenado? —pregunta Leonardo recibiendo una descarada afirmación del menor—. Alberto es inocente para llegar a esa situación, eso es solo para pervertidos como tú o Dustin que se la pasan follando peor que conejos —ganándose con este comentario más de un reclamo por "inventar falsos".

La verdad es que al igual que Paulino, es muy difícil mantener una conversación seria con ese grupo de amigos, porque todo terminan llevándolo a la broma. Solo Leonardo tiene sus momentos de seriedad, provocando que la plática no pierda sentido; aunque parece que en esta ocasión quiere mantenerse molestando a los más renegones, Dustin y Diego.

—Solo hemos conversado, quedando en conocernos mientras nos tratamos como amigos —Alberto intenta mantener la compostura al notar los colorados rostros de sus amigos mientras se defienden del ataque de Leonardo—. Yo quiero seguir tratándolo para conocerlo más a fondo, puede que tal vez me esté equivocando y solo lleguemos a ser buenos amigos.

Nuestro rubio preferido les comenta a los chicos todos los detalles de su conversación, los primeros momentos de incomodidad, cuando Paulino intentó hablar usando preguntas innecesarias, sobre la misteriosa persona que no lo deja amar, sobre sus sentimientos e intenciones, hasta la terquedad que mostró para no escucharlo y cerrarse a toda lógica. Aunque escuchar el estoy celoso junto a esa mirada de desesperación, fue aquello que le devolvió la cordura y la fuerza para arriesgarse a volver a intentarlo. Solo espera en esta oportunidad no salir lastimado o crear problemas innecesarios, pues es su primer romance y no comprende cómo manejarlo de surgir algo.

—Solo debes irte con cuidado, debes evitar volver a emocionarte tan rápido para crearte fantasías que solo pueden terminar por perjudicarte —Jun le da un pequeño golpe en la frente para traerlo de su momento de ensueño.

—Paulino me parece un buen muchacho, al menos en este poco tiempo que lo hemos conocido parece ser alguien correcto —Benjamín continúa mostrando un semblante de estar pensándoselo—. Pero eso no significa que va a terminar por aceptarte. Puede sentir algo especial y diferente por ti, aunque eso no confirma un romance ni nada de eso —agrega utilizando su dedo en señal de advertencia.

—Solo intenta conocerlo y averiguar qué realmente sientes, cuando sea el momento de decidir qué camino continuar ambos se darán cuenta y serán sinceros con el otro —esta vez Leonardo utiliza su suave tono para mostrar seriedad en sus palabras—. Además tienes su compromiso de honestidad y eso es bueno.

—Sin importar qué suceda sabes que nos tienes y que te ayudaremos a exprimir los pañuelos hasta que vuelvan a estar secos, ¿cierto? —Dustin le coloca una mano en el hombro, sonriéndole cálidamente, al igual que los demás.

Alberto siempre se ha caracterizado por ser un muchacho sensible, al grado que cada palabra de aliento o de apoyo termina por hacerlo llorar, momentos de ternura se roban todo su autocontrol.

—¡Gracias! —suelta en un susurro sobándose los ojos para evitar que sus lágrimas caigan como amenazan con hacerlo, recibiendo una delicada risa de grupo.

—¡Ay qué eres tonto!, sabes que puedes contar con nosotros sin importar el momento —y esta vez es Diego quien habla, causando carcajadas en el lugar por su brusco comentario.

Pero el toc toc en la puerta les hace enterarse que han estado más de dos horas conversando desde que Edward se machó, aunque tampoco es como si tuvieran algo planificado, porque se han ganado un merecido descanso hasta el inicio de nueva semana.

—¡Disculpen chicos!, siento interrumpirlos —expresa una tímida muchacha ingresando a la sala—. Pero aprovechando que están todos reunidos, ¿me pidió Edward que les pregunte si pueden dirigirse a la sala de música?, quieren coordinar sobre la nueva canción que Alberto ha compuesto —esperando por una respuesta.

—¡No te preocupes Miriam!, dile a Edward que estamos ahí en cinco —responde Leonardo recibiendo un asentir como respuesta.

—Ese Edward no conoce el significado de día de descanso, no nos deja disfrutar de nuestro esfuerzo —Diego hace un puchero echándose en la silla, balanceándose inquieto de un lado a otro.

—Igual hoy no cuenta como descanso, recuerden que por la noche tenemos reunión con Andrés para su nuevo video en el blog y luego tenemos la cena para celebrar el evento de ayer —Leonardo se levanta encaminándose hacia la puerta, devolviéndole la apatía al grupo que comprenden no tendrán un minuto para descansar como lo habían planeado.

—¿Has quedado hoy con Paulino? —un curioso Dustin le susurra a Alberto cerca al oído, recibiendo un asentir como respuesta—. Después de la cena podemos cubrirte para que vayas a pasar tu velada romántica —suelta en una risa graciosa, revolviéndole esa rubia cabellera que intenta mantener peinado, caminando entre risas detrás de sus quejosos amigos.

Esperando todo lo contrario, el día resultó ser más ligero en actividades y responsabilidades, pasando la mayor parte del tiempo encerrados en la habitación de entretenimiento que utilizan los empleados en sus momentos de descanso; aprovechando para conversar, dormir o jugar a la consola hasta que llegará el atardecer para encontrarse con Andrés, un buen amigo que conocieron en una reunión y se dedica a crear material de entretenimiento para su conocido blog sobre pasatiempos en la comunidad LGBT.

Reunión que no se extendió más de tres horas, que disfrutaron entre risas y sonrojos, sobre todo en Alberto que fue el centro de las bromas por su parálisis en el concierto.

—Y todo por estar viendo chicos morenos bien agarraditos que te hacen embelesar hasta olvidarte de tu propia composición, quedando como idiota ante tus admiradores —había soltado Andrés entre bromas, agradeciendo el rubio que sus amigos tomaran el comentario como una ocurrencia para no elevar sus nervios—. Yo también soy agarradito y moreno, podría ser tu perdición —frase que utilizaron a favor para continuar con la colaboración.

Después de tan agradable momento, se marcharon con su equipo responsable a celebrar en una cena, donde los chicos agradecieron el apoyo brindado a lo largo de los años y por todo el esfuerzo en su nueva producción, comprometiéndose en seguir trabajando para conseguir los objetivos que serán la satisfacción de todos.

Y como Dustin ha prometido, en un momento de distracción donde algunas personas comenzaban a marcharse, Alberto se escabulló de la reunión que prometía con extenderse hasta la medianoche, encontrándose ahora fuera del trabajo de Paulino en su espera.

—Creo que siempre soy quien demora más en llegar, tengo un chico muy paciencioso que espera por mí —Paulino aparece en la escena con su sensual sonrisa y soltando palabras que solo provocan emociones que borran toda tranquilidad en nuestro chico.

—¡Cállate idiota!, un día de estos terminaré por dejarte esperándome o plantarte por tanta tardanza —responde intentando fingir despreocupación, empezando a caminar y siendo seguido por un escandaloso trigueño que suelta fuertes carcajadas.

—¿Y qué dijeron tus amigos?, ¿me odian o me han vuelto a amar? —pregunta en tono pícaro, subiendo y alzando las cejas—. Porque ayer ese par querían irse a los puños, aunque no tengo duda que hubiese terminado ganándoles y por ventaja —agrega dándole palmaditas en el hombro para calmar esa ceñuda expresión.

—¡Todo lo contrario!, apoyaron mi decisión y me dijeron que podías volver al grupo, sin rencores —responde con una sonrisa maliciosa—. Aunque si no cumples tu promesa, la próxima vez enviaran a Damián a buscarte y para que arregles cuenta con él —riéndose al notar esa expresión de terror junto a un glup que le indica ha conseguido su cometido.

Y es que Alberto vuelve a repetir, quien no conozca a ese muchacho se cree esa historia de tener enfrente a alguien realmente tenebroso, con un rostro inexpresivo que no te permite saber qué piensa o siente. Muchos con solo verle le agarran miedo y no se atreven a desafiarle por temor a terminar lastimados; claro que su reputación de la escuela tampoco ayuda, no por algo era conocido como el matón de la secundaria St. Most Holy Mary.

No entiende que puede causar tanto pánico, «podría ser su altura junto a esa gruesa y áspera voz que te crispan los nervios», recordando que fueron esos elementos que en un principio causaron la misma impresión en él. Pero conociéndolo bien como ahora, sobre todo porque es alguien capaz de soportar los berrinches de Diego, quien a veces puede llegar a ser insufrible, «no vayan a contarle lo que comenté»; puede asegurar que es un chico bastante noble, con una imagen que no le favorece a su verdadera personalidad.

—¿Qué harás mañana?, me comentaste que les dieron el día libre, ¿cierto? —pregunta Paulino captando la atención del rubio, que asiente como respuesta—. Bueno, si esa es la situación, quería saber...

Alberto nota como su acompañante, repentinamente se ha puesto nervioso, titubeando algunas palabras como si estuviese buscando aquellas que sean adecuadas para expresarse; además que un cierto rubor ha invadido sus mofletes, haciéndolo ver extremadamente adorable ante sus ojos, tanto así que quisiera pellizcarle en esa zona.

—Me preguntaba si mañana estás libre para salir a dar un paseo —continúa con cierto tono apagado en su voz—. ¡Claro!, solo si tienes deseos de salir, porque puede que quieras aprovechar para descansar... —empieza a justificarse, corriendo en sus palabras.

—¡Te entiendo! —Alberto se atreve a detenerlo al entender qué intente hacer—. Y no tengo nada que hacer, podrías salir a divertirnos —agrega con una sonrisa tímida para ver como Paulino susurra un bajo yes, mientras intenta ocultar una de esas sensuales sonrisas—. ¿A dónde tienes planeado llevarme?

—Estaba pensando ir al centro de atracciones —responde mostrándose más calmado—. He escuchado que las entradas están dos por una, podemos aprovechar para relajarnos y pasar un rato a solas —agrega con un guiño, resaltando la frase a solas.

—Si te preocupan mis amigos, para tu tranquilidad no les comentaré que hemos quedado para mañana —comenta en tono perspicaz, mostrándole que ha entendido el mensaje y empezando a reír por sus ocurrencias.

—¡Tengo hambre!, vayamos por unas hamburguesas —pide Paulino sobándose el vientre, haciendo unas expresiones como un niño que intenta convencer a su madre para que ceda a sus caprichos.

—He venido cenando, pero puedo acompañarte —responde el rubio mostrando desinterés, aunque por dentro quiera lanzarse a ese muchacho en un abrazo. Pero no, sabe que debe controlar sus impulsos y no ceder como un púber hormonal.

—Bueno, al menos estaré acompañado —comenta extendiendo su brazo para pasarlo por los hombros de nuestro chico, que entre sonrojos y cómplices risas, caminan por las oscuras calles mientras empiezan nuevamente a conocerse.

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Nota de autor:

¡Hola mis chiquilines!, realmente me quiero disculpar por mis casi tres semanas de ausencia, pero sucede que he estado ajetreada en el trabajo, pendientes por aquí y por allá; es un buena excusa para perdonarme, ¿cierto?

Con decirles que ni siquiera he podido avanzar tranquilamente mis nuevos proyectos, eso me ha frustrado bastante; pero supuestamente, a partir de la otra el trabajo debería relajarse un poco. Debo decir que estoy acostumbrada, pues entre Junio y Julio, Diciembre y Enero, es que mi trabajo me tiene loca con pendientes por todos lados.

Sin embargo, para recompensarles, he  corregido de golpe tres capítulos para que puedan deleitarse con el amor de estar parejita, prometiendo que este finde también actualizaré. Sin más por decir, disfruten de la lectura y no olviden regalarme sus votos y comentarios que me motivan siempre.

Besos y dulces apapachos.

Los ama,

Rei Kawahana.