Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5. Luna Creciente: barquito de papel

Barquito de papel 

Los días felices eran pocos, pero eran maravillosos.

La joven Alana, no aguantó mucho y dejo por un momento el cuaderno, mirando a su abuelita desde lejos. Desde siempre había sentido una profunda admiración por ella, aunque no lo sabía del todo, hasta ese día.

—Debo de proteger a mi familia. Lo que he construido con ambos, no tiene precio. Abue—, sintió el peso heredado en sus pies—. Mi mita, ¿puedo odiar a su papá?

La matriarca de los Casanova Abadía, solo sonrió dejando a un lado todo, pudo decir con la sabiduría de los años.

—Los muertos no sienten, ni lastiman. Ya Rogelio no me puede alcanzar y estoy bien con eso. —Alana deseo tener esa misma sabiduría, que solo le darían los años y deseo que en su vida jamás encuentre uno de esos.

La escritora, guardo silencio y continuo leyendo.

Al volver al día siguiente, era un martes y nunca habia dormido tan bien como lo estaba haciendo ahora. Y llegar a la oficina, Aurelio Hoyos Salerno me espera con un termo de café y una bolsa de buñuelos.

—¿Usted que hace aquí? —, pregunte. El amigo mío me dio una sonrisa siniestra eso me dio miedo.

—¿Usted me va a contar como es conquistarse a una Abadía? —la familia de mi mujer era leyenda, como lo dije anteriormente.

—Es como ir por el camino del averno en este caso puntual, estoy yéndome muy lentamente a una situación que no esperaba tan fácil y tan rápido —estaba tomando el café de una manera lenta —ella misma me busco, se trepo y me hizo el amor y me da miedo.

—¿Por qué si es la mujer que tanto ha amado? —A la pregunta de mi romántico amigo —es que estar con una mujer que sabe lo que quiere, le da miedo o ¿Qué?

No era miedo o no lo se, solamente que se todo lo que ella ha sufrido por mi e indiscutiblemente, quizas ella volvio a mi con la idea de matarme en vida y eso si me da miedo que la mujer oscura salga.

—Aurelio esa mujer me puede conquistar y me puede desmoronar cuantas veces le dé la gana —suspire amargamente mirando el café caliente que hacia su buen trabajo —es más si de huir se trata no podría dejarla aquí.

—Entonces, ¿qué carajos va a hacer? —pregunto mi amigo.

—Realmente no lo se, aunque estoy completamente seguro que en cualquier momento y en cualquiera de las circunstancias estaría mejor sin ella, pero a la hora de mi verdad no podría estar sin ella— hable mirando el reloj y sosteniendo todo lo que en mi cabeza importaba. Ella.

—Cambiando un poquito de tema y su enamoramiento enfermo —Aurelio mostraba una mirada un más preocupada de lo normal —creo que deberé dejar este cuento del buffet.

Mi cara se veía preocupada de inmediato, mi amigo y colega bajo la mirada —debo de tomar el poder de la familia Salerno. Mi sobrina Lorenza, todavia está muy joven para convertirse en la jefa de Mafia.

«Aurelio era el ser más pacifista de esta tierra, no se metía con nadie y no era una persona de peleas, ni siquiera se ponía a pelear con el petulante e idiota, de su hermano menor Francisco, jamás de los jamases sentí una pizca de rencor de él por alguien, Aurelio según don Daniel el padre de ellos comentaba que su hijo mayor, era a igualito a su difunta esposa Amelia en este caso.

Entonces se me hacía extremadamente rarísimo que mi mejor amigo colega y básicamente el futuro tío de mis hijas, fuese a hacer algo contra la humanidad, es más, Don Daniel, siendo el jefe supremo de la mafia italoamericana, desertó hace muchísimos años ¿qué me harían pensar que mi mejor amigo iba a ser capaz de matar a alguien?

Le conté que deseaba matar a Darío y, de repente, mi amigo abrió los ojos, al escucharme decir —. Quisiera matar a mi suegro —el de ojos claros, lo negó —. Sé que escucharme decirme eso, le preocupa, pero estoy harto.

Aurelio sonrió como un psicópata.

—Hermano, bájame de ese pedestal del que me tiene —habló tratando de sonar como el malo, aunque eso no se le da muy bien —. Yo también he hecho cosas muy malas cosas de las que me he arrepentido y otras cosas que no. Hay gente que se merece la muerte y hay otras que merecen otras oportunidades. —No le estaba creyendo nada y por eso dijo —. Quizás me estoy adelantando a los acontecimientos, pero a mi prima y a mi tío Víctor los han estado persiguiendo la otra familia en la isla.

Estaba sorprendido porque no era muy común que mi mejor amigo me estuviera hablando de esa forma y me contara todos los sucesos que posiblemente pasarían en el transcurso de los siguientes años. Obvio, yo sabía que la familia Hoyos tenía doble apellido o, más bien, doble vida.

Sabía que ellos en el fondo no eran tan buenas personas y que definitivamente eran personas que se podía decir que vivían muchas vidas al mismo tiempo.

Mi amigo loco suspiró antes de soltarme una decisión —, por eso he decidido en dejarle el bufete, de abogados a usted—. Eso, aún me dejaba muy mala espina.

—No, Aurelio, usted no puede estar hablando en serio —me paro para salir corriendo. El chico, que se encontraba de primero al mando, solo sonríe para mirarme fijamente.

—Sí, puedo y estoy hablando en serio —tomo un poco de su café, para contarme lo que estaba pasando —. Tengo miedo de que, si algo sale mal, a usted le quiten todo. Mi hermano está a punto de ir por mi cabeza. Y en cualquier momento puede que pase algo.

En parte entiendo que ellos nunca se las llevaron bien y Francisco siempre tuvo alguna cosa mala hacia mi amigo, pero la idea de que Francisco matase a su hermano, me parecía una idea un tanto oscura y aún más viniendo de Aurelio.

La preocupación la consideraba en ese momento que era bastante pronto para tomar una decisión de estas. Además, no solamente era entregarme el bufete, sino las acciones de él como primer asociado del negocio. Aurelio tenía un hermano menor que estaba loco y era desgastante en todos los sentidos, ya que le tenía mucha envidia y eso sí es algo que me preocupa. elitista era una persona que por mucho uno se debía cuidar.

Me estaban dando una de las mayores oportunidades de mi vida y yo no sabía cómo reaccionar a esto, si hubiese sabido que lo iban a matar tan rápido; creo que me hubiera enfrentado cualquiera.

Aunque quizás no iba a hacer nada porque no tengo tanto poder como él o bueno, eso era lo que pensaba yo.

—Piénselo, hermano, no se tiene que matar la cabeza haciéndose ideas —se para y me habla tranquilamente —además, así le demuestra a su "maravilloso suegro" que la hija escogió lo mejor de lo mejor.

—¡Tan ahuevado! — exclamé, pero tenía mucha razón.

Era una verdad que dolía, pues mi suegro jamás deseó que su hija mayor fuera libre. Además, lo que no le contaron a don Rogelio y nadie sabía es que yo soñaba con ser abogado y empecé a estudiar por correo, logrando graduarme del colegio sin que nadie se diera cuenta, tan solo Marcia.

Pero cuando, me echaron de la finca y decidí empacar mis cosas para irme a la ciudad, una que estuviera escasamente cerca, donde nadie pudiera conocerme y lograra crear mi futuro y presente, conociendo así a Aurelio y Rosario, quienes estaban a punto de crear un bufete de abogados.


***

Recuerdo que fue por una carta de mi abuelo Luca, quien me recomendó a la familia Salerno. De esta forma logré estar en donde estoy.

"En el momento de esa mañana en el que tomé mi primer desayuno con ella fue silencioso y mis ojos estuvieron encima de su cuerpo desnudo. Todavía no puedo creer que ella solita volviera tal como se marchó, orgullosa y originada del fuego. Tras hacer el amor, recordé aquel doloroso y triste día, además de la amargura de mi bella idiota.

—La adoro —digo, mirándole a los ojos.

—Lo sé, doctor Casanova —me besó de una manera muy bonita.

Esa era la mujer que amaba, demasiado confiada en mí y, pese a todo, yo trataba de corresponder.

—Tan confiada, señorita Abadía —hablé con intención de algo más.

—¿Sabe? Usted me debe la vida y la otra —habló en lo que se sentó de lado, mostrando sus piernas esbeltas y seduciendo a este hombre que vivía por ella.

—Usted cree que yo no sé —ahí, en mitad de todo, me encontraba con ella—, pero, creo que es todo lo contrario porque, Marcia, una vez casi me muero al no poder estar cerca.

—Sé que debí contarle —susurro con pena.

Eso hizo que girara su rostro y yo la besé de nuevo, para escucharla hablar. No era nadie para negarle nada, solo era un hombre que tenía una sola opción de vida, que era amarla hasta que la mis huesos dejaran de estar.

—Pero ambos sabemos que la cosa se pondrá muy maluca, papá es demasiado osco y oscuro —prosiguió—. Además, como no soy hombre, él no me va a dejar tranquila hasta que "le pague" todo.

—No, Marcia, usted no tiene que pagarle nada a su "taita" —le mire directamente—. Es más, cuando usted se vino para acá, ya desde ese momento, usted pertenece a otro mundo muy diferente y eso debería aprenderlo él.

De la nada empezó a llorar como si lo necesitara con urgencia y yo solamente me quedé en silencio y le sobé la espalda para que sacara todo lo que llevaba por dentro.

Después de llorar, se quedó dormida en mis brazos, partiéndome el corazón al saber todo lo que había llorado, pero también sé que las lágrimas de ella son como las mías, amargas y tristes, como la vida que nos tocó a ambos.

Ciertamente, no me considero tan santo para echarle la culpa total a la Abadía, la calamidad que vivíamos y la mala comunicación que teníamos, pésima por demás, nos afectó, pues ella estaba en la Universidad y yo apenas estaba consiguiendo trabajo, no era como que estuviéramos muy estables que digamos, ni emocional ni psicológica, ni nada de esos cuentos que hablaba Rosario, nuestra amiga era pionera en la carrera de la mente, era de las primeras psicólogas en el país.

Todo estaba, se encontraba perfectamente al momento de regresar a casa, ingresé la llave y de fondo se escuchaba un hermoso piano, se acaba el tocadiscos, ella Marcia se encontraba organizando los papeles de cierta forma cronológica para analizarlos de una forma tranquila y sopesada. Por qué de algo estaba segura es que ella iba a recuperar la finca que la abuela le había dejado a su padre. Aunque dependiera la vida de ello.

Entre tantos papeles que encontramos el testamento de la familia Marco, un papel donde dice que Salvador Marco era el dueño de unas tierras que limitaban entre Anserma y Risaralda, encontramos también habían sido robadas, Rogelio y que evidentemente esto iba a ser un ligero revolcón

—Tenemos que hablar Marcia —dije y ella dejó todo para hablar y comenzó a temblar de una forma obvia.

—¿Me va a dejar?—afirmo un tanto preocupada, se notaba las cosas dentro de ella.

—No, ¿Por qué piensa eso? —me acerque tratando de tranquilizarla, tomándola de las manos y dando un pequeño beso.

Al parecer le debe susto ese cambio mío y hasta a mí me daría susto.

—Como me está mirando con cara de loco, entonces pensé en eso.

De inmediato solté la carcajada, más grande y bonita que me ha podido brindarle en mi vida, Entonces ella consiguió hacerme reír más, necesitaba eso porque había pasado muchas horas pensando en lo que me dijo Aurelio y en lo que podría pasar con ella sí sentía miedo a lo siguiente de nuestras vidas, Por qué ya no simplemente iba a ser el abogado sino el dueño de la oficina abogados, Hoyos Casanova. Por ende y sin más preámbulos, la bomba es algo muy normal últimamente en mi país.

—Mi socio piensa dejarme el negocio a mí— hablé tratando de sonar tranquilo, estaba asustado y no tengo ni idea de cómo se maneja un negocio así de esta forma.—Y tengo miedo de que me dejé porque, ya no voy a poder estar aquí más seguido bien con usted más—hable — Marcia Aunque es demasiado pronto decirlo gana viva voz quiero dejar esto lo que he luchado y he tenido pesadillas durante mucho muchos años—dije

Mientras ella me miraba con esos ojos verdes que se estaban muriendo cristalinos por las lágrimas, me tiró una sonrisa de esas que me desmoronaba en el alma, pero ahora no era sonrisa triste si no era una sonrisa de orgullo, quizás.

— Mire, doctor Casanova, usted va a tomar el empleo, se va a sentar y va a hacer que me sienta la mujer más orgullosa de este planeta —dijo—. De igual forma, usted me prometió que iba a ser el mejor abogado de este pinche país, aunque de pronto nos maten por obvias razones—sonrió tranquila. Como si fuéramos vacas al matadero— pero de alguna u otra forma usted es lo mejor en lo que hace... —Me beso en la boca, forma una bonita—, Jonás, eso nadie se lo va a poder quitar ni siquiera yo. Ya estoy aquí metida gastándole le los recursos sin dar nada.

Ella era una sonrisa bella, y sin pensarlo — Y si necesita ayuda para aprender a administrar algún negocio, aquí estoy yo ayudándole, o sea, Jonás reaccioné y tomé el puesto. Y hágame feliz.

—No me diga —dije tomándola de la cintura para besarla —, y a cambio, ¿qué me va a dar usted por hacerla feliz?

Ella me dio una sonrisa —déjeme demostrarle cuánto lo amo, todas las noches que me quedan de vida.»

Cuando Alana Marco leyó eso, casi le da un ataque de ira —mita odio más a Francisco. Sé que, por culpa de ese señor, mi Dan está metido en muchos problemas. Y nos ha tocado trabajar muy duro.

—Mija, usted no se ponga a pelear—. Marcia trataba de calmar a su nieta.

—Abue, no me pida que no me enoje, cuando ese señor, solamente ha matado a Daniel en vida.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro