27. Luna Menguante: Háblame de ti.
Mi alma y corazón siempre serán de vos.
Bueno, en ese momento Alana sí debía reírse, y bueno que más se les podía pedir si últimamente se la pasaban viendo y leyendo BL y Dammei, a dos por centavo.
—Somos buenos alumnos, querida mía. —sonrió Daniel,
—Lo sé, estudio contigo Dan. —sonrió de vuelta —y sabes que en muchas cosas te gano a ti.
Los tres estaban mirando que la abuela Inés, que se aproximaba, sacando a su nieta del lado de esos dos, algo brusca.
—Usted termine de leer ese cuaderno, que ya sabemos cómo ayudarles—, la jalo y la sentó en una de las sillas del comedor, en manera de castigo —y ustedes dos vengan que les tengo tarea.
Los chicos realmente estaban reacios a dejar sola a la muchacha, pero entendiendo la complejidad de la situación, decidieron guardar silencio y acompañar a una señora de menos de 1,70 centímetros al pequeño patio de la casa...
—Mita, ¿qué va a poner a hacer a Daniel y a Derek mi abuelita Inés?—, pregunto la veinteañera.
—Ya lo va a ver, no se preocupe —de inmediatamente Alana se relajó un poco y espero mientras leía, curiosamente le faltaban cuatro páginas para terminar el diario y aquello le ponía más tranquila porque ya sabía lo que iba a pasar cuando llegase a Manizales y eso le alegraba bastante.
«Y buscando entre las cosas de mi infancia y de adolescencia, encontrando razones para darle más fuerza a mi nieta, encontré algunos versos, tirados en una caja de hace 40 años, me imagino yo, que eran de cuando mi abuelo conquistaba a mi abuela antes de la guerra, antes del dolor, antes del suicidio y antes de tomar las decisiones más absurdas de la vida, yo tengo lo que he querido y he hecho lo que he hecho, sin mirar atrás, sin odiar a nadie o tratando de no odiar a nadie, una de las cuestiones aquí era que somos humanos y los humanos siempre tendremos dolores en el alma.
Los cuestionamientos de la vida son intrínsecamente importantes en el hecho de la información que damos a nuestras familias y a nuestro ADN, desde el nacimiento de Alana Marco, la vida me dijo; le voy a dar dos cachetadas importantes: que ella iba a destruir a Francisco desde la raíz y que ella iba a tomar sus decisiones desde el principio y aún más si tenía una razones para darme a mí muchos alegatos. Cosa que sencillamente no le tenía miedo porque mi nieta tenía que sacar el lado fuerte y poderoso de su abuela, no como mis hijas rara vez me sentía mal con las decisiones que había tomado por ellas. Por otro lado, Alana a veces me sacaba de mi zona, pero, trate de entenderla de todas las maneras.»
Ya la Luna ha salido y son las cuatro de la tarde, ya me he quitado sonrisas falsas y destrozado silencios con mis ojos... pero la música sigue con su regodeo de notas, llenando y vaciando en el alma esperanzas muertas, esperanzas de una "sola noche". Nada se puede hacer si no se quiere de verdad, las despedidas me matan y la conciencia se me hunde en el llanto de los ojos silenciosos; esa es la verdad.
Somos grandes para hablar de sexo y hacerlo, pero qué pequeños somos cuándo debemos cuidar al otro. Somos grandes en tratar de encontrar el amor, aunque sea pasajero, pero qué pequeños somos cuando tratamos de comprometernos y crear vínculos intensos por solamente el miedo y la incapacidad de ser uno con el otro.
Solo se ve la sombra de la Luna, únicamente notó que salió porque es de día. Ella y yo compartíamos más secretos que el veneno que llama a la persona amar y la sangre de un poeta. Siento el infierno cerca, aunque a nadie le interese, siento el dolor de una muerte que no quiero que suceda sencillo el piso de madera quema rápido y las grietas se agradan.
Mueres y renaces en la misma tierra que te vio nacer; ya lo único que falta es morir la séptima vez por amor como el gato, sinceramente conservamos la cordura por parecer más normales o por querer volar más fríamente verdades infinitas, ¿verdad?, ¿Que es verdad, cuando otro tiene el poder?
La Luna me enseñó a maquillar los dolores, para no darle gusto a los malos de ver mis ojos rojos e hinchados; y aquí, mirando la Luna, preguntó ¿Me acompañarás hasta el día de mi muerte o hasta la noche de mi nacimiento?
Gracias por dejarme volar y soñarte, para dejarme caer, aprendiendo de este sentimiento, que me carcome la justicia y mi razón. Si algún día te vuelvo a ver, te miraré y te daré las gracias...
Recuerdo cuando leí esto, estaba preparando todo para el cumpleaños de Alana.»
—Esto es lo más hermoso que he leído en mucho tiempo—Alana, solamente susurro lo hermoso que era ese poema, entendió prácticamente al instante, que su vida, la de ella, era como una luna en llama, una luna rota, era un halo de un ángel sin alas, pero con un potencial tan grande a convertirse en Sol que la gente le daba miedo todo lo que ella podría llegar a ser. Por eso querían hacerle daño y por eso Patricio quería dañarla, y por eso Daniel y Derek se habían vuelto tan protectores con ella y por eso su vida había sido un misterio, un misterio que apenas se estaba resolviendo, un misterio al que dos hombres, adoraban.
—Usted siempre será la niña que preguntaba ¿Por qué las flores tenían colores? —doña Marcia decía mientras abrazado a su nieta otra vez, pero eran abrazos de cordialidad y de paciencia los anteriores, pero este descargaba todas las energías y todo el poder que una sola mujer podía contener —Usted siempre será esa linda niña, que juraba y perduraba que era de la luna, qué es la hija de la luna.
***
«Aquel poema escrito por puño y letra del primer Casanova, que pisaba el departamento de Caldas, debía de ser entregado a la señorita Alana Marco el día en que se le entregará este libro o cuaderno. Aquello era lo más ideal»
—Él de verdad deseaba que usted rompiera todo y dictará su propia vida de acuerdo a sus sueños, sin sentirse obligada a cumplir algún parámetro absurdo de la sociedad —Por una u otra manera, Alana escuchaba a ello y contenía un gran grito, pues pensaba de cierta manera que estaba "obligada a ser capaz quizás", nadie nunca le advirtió a su abuelo que la gente que quería que muchas veces, le exigía ser fuerte. Ella se sintió al límite y si no fuera por ellos y sus amigas, la historia fuera otra totalmente distinta.
Se hubiera hecho daño.
En el patio doña Inés asegurándose que los chicos en cuestión le dijeran que sí, que serían inteligentes y que no cometen el mismo error que el papá de Alana cometió, suspiro y luego dijo
—Yo con la niña he tenido grandes orgullosos — los dos chicos comprendían todo eso —, pero al mismo tiempo grandes dolores Alana Marco como ustedes ya lo saben no es fácil y si ustedes le llegan a hacer algo más de lo que ya le hicieron yo misma— sacó un par de tijeras de jardinería y se las apuntó en el cuello a cada uno —juro que no me va a quedar vida para hacerles pagar ese daño—los dos chicos que tenían más fuerza les daba pavor imaginarse a Alana de esa edad, pero también era encantador imaginársela a ella defendiendo a sus nietos o nietas. —¿entienden?, — hablo muchísimo, más fuerte y sin miramientos de que fuesen mucho más grandes y mucho más fuertes, pero y en ese momento tenía dos armas, las tijeras de jardinería que bien usadas podrían cortar con él, quiero cosa.
—Tranquila, doña Inés, que nosotros aprendimos la lección —habló Borges sintiéndose aún intimidado, le daba mucho miedo.
Daniel le pediría clases a doña Inés de cómo utilizar tijeras de jardinería para matar como experto en esas cosas que no debería ser experto, aquello era importante.
—Le creo, pero pienso que no basta una que otra advertencia—soltó la armas —niño Borges me saluda a su abuelo y a su abuelita.
Al volver los chicos habían recibido Alana, con los brazos abiertos, la joven escritora, terminó de leer en brazos de Daniel y sí, encima de Derek, cuadro muy bonito, la verdad, pero para unas abuelas no era tan bonito.
Las abuelas sabían que su nieta no era muy Santa, pero él no creía que fueran tan descaradas ni conchuda, pero era de acostumbrarse en la familia que una de ellas fuera la que rompiera el estatuto social y hay que él lo iba a romper alana y eso era un gusto que la señora se iba a dar de primera fila.
—En conclusión, nuestras familias están conectadas y de cierta manera se ve reflejado en lo que somos los tres —hablo Alana —En un ansioso compulsivo, en un trastornado obsesivo y una ansiosa depresiva y pendeja —A pesar de que Alana lo decía de chiste realmente no era un chiste era una realidad clara.
—Alana, esos chistes no se hacen y lo sabes bien —Le regañó Daniel y ella solamente hizo un puchero, así como para convencerlos a ellos.
Los chicos estaban hablando y estaban sacando sus cosas y sus conclusiones para irse a casa, hacer de todo menos dormir, necesitaba amor, necesitaba comprensión ternura y mucha, pasión por así decirlo. Pero lo que ella no sabía es que los chicos no se iban a ir todavía de la casa de la abuela, por qué tenían que mostrarles algo y sobre todo a la joven escritora, un papel que iba a determinar muchas cosas en la relación de ellos.
—Cielo además de la carta de tu abuelo, yo encontré unos papeles importantes unos registros que en definitiva te pertenecen a ti y a doña Marcia De hecho me da pavor dártelos, pero creo que es importante que los conozcas —Fue al carro que estaba en la esquina cerca del parque y como acción inmediata volvió con ella Risaralda estaba claramente frío tan frío que salió unos minutos y volvió helado en las manos —Según estos papeles hay unos registros y documentos y tal parece unos testamentos de un tal Darío que eran para tu abuela—Daniel, pronto le entregó la carpeta con un año en específico, extraño también el hecho de que tenía una fecha cortada, esa fecha no se podría recuperar, pero sí se podría recuperar lo que decía ello.
La señora recibió la carpeta y la hojeo unos minutos, esa carpeta era la que habían perdido el día en que Aurelio había muerto por esa carpeta, el abuelo de la de Alana.
—Por esta carpeta querido niño, tu tío murió. De esta manera te podrás liberar de todo lo que te hizo tu papá. —Esas palabras eran lo más reconfortante de la vida tonta que el pianista tuvo.
—Gracias, doña Marcia... —esas gracias le rompió la voz al joven—Gracias Ali—le beso y ella logró percibir, la tristeza de su corazón.
Esto iba a determinar si Daniel tomaba la beca, para crear realmente una familia con ellos, a pesar de que todo el mundo dijera que eso no era una familia que son una abominación, una blasfemia lo llamaban familia. Ese era el mejor regalo que Daniel pudo tener en su vida, una familia, una persona que lo amara, que lo cuidara, que estuviera allí para él siempre sin importar lo que pasará al hacerlo y la vida le había dado dos.
Daniel era nuevo en esto en dejarse amar suavecito.
¿Cómo como en un cuerpo tan pequeño podría acabar tanto amor y tanta adoración?, hacía él, que era un hombre que no sabía dar amor, solamente dar regalos inconscientes y a veces le rasgaba el alma a esa señorita de ojos verdes y fuertes. Era extrañamente feliz en todo el concepto de la palabra. Al pertenecerle a la joven.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro