Capítulo Final: Eres mi Luna de Plata
JungKook despertó por la madrugada, sintiendo el cuerpo del menudo omega a su lado. Este se encontraba con su cabeza sobre su pecho y sus brazos alrededor de su cintura, una de sus piernas se encontraba sobre la suya, incluso, podía sentir como esta rozaba cierta parte de su pelvis.
Sonrió y suspiro, inflando el pecho logrando que la cabeza del platinado subiera junto con su pecho.
Eran entre las tres o cuatro de la madrugada, y no podía permitir que los padres del platinado lo vieran en la habitación del omega, sobre todo cuando no había pasado nada la noche anterior.
Se colocó de pie, con todo el cuidado de la delicadeza para no molestar el sueño de su destinado.
Suspiro aliviado cuando ya tenía todas sus extremidades fuera de la cama; recogió sus cosas y abrió la ventana donde salió y bajó hasta el césped, donde por última vez vio hacia la ventana donde la luz de la luna se colaba.
4 horas después.
— Mhmmnm — un platinado se retorcía sobre su colcha, la potente luz lo estaba molestando demasiado, cuando él solo quería dormir al lado de su alfa.
Con una sonrisa en su rostro comenzó a tantear su costado tratando de encontrar el cuerpo de quien durmió con él toda la noche, pero, simplemente se encontraba vacío y frío.
Se incorpora asustado y mira toda su habitación en busca del alfa. Hasta que vio la ventana de su habitación abierta, y la razón por la cual estaba entrando aquel rayo de sol.
JungKook se había ido, lo más seguro durante la madrugada, suspiro y se levantó, dispuesto a comenzar el día del festival, habían muchos preparativos aún por terminar.
Bajo las escaleras y su padre omega lo esperaba en el comedor con su desayuno y lo que parecía ser su almuerzo, su idea era dejar todo ya listo para la tarde. Así que tomó su desayuno y salió de su casa y encontrarse con Tae y HoSeok, quienes lo esperaban a dos casas de la suya.
Justo en el centro del pueblo había un caos entre aquellos que le ayudaban al omega más joven a organizar el festival, algunas omegas corrían hacia uno de los locales, el cual era el local de YoonGi quien venía saliendo con uno de aquellos centro de mesa que le había encargado.
Justo detrás de él salió una linda loba de estatura más baja, de cabellos ondulados y color azabache, su mirada era feroz pero con ella la acompañaba una hermosa sonrisa.
Los tres lobos se acercaron a aquel alfa, quien los recibió con una grata sonrisa de encías.
— JiMin, ¿qué te parecen los centros? — levantó el que llevaba en brazos, mostrándolo al próximo omega de la manada — Son hermosos, tu diseño fue lo que más nos gustó a mis padres y a mí.
— Están hermosos, YoonGi, si que eres de los mejores floristas que puede tener la manada — el platinado le agradeció con una sonrisa al alfa de sonrisa gatuna.
— Por cierto, quiero agradecerte, fue por ti y por las flores que conocí a mi linda omega, JiA — la omega, quien se había mantenido fuera del plano se acercó al de piel blanca para colocarse a su lado.
— Mucho gusto.
Los tres le sonrieron a la chica para luego despedirse, tenían mucho por hacer aún.
En el bosque se encontraba el ya conocido alfa. Quien se encontraba regando su huerto y cortando una que otra verdura, la cosecha no estaba tomando el camino que quería, pero lo que podía salvar de ella era lo único que importaba. Se quitó sus guantes y mejor entró a su casa, ya eran pasadas las una de la tarde, pasó toda la mañana haciendo sus tareas que no sintió el tiempo. Tomó asiento en su sofá y encendió la tele, para entretenerse un poco.
Miró hacia la ventana, el cielo estaba un poco más claro por la posición del sol, y solo con eso pudo darse cuenta que el ocaso sería temprano este día. Seguramente por la presencia de aquella luna que se festejará.
Aún seguía con mil dudas en su cabeza. ¿Qué sería lo más apropiado? ¿Acompañar a su omega o quedarse en la comodidad de su casa? Realmente era un tanto tonto al no poder tomar una decisión por más clara que fuera la respuesta que estaba buscando.
Otra vez el en pueblo, JiMin se encontraba terminando de colocar la última guirnalda que colgaría de un arco de rosas el cual fue colocado como una entrada al festival. Sonrió al darse la vuelta y ver que todo ya había quedado y que la plaza se veía de lo más hermosa para esta noche.
La etiqueta era usar algo blanco, así que el lugar resaltaba entre platinado. Cada mesa resaltaba con su mantel de toque platino, con los hermosos centros de mesas. La tarima tenía por fondo una cortina negra donde caían como cascadas otras más pequeñas de color azul platino.
El lugar era hermoso. Así que decidió reunir a todos y darles un agradecimiento por el apoyo.
— Han hecho un increíble trabajo, les estaré eternamente agradecidos por hacer esto a mi lado, yo solo no hubiera podido. Para mi el organizar el festival fue la mejor experiencia vivida. El resultado es la prueba del esfuerzo que han hecho, por lo que quiero que se den un fuerte aplauso por la gran manada que somos.
Los choques de las palmas se escucharon escandalosamente, mientras muchos se abrazaban entre sí.
JiMin, Tae y HoSeok se despidieron, mientras JiMin a pesar de que se sentía muy complacido con el resultado que habían conseguido.
Entró a su hogar y sus padres estaban dando demasiadas vueltas por la sala mientras subían y bajaban las escaleras.
— EunSang, ¿has visto mi camiseta sin mangas blanca?
— Está sobre la cama, JiSeok — El omega de mechones platinados se encontraba alisando su cabello, pero al darse la vuelta se encontró con su hijo quien veía divertida la escena — JiMinie.
— ¿Pasó un huracán por aquí? — preguntó con burla, mientras se acercaba a su padre.
— Estamos algo ansiosos, es tu primer festival de la luna en el que eres el anfitrión, por así decirlo.
JiMin sonrió sin mucho ánimo, su padre claramente lo notó.
— Y es el primero en el que no tendré a mi alfa a mi lado.
— ¿Jeon no asistirá? — JiSeok terminó de acomodar una de las camisetas blancas de botones que traía suelta.
— No, dice que no está listo para ver a la manada que no lo ayudó — respondió — Pero me dio la sensación de que estaba luchando internamente con su lobo para no decir que sí.
— Es orgulloso, pero creo que Jeon es como yo. Un alfa que dejaría todo por su omega — Beso la coronilla del omega mayor quien cerró sus ojos y sonrió.
Luego de pasar un tiempo más con sus padres subió a su habitación y comenzó a arreglarse. Comenzando por darse una relajante ducha, para luego colocarse todo lo que implica su rutina de cuidado de su piel.
Abrió su armario y busco el pantalón azul negro y aquella camiseta blanca con mangas, algo peculiar de su atuendo, era que su camiseta tenía la textura de pétalos de rosa en ella, la cómodo dentro de su pantalón y peino sus cabellos plateados, dejando una parte de esta sobre su frente mientras colocaba un gorro negro en este. Mientras decidió hacerse unas ondas en la parte de su cabello de enfrente.
Se miró en el espejo al terminar de colocarse un bálsamo color rosa que su padre omega le había regalado.
Dentro de pocos días también se celebraría su cumpleaños y podría ser más feliz al saber que tendría esta vez con quien más poder celebrarlo.
Bajo de su habitación y se encontró con sus padres quienes lo esperaban en la entrada.
— Te ves hermoso, cachorro — JiMin le sonrió a sus padres y se tomó de las manos de ambos de sus progenitores.
Así los tres se dirigieron al comienzo de su velada.
Mientras que en la cabaña un azabache se encontraba en su cama teniendo una crisis existencial mientras miraba directamente hacia el techo de su habitación.
Tenía puesto únicamente un pantalón vaquero con un cincho atado a su cadera. Un sonoro suspiro resonó por las paredes mientras en una de sus manos que se encontraban sobre su cabeza yacía aquella invitación que dio comienzo a la etapa más hermosa de su vida.
Lo llevó hasta su rostro y releyó lo que mencionaba sobre la vestimenta.
"Prenda blanca".
Pataleo y tiró aquel pedazo de cartoncillo sobre su cabeza. ¿Dónde demonios iba a conseguir una camisa blanca decente? Si únicamente tenía centros sin mangas y una que otra con mangas pero ya no eran ni blancas.
Si, su idea es asistir al festival, le estaba dejando a su lobo el tomar una decisión por primera vez en su vida.
Se incorporó y miró su armario para luego ver su mesita de noche, eran las seis de la tarde, la fiesta ya había comenzado, tenía que darse prisa si quería asistir. Se acercó a su armario y cogió la primera camisa blanca que vio, mientras se ponía sus botas negras.
Tomó sus llaves y salió de su cabaña con decisión.
La noche estába en su apogeo, todos bailaban al ritmo del grupo de la aldea, divirtiéndose y celebrando a la hermosa luna que los acompañaba en la noche.
JiMin se encontraba sentado en la mesa que le correspondía a su familia, sus padres acompañaban a los demás lobos. Frente suyo estaba Taeil, quien le sonreía siniestramente.
Desvió su mirada y trató de tranquilizar sus nervios, esperanzado de que la noche terminara como la ha imaginado.
— Ya es hora — Sus padres se acercaron a él y le sonrieron, animandolo a subir a dar la noticia.
Suspiro y se colocó de pie mientras arreglaba su pantalón.
A paso decidido se acercó a la tarima y subió a está logrando que los chicos de la banda pararan.
— ¿Cómo la están pasando? — Todos respondieron con euforia al ver al omega hijo del líder — Este es mi primera organización del festival, realmente se logró porque no me dejaron solo, así que muchas gracias a todos por ayudarme — Pasó el nudo que se había formado en su estómago — La manera de como me enteré que realizaría esto fue con un sabor agridulce, en especial porque la condición era por el motivo de que se revelaría a mi alfa prometido, el próximo líder del clan aquel que no es mi alfa destinado — sin mención el alfa saludo a todos logrando que muchos no ocultaron su desagrado.
— Pero el acuerdo era que si no encontraba a mi destinado me uniría a él... Déjenme decirles que tal acuerdo no se cumplirá esta noche.
— ¿Qué? — La voz molesta de un alfa se escuchó en el ensordecedor silencio que se había creado.
— Así es Taeil, no me casaré contigo porque encontré a mi alfa y estoy tan feliz de tenerlo en mi vida. Así que, mi querida familia, pronto conocerán al próximo líder de la manada, eso es todo, sigan disfrutando de su velada.
Bajo con una sonrisa en sus labios y abrazó a TaeHyung quien lo esperaba junto a sus padres.
— Estoy tan feliz, JiMin.
— Yo lo estoy mucho más, Tae.
Sus padres lo abrazaron, pero tal momento no perduró mucho al ver a una familia acercarse a ellos.
— El acuerdo era... — El alfa de esa familia iba a replicar a lo antes dicho por el omega pero, JiSeok no se lo permitió.
— El acuerdo era que si mi hijo encontraba a su destinado antes del festival el acuerdo se rompía — El alfa contrario gruño y se retiró con su familia.
Taeil antes de retirarse miró a JiMin con la tan conocida sonrisa que lograba poner un hueco en su estómago.
JiMin abrazó por última vez a su familia mientras se alejaba de ellos.
Mientras que un alfa apenas llegaba a la plaza, encontrando las luces y los demás lobos bailando alrededor de la fuente. Sintiéndose ansioso cruzó el mar de personas en busca de aquella cabellera platinada.
《Omega, omega, no, no》Su lobo le advertía de algo, pero entre más buscaba no lo encontraba y la desesperación la sentía en aumento, fue cuando vio la cabellera plateada desaparecer por entre los arbustos de la esquina opuesta de donde estaba.
— 《Alfa, Kookie, ayuda, ayúdame》 — Era su voz de omega la que lo llamaba por el lazo que sus lobos tenían.
Se dirigió corriendo a ese lugar siguiendo el rastro del aroma del dulce de leche agrio que sentía.
Mientras JiMin trataba de liberarse de los brazos que lo estaban arrastrando hacia lo más profundo del bosque, mientras sentía a su lobo chillar de miedo. De un momento a otro la persona que lo había secuestrado lo tiró a la tierra, logrando que golpeará levemente su pecho.
— ¿Qué haces? ¿Qué te ocurre, estúpido? — le gruño mientras que el alfa reía y lo veía desde su posición — Contesta, Taeil.
— Simplemente tomo lo que me pertenece — se encogió de hombros.
— Yo no te pertenezco.
Mientras cerca algo asustado corría el alfa azabache, siendo seguido por el padre alfa de omega quien lo había visto correr despavorido hacia el bosque, muy de cerca el omega mayor los seguía.
— Kook vendrá por mí — escucho muy cerca.
— Pero ya será muy tarde.
— ¡Ahh! — Un grito desgarrador se escuchó por la oscuridad que los cubría. Ambos alfas aceleraron el paso al reconocer de quien había sido aquel alarido de dolor.
Al llegar la imagen era desgarradora e impactante, el alfa se encontraba de pie mientras sostenía y jalaba fuertemente de las hebras platinadas, en su boca escurría aquel líquido rojo que podría ver era la sangre a causa de una mordida en el cuello de su omega.
— Hijo de puta — Su voz de mando hizo estremecer al alfa, quien soltó al omega y espero el impacto del cuerpo del azabache. Más no espero que esté se transformará en el aire y lo derribara lejos del omega.
Ambos padres de éste se acercaron al cuerpo del chico, el omega se arrodilló colocando la cabeza de su cachorro sobre sus piernas, sus lágrimas corrían como río al ver la imagen de su hijo buscando oxígeno. El alfa besaba el rostro de su pequeño, mientras también quería correr tras del chico y asesinar al alfa que había lastimado a su pequeño.
Jeon le propinó una mordida en el brazo logrando desgarrarle la piel, y antes de que pudiera notarlo inco sus colmillos en el cuello del alfa arrebatándole la vida.
Escupió la carne y dejó el cuerpo del contrario ahí para darse la vuelta, al ver a los padres de su omega arrodillados mientras tomaban el cuerpo del platinado, le sacó un lastimero gemido de dolor
Se acercó con cautela y se arrodilló al lado de su cuerpo, justo enfrente de aquella mordida, era profunda, no era una marca de apareamiento.
— Está en peligro — escucho la voz del alfa.
— Ayudalo, Jeon, por favor, eres su alfa — EunSang tenía lágrimas en sus ojos mientras acariciaba el cabello de su cachorro.
— No se que hacer... ¿qué hago? —El cuerpo del omega temblaba de frío, se quejaba de dolor mientras apretaba fuertemente los dientes para no soltar un alarido de dolor, a pesar de que ya las tres personas que más amaba lo estaban viendo.
— Marcalo — JiSeok lo miró, y al igual que el omega mayor sus ojos estaban inundados de lágrimas— coloca tu marca sobre la mordida, tu lobo sabrá que hacer para curarlo.
Haciendo caso a lo que el alfa mayor le indicó, acercó su rostro a la curvatura del cuello del omega, ahí donde escurría la sangre y donde ya no sentía tanto el aroma que tanto amaba, aquel dulce de leche se perdía entre el aroma a hierro.
Soltó la lágrima que había estado reteniendo y clavó con delicadeza sus caninos en la piel lastimada del omega. Quien solo se removió de dolor al sentir la mordida, pero también sentía calma.
Despacio se separó de su cuello y comenzó a limpiar la sangre de su omega, dejando la mordida completamente limpia.
— JiMin, no te duermas — escucho como el omega mayor le suplicaba a su hijo — por favor, cachorro no te duermas.
Pero a pesar de todo el omega platinado se dejó caer en la calma que le había transmitido el sentirse querido por su alfa mediante su marca.
— Dijiste que eso lo salvaría — Jeon miró con su ceño fruncido al alfa, quien tampoco entendía lo que pasaba.
— Hay que llevarlo a casa, rodeamos la plaza, conozco el camino a casa — trato de levantar a su hijo, pero prefirió que el alfa lo hiciera. Le indico que lo alzará en brazos y así lo hizo.
No les tomó más de 5 minutos llegar a la casa del alfa líder, quien dejó que entrara y colocará el cuerpo inerte de su hijo sobre el sofá.
El alfa menor se sentó en el suelo, a un lado del cuerpo del omega. Su pecho estaba tranquilo, no sentía lo que decían sentir al perder a su destinado.
— Él está bien, no te preocupes, todavía siento nuestro lazo — el omega mayor, a pesar de sentirse demasiado preocupado, trato de tranquilizar al alfa.
Escuchaba el cantar de los pájaros y sentía una luz molesta en su rostro, con dificultad abrió sus ojos y fue consciente del dolor soportable que sentía en su cuello, tocó esa zona y sintió la piel abultada de una mordida en ese lugar. Miró hacia su izquierda y encontró una melena azabache que ya muy bien conocía, sonrió, sus padres estaban en los sofás individuales igual, dormidos aún.
Presto atención a su lobo y permitió que este se comunicara con el lobo de su alfa
《Alfa, despierta》
El azabache se removió un poco, para luego levantar su rostro y terminar de despertarse. Fue cuando clavó sus ojos en la hermosa mirada que lo observaba.
— JiMin — sus lágrimas no tardaron en asomar. Se abrazó a su cuerpo, mientras el omega sonreía — Sentía que te había perdido.
Los lobos mayores escucharon movimiento lo cual causó que despertarán, logrando ver a su pequeño abrazado al cuello del alfa.
Todos estaban felices, pues estaban aún juntos.
— Te amo, alfa — El platinado susurro sobre el lóbulo de la oreja del más alto, quien ocultó su rostro en el cuello de su omega sintiéndose cohibido por los sentimientos del omega y por sus palabras.
— Te amo más, ¿sabes por qué? — El omega negó — Porque eres mi luna de plata.
La manada pronto estaría a cargo de la joven pareja, pero no era lo único que la luna de plata les había traído, una sorpresa muy pequeña y linda los esperaba para cambiar mucho más sus vidas.
Fin...
Y llego el final, no se si es como lo habían imaginado, pero en parte es como yo siempre lo imaginé desde que comencé esta historia, espero que a ustedes les guste. Tal vez no me siento del todo conforme porque siento que le falto algo más, pero no sabía que era lo más que le falta.
Eso si, no crean que es el final final, como saben en toda historia concluida los personajes siempre, siempre continúan escribiendo su historia y ellos siguen escribiendo su historia en mi cabeza. Jsjajs.
Les agradezco por su apoyo, realmente desde que comencé he sentido ese apoyo que le han dado a estos dos lobitos, espero que esta historia les haya dejado una huellita en sus corazones así como me lo han dejado a mí.
Los quiero, a todos, nos leeremos en unos próximos extras de esta historia. Sólo denme tiempo para hacerlos.
S.🖤💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro