Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7: Quédate

2/2

JungKook terminó de cuidar su huerto ese día, después de haber visto al lindo platinado irse, no pudo sacar de su mente su semblante decaído, casi se molestó consigo mismo, aunque no sabía cómo es que había hecho que el omega se sintiera mal.

Secó sus manos en la toalla que estaba enrollada en su cuello y antes de abrir la puerta miró hacia la mesa y vio los envases que estaban sobre ella con su contenido espeso. Se acerco a dicho mueble y miro ahora los cuadrados de color beige y los botes con decoración de corazones realizado con tiza.

Desenvolvió de su envoltorio uno de las conservas y la llevó a sus labios, saboreando el delicioso dulce. Estaba en su punto, tanto así que hizo que el alfa gimiera de satisfacción al sentir como este se derretía en su boca con cada bocado.

Recordó entonces que el pequeño omega llevaba consigo un bolso y que antes de irse se había acercado a ese lugar. Llegó a la conclusión que esto lo había preparado el platinado.

Como pudo sujeto todo entre sus brazos e ingresó a su hogar, acercándose con cuidado a la isla dejando todo sobre ella. Realmente se sintió mal de haber tratado de esa manera al lindo omega.

JiMin desde que llegó a su casa no había salido, se la había pasado encerrado en su habitación, siendo llamado y regañado tanto por su madre y su amigo. Ambos estaban desesperados porque el chico no había salido, ni siquiera para tomar un sorbo de agua.

— Vamos, JiMin, no es el fin del mundo — el omega de cabellos rebeldes se recargo sobre la pared a un lado de la puerta de la habitación del platinado. Miro con molestia hacia la dirección de la puerta, la cual estaba cerrada.

— No seas así, para él si lo es, recuerda que ese alfa es su única salida — el omega mayor le recrimina sus palabras — Hijo, lobito, por favor, levántate y sal.

El padre de JiMin esperó con ansias que su pequeño por fin saliera, necesitaban saber qué había pasado con aquel alfa retraído.

La puerta de la habitación fue abierta, dejando ver a un pequeño omega de ojos azulados. El aroma de este se sentía amargo y fue cuando ambos omegas se dieron cuenta que el de baja estatura había sido relevado por su lobo.

— JiMin, ¿estás bien? — Tae se acercó, tratando de que su amigo no estuviera a la defensiva. JiMin al ver que su amigo caminaba hasta acercarse a él, realizó un puchero, sacando su labio inferior y negando a la pregunta.

No, no estaba bien, aún siente las palabras del alfa azabache en sus oídos. No fueron tanto si fue grosero con él, solo que, sus palabras lo habían hecho sentir como si le molestara y estorbara. Él no quería estorbar ni molestar a su alfa, realmente no quería hacerlo.

Al llegar a casa, JiMin lloró y su lobo sintió como si éste necesitara descansar de tantos acontecimientos, por lo que decidió hacer acto de presencia, enviando a JiMin a descansar un momento. Él podría hacerse cargo de todo durante su ausencia.

— Así que, sintieron como si el alfa les estaba diciendo que eran un estorbo molesto — EunSang repitió las palabras que el lobo de su hijo había dicho. Permitió que ellos entraran con la finalidad de explicarles la situación de su humano.

— Así es, y eso hizo que JiMin se sintiera muy triste, incluso a mi me lastimó, pero él ha estado cargando con las malas noticias y este pequeño estrés con nuestro alfa solo han empeorado las cosas un poquito — Continuó explicando el de ojos azules, la voz del lobo de JiMin era un poco más aguda a la del humano, parecía ser la de un niño, pero eran parecidas de cierta manera.

— ¿Te rendirás? — TaeHyung se inclinó llamando la atención de los otros dos omegas.

JiMin realmente estaba analizando sus opciones, las cuales eran pocas. O aceptaba su derrota y dejaba a su alfa libre sin compromiso con él, o, seguía luchando por el corazón de éste. Realmente, no quería inclinarse por la primera así que respondió con lo que su padre y amigo querían escuchar.

— No, iré mañana luego de ir a encargar los centros de las mesas — Y mientras respondía, ambos fueron conscientes de cómo el azul de los ojos del omega cambiaban, regresando a ser aquellos color café amielados que tanto lo caracterizaban.

Al caer la noche, JungKook estaba preparando todo lo que necesitaría para el día siguiente, al ver en la tarde que su refrigerador carecía de carne para su subsistencia, decidió que iría de caza al día siguiente, tal vez regresaría con una gran presa.

Se levantó del suelo tras haber terminado con guardar un cambio de ropa, al hacerlo se encontró con los envases de la cremosa jalea de dulce de leche que JiMin le había preparado. Se acercó y sacó una rebanada del pan que guardaba y mientras se preparaba una taza de café, unto una buena cantidad de esta en el pan y lo llevó a sus labios, siseando ante la dulzura de la jalea.

El lindo omega realmente se había esmerado en realizar todo esto. Se prometió ser más condescendiente con el pequeño omega.

A la mañana siguiente, JiMin se despertó y preparó como todos los días, se perfumó y esta vez optó por maquillar un poco sus párpados con un poco de sombra café que su padre omega le había regalado en su cumpleaños diecisiete.

Salió y está vez sí desayuno con sus padres, regalándole una que otra sonrisa a su padre alfa, quien lo miraba más radiante que nunca.

— Bien, iré con Tae a la floristería para ver los centros de mesa y los manteles. Nos vemos luego — se puso de pie y se despidió con un beso en las mejillas de sus progenitores.

Salió de su casa y caminó hasta la plaza, encontrando a su amigo sentado frente a la fuente que estaba ahí, esperándolo con rostro aburrido.

— Listo, vamos — El más alto se puso de pie y se abrazó al brazo del platinado. Ambos dirigiéndose a la floristería del pueblo.

Al llegar, el mismo chico de ojos gatunos que habían visto hace unos pocos días se encontraba detrás de un mostrador.

— Oh, pero si son los omegas de las invitaciones — les sonrió a ambos y salió de su lugar.

— Eres un alfa, ¿cierto? — el chico asintió — Es muy poco común ver a un alfa rodeado de flores — Taehyung no evitó su comentario. El cual al ser escuchado por el platinado le dio un golpe en la costilla con su codo.

El alfa río por la escena mientras asentía — Sí, me lo han dicho mucho, pero es el negocio de mis padres, no me queda de otra, además, no está tan mal saber todo sobre las flores — se encogió de hombros — Por cierto, soy YoonGi.

— Yo soy JiMin y él es TaeHyung — el platinado los presentó a ambos. El segundo mencionado sonrió aliviado de no haber hecho un comentario fuera de lugar.

El alfa los guió hasta el mostrador de nuevo y les mostró los colores de tela ante la mención que JiMin había hecho sobre esta. Les mostró cada color, asegurándose de que ambos omegas puedan sentir las texturas de estas.

— ¿Y bien? — Se reincorporó ya que se había acuncillado, miro a los dos chicos que estaban enfrente esperando tener una buena reacción de estos ante las telas, pero solo se encontró con miradas descontentas.

— Veras, YoonGi, lo que buscamos para los manteles es un color blanco. Algo que se veía más o menos de esta forma — JiMin sacó una muestra de dos telas que tenía, una del color blanco que abundaba sobre el mostrador y la otra de un color azul no muy oscuro.

El alfa miro ambas telas, sacando el blanco y dejándolo sobre las demás, suspiro y se retiró hasta la parte de atrás del lugar, dejándo los solos por un momento. Ambos se miraron entre sí, al parecer iría a buscar el color a la bodega. Pasando unos minutos este regreso con una tela satinada de color azul que buscaban. Los tres sonrieron, ya tenían sus manteles.

— Bien, ahora las flores, ¿han pensado en algo para la decoración?

JiMin asintió y sacó su libreta, donde había pegado los estilos y decoraciones que le habían gustado. Pero solo señaló uno, el cual era un arco de rosas azules y blancas, donde a un lado había una imagen de una esfera semi cerrada con piedras transparentes, luces azules y tres rosas blancas.

El alfa quedó maravillado ante los.gustos del omega, pues eran decorados muy lindos que en ninguno de las anteriores festividades se habían usado.

Les aseguro tener listo todo para la fecha, despidiéndose de ambos, los dos omegas caminaron hasta la plaza, el platinado se detuvo llamando la atención del más alto.

— Iré al bosque, lleva esto a casa, por favor — le entregó su bolsa. Esta vez iría sin nada más que su presencia; Tae asintió no muy convencido, pero aún así hizo lo que su amigo le pidió.

JiMin camino el mismo recorrido que lleva recorriendo hace dos días. La tierra estaba mucho más suave gracias a la llovizna de la noche anterior, por lo que era inestable el dar un paso.

Se acerco al viejo roble, pero dio un brinco en su lugar al ver a un lobo negro que lo acecho con un salto, enviándolo al suelo de espaldas y teniéndolo encima.

Los grandes ojos rojos del lobo lo asustaron, pero este lo miraba con arrepentimiento. El lobo se retiró de su cuerpo, donde JiMin aprovechó para levantarse al ver como el licántropo iba hacia atrás del roble, para luego aparecer un chico de tez canela y cabello azabache detrás de él.

— Lo siento, no pensé que estabas cazando — JiMin bajo su mirada al tener el torso desnudo del alfa frente suyo.

— ¿Qué haces aquí? — Escucho la voz suave del azabache, la cual lo sorprendió, pues era algo diferente en él.

— Iba a verte otra vez — respondió sin tapujos, esperando no incomodar al alfa. Lo cual no lo hizo, en su lugar este sonrió — Creo que regresaré mañana, no es momento, estas ocu...

— Quedate, después de todo te lo debo por haber preparado mi dulce favorito — le interrumpió, JiMin se sonrojo un poco, pues no pensó que el alfa lo invitaría a su caza, aunque no sea una invitación como tal.

— No traigo otro cambio de ropa.

— Luego veremos eso — el alfa se retiró nuevamente escondiéndose tras del roble para aparecer frente al platinado nuevamente. El lobo golpeó con su hocico la pierna del omega, quien sonrió y se escondió tras del roble para despojarse de su vestimenta.

Suspiro y cerró sus ojos, comenzando a sentir el crujir de sus huesos. Se tiró al suelo cayendo en cuatro patas. Salió de su escondite, esperando que el alfa no se encontrara esperándolo, pero este ahí estaba sentado, viendo fijamente en su dirección.

El lobo de Jeon no pudo evitar sentir que veía al ser más hermoso, aquel pelaje blanco resplandeciente y esos ojos azul platinado que lo estaban sumiendo en un estado hipnótico. Realmente se sentía un tanto idiota al ver tan semejante belleza.

El omega se acerco al gran lobo negro que lo doblega en altura y corpulatura, restregando su hocico en el cuello del alfa. Marcándolo con su aroma. Tanto el lobo como JungKook se quedaron petrificados, pero sintiéndose muy cómodos con la acción del omega.

Y aquí esta el ultimo capítulo de esta doble actualizacion, espero que les haya gustado. Estoy haciendo lo que puedo para que los capitulos sean largos y no tan aburridos.

Estos dos capítulos son los ultimos de este mes, tratare de traerles otros mas el próximo. Tratare, porque ahora mo tiempo se ha reducido y unicamente tengo las noches para poder escribir o realizar algo más.

Si les gusto haganmelo saber, me gusta y me alegra mucho leer sus comentarios, diganme lo que piensan, lo que sienten y como creen que posiblemente termine esta historia.

Nos leemos el próximo mes.

I Purple U 💜

🦋🖤💙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro