Capítulo 1: Omega
Un lindo omega caminaba por las transcurridas calles de la plaza del pueblo, donde todos los alfas lo admiraban por su brillante resplandor, y los omegas lo envidiaban por ser el omega prototípico que deseaban los alfas.
Su resplandor se debía a su brillante sonrisa y su amable personalidad que le gustaba siempre ayudar a su gente. Los lobos más grandes siempre lo halagaban por ser un heredero tan considerado con su pueblo.
- Señora Hong -el joven se acercó rápidamente a la vieja omega quien había trastabillado por el peso de la carga de la huerta - La ayudaré.
Le quitó la canasta y la puso sobre su cabeza para que únicamente la mujer mayor llevará un pequeño saco con patatas.
- Jiminie, no es necesario, esta vieja omega todavía puede cargar sus suministros - trataba de alcanzar la canasta, pero el omega no se lo permitía.
- No sea terca, por favor, déjeme ayudarla - le pidió y prácticamente la omega se vio obligada a aceptar.
El omega la acompañó hasta su casa, en la cual se encuentra el alfa de la omega.
- Jiminie está aquí, deja de holgazanear y ofrécele algo - la omega mayor le reprocho al hombre que estaba recostado sobre uno de los sofás individuales.
- Oh, JiMin, el omega más bello de este pueblo - el alfa se puso de pie y caminó hasta el platinado para darle una bienvenida.
- Señor Hong - el omega le devolvió el abrazo, sintiendo más de cerca el olor a tabaco y menta que tenía el señor. El aroma del alfa era uno que combinaba con el de la omega. Aquel olor a jazmines.
- Toma asiento, está vieja omega preparó un delicioso pastel de coco - el viejo alfa le levantó una ceja ante la mención del coco, a lo cual el omega sonrió.
Esa pareja conocían que su postre preferido sería todo aquel que tuviera coco.
Asintió y permitió que le entregaran una porción junto con una taza de chocolate (su bebida favorita) lo cual aceptó con muchas ansias.
Luego de pasar un rato con los lobos mayores se retiró y se dijo que era momento de ir a casa.
Regresó de nuevo por su camino pasando por la plaza y sonriendo le a todo aquel que le regalaba una sonrisa.
- JiMin, siempre es un honor olerte - Un muchacho alfa que siempre trataba de llamar su atención se acercó a él, lo cual el omega mostró cierta distancia ya que odiaba cuando los alfas se acercaban con el único propósito de tocarlo.
- Ni te atrevas Taeil - le advirtió, el alfa sonrió socarrónamente y se acercó un poco al cuello del omega para poder percibir el aroma de dulce de leche que portaba.
Ante esa acción el platinado se hizo a un lado y le lanzó una de sus miradas más juzgadoras que tenía.
El alfa solo río para luego dejar que el omega pasará.
Justo detrás de ellos un alfa había visto como ese alfa tan imbécil había tratado a ese omega. Le pareció un poco grosero, pero así como llegó ese pensamiento, así se fue. Agarro las semillas para su huerto y unos kilos de carne que había comprado para poder alejarse. Pero antes de que pudiera irse, sintió un aroma que lo alertó y que hizo que su lobo se pusiera alerta y al mismo tiempo su rabo se movía con alegría.
Bufó y siguió su camino, pues no había encontrado al dueño de aquel olor entre tantos lobos.
El omega llegó a su casa. La más grande y la única pintada de blanco. Abrió la puerta y se encontró a su padre junto a su madre en la sala.
Ingresó y dejó la bolsa repleta de coco que había comprado en la encimera de la cocina.
- El coco que está en la encimera es mío - les dijo a ambos lobos que se mantenían hablando en susurros desde la sala - ¿Papá? ¿Mamá?
Se acercó y pudo ver tanto al alfa como al omega mirándose fijamente, este último con una mirada de reproche y disgusto hacia su alfa.
- ¿Sucede algo? - preguntó y obtuvo respuesta al ver como el alfa se levantaba y se acercaba hasta él.
- JiMin, sabes que la mayor festividad de la manada se acerca, ¿verdad? - y así era, el festival de la luna de plata sería dentro de unos tres meses, festividad que celebran cada cierto tiempo para agradecerle a la madre luna.
- Sí, es mi festividad favorita, ¿cómo no me acordaría? - su sonrisa se ensanchó ante la mención de aquel suceso.
- Bueno, sabes que cada año es deber de la pareja del jefe organizarla, pero este año hemos cambiado de parecer - JiMin miro como su otro padre no parecía estar muy de acuerdo con lo que sea que esté pensando el alfa.
- Esto es ridículo - el omega se acercó a JiMin y lo abrazo por los hombros - Es mi pequeño hijo, no permitiré qué...
- Ya está hablado, EunSang - el omega asintió y bajó el rostro ante su alfa - Este año organizaras el festival.
- ¡¿Es enserio?! - JiMin miró a ambos con una sonrisa y su padre omega asintió - ¡Es increíble! ¡Tengo tantas ideas para la decoración, la comida, los juegos, la música! - parecía que saldrían estrellitas y corazones de los ojos del joven omega quien se encontraba emocionado con la idea de ser él quien organice el festival.
- Pero - se detuvo y miró a su padre quien al parecer tenía aún algo más que agregar - Sabemos que tú estás esperando por tu pareja destina, el alfa que tanto deseas y que por eso nunca has permitido que los alfas que están interesados en ser tu pareja te puedan cotejar - Tal vez el rumbo de esta conversación ya no le estaba gustando, sobre todo cuando su madre lo miraba con tanta tristeza - por lo que la finalidad de dejarte organizar este evento es solo para que puedas buscar a ese alfa, y si no lo encuentras - Ok, definitivamente ya no le gustaba mucho la idea de su padre - Te unirás a Taeil, es el mejor alfa que hay en la manada, y confío que podrá cuidarte como cuidar de esta manada. Los Moon están de acuerdo así que no hay problema con eso.
- ¿Estás hablando en serio? - el alfa asintió y por primera vez JiMin comenzaba a sentir un resentimiento hacia su padre alfa - ¿Cómo pudiste? - Sus ojos comenzaron a picar - ¡¿Cómo pudiste?! ¡Es que acaso no te importa la felicidad de tu hijo! - el rubor rojo en sus mejillas más las lágrimas bañando las, hizo que el otro omega se preocupara y que mirara con odio al alfa - No soy un omega que quiere pasar su vida siendo el trofeo de un alfa, si estoy esperando por mi alfa es porque todos los que dices tú que me quieren cortejar, simplemente lo quieren hacer para poder ser el jefe de la manada y tenerme únicamente como un sirviente y objeto sexual.
Se dio la vuelta y subió hacia su habitación dando un portazo al llegar.
El omega miraba con lágrimas en sus ojos al alfa, quien se había quedado con un semblante frío ante las palabras de su primogénito.
- Te dije que no le gustaría la idea de ser el omega de ese alfa - lo miro molesto y antes de irse empujo el pecho del más alto - Alfa idiota.
Y el alfa tal vez se arrepintió de llegar a aquel acuerdo, pero lo había hecho para que su hijo tenga un futuro por sí aquel dichoso alfa nunca aparecía.
Y he aquí el primer capítulo.
¿Qué piensan sobre el padre de Jimin?
¿Creen que es justo que lo este emparejando con alguien al cual no le agrada?
¿Qué esperan de esta historia?
Me gustaría que respondieran la primera pregunta. Bueno, nos vemos pronto con otro capítulo.
Por cierto, déjenme decirles que no creo que sea larga la historia, aproximadamente le calculo unos 10 o 15 capítulos. Pero ya veremos, no he pensado mucho cuantos escribiré.
I Purple U 💜
💙🖤🦋
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