Capítulo 8 Part.1 : Enamorándose
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El lobito blanco se recostó con sus patas traseras estiradas, sintiendo el césped en su pecho y respirando aceleradamente. Llevaban corriendo tras un cervatillo desde hace ya veinte minutos, nunca había cazado en su forma lobuna, porque según su padre eso solo lo hace el alfa de la manada. Levanto su hocico, encontrandose solo, ya que habia perdido el rastro del lobo negro que corria delante suyo.
Sentía miedo, no lo veía y no conocía tampoco en donde se encontraba. Soltó un pequeño lloriqueo y se acurruco ocultando su pequeña nariz entre sus patas delanteras.
Su pelaje ya no era tan blanco, después de todo, la tierra ya lo estaba cubriendo, aunque sea un poco.
《¿Dónde está? Necesito sentir su aroma, me estoy asustando》
Escuchó la voz entristecida de su lobo y asintió a sus palabras, apoyándolo. El tambien necesitaba sentir el aroma del lobo negro. Y aunque su lobo era el que había tomado las riendas de su aventura y JiMin no era consciente de lo que sucedía, por lo menos podía escuchar los pensamientos de su lobo.
El crujir de las hojas y ramas ocasionaron que abriera sus ojitos, justo cuando aquel lobo regresaba, levantó su mirada para encontrarse con la del alfa, y se dio cuenta que este traía un poco de sangre y jadeaba lo suficiente como para hacer escurrir la saliva de su boca. El lobo negro acerco su hocico al del omega, golpeandolo amistosamente.
JiMin miró tras el lobo y se encontró con aquel ciervo con una mordida en su cuello. Al parecer el alfa había logrado atraparlo.
El gran lobo negro se recosto tras suyo apoyo su cabeza sobre la del omega, cerrando sus ojos y sintiendo el latir del corazon de su compañero de caza. Aquellos latidos lo estaban relajando hasta el punto de querer dormir de esa manera. El lobo blanco lo acompañó también, dejando que la tranquila respiración del alfa lo envolviera, al igual que el aroma que lo estaba abrazando.
Era tanta la comodidad y plenitud que sentían ambos, se sentían llenos y conformes, sintiendo el calor del contrario. Jeon restregó su cabeza una última vez en el pelaje del lobo más pequeño para ponerse de pie y caminar hacia el ciervo para comenzar a arrastrarlo desde sus patas.
JiMin imitó su acción y lo ayudó a cargarlo, comenzando a alejarse de ese lugar y buscar las pertenencias del más alto.
No tardaron mucho más de media hora para llegar al viejo roble y encontrar todas sus cosas donde las habían dejado. Jeon dejó al omega mientras volvía a su forma humana y colocaba su ropa. Su cuerpo estaba cubierto de tierra, no quería ni imaginar como estaría JiMin si su lobo ni siquiera se ve ya tan blanco.
— Ve a ponerte tu ropa, iremos a la cabaña — le indico y sin siquiera esperar la bola de pelo se alejó para ir hacia el lugar de donde había regresado el más alto.
Se colocó su ropa y salió, dejando a la vista su rostro cubierto de tierra.
— Nunca he participado en una caza — JiMin se encontraba muy alegre, se acercó al cuerpo de quien aún desconoce su nombre — Eres increible, corres demasiado rápido y ni decir de tu talento para esto.
— Cuando creces en el bosque no es nada — respondió sin un sentimiento en su voz, simplemente siguió atando las patas de su presa para poder cargarla. JiMin miró con asombro como este realizaba tal acción.
Luego de terminar de preparar el cuerpo inerte del animal, Jeon lo colocó en su hombro en un impulso, levantándose de la tierra y encontrando al menudo chico frente suyo cargando sus cosas con una sonrisa. Bufó y se giró para regresar a su casa siendo seguido de cerca por el platinado.
Luego de unos minutos caminando en silencio, escucho la voz del más bajo a sus espaldas.
— Gracias — no respondió — sabes, seria muy lindo saber tu nombre, solo se que tu apellido es Jeon y eso gracias a la señora y el señor Hong — Jungkook recordó entonces a los viejos lobos que han velado por él desde que sus padres murieron y él se vio en la situación de vivir a las afueras de la aldea.
Sonrió y supo cómo es que el omega había dado con él. Lo pensó unos segundos, pero había decidido no hacer sufrir mucho al platinado.
— JungKook, mi nombre es JungKook — respondió, y sin mirar hacia atrás se dio cuenta que el más bajo había celebrado el que él le dijera su nombre. Acción que le provocó una sonrisa tierna en sus labios.
— JungKook, que lindo nombre tiene mi alfa — y aunque el omega había susurrado aquellas palabras, estas fueron entendibles para él.
Jeon sintió sus mejillas teñirse y lo supo por el calor que habían adquirido. Escuchar a ese omega decir que era su alfa lo había hecho sentir avergonzado, pero también orgulloso.
Siguieron caminando llegando justo a la cabaña, donde JungKook le indico a JiMin donde dejar al ciervo. Justo a un lado de las gradas del pórtico.
— Entremos para que puedas asearte — abrió la puerta invitando al omega a que entrara a esta.
JiMin con algo de pena ingresó, primero quitándose sus zapatos para no ensuciar el pulcro piso de madera que la cabaña tenía. El aroma a chocolate lo golpeó como si de un guante de box se tratara, casi lo deja inconsciente ante la intensidad en la que se sentía solo en la entrada.
El azabache se posicionó a su lado y le hizo una señal para que lo siguiera, JiMin caminaba con sigilo detrás de él, viendo la ancha espalda del alfa.
《Con ese cuerpo estaremos mucho más que seguros, JiMin》
Se sonrojo ante lo que su lobo había dicho, bajo el rostro y siguió caminando, no siendo consciente que el alfa se había detenido, por lo que chocó con los músculos de su espalda.
— Auh — se llevó una de sus manos a su frente, sintiendo el dolor que le ocasionó el choque. Kook lo miró por sobre su hombro y negó con una sonrisa al ver el sonrojo del platinado.
— Este es mi cuarto, te daré un poco de ropa y puedes usar el baño que está adentro — Vio como el pequeño omega iba a replicar, por lo que se apuro a callarlo — No quiero ninguna queja o negación a eso — le dijo y abrió, entrando primero.
Su recamara era de un color azul y gris oscuro, la cama de color negro con amohadas azules, un escritorio a un lado de la ventana y un librero que se encontraba a un lado del colchón.
Ingreso y vio como el mas alto se acercaba a el ropero de color negro que estaba a un lado de la puerta. Lo vio rebuscar entre los cajones y murmurar muy bajo mientras sacaba una que otra prenda de ropa.
— Joder, pense que tenia un chándal un poco mas pequeño — el alfa saco uno de sus chandales que para el era pequeño, pero no sabia como le quedaria a JiMin, suspiro y saco una de sus camisas con manga corta.
JiMin veía con curiosidad los movimientos del azabache, se ponía de puntillas tratando de ver lo que hacía sin acercarse a él. Kook se dio la vuelta con la ropa en sus manos viendo como el platinado se desequilibró ante la sorpresa.
Su lobo quería correr y envolver ese menudo cuerpo entre sus manos y acurrucar ese hermoso rostro en su pecho, pero se contuvo, aun era muy pronto para hacer tal acción. Aclaró su garganta y se acercó a su cuerpo para entregarle la muda de ropa.
— Yo usaré el baño de invitados — señaló fuera de su cuarto y suspiro antes de retirarse, escuchando un "gracias" por parte del platinado.
JiMin sonrió y revisó la ropa que estaba en sus manos, la llevó a su nariz y percibió el aroma a chocolate y coco en ella, sonrió e inhalo un poco más fuerte ese aroma.
JungKook bajó hasta la entrada donde habían dejado sus cosas y sacó el cambio que había pensado en ponerse luego de la caza, pero que no pudo por pena al omega. Subió de nuevo y se dio un baño rápido, quitando todo rastro de tierra de su cuerpo.
— I falling in love with you~ — cerró la llave del agua al escuchar un ruido fuera del baño, dándose cuenta que el omega que estaba en su habitación estaba cantando.
Una sonrisa involuntaria y el cerrar de sus ojos fueron acciones que hasta a él le sorprendía. Su corazón se sentía tranquilo y lleno al escuchar esa voz angelical. Las paredes de su casa eran delgadas, vivía solo, es normal que quiera escuchar los ruidos que rodean a su hogar.
Salió ya vestido escuchando todavía el cantar del más bajó; bajó a la cocina y empezó a preparar algo para beber, pero... ¿Qué es lo que le podría gustar a JiMin?
— ¿Qué es lo que le puede gustar? Vamos, Kook, piensa — se recargo sobre la encimera marmoleada de la cocina — Sabes, por lo menos deberias de decirme que prepararle, digo, como lo has reconocido como nuestro destinado creo que por lo menos tienes una idea de lo que le pueda gustar — le reclamó a su lobo, el cual desde esta mañana se encontraba un tanto eufórico pero también callado y tímido.
《Hazle chocolate con un poco de leche, y he de suponer que aun tienes de los dulces que compramos de coco en el pueblo》
Lo escucho decir, asintió y primero revisó si tenía aquel dulce de coco que comía, aunque no le gustaba mucho. Lo encontró y lo dejó sobre la isla para luego comenzar a preparar todo para el chocolate.
Al tener la mezcla de tablilla de cacao (chocolate) en el fuego, sacó dos tazas de la alacena, esperando pacientemente a que esta estuviera lista.
JiMin terminó de colocarse la camisa, viendo lo grande que le quedaba, justo al igual que el pantalón, este era muy largo y tuvo que amarrar el lazo que traía en la cintura para que este no se cayera. Se miraba un tanto gracioso ante el tamaño, literalmente lo tragaba. Estiró el cuello de la camisa y antes de salir inhalo su aroma.
Sus pies estaban descalzos, y lograba sentir el frío suelo de madera, por lo que deseaba algo caliente. Se levantó de la baranda de las escaleras y bajó, buscando a su alfa. Entró a la sala, ya que esta pegaba con las escaleras, pero no estaba ahí, por lo que olfateo y encontró el rastro de este, lo siguió y justo lo vio dándole la espalda.
Con sigilo se acercó y dudó un poco al tener frente suyo la espalda del más alto. Quería abrazarlo por la espalda, pero no sabía si sería lo correcto. Sus manos picaban por sentir aunque sea por sobre la tela el pecho fornido del alfa.
Jeon sintió la presencia del platinado tras su espalda, no quería darse la vuelta porque no quería avergonzarlo, así que se quedó vertiendo el chocolate en las tazas y mover el líquido para que estas no quedaran con grumos, fue cuando sintió un golpe en su espalda que se dio la vuelta.
JiMin se había decidido únicamente a llamar la atención del alfa y al tenerlo frente a frente sonrió y estiró sus manos a los costados, enseñándole al más alto como se veía con la ropa. Jeon lo escaneo de arriba hacia abajo y trato de evitar sonreír al ver lo tierno y pequeño que se veía.
— Me veo gracioso — sonrió en grande, dejando ver aquel diente montado que tenía. El alfa siente que en cualquier momento perdería la cordura, más cuando sentía que podía pasar toda una vida viendo al platinado usar su ropa.
《Se ve hermoso, joder quisiera cargarlo y llevarlo a la cama para acurrucarme con él y no salir de su cuello》
Escuchó a su lobo y su respiración se aceleró, vaya que le tienta la idea de hacerle caso a su lobo, pero no quería verse como un lunático, si quiere hacer las cosas bien, tiene que corregir varios errores que tuvo en un principio.
— Pareces un peluche.
El omega se cohibió y se tambaleo de un lado al otro con sus manos tras la espalda. JiMin olfateo sintiendo el aroma de chocolate caliente, miró sobre el hombro del alfa, quien se dio cuenta de lo que estaba haciendo.
— Hice chocolate y te serví un poco — le tendió una de las tazas, logrando que el omega la sujetara para luego darle un pequeño sorbo.
Sujeto su taza mientras que JiMin bebía de su chocolate y cada que sorbía un poco hacia una mueca ante la satisfacción que le daba la bebida.
— ¿Quedó bien? — Jeon bebió de su taza, esperando una respuesta.
— Está delicioso, gracias — llevo de nuevo su taza a sus labios y dio media vuelta, dejando de ver el rostro del alfa.
Les traigo doble actualizacion, en unos minutos les publico pa segunda parte. El capítulo es un tanto largo que tuve que dividirlo en dos partes.
Solo aguanten un momento.
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