Ambos omegas se encontraban esperando el regreso del alfa quien llevaba ya hora y media desde que fue a casa de los Moon.

— ¿No se ha tardado demasiado ya? — JiMin se acercó a la ventana cerca de la entrada de su casa, tratando de ver entre la oscuridad si su padre se acercaba.

— Me he comenzado a preocupar, siento como si estuviera enojado — EunSang tocó su pecho, y su marca, la cual le transmitía todo lo que sentía su alfa en esos momentos.

JiMin sentía lo mismo, al ser su padre sentía la molestia de este, pero a una escala menor que la de su padre omega.

A lo lejos de la entrada logró verla silueta de un hombre un poco musculoso y alto, que se acercaba a prisa a la entrada. Sintió el aroma de su padre y aunque este estuviera agrio salió a abrir y recibirlo, justo detrás de su padre omega.

— JiSeok — el alfa se quedó parado al sentir el cuerpo de su pareja abrazarse al suyo, suspiró pesadamente e inhalo el aroma de su omega, tratando de que su lobo pudiera calmarse — ¿Amor? — susurro sobre su cuello.

— ¿Papá? — JiMin se acercó a sus padres, llamando la atención de su padre alfa. A quien se le nubló la vista al ver a su pequeño lobezno frente suyo.

El alfa tenía su labio partido y un golpe en la mejilla izquierda, lo cual había preocupado hasta el punto de hacerlos llorar a ambos omegas.

JiSeok se separó de su omega y caminó hasta el cuerpo de su primogénito, quien lloraba al ver el rostro de su padre así.

El alfa con cuidado tomó las manos de su hijo y besó sus nudillos, sintiendo aquel pesar en su corazón.

— Lo siento, lo siento, lo siento — se abrazó al cuerpo pequeño de su hijo y lloró sobre su cuello, sintiendo el aroma de dulce de leche que este tenía.

— Papá, no — JiMin negó y lo abrazó muy fuerte, aún sin saber porque se disculpaba.

EunSang se sumó al abrazo al ver lo afectada que se encontraba su pareja.

Luego de unos minutos decidieron que era mejor que el mayor se tranquilizara un momento antes de hablar, lo cual hicieron y esperaron uno a cada lado del cuerpo del alfa. EunSang se mantenía a un lado de su alfa, curando sus heridas, las cuales el más alto de los tres se dejaba curar.

JiMin se mantenía a un lado de ellos, no queriendo que su padre volviera a llorar de la forma en la cual lo había hecho cuando regresó de la casa de los Moon.

— HyungBin no quiso que cerráramos ese acuerdo, Taeil reaccionó mal cuando dije que tu al parecer ya habías encontrado a tu alfa. Tanto que se lanzó encima mío y me propinó un golpe, por reflejo de mi lobo reaccione de la misma manera, le deje ir un golpe en el estómago y otro en la mejilla y en su ojo. HyungBin para detenerme también me golpeó rompiendo mi labio, me declaró que no le importaba la cláusula que había agregado, que no importa si tu ya habías encontrado a tu alfa, que él compromiso se llevará acabo y que Taeil será presentado como el sucesor a alfa líder de la manada de los lobos plateados.

JiMin no quería decir nada, suficiente ha tenido su padre con los golpes que ha recibido, no quería hacerlo sentir peor de lo que supone ya se siente.

— Tranquilo, papá, no te sientas mal por eso, encontraremos la manera, eres el alfa de la manada por una razón y no solo porque eres parte de la familia de quien la fundó — se arrodillo frente suyo y tomó sus manos para llamar la atención del mayor, quien asintió y besó los cabellos plateados de su hijo.

— Lo siento, mi vida, te he condenado a una carga que no merecías llevar — susurro sobre sus hebras, estrujando el corazón de su hijo, quien mordió su labio inferior para poder detener sus lágrimas.

Al día siguiente JiMin se levantó y miró el calendario que colgaba de la pared de su habitación, el dichoso día del festival está a sólo 7 días, siete días en los que buscaría la manera de romper su compromiso.

Restregó sus ojos y bajó de la cama para alistarse, los preparativos ya se encontraban listos, solo faltaba esperar a los últimos dos días para comenzar a preparar todo, tenía muchos deseos de visitar a los abuelos Hong, y contarles todo, decirles que Kook lo había aceptado como.su omega y contarles como se ha comportado con él. Después de todo, aquellos dos sabios lobos lo han ayudado a encontrarlo.

— ¡Buenos días! — Entró a la cocina y abrazó a su padre alfa para luego repetir la acción con su padre omega quien le besó la mejilla y le tendió el desayuno.

— ¿Qué harás hoy? — JiSeok le preguntó interesado de pronto en las acciones que haría ese día.

— Iré a visitar a los señores Hong, y luego no se, tal vez me dé una vuelta por la plaza con Tae, tengo que ir a ver la ropa para el festival, ya sabes la etiqueta — Sonrió — Eso, creo que es lo que haré.

Ambos mayores asintieron para luego sumergirse en la tranquilidad de su desayuno en familia.

Al terminar JiMin salió de su casa con una sonrisa en el rostro, el brillo que su rostro cargaba era de admirar por parte de los miembros de la manada, quienes le devuelven el saludo energético que el platinado les regalaba.

— JiMin — Se detuvo al escuchar su nombre, donde un alfa se acercaba a él y le sonreía — ¿Por qué está tan alegre, lobezno?

— Señor Hong, justo iba a su casa, tengo muchas cosas que contarles, ustedes más que nadie merecen saberlo, aparte de mis padres — Se agarró de su brazo y comenzaron a caminar rumbo a la casa del más mayor.

El señor Hong sonreía por el aura brillante que cargaba el platinado, le alegraba ver a su pequeño lobezno así de alegre.

Al llegar a la casa de los viejos lobos la omega se acercó a ellos mientras limpiaba sus manos en el delantal.

— Mimi, ¿que te trae por aquí? — lo abrazó sin poner sus palmas sobre el cuerpo del platinado quien solo se acercó al cuerpo de la omega y la envolvió en sus brazos.

— Quería verlos — se separó y tomó se los hombros a la mujer, quien mantenía su sonrisa — Tengo que contarles muchas cosas.

Ambos mayores asintieron, comenzando a caminar hacia la sala para poder escuchar lo que sea que el menor quería decirles.

JiMin comenzó el relato desde donde le entregó los dulces que le mencionaron eran los favoritos de Jeon, donde el alfa luego de ese día comenzó a comportarse diferente, los últimos acontecimientos de esos tres días resumidos en su sonrisa y en el relato que les contaba a los mayores.

— Entonces me dijo que agradece a la diosa luna por darle un omega como yo — bajo su rostro el cual se había puesto rojo por recordar lo que había pasado el día anterior.

— Lo sabía, JungKook y tu son destinados, lo sabía desde que eran como dos pequeños lobeznos — la omega sonrió y aplaudió luego de escuchar lo que JiMin les había dicho.

— Me alegro por ustedes, son el complemento del otro— el señor Hong sonrió palmeó suavemente el hombro del omega.

JiMin se quedó un rato más en la casa de los mayores, ayudando a la omega a preparar sus galletas de venta que tenía por el festival, entre sonrisas y tarareos el ambiente en ese hogar se había iluminado con la presencia del omega.

— Ve con cuidado, por favor — la omega sujetó las mejillas del platinado quien asintió.

Se despidió de ellos comenzando a caminar contento por llevar las galletas que le había preparado al alfa pelinegro que lo esperaba en la cabaña del bosque.

Caminó con mucha alegría y entusiasmó al saber que podría volver a ver a su alfa esta tarde.

《JiMin, rápido. Hay que ir con nuestro alfa》

El peli platinado asintió y comenzó a caminar mucho más rápido, distrayéndose en el momento en que estaba por llegar a la plaza y poder ingresar a aquella parte del bosque que ya conocía de memoria, pero un cuerpo que se plantó frente suyo no le permitieron seguir con su paso.

— ¿Por qué con tanta prisa, Minnie? — el chico frente suyo se movió nuevamente al ver como el platinado buscaba la manera de poder alejarse de ahí. No le gustó el mote que usó el alfa consigo, el único mote que le gustaba escuchar era el que su azabache le decía.

— Déjame pasar, Taeil — le pidió en súplica, pero sin mostrar que ese alfa lo ponía de los nervios.

— ¿Con que ya encontraste a tu alfa? Vaya sorpresa la que me lleve a noche, tanto que casi lloro por saber que no tendría al omega que tanto he deseado. Pero, gracias a mi padre esto quedó resuelto — se encogió de hombros e irguió quedando con su mirada baja por la diferencia de estatura entre ambos cuerpos.

— No soy, ni seré tu omega nunca, primero prefiero que la diosa luna me quite la vida a permanecer a tu lado toda la jodida vida — le gruño, siendo firme con sus palabras ante los comentarios tan insultos que había soltado el más alto frente suyo.

— No te hagas el fuerte, no eres más que un lobo tembloroso, eso se nota a miles de kilómetros — Se acercó al cuello del platinado, tomándolo de la cintura para que este no se alejara. Inhalando su aroma y pasando su lengua por su cuello lechoso, algo que asustó a JiMin, más aún al sentir los incisivos del alfa raspar la piel de su cuello, justo donde su aroma podía sentirse mas y donde debía ir la marca de su alfa.

El miedo recorrió su cuerpo, empujando el cuerpo más grande del alfa salió corriendo de ahí, adentrándose al bosque para poder ir a su lugar seguro.

《¡Alfa, alfa!》Su lobo aullaba de miedo, llamando a su alfa, buscándolo con desesperación, tratando de sentir su presencia.

JungKook se encontraba en su huerto, cortando y regando las verduras y frutas que comenzaban a brotar, todo con una sonrisa en el rostro, la cual fue borrada al sentir justamente algo estrujando su pecho. Detonando la desesperación por correr en busca de algo o alguien que lo estaba llamando.

"¡Alfa, alfa!"

Escuchó el llamado de su omega, quien pedía por él con una desesperación en su voz.

《JiMin, es nuestro omega, algo le ha sucedido》

Las palabras de su lobo solo lo alarmaron más; soltó las herramientas con las que cargaba y corrió hacia el bosque con desesperación.

Su corazón latía muy fuerte y soltó varios jadeos de miedo al sentir lo que parecía ser el miedo de su omega.

A lo lejos vio el cuerpo del platinado, quien también al notar su presencia corrió más rápido para poder llegar a su encuentro.

Jeon se detuvo y esperó a que el cuerpo de su omega se estrellara en su pecho, lo cual no tardó mucho en suceder. JiMin se aferró a su cuerpo, llorando, algo que estaba sacando de sus sentidos al alfa.

— ¿Mi luna, qué sucede? — se acercó a su cuello pero, antes de lograr inhalar su aroma fue consciente del aroma de otro alfa en el cuerpo de su lindo omega — ¿JiMin, amor dime que sucede? — soltó sin darse cuenta de sus palabras, solo quería saber qué es lo que había puesto en ese estado a su luna.

Libero muchas de sus feromonas, tratando de calmar el llanto del platinado, algo que logró en unos segundos. Sintiendo el cuerpo del omega estremecerse y hundiendo su rostro entre su pecho.

— ¿Me dirás que sucedió? — sintió al omega asentir, espero a que este saliera de su escondite para que pudiera decirle lo que sucedía.

— Taeil, él volvió a acosarme.

Y esas palabras detonaron por primera vez el lado más agresivo de su lobo, quien gruño y deseo poder sentir la sangre de aquel estúpido alfa en sus papilas.

Atrajo el cuerpo del omega al suyo y escondió su rostro, inhalando y bañando al platinado de sus feromonas.

Lamento mucho la hora en que estoy publicando esto.

Este día ha sido demasiado complicado para mi, ustedes no necesitan saberlo, pero espero puedan comprenderme.

Les estaré trayendo el próximo capitulo la próxima semana ya que no lo he terminado de escribir, pero una pregunta antes de retirarme. Sólo tienen que responder con el emoji que les dejaré abajo.

¿Quieren que en esta historia se lea un poco del celo de uno los protagonistas?

🤭 Si

🤨 No

Creo que es todo. Espero que les este gustando la historia. Nos leemos la próxima semana con otro capítulo.

I Purple U 💜

💙🦋🖤