Capitulo 5; Clases de surf
Cuando los rayos de luz entraron por la inmensa ventana de su habitación, Aurora giro hacia el otro lado de la cama. Hoy era uno de esos días, no tenia ganas de levantarse, no tenia ganas de ver a nadie, solo quería esconderse entre las sabanas y creer que todo lo que había ocurrido fue un sueño.
Pero no lo era, era real, tan real como que ella se encontraba en el mismísimo paraíso, de luna de miel, recién casada y sin su esposo. Se levanto despacio y se dirigió al baño, al mirarse al espejo sintió lastima de si misma, estaba claro que el permanecer despierta toda la noche llorando le había pasado factura. Se veía tan destruida como se sentía en esos momentos. Suspiro y se apoyo en el lavabo, anoche solo pudo pensar en Cristian, al estar en esa gigantesca cama, sola y recordar cuantas veces había soñado con las noches entre los brazos de su esposo, cuanto había deseado estar en su luna de miel.
Y ahora para su desgracia, la única imagen que irrumpía en sus pensamientos era la que pudo ver el día de su boda. Las manos de su hermana acariciando a su marido, los brazos de el rodeándola a ella, sus labios besándose, desenfrenados, llevados por la lujuria.
-¡Malditos! –golpeo las cremas que había sobre el lavabo lanzándolas al suelo –Ojala os pudráis en el infierno
Era la primera vez en su vida que realmente tenia un sentimiento tan duro, tan frío y cruel ¿Eso era el odio? Jamás pensó que pudiera odiar a alguien, pero ellos, ellos la habian destruido y ahora mismo les odiaba con todo el alma.
Regreso a la habitación y tomo el teléfono que la noche anterior había dejado sobre la mesilla, lo encendió y fue directa a la bandeja de mensajes. Necesitaba ver con sus propios ojos que Cristian seguía siendo el mismo cínico, necesitaba alimentar ese odio en lo mas profundo de su alma. Y ahí estaban, nuevos mensajes, a parte de los que aun no había leído. Concretamente 15 mensajes ¿En un día?
Amor mío por favor no me castigues mas, no sabes cuanto estoy sufriendo sin tenerte a mi lado Te necesito, eres todo lo que deseo Tu y solo tu Regresa a casa, regresa conmigo
Aurora por favor habla conmigo, necesitamos hablar, seré todo lo sincero que quieras contigo pero no me hagas esto Te quiero
Eres el amor de mi vida y ahora que te tengo lejos, que siento que puedo perderte se que estuve muy equivocado Déjame verte, compensarte por mis errores, déjame hacerte feliz, junto a mi
Al menos contéstame, dime algo Necesito saber que estas bien, que estas sana y salva Por favor
¿Compensarla por sus errores? ¿Hacerla feliz? ¿De verdad ese imbecil pensaba que podía hacerla feliz después de todo esto?
-Quieres una respuesta –Tecleo en el teléfono rápidamente –Esto es todo lo que mereces
Cabron
Y lo envió rápidamente antes de que pudiera arrepentirse, después volvió a apagar el teléfono y lo dejo donde estaba. Volvió al baño y se enjuago la cara, no mas lagrimas, no mas sufrimientos, no por el, no por un hombre.
-No por los hombres –dejo la toalla junto al lavabo y se miro fijamente al espejo –Odio a los hombres
Unos golpes en la puerta de su habitación la sorprendieron, camino hacia ella y la abrió para encontrarse con una sonriente Abigail en biquini
-Hola –Abi frunció el ceño al verla -¿Estas bien?
-Todo lo bien que puede estar una mujer que es engañada por su marido durante cinco meses en los que se acuesta con su hermana –Aurora dejo la puerta abierta y camino hacia la cama para sentarse -No, no estoy bien
-¿Quieres hablar? –Abi cerro después de entrar y se paro ante ella –Soy buena escuchando
-No, gracias –Ella suspiro –Quiero olvidar
-Bien, para eso soy aun mejo –sonrió abiertamente –Busca un buen biquini y vamos a la playa, con un poco de suerte podremos dar clases de Surf
-¿Surf? –Aurora la observo sorprendida –Yo no se hacer surf
-Yo tampoco –se encogió de hombros -¿Y?
Media hora mas tarde ambas estaban recostadas en las tumbonas de la playa, charlando animadamente mientras tomaban un Daikiri
-Uoo –Mario se paro ante ellas levantando las manos –Estas armada, vengo en son de paz
-Deja de hacer el tonto –Abi aguanto la risa observando la mirada envenenada que Aurora le dedico
-Buenas –Darío se acerco a ellas y le quito la copa a Abi para dar un sorbo –Deliciosa
-Tu no vas a compartir la tuya ¿verdad? –Mario observo a Aurora con una sonrisa ladeada en el rostro y levantando una ceja
-Prueba a acercarte y veras –Ella sonrió falsamente y le mostró la copa
-No gracias, aquí estoy bien –el señalo la arena –A salvo
-Tengo buena puntería –Sin saber porque le siguió el juego
-Bueno interrumpiendo la guerra de palabras –Darío sonrió y fijo la vista en ambas -¿Queréis hacer un poco de surf?
-Me encajara aprender –Abi se levanto de la tumbona rápidamente
-Yo paso gracias –Aurora miro la tabla que estaba clavada en la arena –No me subo a un chisme de esos ni loca
-¿Tienes miedo? –Mario la miro sonriente -¿No te sientes tan segura sin una bebida entre tus manos?
-Olvídame –Aurora le ignoro y se puso sus gafas de sol dejándose caer hacia atrás De momento la sombra la baño, algo le impedía el sol, mas bien alguien –Sigo teniendo una copa en mi mano
-Cobarde –Mario se encogió de hombros y camino hacia su tabla de surf
-¡¿Qué has dicho?! –ella se incorporo en la tumbona dejando la copa en la mesa
-Lo que has oído –el se paro junto a la tabla mirándola –Eres una niña mimada y cobardica
-Retira eso –Aurora camino hacia el y se paro muy cerca -¿No me has oído?
-Lo haré en cuanto me demuestres que estoy equivocado –El coloco la tabla frente a ella y sonrió -¿Surf?
-Surf –Decidida ella asintió ¿Cobarde? Ella no le tenia miedo a nada ni nadie y menos a un hombre. A un imbecil como este. Ninguno se había dado cuenta que Abi y Darío se habian marchado hace rato hacia el agua -Vamos –Aurora camino hacia el agua convencida y el la tomo de la muñeca
-Aun no –Mario sonrió –Antes tienes que aprender la postura
-Esta bien –se paro en la arena mojada cruzando los brazos -¿Y como are eso?
-Ven –la tomo de la mano y tiro de ella subiéndola en la tabla, que había dejado minutos antes en el suelo -Sitúa los pies así –coloco las manos entre sus rodillas y las separo indicando la posición –ahora agáchate un poco –rió al ver como ella quedo
-¿Te vas a reír de mi? –Aurora intento bajarse de la tabla pero el se lo impido
-Espera –Mario negó con la cabeza, volvió a ponerla en la posición de antes y colocando una mano en su vientre y otra en su espalda la guió –Así ¿ves? –le hablo al oído mientras sonreía –Esta es la postura
-Aprovechas mucho tus clases de surf ¿no? –le miro de reojo, hacia un rato que ya tenia la postura sin embargo el mantenía la mano en su vientre y había comenzado a acariciárselo
-Es por ayudarte –sonriendo el subió un pie a la tabla – no pierdas la estabilidad –impulso la tabla haciéndola moverse por la orilla y se subió totalmente tras ella pegando sus cuerpos -Así, muy bien
-Ya –Aurora contuvo el aliento ¿Tenia que estar tan cerca? La tabla se movía por la orilla y el balanceó de la olas hacia que su trasero chocara contra una parte de la anatomía de el que prefería tener lejos. Y encima su bien formado pecho estaba pegado a su espalda.
-Me gusta este biquini –Mario bajo la mano del vientre de ella al filo de la parte inferior del biquini –Muy sexy
-Quítame tus manos de encima –nerviosa ella se agito entre sus brazos y golpeo su mano bruscamente.
-Como quieras –sin dejar de sonreír la soltó y ella se balanceo hacia delante, moviendo las manos para tratar de equilibrar el peso y no caer
-¡Ayúdame! –se encontraba de pie sobre la tabla, incorporada hacia delante como alguien que espera una patada en el trasero. Claro que no era su trasero lo que podía acabar mal si caía, su cara se llevaría la peor parte.
-Encantado –Y satisfecho Mario alargo los brazos y la tomo por la cintura, situación aun peor. Ella incorporada hacia delante y el sujetándola por la cintura, parado tras ella y con su entrepierna bastante cerca del trasero. Mario fijo la vista en su culo –Bonitas vistas
-¡Cerdo! –Aurora se incorporo bruscamente impulsándose hacia atrás, cosa que el no esperaba y no tubo tiempo de reaccionar. Cayeron de la tabla sobre la arena y el poco agua que había, el sentado en el suelo y ella sobre el.
-¿Estas bien? –La sujeto por la cintura aguantando la risa, era la primera vez que una clase le parecía tan divertida
-¡No me toques! –ella se libero de sus manos y se levanto como pudo, le echo una mirada envenenada y se alejo rápidamente
-¡Pero no te enfades! –Mario se levanto rápidamente del agua, cogio su tabla y la siguió sonriendo –Las caídas forman parte de la clase
-¿Y el tonteo tambien? –Aurora le observo fijamente
-Eso depende de la chica –Mario rió divertido, su sonrisa se borro cuando la vio avanzar hacia el con la copa en su mano -¡Eh! ¡Vale! ¡Vale! –se alejo corriendo hacia el agua
-Idiota –Aurora le miro mientras entraba al agua con la tabla Un idiota guapo, tenia que admitirlo. El chico tenia un cuerpo escultural, bien cuidado y definido y su cara tampoco estaba mal -¿Pero que estas diciendo? –se obligo a volver a la realidad HOMBRE, esa era la peor parte, fuera los hombres.
VAYA DIITA JEJE, CARGADITO ¿NO? PARECE QUE MARIO PIENSA DIVERTIRSE A COSTA DE AURORA, PERO A ELLA NO ES QUE LE MOLESTE MUCHO, SOLO HAY UN PROBLEMA, CRISTIAN, EL SIGUE INSISTIENDO Y SEGUIRA LA AVENTURA DE SU LUNA DE MIEL NO HA HECHO MAS QUE EMPEZAR Y LAS COMPLICACIONES TAMBIEN LLEGARAN ESPERO QUE OS GUSTARA EL CAPITULO APROVECHO PARA DECIROS QUE TENGO UNA NUEVA HISTORIA PUBLICADA; La Patrona, UNA MUJER QUE NADIE CONSEGUIRA DOBLEGAR, DISPUESTA A MANDAR Y SER DUEÑA DE TODO Y TODOS PERO HAY ALGUIEN QUE NO CEDERA ANTE SU PODER ¿QUIZAS SI ANTE SU BELLEZA?
OS DEJO UNA FOTO DE AURORA CON EL BIQUIN
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