-¿Estas bien? –Mario miro a Aurora de reojo

-Si –ella trago saliva.  No, no lo estaba.   Tenia demasiadas cosas en su cabeza 

Habian llegado anoche y en unos minutos estarían en la sala de reuniones, para al fin dejar todo lo del divorcio dispuesto.   Hacia un mes desde que Aurora estaba en las Fiji, viviendo con Mario.  La escuela estaba prácticamente lista y en unas semanas podría comenzar a funcionar

Las puertas del ascensor se abrieron y los dos salieron fijando la vista frente a ellos, donde se encontraban, Cristian y su abogado, su madre y su hermana 

-Aurora –Agnes miro a su hija con el ceño fruncido

-¿Qué hace el aquí? –Cristian miro a Mario con desprecio

-Es mi abogado –sonrió al notar la sorpresa de todos  Nadie esperaba que el surfero de Las Fiji fuera abogado

-¿Abogado? –Bárbara cerro la boca al notar como Cristian la miraba

-Entonces la reunión puede comenzar –El abogado de Cristian señalo la puerta para que todos entraran

Y de nuevo Cristian ponía impedimentos para el divorcio, a pesar de que los papeles estaban listos, a pesar de que ella mostró pruebas de la infidelidad de el.   El muy despreciable alego que la aventura se había terminado, que ni siquiera el día de la boda paso nada  y que era Aurora la que había sido infiel.   Mario contuvo las ganas de golpearlo y supo que tendría que recurrir a su armas.  Tenían testigos de cómo había quedado Aurora después de que el tratara de abusar de ella  Pero cuando estaba a punto de abrir la  boca Bárbara se adelanto

-No es cierto –Bárbara miro al juez que estaba ante ellos –Seguimos acostándonos

-Cállate –Cristian la miro furioso

-Seguimos viéndonos después de que mi hermana se fuera –fijo la vista en Aurora, para su sorpresa la miraba sorprendida, no había rastro de tristeza –Incluso en el hotel, cuando fuimos a buscarla

-¡He dicho que te calles! –Cristian se levanto furioso y el abogado le tomo del brazo para calmarle

-Señores –El juez le miro serio –Siéntense por favor –y de nuevo todo quedo en silencio y cada uno en su sitio –Esta bien, no necesito mas datos –el juez miro los documentos que tenia sobre su mesa –El divorcio Express da a curso

-No –Cristian apretó la manos sobre la mesa, el juez se levanto y salio de allí

-Tenemos que irnos –Mario se levanto y tendió la mano a Aurora que la agarro con fuerza –No debemos perder el avión

-¡¿Dónde te crees que vas?! –Cristian salto de su asiento -¡Me has quitado a mi mujer!

-Nunca fue tu mujer –Mario lo miro de reojo, después tiro de Aurora sacándola de aquella sala

-Hija –Agnes les siguió, ambos se pararon y la miraron –Te quiero –abrazo a su hija y después miro a Mario –Cuídala

-Por supuesto –Mario asintió

Aurora observo a su hermana, que la miraba alejada y camino hacia ella despacio.  No entendía porque había hablado y quería saberlo

-¿Por qué? –Se paro ante ella mirándola a los ojos

-De los errores se aprende –Bárbara le sostuvo la mirada

-Tenemos que irnos –Mario agarro a Aurora de la cintura

Juntos se dirigieron al hotel, arreglaron las maletas y se dirigieron al aeropuerto. Tal y como Aurora esperaba Fátima les esperaba allí.   Mientras Cristian facturaba las maletas su amiga la abrazo eufórica

-¡Es genial! ¡Genial! –se aparto y miro a Aurora con una sonrisa -¿Se lo has dicho?

-Aun no –Aurora se mordió el labio nerviosa

-¿Y a que esperas? –Fátima negó con la cabeza –Bueno al menos soy la primera en darte un regalito

-¿Lista? –Mario se paro ante ellas, frunció el ceño al ver como Aurora se movía nerviosa -¿Todo bien?

-Si –las dos contestaron al mismo tiempo

-Ya veo –frunció el ceño

-Espero que te portes bien con ella –Fátima desvió la atención de el

-No lo dudes –sonrió y volvió a mirar a la mujer que le había robado el corazón

Una vez en el avión Mario supo que había algo que preocupaba a Aurora, algo que la tenia nerviosa.  Y por alguna razón no se atrevía a decírselo.  Llevaban media hora de vuelo y ella no paraba de removerse incomoda en el sillón, entonces el tomo la mano de ella y la llevo a su boca para depositar un suave beso

-Todo esta listo –sonrió –Pronto estarás divorciada

-Si –Aurora sonrió, o al menos lo intento –Tengo que ir al baño

Y bajo la atenta mirada de Mario Aurora se levanto de su asiento y camino por el pasillo del avión hasta el baño.  Una vez dentro cerro la puerta y se apoyo en ella, respiro profundamente tratando de tranquilizarse  ¿Cómo se lo tomaría? ¿Y si le parecía demasiado pronto? Ella aun no estaba divorciada.  Se apoyo en el lavabo y miro su reflejo en el espejo ¿Cómo habian cambiado las cosas tanto?  De repente unos golpes en la puerta la sobresaltaron, se giro y la abrió despacio

-¿Qué haces? –Fue empujada por el cuerpo de Mario, que cerro la puerta tras entrar

-¿Tu que crees? –el la miro con una ceja levantada

-No estas hablando en serio –Aurora no era capaz de pensar con claridad  Tenia el cuerpo de el pegado al suyo, sus labios demasiado cerca y entonces Mario la beso con fuerza –O si

-Siempre hablo en serio cuando se trata de ti –el recorrió el cuerpo de ella con sus manos haciendo que se estremeciera, mientras no dejaba de besarla  Por su lado Aurora apoyo las manos en su pecho y se dejo llevar –Pero me temo que no podré dedicarte todo el tiempo que quiero –se aparto y la giro dejándola frente al lavabo, apoyada en el y mirándose en el espejo, le susurro al oído –No queremos que nos pillen ¿Verdad?

-Deja de hablar –Aurora gimió mientras notaba como las manos de el levantaban su vestido, para pararse en sus nalgas

-Como tu ordenes –con una sonrisa Mario comenzó a besarle el cuello

Aurora no era capaz de pensar con claridad ¿Qué era lo que le hacia ese hombre? ¿Cómo había llegado a estar encerrada en el baño de un avión haciéndolo con el? Ella la Aurora tan integral, la Aurora tan puritana.  Entonces sintió como Mario entraba en ella y supo el porque ¡Porque esa Aurora ya no existía! ¡Porque ella lo amaba! ¡Lo quería!

 Se mordió el labio tratando de contener los gritos mientras el no dejaba de mordisquear y besar su cuello, mantenía las manos en la cintura de ella y la embestía con fuerza

-Mario –Aurora se agarro con fuerza al lavabo, abrió los ojos y vio como el la miraba a trabes del espejo

-Dios –el coloco las manos sobre las de ella, juntos gimieron al sentir como se liberaban, entonces el la miro con intensidad –Cásate conmigo

Y Aurora pensó que se había vuelto loca ¿Casarse? ¿Matrimonio? Acababa de divorciarse y el le pedía matrimonio

-Si –y la respuesta salio de sus labios automáticamente, se giro hacia el y le miro directamente a los ojos –Si

Y fundieron sus labios en un beso, un romántico y lento beso que fue interrumpido por unos golpes en la puerta.   Ambos se apartaron y se arreglaron la ropa, Mario la tomo de la mano y abrió la puerta encontrándose con una azafata que lo miraba con los ojos entornados.  Aguantando la risa, guió a Aurora por el avión hasta llegar a sus lugares

Una vez sentados ella se quedo pensativa, acababa de decir que se casaría con el . Sintió como Mario acariciaba su mano y después algo se deslizaba por su dedo, bajo la vista y se encontró con un hermoso anillo.  Cuando se fijo en el, la estaba mirando con una sonrisa, feliz, feliz como ella lo estaba

Entonces Aurora supo que era el momento, trago saliva despacio y lo miro a los ojos

-Tardaremos tiempo en poder casarnos –Aurora respiro profundamente

-El divorcio tardara como mucho tres meses –El sonrió –No es tanto

-No me refiero a eso –Aurora frunció el ceño, cuatro meses –Me gustaría casarme estando delgada

-¿Cómo? –El la miro confundido

Aurora no respondió, metió la mano en su bolso y saco una cajita verde, después se la dio a el .  Mario la abrió despacio y primero frunció el ceño, después sus ojos se abrieron con sorpresa y la miro a ella  

-Me lo ha regalado Fátima –Aurora miro el chupete que estaba en el interior de la caja, sonrió –Aun es pronto, solo estoy de un mes

-Un mes –Mario sonrió –Voy a ser padre

-Si –Aurora sonrió –Vamos a ser padres

-Te quiero –Mario la abrazo con fuerza y volvió a besarla, esta vez con delicadeza  Poso la mano sobre el vientre de ella y la miro a los ojos –Esperaremos a que nazca para casarnos ¿Te parece bien?

-Yo solo quiero estar a tu lado –Aurora sonrió –No me importa casarme antes o después

Algo que jamás pensó que diría

Aurora de Messia, la mujer integra que se había mantenido virgen hasta el matrimonio y que ahora estaba en un avión, rumbo al paraíso, con su amante, con el divorcio en curso y embarazada

había recibido una proposición de matrimonio en el baño de un avión, ¿romántico? ¿Cómo siempre soñó? No, sin embargo, no imaginaba proposición mas magnifica que esa.  Era feliz, ahora era feliz  

Había conocido al hombre de su vida en su Luna de Miel, ahora se divorciaba de su marido  y regresaba al paraíso.  Ahora comenzaba su vida, su vida feliz

 FIN

AQUI EL FINAL DE LA HISTORIA, POR SUPUESTO SUBIRE UN EPILOGO, A MAS TARDAR MAÑANA LO PROMETO   ¿SORPRENDIDOS CON LA PROPOSICION? DESDE LUEGO NO FUE CORRIENTE

  ESCRIBI LA HISTORIA DE LUNA DE MIEL PARA DEMOSTRAR QUE NO SIEMPRE LO QUE SOÑAMOS, LO QUE PLANEAMOS ES LO QUE PUEDE HACERNOS FELICES

  AURORA TENIA CLARA COMO SERIA SU VIDA, SE CASABA VIRGEN, DESPUES SE ENTREGARIA A SU ESPOSO Y TENDRIAN HIJOS JUNTOS  ¿Y COMO ACABO? DIVORCIADA Y EMBARAZADA DE SU AMANTE; EN UN AVION DIRECCION A UNA NUEVA VIDA   ¿Y ES FELIZ? MAS DE LO QUE JAMAS FUE     OS DEJO UNA FOTO DEL ANILLO DE COMPROMISO