-¿Estas segura hija? –El cura observo a Aurora con tristeza

-Nunca he estado mas segura de algo padre –Aurora asintió

-Bien, enviare los papeles al Obispado –Suspiro -¿Has hablado con Cristian?

-Padre entiendo que para usted no sea agradable deshacer una boda que usted oficio pero no hay otra solución –Aurora le miro a la cara –Es lo que quiero, lo que necesito

-Entiendo –el se la miro con tristeza –Y lamento que esto acabe así ¿Cuándo piensas decírselo a tu marido? –trago saliva al ver la cara de ella –Quiero decir a Cristian

-Hablare con el esta noche –Por primera vez sonrió, no con una sonrisa de felicidad, sino con maldad.  Algo que jamás pensó que ella tendría, pero si la tenia, muy dentro de su ser

-Ahora si pareces la Aurora que conocemos –Fátima miro a su amiga de arriba abajo con una sonrisa, se fijo en su cara –Aunque tus ojos no son los mismos

-Claro que no –Aurora se coloco los pendientes –Ahora ya no soy tan imbecil

Ambas bajaron las escaleras de la casa y se encontraron con Bárbara, que las miro con el ceño fruncido

-¿Vais a salir? –Miro a su hermana con desden

-Si –Fátima le sonrió falsamente –Vamos al cumpleaños de Christopher

-¿Cómo? –Los ojos de Bárbara se abrieron de par en par –Es una broma ¿no?

-No –Aurora miro a su hermana fríamente –No es una broma

-Aurora –Agnes permanecía en la puerta de la sala mirando a su hija con el ceño fruncido –No tienes que ir –suspiro –Yo debo asistir pero tu no estas obligada

-Quiero ir madre –Aurora sonrió –Quiero estar allí

Aurora insitito en ir en el auto con su amiga, sabia que compartir el transporte con su hermana no era una opción.  No si quería llegar arreglada, solo de verla cerca tenia unas inmensas ganas de agarrarla de los pelos y limpiar con ella toda la calle

Al llegar a la gran mansión de Los Montiel, Aurora sintió que sus fuerzas flaqueaban, pero su amiga le apretó fuertemente el brazo y supo que al menos ella la apoyaba

-¿Aurora? –Christopher la observo sorprendido -¿Estas aquí?

-Feliz cumpleaños Christopher –se acerco y le dio dos besos –Parece que no te alegras de verme

-No, todo lo contrario –el parpadeo –Es que después de lo que paso –suspiro –no se como pedirte disculpas

-Tu no tienes que disculparte por nada –Aurora fue directa –No es culpa tuya tener un hijo despreciable, desgraciadamente no se puede elegir

-Pareces distinta –El la observo sorprendido

-Soy distinta –Ella le sonrió –Bueno, con tu permiso voy a saludar a los demás

Y junto con su amiga caminaron por el jardin dirección a la barra para coger una copa, Fátima se dio cuenta de que Cristian acababa de verlas.  Parecía sorprendido y al mismo tiempo satisfecho

-Viene hacia aquí –Fátima miro a su amiga de reojo

-Entonces ya sabes que tienes que hacer –Aurora bebió un sorbo de su copa

-Ten cuidado –Fátima se alejo dejándola sola y pronto Cristian se paro en el lugar en el que ella estaba

-Aurora, me alegra que hayas venido –La miraba ilusionado –Estas preciosa

-Yo tambien me alegro de estar aquí –Ella no le miro

-¿Podemos hablar? –se acerco despacio hasta colocarse a su lado

-Claro –entonces le miro y sonrió –Para eso he venido

-Al fin, has recapacitado –Cristian suspiro tranquilo –Gracias a Díos

-Si he recapacitado –Aurora levanto la copa hacia el –Pero no gracias a Díos sino a ti

-¿a mi? –El frunció el ceño –No te entiendo

-Lo harás enseguida –observo como su amiga se acercaba con el hombre que ella necesitaba –Los papeles de la anulación matrimonial ya estan de camino al Obispado, esta mañana lo deje todo listo –sonrió al ver como el se ponía tenso

-Buenas noches –Jake Altrover, abogado se paro ante ellos -¿Me buscabas Aurora?

-Lo cierto es que si –Ella le sonrió –Quiero que arregles cuanto antes los papeles de mi divorcio

-¿Cómo? –El abrió los ojos sorprendido y miro a Cristian que permanecía como una estatua

-¿Lo estas diciendo en serio? –Al fin reacciono y miro a la que era su mujer con una mezcla de rabia y odio -¿No tendrías que hablar esto conmigo en privado antes de comenzar el papeleo?

-¿Hablaste tu conmigo antes de follarte a mi hermana? –Y ante aquella pregunta el abogado se atraganto con la bebida y tuvo que toser, Cristian apretó los puños furiosos y Fátima aguanto la risa –Quizás si me hubieras pedido que no me acercara a la sala de los regalos el día de nuestra boda porque ibas a tirarte a mi hermana todo habría sido mas fácil ¿Tu crees? –Aurora se quedo pensativa –No, yo creo que no

-Esta no es la forma Aurora –Cristian la tomo del brazo fuertemente

-Ten cuidado con lo que haces –Aurora entrecerró los ojos –Estamos rodeados de miles de personas  ¿Quieres que todos sepan lo que ocurre?

-No te atreverás –El la soltó y la miro a los ojos triunfal

-Observa –Aurora le dio la copa a su amiga y se alejo caminando.El la miro sorprendido cuando camino hacia el pequeño escenario y pidió a los músicos que dejaran de tocar, cogio el micrófono y sonrió –Señoras y señores disculpen la interrupción pero tengo algo que anunciar –miro a Christopher –En primer lugar mis disculpas al anfitrión, no me gusta arruinar fiestas, claro que esto a su hijo se le da muy bien –miro a Cristian y todas las miradas se centraron en el –Quiero que todos sepan que ahora mismo acabo de pedirle el divorcio a mi marido y que la anulación matrimonial esta en curso –los susurros de escándalo sonaron en todo el jardin –Pero no quiero que la fiesta decaiga, hay mucho que celebrar y yo propongo un brindis –Tomo la copa de una bandeja y la levanto ante todos –Por Cristian Montiel y por Bárbara Messia, mi hermana.  Para que ahora puedan acostarse con total libertad sin tener que esconderse –alzo la copa y dio un sorbo, después bajo del pequeño escenario y camino por el jardin dirección a la salida

La fiesta había acabado, o eso pensaba ella

-¡¿Qué te crees que estas haciendo?! –Bárbara la agarro del brazo justo ante el auto -¡¿Cómo pudiste decir eso ante toda esa gente?

-¿A caso mentí? –Aurora la miro con una sonrisa

-¿Nos vamos? –Fátima se paro ante ambas feliz

-Si, no tengo nada mas que hacer aquí –Aurora libro su agarre, pero su hermana volvió a tomarla del otro brazo

-Esto no quedara así –Bárbara apretó los dientes –Te voy a dar lo que mereces

-Suéltame Bárbara –Aurora entrecerró los ojos –O seré yo la que te de la paliza que te mereces

-Parece que ese lugar te ha cambiado –Bárbara soltó a su hermana -¿O quizás fue el surfero? –sonrió –La verdad es que el chico estaba bien bueno –se mordió el labio –aun estoy sopesando la idea de volver de vacaciones  Solo por el claro

-A Mario no le van las mujeres como tu –Aurora sonrió –Las zorras no son su estilo

-Bueno eso ya lo comprobare yo –Bárbara se giro para marcharse, pero no pudo.  Para su sorpresa su hermana la había agarrado de los pelos y tiro de ella hacia atrás

-Voy a advertirte una cosa, Barbi –Recalco el nombre –Me quitaste a mi marido, pero eso debo agradecértelo, porque sois tal para cual –tiro mas del pelo de su hermana y la obligo a mirarla a la cara –Pero a Mario no te acerques, porque te aseguro que te arrancare los ojos si tan solo se te ocurre mirarle –la soltó bruscamente –Hay una cosa que si he aprendido –se giro hacia el coche –A merendarme a las zorras como tu

 SE QUE TARDE MUCHO EN SUBIR EL CAPITULO, PERO YA COMENCE LA UNIVERSIDAD Y CADA VEZ DISPONGO DE MENOS TIEMPO; ESPERO QUE ENTENDAIS MI SITUACION Y QUE PARA MI LOS ESTUDIOS SON LO PRIMERO  POR SUPUESTO NO ME OLVIDO DE VOSOTROS Y MENOS DE LOS LIBROS; SIEMPRE TRATARE DE ACTUALIZAR LO MAS PRONTO QUE PUEDA   AL MENOS ESPERO QUE EL CAPITULO OS GUSTARA Y VALIERA LA PENA LA ESPERA 

  OS DEJO UNA FOTO DE AURORA CON EL VESTIDO PARA LA FIESTA

 APROVECHO PARA RECORDAROS QUE ESTOY ESCRIBIENDO OTRAS DOS HISTORIAS; La Doña y Los Ojos De La Venganza