Se paro ante aquella casa en la que había vivido tan buenos momentos y sintió que era la mujer mas desdichada de este mundo.  Toco el timbre varias veces, pero nadie abría

-Aurora –Al oír la voz tras ella se giro y le vio  Ahí estaba, el hombre mas perfecto que había conocido, en bañador y con su tabla de surf en la mano

-Mario –camino hacia el –Yo, venia a despedirme

-Lo se –el la miro a los ojos

-Yo –sintió que un nudo se hacia en su garganta –Yo no se que decir

-Yo si –El soltó la tabla y tomándola de la barbilla acerco su rostro y deposito un calido beso en sus labios –Estaré aquí –la miro a los ojos –Encuentra tu lugar –acaricio su mejilla –Yo estaré esperando

-Te quiero Mario –Aurora le mantuvo la mirada

-Y yo a ti, preciosa –sonrió débilmente y volvió a besarla

Cuando Aurora regreso al Hotel su madre y Abi la esperaban con las maletas

-¡Aquí estas –Abi corrió hacia ella y la abrazo  De repente comenzó a llorar

-No llores –Aurora se alejo par mirarla a la cara

-Te voy a echar tanto de menos –Abi hablaba con la respiración acelerada –Esto no será lo mismo sin ti

-Yo tambien te echare de menos –Aurora la abrazo con cariño –Cuídate

-Tu tambien –Abi sonrió –Y no dudes en darle a su hermana lo que se busque y cuidado con ese idiota

-No te preocupes –ella se alejo y asintió –Aprendí la lección

-Tenemos que irnos –Agnes miraba el taxi que las esperaba en la puerta

-Adiós amiga –Abi suspiro –Ten cuidado

-Te llamare –Aurora la miro por ultima vez y camino hacia el taxi junto a su madre

Desde la ventanilla del avión Aurora observo el paraíso que le había dado tanta felicidad, el lugar y las personas que habian logrado curar sus heridas.  Y algo dentro de ella se oscureció, sentía que las necesitaba, que necesitaba ese lugar.  Pero había algo que tambien sabia, tenia que volver y arreglar todo.  Tomar las riendas de su vida y demostrarle a Cristian que no tendría oportunidad de volver a lastimarla, ella decidía

-¿Estas bien? –Agnes poso una mano sobre la de su hija

-Si –Aurora la retiro rápidamente, la miro –Dime una cosa ¿Piensas que Bárbara le quiere?

-Si –Agnes suspiro –Creo que se enamoro de el y ese es su castigo

-Me cuesta creerlo –Aurora frunció el ceño –Solo se quiere a si misma

-¿Tu quieres a ese chico? –Agnes la observo atenta –El surfero

-Mario –dijo su nombre para que supiera lo importante que era –Si, le quiero, como nunca quise a nadie, como nunca creí que podría querer a alguien

-¿Vas a volver? –Agnes sonó triste

-Tengo que encontrar mi sitio –Aurora se quedo pensativa.  Su sitio, su lugar  ¿Seria el pasado? Ahora mismo su prioridad era su matrimonio, acabar con el.   Y comenzaría por pedir la anulación matrimonial, después de todo el matrimonio no había sido consumado y había adulterio de por medio 

Cuando madre e hija se pararon ante la puerta de la casa con las maletas, Aurora sintió que se estaba equivocando  ¿De verdad tenia que volver para arreglar las cosas?   Y al abrirse la puerta supo que si, tenia que enfrentar la situación

Cristian estaba parado ante la escalera, Bárbara sentada en ella y al otro lado Fátima, su amiga

-¡Aurora! –Fátima salio corriendo hacia ella y la abrazo -¡Estas increíble! ¡Estas tan cambiada! –la miro de arriba abajo -¿Ese modelito?

-Fátima –Su amiga no había cambiado, no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro pero pronto se borro al ver como Cristian caminaba hacia ella –No te acerques, nunca –Lo miro a los ojos –Solo he vuelto para poder deshacerme de ti de una vez por toda

-Y la gata se afilo las uñas –Bárbara sonrió desde la escalera

-Tu cierra la boca –Miro a su hermana con desprecio –No me busques porque te aseguro que lo que Abi te dio será poco comparado con lo que yo te haré

-Aurora por favor –Agnes suspiro –Bárbara retírate –miro a Cristian –Tu vete de mi casa

-Quiero hablar con mi esposa –Cristian miro a Aurora

-Yo no veo por aquí a tu esposa –Aurora miro a su alrededor –Solo veo a tu amante

-Basta –Agnes abrió la puerta –Esta es mi casa, vete Cristian  Por favor

-Bien –El apretó la mandíbula y camino hacia la puerta

-¿Su amante? –Fátima miraba a todos sin entender nada

-Si ¿No lo sabias? –Aurora sonrió y miro a su hermana –Mi dulce hermana se estaba tirando a mi marido

-¿Cómo dices? –Fátima miro a Bárbara sorprendida

-Si, llevaban cinco meses follando como perros –Aurora negó con la cabeza –Y la muy estupida pensó que ese idiota se iría con ella y solo la usaba.  Como a una zorra mientras arreglaba todo para casarse conmigo

-¡Cállate! –Bárbara se levanto de un salto

-¡No me da la gana! –Aurora miro a su hermana con rabia -¡Tu te follaste a mi marido, así que ahora yo me encargare de que sepan la verdad!

-No te atreverás –Bárbara la miro a los ojos –Te humillaras

-¿Yo? –Aurora sonrió –No hermana, aquí la humillada eres tu.  La zorra que se a estado acostando con e marido de su propia hermana  -miro la puerta –Y ese desgraciado, el que a estado jugando con las dos hermanas –respiro aire profundamente –Yo podré ser de todo, la que da lastima, de la que sientan pena, la despechada, pero no la humillada. De mi se compadecerán pero de ustedes, a ustedes les despreciaran, les criticaran, les insultaran.  Tu y tu amante seréis  humillados y yo estaré ahí para verlo

-Tu no eres así –Bárbara frunció el ceño

-Te equivocas, ahora esta soy yo –Aurora sonrió –Vosotros me convertisteis en la mujer que tienes ante ti  Supongo que por eso debo darte las gracias

-Bárbara –Agnes camino hacia su hija y la tomo del brazo –Tenemos que hablar

-¿Qué ha sido todo eso? –Fátima miro a su amiga preocupada cuando la madre y la hermana salieron de la sala

-Esto es mi vida –Aurora suspiro –Vamos a mi habitación, hay mucho que contarte

Una vez en su habitación Aurora contó a su amiga todo lo ocurrido el día de su boda, como se había marchado corriendo y como había vivido su luna de miel.  Su luna de miel con otro hombre que había conquistado su corazón

-Mario –Fátima repitió su nombre sorprendida -¿Y que haces aquí?

-No lo se –Aurora suspiro –Tengo que arreglar todo, aclarar mis ideas  Quiero encontrar mi sitio

-Definitivamente no eres la misma que se fue –Fátima le sonrió

-No podría serlo –Aurora se quedo pensativa –después de todo lo que ha pasado

-Entiendo –ella asintió triste –¿Cómo pudo Bárbara hacerte eso? ¿Ni siquiera se arrepiente?

-¿Tu ves algo de arrepentimiento en ella? –Aurora miro a su amiga con una ceja levantada –Empiezo a pensar que esta situación la divierte, como si realmente quisiera hacerme daño y no entiendo porque

-Porque es mala –Fátima entrecerró los ojos –Recuerda que a mi nunca me cayó bien, siempre te dije que tu hermana te tenia envidia.  Siempre detrás de los hombres que te buscaban, siempre intentando hacerse amiga de tus amigos

-Ahora creo que tenias razón –Aurora  miro a su amiga, era cierto que ella nunca se había llegado bien con su hermana 

-Me alegra que ahora la pongas en su sitio –Fátima sonrió –Bárbara no se esperaba eso

-No se esperan muchas cosas –Aurora entrecerró los ojos

-¿Y Cristian? –Fátima frunció el ceño -¿Qué pasa con el? ¿Qué vas a hacer?

-¿Qué voy a hacer? –Aurora sonrió –Voy a perderle de vista  Pediré la nulidad matrimonial y el divorcio  Quiero ser libre

-jamás pensé que te oiría decir eso –Fátima la miro fascinada –Creo que me encanta la nueva Aurora

-Eso espero –Ella se sentó en la cama –Porque la vieja no va a regresar

-¿Cuándo vas a ir a lo de la anulación? –sonrió

-Ya ¿Para que perder el tiempo? –Miro a su amiga con una sonrisa -¿Quieres venir conmigo? serás una testigo de que mantuve mi virginidad hasta el matrimonio y mi marido no me toco

-¿Y crees que con una testigo basta? –frunció el ceño

-Claro que no –Aurora cogio su teléfono y se lo enseño a su amiga –Cristian era muy pesado con los mensajes de voz y texto –le guiño un ojo –Y mas de uno me servirá para ello

-Me encantaría ver la cara de ese idiota cuando se entere –Fátima toco las palmas feliz

-Podrás verla –Aurora se quedo pensativa –Iremos a la fiesta del cumpleaños de su padre

 YA SE QUE NO OS GUSTA LA IDEA DE QUE MARIO Y AURORA SE SEPAREN; PERO PENSAD QUE ELLA LO NECESITA   TIENE QUE ESTAR SOLA; ACLARAR SUS IDEAS, VOLVER A CASA Y SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS   DESPUES PODRA TOMAR LA DECISION DE QUE RUMBO DEBE TOMAR SU VIDA,    Y OS CONTARE UN SECRETO, FATIMA ES UNA GRAN ALIADA DE MARIO, AUNQUE NO LO CONOZCA; LO ENTENDEREIS EN LOS PROXIMOS CAPITULOS

  OS DEJO UNA FOTO DE AURORA; TAL Y COMO REGRESO DE SU VIAJE, UNA MUJER MUY DISTINTA