Capitulo 22; No tengo a donde ir
-Así, ¿ves? –Abi tomo a Aurora por los brazos y la coloco ante el espejo –Te ves preciosa
-No tengo ganas de salir –Aurora suspiro –De verdad
-O vamos –Abi negó con la cabeza –Te has llevado todo el día encerrada en esta habitación, ahora vas a venir conmigo y relajarte un poco
Y en cierto modo Aurora sabia que ella tenia razón, se había mantenido allí encerrada, llorando, lamentándose de su vida, de si misma. En varias ocasiones habian golpeado la puerta de la habitación y su madre había gritado al otro lado para que le abriera. Pero ella no quería verla, la culpaba por haber venido, por ayudar a Cristian a encontrarla.
Salieron al hotel y se dirigieron al chiringuito, nada mas llegar Aurora se tomo dos chupitos de lo mas fuerte
-Te he traído para que te distraigas –Abi la miro preocupada –No para que te emborraches
-La única forma de distraerme es emborracharme –Aurora observo el exterior del chiringuito –Ahora se pone a llover
-Si –Abi suspiro mirando las gotas que caían del suelo Parecía que una tormenta caería sobre ellas
-Mario –La voz de Aurora sonó en susurro, el acababa de entrar al lugar junto con Darío Sus ojos se encontraron y girando la cabeza la ignoro y se acerco a la barra –Creo que no fue buena idea venir
-No digas tonterías –Abi observo de reojo a los dos hombres –Quizás sea buen momento para hablar
-No lo creo –Los ojos de Aurora se llenaron de lagrimas. Una chica acababa de acercarse a Mario y este la invito a tomar algo mientras pasaba la mano por su cintura y le susurraba algo al oído –Tengo que irme, lo siento –se levanto rápidamente de la mesa y salio del lugar por la otra puerta
-Espera –Abi apretó la mano molesta, miro a Mario y decidida camino hacia el –Tu piérdete –hablo a la chica mirándola con desprecio, después lo miro a el -¿Qué coño te crees que haces?
-Divertirme –Mario la miro con furia, después sus ojos se pasearon por el local en busca de Aurora, pero no la veía -¿Pasa algo?
-Pasa que eres un idiota –Abi le quito a Darío la copa de su mano y se la lanzo a Mario a la cara –A ver si fresquito tu mente vuelve a funcionar
Aurora camino por la arena de la playa a toda prisa, estaba lloviendo, el agua mojaba su cabello, su ropa, mientras sus pies se hundían en la arena. Entro al hotel como alma que lleva el diablo y corrió hacia su habitación. Una vez en ella se miro al espejo y sintió lastima de si misma, no solo por su aspecto, sino por la tristeza de sus ojos
El estaba con otra mujer ¿Tan poco había significado ella? ¿Tan equivocada estaba al pensar que la quería? Se sentó en la cama y cubrió su cara con las manos, entonces escucho un ruido en la puerta, al levantar el rostro vio como esta se abría.
-¿Qué haces? –Se levanto de la cama al ver a Cristian entrar –Fuera de mi habitación
-Tambien es mía ¿Recuerdas? –el cerro la puerta y la aseguro –Soy tu esposo
-¿Qué es lo quieres? –Aurora frunció el ceño ¿Estaba borracho? –No quiero verte, déjame tranquila
-¿Por qué? –esbozo una sonrisa cruel –Ya no tienes a tu amante para que te caliente la cama
-¡Fuera! –ella señalo la puerta furiosa
-No voy a ir a ningún lado –camino hacia ella despacio –Tu me desprecias por engañarte con tu hermana pero no eres mejor que yo. Te entregas a otro en nuestra luna de miel
-No es nuestra luna de miel –Aurora retrocedió chocando con la cama –Yo no soy tuya
-Ah, pero lo serás –y a toda prisa la agarro del brazo –Cumplirás con tus obligaciones de mujer
-¡Suéltame! –tiro de su brazo intentando liberarse pero no lo logro -¡déjame!
-No, ahora vas a ser mía –la tiro sobre la cama y se lanzo sobre ella, besando su cuello mientras Aurora se resistía
-¡Por favor Cristian! ¡déjame! –Aurora lloraba desconsolada mientras pataleaba, sentía sus repugnantes labios sobre ella y sus manos tocándola. Como pudo le agarro del pelo y tiro haciendo que el gritara, entonces le dio una patada en el estomago -¡No!
Se levanto y corrió hacia la puerta, llevo la mano al seguro pero no conseguía abrirlo entonces noto como en la agarraba del brazo, la giro y le dio un bofetón
-¡Eres mi mujer! –la tomo por los brazos zarandeándola -¡mía!
-¡No! –Aurora lo miraba con rabia mientras las lagrimas no cesaban -¡Yo jamás seré tuya!
-Eso lo veremos –Cristian agarro el tirante de su vestido y tiro de el rompiéndolo, Aurora trato de cubrirse y el la tomo de las manos apartándolas –Esta noche te voy a demostrar quien soy
La beso bruscamente y ella se defendió mordiéndole el labio, entonces la agarro del brazo y la lanzo contra el mueble logrando que se golpeara la cabeza y cayera al suelo.
Se lanzo sobre ella y la agarro por los brazos inmovilinzadolos sobre la cabeza
-¡Estate quieta! –Cristian la obligo a abrir las piernas colocándose sobre ella
-¡No! ¡Por favor! –Aurora no paraba de moverse tratando de liberarse
-¡Cállate! –el se aparto y con la mano volvió a golpearla, la cabeza de ella giro a un lado por el golpe, mientras las lagrimas caían por sus mejillas. Al pensar que había logrado contener la furia de ella Cristian libero sus brazos y se concentro en tratar de desnudarla
-No –Aurora miro a su alrededor sintiendo como ese cerdo la acariciaba, no sabia que hacer. No quería estar en sus brazos, estiro la mano para agarrar la lamparita que había junto a ellos, sobre la mesilla y agarrándola, con toda la fuerza que pudo golpeo la cabeza de el.
Cristian cayo a un lado del suelo llevándose las manos a la cabeza, ella se levanto corriendo del suelo, consiguió abrir la puertas y salio del hotel asustada. Fuera seguía lloviendo, pero no le importaba, lo único que quería era lograr llegar a algún sitio , donde el no pudiera encontrarla. Y solo tenia un sitio a donde ir, con Abi Pero no sabia donde estaba su casa. Corrió bajo la lluvia alejándose del hotel, cubriéndose con los brazos, hasta que alguien la agarro del brazo
-Aurora –la miraba asustado -¿Estas bien? ¿Qué te pasa?
-Clauss –sin poder soportarlo se abrazo a el –Llévame a casa de Abi, por favor
-Esta bien, tranquila –El la aparto un poco para verla, se sorprendió al ver el golpe en su rostro -¿Quién te ha hecho eso?
-Solo llévame con Abi –no podía parar de llorar y sus brazos temblaba –Por favor
-Si, ven –Clauss se quito su chaqueta y la paso por los hombros de ella, abrazándola la guió bajo la lluvia hacia la casa de Abi.
Al llegar el golpeo la puerta varias veces mientras la miraba de reojo, Aurora tenia la mirada perdida, como si algo se hubiera roto dentro de ella.
-¿Qué pasa? –Abi abrió la puerta en pijama y sus ojos se abrieron de par en par al ver el estado de Aurora –Dios mío, ¿Qué ha pasado? –se hizo a un lado para que entraran y tomo a su amiga de los brazos para mirarla. Sus ojos la examinaron con miedo, su vestido estaba roto, estaba golpeada, asustada, no paraba de temblar.
-La encontré así –Clauss hablo preocupado –Me pidió que la trajera aquí
-Gracias Clauss –Abi asintió –Yo me encargo
En cuanto el se marcho, Abi la guió hasta el salón preocupada, la ayudo a tumbarse en el sofá y le trajo una toalla para secarse, además de un te. Le pidió que le contara lo que había ocurrido y las lagrimas asaltaron sus ojos al comprender lo que había estado. apunto de ocurrirle a su amiga ¡Ese desgraciado había tratado de abusar de ella! La abrazo con fuerza, tratando de demostrarle cuanto la quería, que ahora estaba protegida.
Aurora permaneció llorando toda la noche, entre los brazos de su amiga, hasta que al fin se derrumbo ante el cansancio y cayó dormida.
-Mierda –Cristian llevo una mano a su cabeza, la aparto y miro la sangre que brotaba de ella ¿Aurora le había golpeado con una lámpara? Se incorporo despacio y miro la habitación. No había ni rastro de ella -Si estas con ese idiota lo matare
Salio de la habitación furioso, subió a la siguiente planta y aporreo la puerta de aquella habitación
-¿Qué? –Bárbara abrió la puerta y lo observo con el ceño fruncido -¿Qué te ha pasado?
-Aparta –Cristian la hizo a un lado para entrar –No preguntes
-Supongo que te has peleado en el bar –Ella sonrió -¿Y vienes aquí para que te cure?
-Lo que quiero es otra cosa –El la agarro del brazo y la lanzo a la cama
-No me digas –Bárbara abrió las piernas invitándolo a acercarse. El ni siquiera se molesto en quitarse la ropa, abrió su pantalón y saco su miembro. Abalanzándose sobre ella la embistió con rudeza
Cuando Cristian termino de desahogarse con ella, se vistió rápidamente y camino hacia la puerta para salir de allí
-Tu estas molesto porque mi hermanita se acuesta con el surfero –Bárbara hablo y el se giro hacia ella furioso –Y hay que admitir que tiene buen gusto. El chico esta guapísimo
-¿Tu tambien? –Camino hacia ella y la agarro del brazo –Estoy empezando a pensar que lo único que te interesa es todo lo que es de tu hermana
-Puede ser –Bárbara sonrió –Y como tu ya no le interesas, ahora quiero a su hombre Su hombre, que al parecer es el surfero
-Bien –los ojos de el brillaron –Pues entonces quédate con el, yo recuperare a mi esposa
-A juzgar por el golpe que tienes en la cabeza no esta muy de acuerdo –Bárbara comenzó a reír –Dime la verdad ¿Qué le hiciste?
-Lo que me gustaría saber es ¿Qué te hizo ella a ti? –La soltó y frunció el ceño –Para que la odies de esta manera
-No se si la odio –Bárbara se paseo por la habitación –Pero la envidio
-¿Envidia? –El levanto una ceja
-Ella siempre fue la hija perfecta, la niña dulce, obediente La mujer perfecta para casarse –Bárbara entrecerró los ojos –Eso decía mi padre, ella era la hija perfecta. Y yo, yo no era mas que la oveja negra. La rebelde, la despreciada
-¿Despreciada? –Cristian sonrió –¿Y que esperabas? Mírate Bárbara, ni siquiera te importa que soy el marido de tu hermana, he llamado a tu puerta y me has recibido con las piernas abiertas –Rió –Nunca podrás parecerte a Aurora
AHORA AURORA SABE REALMENTE QUIEN ES EL HOMBRE CON EL QUE IBA A CASARSE
COMO PODEIS VER TENGO EL ORDENADOR ARREGLADO!!!! Y RECUPERE TODOS LOS ARCHIVOS!!! ASI QUE COMO PROMETI; MARATON ENSEGUIDA SUBO EL PROXIMO CAPITULO
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