Capitulo 15; No te alejes
Aurora enterró aun mas la cabeza en la almohada, se sentía tan relajada y aun tenia sueño ¿Por qué se había despertado? Se removió un poco y noto como la mano que estaba en su cintura se deslizaba hasta su trasero ¡¿Una mano en su trasero?!
-¡Ahhh! –De un salto se incorporo en la cama colocándose en el otro extremo mientras tiraba de la sabana para cubrirse
-¡Ah! ¡¿Qué pasa?! –Mario abrió los ojos asustado, después la miro y restregó sus ojos bostezando
-¡Tu! ¡Tu! –Aurora trago saliva nerviosa -¡Tu!
-Yo –El asintió mirándola con el ceño fruncido
-¡¿Qué haces aquí?! –Ella le miro con los ojos entrecerrados -¡¿Cómo has entrado?!
-¿Pensabas que podrías ignorarme y huir de mi? –El se acomodo de nuevo sobre la almohada –No será tan fácil preciosa
-¡Sal ahora mismo de mi cama! –se sonrojo levemente -¡Sal de mi habitación
-Eso ni lo sueñes –Mario negó sonriente
-¿Qué es lo que quieres? –Aurora soltó la sabana y noto como el paseaba la vista por su cuerpo
-Una cena –Mario la miro a los ojos –Esta noche cenaras conmigo, en mi casa Tu y yo
-¿Me estas invitando a cenar? –ella frunció el ceño -¿Y si digo que no?
-Insistiré –Mario rió divertido, antes de que ella pudiera decir algo mas se lanzo sobre ella y tomo su boca en un beso voraz –Puedo llegar a ser muy insistente –susurro sobre sus labios mientras con su mano acariciaba su muslo –Y tambien muy complaciente –beso su cuello y siguió hasta su escote
-Mario –Aurora suspiro mientras mordía su labio, ¿ese hombre trataba de volverla loca? Lo estaba consiguiendo –Para
-Me gusta este conjunto –volvió a besar sus labios mientras introducía la mano bajo el camisón acariciando su abdomen -¿Cenaras conmigo?
-Si –un pequeño gemido salio de sus labios –Cenare contigo
-Estupendo –se apretó contra ella adaptándose a su cuerpo y entonces el silencio de la habitación se rompió por unos golpes en la puerta. Se alejo de Aurora y sonrió al ver que había logrado bajar sus barreras de nuevo, salto de la cama y se dirigió a la puerta.
La abrió y se encontró con una Abi que lo miraba con los ojos abiertos de par en par, sonrió –Buenos días Abi –le guiño un ojo y salio de la habitación pasando a su lado
Aurora se estiro en la cama mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro, una cena ¿Cómo lograba que perdiera de esa forma la cabeza cuando estaba cerca?
-¡Tu y Mario! –Abi camino a prisa por la habitación hasta llegar junto a la cama -¡Te has acostado con el esta noche!
-¡No! –Aurora se incorporo y la miro ruborizada –Esta noche no paso nada
-Entonces ¿no te has acostado con el? –Abi frunció el ceño
-No, bueno si –Ella misma no sabia como responder –Pero no esta noche, en la isla
-¡¿En la isla?! –Abi abrió los ojos sorprendida -¡Lo sabia! ¡Sabia que algo te pasaba! ¡No lo puedo creer! –sonrió –Un momento, en la isla, tu y el –se quedo pensativa y clavo la vista en los ojos de Aurora –Tu eras virgen
-Ya no –Aurora no pudo evitar sonreír
-Entonces ¡Es algo serio! –Abi salto sobre la cama feliz -¡Sientes algo por el!
-¿Qué? No –ella misma frunció el ceño -¿Por qué dices eso?
-¿Por qué? –Abi la miro como si fuera evidente –Eras virgen Aurora, te mantuviste virgen a pesar de tener un novio durante años para que tu primera vez fuera después del matrimonio -abrió las manos en el aire -¿Y llega Mario y pum? ¡Te entregaste a el! ¡Es obvio que hay algo muy fuerte entre vosotros! ¡Algo que no sentías por Cristian! ¡Y no me digas que no!
-Yo, no se –Aurora llevo las manos a su cabeza –Estoy muy confundida
-¿Te arrepientes? –Abi la observo atenta
-No –la respuesta de ella fue clara
-¿Entonces? –sonrió –Sigue viéndole, deja que todo siga su curso. Trata de vivir el momento –salto de la cama –Es mejor ser feliz en el presente que soñar con serlo en el futuro
-Quizás tengas razón –Aurora suspiro –Pero ¿Y Cristian?
-¿Esta aquí? –Ella sonrió al ver como su amiga negaba con la cabeza -¿Pensabas perdonarle por lo que te hizo?
-No, no puedo –Y nada podría hacerla cambiar de opinión, en lo mas profundo de su corazón sentía que ya no le quería. Eso si alguna vez le había querido, ahora lo dudaba
-Entonces nada importa –Abi se encogió de hombros -¿Qué hacia Mario aquí?
-Obligarme a ir a cenar a su casa esta noche –Aurora negó sonriente
Aurora sonrió mirándose al espejo, Abi y ella habian almorzado juntas y después se habian dedicado a escoger la ropa para la cena. Ahora que se veía lista sabia que había acertado, le gustaba
Salio del hotel y se quito los tacones para caminar por la arena de la playa hasta llegar a la casa de Mario. A apenas unos metros no pudo evitar pararse, era tan hermosa, a ella tambien le encantaría vivir en un lugar así. Subió los escalones del porche y se paro ante la puerta, sonrió al escuchar la música lenta, dio dos golpes a la puerta. A los dos segundos esta se abrió para mostrar al hombre de sus sueños, con un baquero y una camisa blanca. Estaba tan sexy
-Estas increíble –El la miro de arriba abajo con un brillo especial, sonrió y se hizo a un lado para que pasara
-Abi insistió en arreglarme, ya sabes como –entro a la casa y no pudo acabar su frase porque el la tomo de la cintura y junto sus labios con urgencia. Aurora soltó los zapatos y paso las manos por el cuello de el. Cuando se alejaron ambos se habian quedado sin respiración
-Puedes quedarte descalza si quieres –Mario miro sus pies y sonrió –Me gusta la idea de tenerte descalza por mi casa
Aurora se sonrojo, ¿Por qué le había dado la sensación de que quería decir desnuda?
Con una sonrisa el la tomo de la mano y la llevo hasta la cocina, al entrar un rico olor inundo la nariz de ella
-¿Qué estas cocinando? –Aurora miro la olla
-Pollo a la naranja –El cogio una cuchara y saco un poco de salsa, se acerco a ella y dejo la cuchara frente a la boca –Pruébala
-¿No trataras de envenenarme? –Ella sonrió, acerco los labios a la cuchara y tras soplar un poco deslizo los labios por ella, cerro los ojos –Umm, esta riquísima –cuando abrió los ojos se encontró con la mirada ardiente de el -¿Pasa algo?
-Si –el se acerco rápidamente a ella y volviéndola a tomar por la cintura la beso de nuevo, esta vez mas lentamente. Saboreo la salsa en sus labios y al separarse paso la lengua lentamente por ellos –Sabe mejor en tu boca
-Mario –Aurora respiraba agitada –Se te va ha quemar la comida
-¿Pensarías que estoy loco si te digo que me importa muy poco la comida ahora mismo? –le sonrió divertido
-Pero me invitaste a cenar –ella trago saliva despacio –Y yo quiero probarla
-Indirecta pillada –El rió y se alejo volviendo al fuego -¿Me traes unas copas?
-Claro –Aurora se dirigió al mueble y saco dos, se acerco a el y las dejo en la encimera, sonrió al ver que el escogió tinto -¿Te ayudo en algo?
-Todo esta listo –Mario sirvió el pollo en los platos –Ya podemos cenar
-¿Dónde? –Aurora miro a su alrededor, la mesa de la cocina no estaba preparada
-Ven –Mario sonrió mientras caminaba con los platos en la mano, atravesó la cocina y salio al jardin trasero. Aurora le siguió y se quedo parada en la puerta al ver una hermosa mesa blanca con unas velas rojas -¿Te gusta?
-Me encanta –Aurora contuvo las lagrimas ¡Jamás nadie había hecho nada tan hermoso por ella!
-Pues sentémonos –Mario dejo los platos en la mesa y camino hacia ella para agarrarla de la mano y llevarla hasta allí
Durante la cena no hablaron prácticamente de nada importante, Aurora pregunto por Gabriel y hablaron del surf. Ninguno de los dos menciono lo ocurrido en la isla y menos hablaron sobre su relación . Algo que ella agradeció
-Deja eso –Mario suspiro caminando hacia ella
-Tu cocinas yo friego –Aurora sonrió mientras lavaba los platos
-Admito que me encanta verte en mi cocina –se situó tras ella y la giro rápidamente, apago el grifo y la beso tiernamente. Ella le observo sorprendida pero antes de poder reaccionar la agarro por las nalgas y la subió a la encimera y se coloco entre sus piernas –Tu y yo tenemos algo pendiente y no te me vas a escapar
-Mario por favor –Aurora gimió al sentir los labios de el en su cuello, el recorrió sus muslos con las manos –Para
-¿De verdad quieres que pare? –El volvió a besarla en los labios y se apretó contra ella, la libero para bajar besando su escote
-No, no, no pares –le abrazo desesperada mientras su respiración se aceleraba aun mas y notaba la erección de el contra su muslo
-Lo imaginaba –El sonrió mientras le subía el vestido, se aparto un poco e inspiro aire profundamente -¿Estas segura?
-¿Por qué preguntas eso ahora? –Aurora lo miro con el ceño fruncido
-Porque no quiero que mañana te levantes y salgas huyendo de mi casa y vuelvas a ignorarme –Mario la miraba preocupado –No quiero que te alejes de mi
-Por todos los santos Mario, ¿Quieres hacerme el amor de una vez? –ella misma se sorprendió al decir eso, pero no dejo que pasara mas tiempo alejado de ella. Le rodeo con las piernas y lo beso
-Será un placer complacerte –Mario susurro sobre sus labios y la beso desesperado, acaricio su espalda, su cintura, subió por su vientre hasta sus pechos. Mientras ella, le abrió la camisa y la dejo caer al suelo –Creo que estaremos mas cómodos en otro sitio
El la miro sonriente y sorprendiéndola la tomo por las nalgas manteniéndola en su cintura y camino por la casa con ella enganchada a su cuello. Aurora aprovecho la situación para morderle la barbilla y el cuello sensualmente.
-Vas a volverme loco Aurora –Mario hablo con voz grave mientras entraba a su habitación y se lanzaba a la cama con ella volvió a besarla en los labios y no perdió el tiempo de desabrochar el vestido que llevaba, mientras ella le abría el pantalón
Ambos se incorporaron, el subió el vestido de ella sacándolo por la cabeza de Aurora y se sorprendió al descubrir que no llevaba sujetador. Tentado por sus pechos los beso con vehemencia hasta que ella se retorció de placer y grito su nombre. Extasiado por el momento Mario se levanto de la cama y se quito el pantalón junto con su ropa interior, bajo la mirada ansiosa de ella
Regreso a la cama y la acaricio suavemente mientras deslizaba sus braguitas por sus piernas, después se acerco colocándose entre ellas y gruño al notar el roce de su piel.
-No puedes imaginar cuanto te deseo –Poco a poco se introdujo en ella despacio, sin dejar de besarla y acariciarla. Ella suspiraba y gemía bajo el, abrazándose con fuerza a su espalada, le sentía llenarla, notaba como juntos subían a la cima del placer. Y entre gritos y jadeos llegaron al éxtasis y se fundieron el uno en el otro
PARECE QUE MARIO ESTA DECIDIDO A CONSEGUIR LO QUE QUIERE; Y SOLO HAY UNA COSA QUE QUIERE EN ESTE MOMENTO ; AURORA
LA MAGIA QUE ESTAN VIVIENDO JUNTOS ES ABRASADORA Y AUN QUEDAN MUCHOS MOMENTOS QUE COMPARTIR, MUCHAS COSAS QUE ADMITIR Y SECRETOS QUE DESCUBRIR OS DEJO UNA FOTO DE AURORA TAL Y COMO ABI LA ARREGLO PARA LA CENA
QUIERO HACEROS UNA PREGUNTA, EN VUESTRA OPINON ¿QUE CREEIS QUE SUCEDERA CON CRISTIAN?
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