IV
Un suspiro de alivio se escucho en la habitación oscura.
Una gran cama matrimonial se lograba divisar en esa habitación violeta. Tres personas desnudas estaban totalmente dormidos en la gran cama, en medio estaba el atractivo prefecto de 15 años, pronto 16, estaba sentado en la cama, apoyado contra la cabecera.
Cerro sus ojos pasando su mano por su cabello rebelde. Miro con desinterés los cuerpos desnudos a su alrededor y luego se miro a si mismo.
Su cuerpo estaba bañado en sudor y aún estaba caliente por el ejercicio de hace algunos minutos. Estaba desnudo. Tal como sus acompañantes.
Era hora de volver.
Se puso su camisa con tranquilidad para luego ponerse sus zapatos y abrigo. Necesitaba una ducha.
Al estar completamente vestido. Abrio la puerta con cuidado y miro por ultima vez a sus nuevos amigos.
Paso por los pasillos oscuros, oyendo las risas y gemidos, sonrio divertido y bajo las escaleras llegando al gran bar del lugar.
-por fin terminaste.
Un hombre de cabello rubio y ojos lilas dejo un vaso ante él.
-te acusare de negligente por darle vodka a un menor -sonrio burlón viendo su vaso ahora lleno.
-Hmp, si yo soy neligenge tu eres virgen mocoso.
Rió divertido encendiendo su cigarrillo.
Yue sonrio de lado y miro su vaso, su mirada se nublo viendo su bebida. Parpadeo viendo al rubio cuando él choco su vaso contra el suyo.
Al ver su mirada comprensiva sonrió agradecido y levanto su vaso.
-prost.
Brindaron los dos.
Era bueno tener a un amigo luego de que hicieras tal acto.
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Miro las puertas ante él con total tranquilidad. Ya estaba en la academia pero no tenia deseos de entrar. Se sentía... Vacío, solo, triste.
-yue.
Miro hacia atras cuando escucho la voz de su amigo albino. Lo estaba mirando con reproche y tenía el ceño fruncido.
-yo~.
Saludo aburrido haciendo suspirar al cazador. Era inútil preocuparse por alguien como yue.
-Yuki estaba preocupada, cuando fue a despertarte no estabas y...había cristales en el suelo, yue...qué te esta sucediendo?.
Se acerco a su amigo con preocupación. Si bien yue siempre fue reservado y ocultaba cosas. Que eran mínimas, ya que zero sabia de esos pequeños secretos. A medida que fue creciendo se alejo de él y ahora ante sus ojos estaba un yue que desconocía.
Sus ojos estaban mas solitarios que antes, llenos de tristeza, soledad, enojo, decepción.
Como si estuviera ocultando un secreto que lo tenia completamente enjaulado.
El cross lo miro neutral para luego mirar el sol en lo alto. Estaban a media mañana, deberian de estar en clase. Ni siquiera se dio cuenta de las horas que pasaron.
-zero.
El oji amatista lo miro atento.
-si te digo que bebas de mi sangre, lo harías?.
Una sonrisa seductora se instalo en el rostro del menor, el cazador abrio sus ojos sorprendido.
-....qué?.
El viento peino sus cabellos llevándose el silencio de los dos chicos. Los cuales no dejaban de mirarse fijamente.
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-estas seguro?.
Trago saliva viendo la sangre correr por ese cuello blanco y suave como la seda.
-te dije que sí.
Fruncio el ceño fastidiado haciendo que zero sonriera de lado.
Los dos estaban en uno de los tantos lugares ocultos de yue, solo eran iluminados por una luz hechizada que estaba en la esquina de la habitación. El cross estaba sentado en el sillón azul rey y a su lado estaba el albino con su rostro cerca de su cuello.
El silencio reinaba y yue se estaba cansando.
-ya hazlo, no tengo todo el...
Se estremeció cuando sintio su lengua recorrer con suavidad su cuello. No se dio cuenta pero zero había abierto su camisa dejando al descubierto su hombro.
Cerro sus ojos para luego fruncir el ceño al sentir esos colmillos largos y gruesos moderlo con fuerza.
-hn.
Tembló levemente ante tal dolor y apretó la ropa del albino apoyándose en él.
-mmm~.
Se sonrojo cuando escucho el gemido ronco del albino el cual lo abrazo por la cintura y pego aún mas su cuerpo al suyo.
Sentía su sangre ser absorbida con fuerza.
Parece que en verdad estaba hambriento.
Solo espero que no se de cuenta.
Miro al techo aún sonrojado frunciendo el ceño ante esa extraña sensación de que alguien bebiera de ti.
El oji amatista degusto con gula la deliciosa sangre del menor, no sabia explicarlo pero era dulce y a la vez refrescante.
Como menta con chocolate.
Cuando se separo de él lamio la herida para luego mirar preocupado al cross que estaba un tanto pálida.
-no te preocupes, luego de dormir un poco se me pasara.
Acomodo su ropa y los dos salieron de allí.
-...yue, tu...
El albino se quedo callado mirando para otro lado avergonzado, el joven cazador sonrio divertido y puso su dedo índice en sus labios.
-shhh guarda el secreto zero.
Le guiño un ojo coqueto exaltando al mayor.
Cuando quedo solo vio a yue irse con tranquilidad.
Qué...me sucede.
Toco su pecho al sentir su corazón latir con leve fuerza. No lo entendía.
Lo que sí entendía es que su amigo no era tan inocente como aparentaba y solo sabia que perdió su virginidad a los 13 años.
-maldito mocoso en qué te estas metiendo.
Fruncio el ceño sonrojado al recordar ese recuerdo que vio a través de la sangre de yue.
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Yue.
Yue!.
Se dio la vuelta al escuchar una voz chillona de lejos.
-tch, deja dormir...pareces un cerdo chillando.
Balbuceo dormido.
-qué?!.
Abrió los ojos como platos al escuchar el grito de yuki.
La joven cross estaba con su puño en alto sonriendo "amable" con un aura oscura rodeando la.
-h-hola Yuki...yuki nee san.
Susurro con temor ante su querida hermana que lo miraba con todo el amor del mundo.
-asi que un cerdo?, eh~.
Cerro sus ojos sonriendo mientras su ojo temblaba.
-lo...siento.
Se encogió aun mas sintiéndose como un pequeño conejito ante un depredador.
-no solo me preocupaste sino que llegas y ni siquiera avisas!, faltaste a clases y no llegaste a dormir a casa!.
Los alumnos que pasaban por allí miraban con una gotita a la prefecta regañar a su hermano menor. El cual estaba arrodillado ante ella con cara de temor. Mientras que la pequeña humana era rodeada por un aura oscura y su corto cabello se balanceaba como serpientes.
Cuando se enojaba daba miedo. De eso no había duda.
-pobre yue.
Zero se mantuvo al margen viendo desde unos metros la escena. Era divertido ver que el tan rebelde cross yue era domesticado por su amada hermana, que siempre estaba sonriendo amable. Era una escena que todos añoraban ver alguna vez en sus vidas.
-no pensé que yuki tuviera ese carácter.
Sayori miro divertida a los gemelos mientras se posaba al lado del albino, sosteniendo los libros de su amiga, el cazador metió una mano en su bolsillo y sonrio de lado al ver el puchero de yue.
-esos dos son mas sorprendentes de lo que crees.
Yori lo miro de reojo al ver su sonrisa de lado. Parpadeo curiosa para luego mirar a yue y volver a mirar a zero.
. . .
Cuando reacciono sin poder evitarlo sonrio con oscuridad.
A yuki le gustara esto.
Qué estaría pasando por esa cabeza?.
-deja de gritar nee chan...espantas a los animales.
Yue debia de aprender cuando si era momento de bromas y cuando no lo era.
. . .
*bum!*
Todos se estremecieron al escuchar el golpe y el chillido del menor.
En verdad pobre yue.
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.
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-que mala eres yuki nee.
Se sobo el chichón en su cabeza el menor viendo a su gemela que iba delante de él con los brazos cruzados.
-fue tu culpa.
Hizo un puchero mirando a su gemelo para luego mirar hacia los dormitorios nocturnos.
-ahhh pensé que zero iba a venir con nosotros pero lo mandaron a una misión.
Se quejo preocupada. Sus hermanos solo sabían preocuparla.
Era el día de la inspección en lo dormitorios, en la mañana yuki fue ayudada por zero, y como éste en la tarde fue asignado a una misión, ahora seria yue quien debería de ayudarla.
-hmp, preferiría estar en una misión, esto es aburrido.
Se quejo con el ceño fruncido.Haciendo que yuki lo mire con enojo.
-si claro, tu iras a tu amada misión y yo estaré aquí preocupada! -lo regaño haciendo que su gemelo mirara para otro lado.
Ella solo era una preocupona serial.
-oh yuki chan, yue kun! -el rubio ichijou los saludo con alegría como siempre.
Yuki le devolvió el saludo mientras que yue solo bostezo aburrido. Todos los vampiros, mejor dicho el séquito del kuran, estaban en la sala principal viendo a los gemelos con neutralidad.
-tch.
El rubio aido miro con enojo al cross menor, luego miro a yuki y sonrio divertido.
Tal vez debería de jugar con ella.
!!!
Se exalto cuando sintió un par de ojos tan fríos como la Antártida. Era yue.
Trago saliva nervioso y miro para otro lado.
La advertencia era clara. Si se atrevía a acercarse a yuki, yue no dudaría en mandarlo al infierno de un solo golpe.
-yue?.
Yuki y takuma miraron curiosos al menor al notar su seriedad.
-cuanto antes terminemos mejor.
Agarro de la muñeca a yuki subiendo las escaleras.
-Eh, espera yue...
Cuando quedaron solos hanabusa chillo enojado.
-maldito cross quién se cree que es?! -mientras él hacia su berrinche los demás empezaron a irse dejándolo solo.
Siempre era lo mismo. Algunos hasta dudaban de si el odio de aido hacia yue era en verdad odio, o era otra cosa.
.
.
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Mientras yuki inspeccionaba los cuartos femenino, yue estaba en los cuartos masculinos.
-... Takuma san.
-hai? -sonrio brillante sentado elegante mente en su cama.
-en algún momento podría juntar su ropa? -sobo el puente de su nariz al ver toda la ropa exparcida en el suelo del rubio oji verde.
Ese vampiro no cambiaba mas.
-eh~ pero si estan hechas de la mejor tela posible.
Yue solo estrello su mano en su frente mientras senri miraba al oji verde aburrido.
-no creo que ese sea el problema.
-como sea, pasaron la "prueba" pero por favor takuma san sea mas ordenado al menos en días de inspección y senri senpai....confiscare algunos de estos -sonrio con malicia mostrando algunas cajas de pokis habiendo sonreír a los vampiros.
Él tampoco había cambiado.
Cuando llego a la habitación de hanabusa, el rubio estaba con su primo el cual miraba un tanto asqueado, si se puede decir, los "tesoros" de su primo.
No solo es una gallina rubia chillona sino que una gallina loca obsesionada con kaname.
Miro con repulsión las cosas que kaname desecho ser atesoradas por el rubio.
-como vez aquí no hay nada que este fuera de reglas -no hacia fatal decir que la nariz del rubio crecia tal cual pinocho.
Yue solo suspiro y por arte de magia todos los "tesoros" aparecieron en bolsas.
Los dos vampiros parpadearon ante eso.
Gracias hechizos de cazadores.
El prefecto sonrió satisfecho y luego miro a kain.
-por favor kain senpai queme todo esto.
Pidió señalando las bolsas haciendo chillar al rubio al ver que su primo seguía las ordenes del joven cazador.
-no puedes! -abrazo las bolsas en forma chibi haciendo suspirar a los dos chicos.
-aido.
Los tres se exaltaron al escuchar esa voz oscura y teticra.
En la puerta estaba el kuran tan autoritario como siempre, cruzado de brazos con elegancia y con una sonrisa que estaba alejada a miles de kilómetros de la amabilidad.
El rubio chillo por lo bajo yendo a una esquina emo sin querer ver la muerte de sus preciados tesoros.
-kain has lo que yue te pidió, seiren verifica que se cumpla lo que dije.
Ordeno el kuran mirando a los dos vampiros para luego mirar a yue que estaba al margen de todo.
-ahora creo que es mi turno.
Sonrio amable haciendo que el menor sonriera nervioso.
Algo le decía que ese vampiro haría algo que cambiaría todo.
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Tal como lo pensó.
-k-kaname.
Sus manos temblaron levemente al sentir que era aprisionado contra el escritorio.
Cerro sus ojos con leve dolor al sentir la mano del vampiro apretar sus muñecas arriba de su cabeza.
-yue...dime...le diste solo tu sangre a kiryuu kun... O le entregaste tu cuerpo?.
Su voz oscuro lo hizo estremecer y jadeo cuando sintió sus labios besar con suavidad su cuello.
Cómo diablos llegaron a eso?!.
I'll also show you a sweet dream, next night...
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