Paso el tiempo, Susana siguió igual con Luna cuando estaban solas parecían las mejores amigas, pero en cuanto llegaba alguien rápidamente ponía una excusa y se retiraba seguía sintiendo vergüenza de que la vieran con ella, a Luna no le afectaba, ella se portaba igual con ella.

Tocante a las clases de danza, las dos bailaban muy bien aunque Luna ponía más sentimiento, las mismas compañeras lo sentían, pero las maestras nunca la ponían de primera bailarina por su aspecto, cuando iba a actuar en alguna función Fernanda su madre se ponía como un energúmeno cuando veía que a su hija no la escogían para primera bailarina.

-Pero cómo es posible que no seas la primera bailarina tu bailas mucho mejor.

-Madre no te sulfures ya sabes que yo solo bailo para des- estresarme no me voy a dedicar al baile.

-Eso no importa, personalmente voy a ir hablar con la directora esto tiene que cambiar tienen que darte tu lugar.

-Ya medre no hagas escenas, no me hace falta que me defiendas.

-Hija quiero hacerte un regalo para tu cumpleaños número dieciocho.

-Madre todavía faltan algunos meses

-Dos meses para ser exactos, pero quiero darte el regalo ahora mismo, ten

-Pero que es esto una cita con un cirujano plástico, pero madre, quien te dijo que yo quiero cambiar mi imagen.

-Hija estoy segura que si cambias tu aspecto tu vida va a cambiar, ya nadie te va hacer de lado.

-No madre, yo soy feliz como soy, no creo que el aspecto físico cambie a las personas.

-Pero hija yo solo quiero ayudarte.

-Madre yo no pedí tu ayuda, ni la quiero, yo soy feliz como soy, no sé porque quieres que cambie mi cara, si tú y mi padre siempre me han apoyado.

-Y lo vamos a seguir haciendo, yo solo quero ayudarte

-Una ayuda que no pedí, yo soy feliz como soy tengo amistades que me aceptan, no creo que una cara bonita de la felicidad, conozco a tantas niñas hermosas que son desgraciadas, gracias madre sé que lo haces con la mejor, intención, pero déjame tal como soy así soy feliz.

-En esos momentos llego Oscar su padre, ella se lanzó a sus brazos abrazándolo y llenándolo de besos.

-Papito, como te fue

-Muy bien hija pasemos a la mesa a cenar, son pocas las veces que tenemos oportunidad de hacerlo.

-¿Hija ya tienes claro la carrera que vas a estudiar?

-Siempre lo he sabido, voy a ser psicóloga

-Muy bien dos doctores en la familia, felicidades hija, lo vas a hacer muy bien.

-Pero hija, tu eres muy buena bailarina...

-Mamá, mamá ya sabes lo que pienso al respecto.

-La niña ya eligió vamos a respetar su decisión, dijo su padre.

-Bueno está bien lo acepto, pero al menos me dejaras organizar tu fiesta de cumpleaños tiene que ser una fiesta a todo lo alto.

-Perdón mamá no te adelantes yo no quiero ninguna fiesta.

-Pero hija que dices, no es cualquier cumpleaños son tus dieciocho años tu mayoría de edad.

-Es por eso que quiero viajar, antes de entrar a la facultad de medicina.

-Oscar debes organizar tu agenda para viajar con nuestra hija.

-Madre, madre nada de viajar en familia, voy a ir sola con Tina y Melis.

-Pero ustedes solas no lo puedo permitir, tu que dices Oscar ¿verdad que no es lo correcto?

-Bueno nuestra nenita creció y tiene que volar del nido.

-Pero no creo que no me apoyes en esto.

-Mujer tranquila ¿Cuántos años tenías cuando empezaste a viajar? Catorce, quince, quizás dieciséis.

-Pero no es lo mismo yo iba con la compañía.

-No se diga más vamos a respetar los deseos de nuestra hija y terminemos de cenar.

Fernanda pensó, bueno tengo dos meses, para desanimar a esta niña.

Pero, Fernanda no conocía a su hija, cuando ella decidía una cosa nadie la hacía cambiar de opinión.

Llego la graduación de la preparatoria, Miss Gladys les pregunto si ya habían decidido qué carrera iban a seguir

Cada una de las compañeras iban diciendo cual carrera seguirían cuando se llegó el turno de Susana dijo.

-Quiero ser bailarina de ballet profesional

-Muy bien llenas todas las expectativas, serás una muy buena bailarina

-Ya nada más quedas tu Luna, ¿Cuál es la carrera que vas a seguir?

-¿Sicología?

-Muy buena elección, creo que vas a ayudar a muchas personas.

Gracias Miss Gladys