La sensación de gustar de alguien tan hermoso como Sunoo para Heeseung era un reto, era el hermano pequeño de uno de sus mejores amigos pero no pudo evitar mirarlo, más aún cuando jugaba Voleibol, que sus ojos brillaban en un color verde precioso.

— ¡Sunghoon! —Grito Jake a su lado, haciéndole fruncir su ceño con su boca levemente abierta.

Sus ojos brillaron en un rojo puro amenazante hacia Jake, quien solo le sonrió sacando levemente su lengua, sintió a Sunghoon acercarse a ellos.

—No me mires así, Lee Heeseung compórtate como el vampiro puro que eres —Se quejó Jake.

— Ni me lo recuerdes, alguien tan puro como el, no tiene por qué involucrarse conmigo —Su voz era apagada, junto a su nacimiento había una jerarquía que lo iba acompañar toda su vida, algo que lo molestaba mucho.

Cambió el color de sus ojos al carmesí que lo acompañaba siempre, el olor característico de Sunoo llegó a él, seguido de su voz.

— Hola chicos —Habló el menor de todos con su bella sonrisa, Heeseung lo observó de pies a cabeza.

Mentía si decía que Sunoo no lo ponía tenso, su gusto por él era algo que sus ojos no podían ocultar, no sabía si maldecir a la luna o maldecir a sí mismo, por el color de sus ojos en ese preciso momento.

— Será mejor que pares ese rojizo en tus ojos, si no quieres dañarlos —Esta vez Sunoo se dirigió únicamente a Heeseung.

— Es inevitable pararlos —Comentó.

Gracias a que Sunoo estaba estudiando los ojos de Heeseung, ambos tenían un contacto visual con cierta tensión, un sonrojo se plantó en las mejillas del más pequeño.

— Hola Heeseung, yo también estoy aquí —Bufo Sunghoon, expresando una sonrisa burlona.

— Te vi muy entretenido con Jake, por eso no salude —Sonrió al notar que logró sonrojar a Jake.

— Hoon ¿Irás conmigo o me voy? Llegaré tarde —La voz de Sunoo captó la atención de todos.

Sunghoon pareció pensarlo un momento  ante la atenta mirada de su hermano, el mayor pensó por un momento ante de mirar a su mejor amigo con sus ojos entrecerrados.

— Hee —Llamo.

— ¿Que Paso? —Inquirió como respuesta.

— Acompaña a Sunoo a la cancha.

Heeseung solo asintió como una corta respuesta, Sunoo fue bastante expresivo por lo que sus ojos se abrieron un poco ante la sorpresa, no dijo nada e comenzó avanzar hacia su destino bastante temeroso ante la idea que comenzar una conversación con el peli negro.

La cancha no estaba tan lejos por lo cual lograron llegar un poco Rápido con algo de decepción por parte de Sunoo al no tener oportunidad de hablar con Heeseung.

— Ddeonu, dame tu número.

— Está Bien —Saco su teléfono del bolsillo trasero de su pantalón.

Heeseung se miraba bastante nervioso pero aún conservando el color rojizo en sus ojos, acompañó del bello Color natural de los ojos de Sunoo, haciendo una combinación de colores que mezclada hacia semejanza a una aurora.

— Hace mucho no usabas ese apodo —Le entregó su celular al más alto.

— Creí que no lo recordaba —Dijo Aún anotando el número del rubio en su propio teléfono.

— Imposible olvidarlo —Comentó.

— Gracias, pero quiero que sepas que no voy con intenciones de amistad.

Heeseung solo devolvió el celular ajeno a su dueño mientras se alejaba con una bella sonrisa de camino hacia su respectiva clase, con sentimientos no propios de su jerarquía.