Rawa.

No quería dejar de besarlo, pero se separó con delicadeza justo antes de que Yaak llegara con nosotros.

—Hola —Yaak nos saludó acomodándose los lentes.

—¿Qué pasa? —dije mientras Hoseok se ponía a un lado de mi —¿Quién te envía?

—Vengo en son de paz —levanta las manos — de hecho, vengo con buenas noticias para ti.

—¿Así?

Asiente —Mañana seremos escolta del príncipe, como no trajo mucha guardia y esas creaturas andan cercas, lo acompañaremos hasta tierra media para ayudarlo —sonrió — y convencí a papá de que vengas con nosotros.

—¿En verdad? —volvió asentir y yo me le lance a los brazos —Gracias, gracias, gracias.

—¿No veo las buenas noticias? —Hoseok nos miró con el ceño fruncido.

—No comencemos con la misma platica que con mi padre.

—El príncipe no me agrada, no me fío de él.

—Mis padres dicen que su aura es buena —Yaak se encoge de hombros —igual no es de mi agrado, pero mi padre dio la orden de acompañarlo así que no queda más.

—Vamos haremos el orden de la guardia de mañana —Hoseok tomo a Yaak de la camisa —no saldrán sin mí.

Ellos de adelantaron, yo me fui a mi habitación, no podría decirse que no me emociona salir a una misión, sería mi primera vez, además si es Yaak quien estará al mando junto con Hoseok llevo mucha ventaja, porque Daren y mi padre son más estrictos en cuanto a los asuntos delicados.

Escuche que tocaron la puerta.

—Adelante.

—Te traje algo de cenar, supuse que irías a la mesa —mi madre dejo la charola en la mesita de noche.

—Gracias mamá.

—No deberías de ir —me gire a verla —no te molestes, no me gusta la idea de que mis hijos se expongan aun nuevo peligro, además tengo un presentimiento extraño, por favor si vez que es demasiado peligroso regresaras de inmediato, ser valiente no siempre es la mejor opción.

—Solo iremos a acompañar al príncipe —me senté a su lado y tomé sus manos —no tienes por qué ponerte nerviosa, no nos expondremos, tampoco al príncipe —me mordí el labio —sabes, el príncipe Hoongjoon es quien se aparece en mis sueños.

—¿En verdad?

—Si, el también me dijo que me había soñado, es extraño, no siento una conexión más allá de la conciencia de los sueños.

—No esperes que suceda lo mismo que con tu padre y conmigo, estas de acuerdo que Jungkook es más intenso que el príncipe, puede que lo suyo se dé más lento.

—¿Y si no quiero? Madre creo que la persona que me gusta le gusto igual, yo no quiero amar a otra persona.

—Te lo dije, no tiene que ser igual que con tu padre, puedes elegir tu destino Rawa —me acomodo el cabello —nadie puede decirte a quien debes querer.

Me dio un beso en la frente para salir de mi habitación. Curiosamente esa noche no soñé nada.

Nunca me había despertado con tanta energía, elegí unos pantalones que Taehyung me había diseñado para cuando combatíamos, por eso me agrada el tio Tae, no me trata como una frágil chica, explota mi potencial al máximo y me deja ser yo misma. Ate mi cabello en una coleta y enfunde la daga que Jimin me regalo como obsequio de graduación de mi entrenamiento con ellos.

Cuando llegue a la entrada, Yaak ya estaba en su caballo leyendo algunos de sus libros en lo que el príncipe se preparaba, mire alrededor y Hoseok traía mi caballo aun lado de el suyo, su vestimenta se perdía en el pelaje del animal y lo hacia lucir aun mas divino. Mi yegua es de un gris intenso, pero es una de las mas salvajes que tenemos, solo dos personas la pueden montar sin que se ponga agresiva.

Hoseok bajo de su caballo entregándome las riendas de Mist —¿Esta lista princesa?

—Si, ¿El carruaje quedo listo?

—Todo asegurado el príncipe Yaak se encargo de todo, la mente que posee me es muy impresionante, nada mas esperamos a que el príncipe Hoongjoon llegue para irnos.

Escuchamos los pasos apresurados por los pasillos, el príncipe venia casi corriendo, su cabello estaba algo alborotado, cuando llego a nosotros se notaba demasiado agitado.

—Perdón, perdón, es que dormí demasiado, tenia tiempo sin caer rendido asi, por poco y se me hace mas tarde —miro a mi yegua — que preciosa.

Se acerco para tocarla —Yo no haría eso dormí si fuera usted ella no —pero no me dejo terminar la frase cuando le acaricio el hocico, Mist le arrimo mas el rostro para dejarse hacer — es increíble.

Mi yegua parecía una pequeña potranca a su lado, el príncipe sonrio y no podía verse mas adorable, extendí mi mano para acomodar su cabello, el se quedó quieto incluso se inclino un poco para dejarme alcanzarlo.

—Ella nunca deja que nadie la toque —sentí su rostro cada vez más cerca —ella confía en usted.

—Me alegro, espero que no sea la única —le regale una sonrisa sincera.

—Ya vamos tarde —escuche a Hoseok, se había subido a su caballo y se adelantó al frente.

—Creo que tu guardián esta molesto —el príncipe se notaba apenado —será mejor que suba al carruaje, me gustaría que fuera conmigo adentro.

—Soy parte de su guardia, me temo que no es posible, como un invitado del reino debemos protegerlo.

—Es una pena, me sentiría mas seguro con usted dentro del carruaje.

Por alguna razón me sonrojé, él se alejó para alistarse y poder irnos, apenas me subi al Mist me puse en mi posición junto al carruaje, Hoseok seguía sin mirarme. Yaak dio la señal para avanzar, apenas nos adelantamos unos metros cuando Mist se puso inquieta.

—¿Qué sucede bonita?

Sentí que el aire me falto por un segundo, en un parpadeo Hoseok estaba bajo su caballo con su espada en la mano, Yaak estaba aun lado del carruaje en posición de combate.

—¿Llegue a tiempo?

Escuche una voz tras mío, Mist relincho y se alzo en dos patas alterada, yo baje de inmediato viendo al sujeto, calme a mi yegua y Hoseok ya le tenia la espada en el cuello, este sonrio y alzo las manos, solo llevaba una gabardina negra y unos pantalones de cuero, en su pecho se podían notar runas que le cubrían hasta el cuello, bajo sus ojos había una sombra negra y el cabello ondulado estaba de manera desprolija, se veía salvaje y amenazante.

—¡Alastor! —El príncipe bajo del carruaje y corrió hacia nosotros —esperen, lo conozco, es de mi guardia, esta de nuestro lado.

—Me importa una mierda, no se debe de acercar asi, mucho menos a nuestra princesa —empujo mas el arma hacia el cuello del tipo que solo sonreía divertido.

—Hoseok, baja la espada, no puedes dañarlo —me acerque con cautela, pero la mirada del arcángel era de furia, era raro de verlo tan a la defensiva.

—No has cambiado nada Miguel Ángel —el tipo hablo.

—Tu tampoco, sigues apestando a muerte.

—Es mi aroma favorito, era el tuyo en su tiempo, pero ahora tengo un pactante y me estoy comportando, vengo en buenos términos, mi príncipe necesita protección y si no bajas tu arma me temo que te considerare una amenaza.

—Hoseok, baja esa espada, es una orden.

Me dedico una mirada fugaz y bajo la espada —Como ordene princesa.

—Veo que no soy el único con correa.

Hoseok agito su espada para guardarla, no dijo nada mas subió al caballo y espero órdenes.

—No sabia que vendría, perdonen fue mi culpa.

—Esta bien príncipe, no se preocupe, solo manténgalo alejado de Hoseok— Subi de nuevo al Mist y cabalgue hasta alcanzar a mi arcángel, que no quitaba ese ceño fruncido —estas muy extraño hoy.

—Su príncipe tiene pacto con Alastor, es una razón mas para que ese sujeto no me agrade, pero como sea, yo no le diré en quien confiar, usted es la princesa después de todo.

Se alejo de mí, sentí un nudo en el estomago por la manera en que me hablo, nunca se había molestado conmigo...

Les dije que se venian nuevos personajes *grita en autora loca* les iba a dejar la imagen de alastor solo en el canal de Whatsapp, pero soy un ser bondadoso.