Las manecillas del reloj seguían avanzando. Ya casi eran las tres de la tarde por lo que el azabache estaba terminando de hacer su rutina diaria de ejercicios antes de ir a ver a Taehyung.

Se encontraba muy acalorado y jadeante, sus músculos tensándose por la presión que ejercía en ellos, gracias a los distintos movimientos. Jungkook lo disfrutaba en demasía, porque desde siempre había sido uno de sus pasatiempos mantenerse en forma. Prácticamente era el único hobby que no descuidaba. 

Y aunque en esos momentos tendría que estar descansando de lo que él consideraba como "cotidiano", ejercitarse era una actividad que no podía dejar de lado por nada del mundo, ni así le pagaran por hacerlo.

Así que después de finalizar, Jeon tomó un poco de agua para hidratarse, y se dirigió al baño a darse una ducha. Mientras la lluvia artificial caía sobre él, con las gotas de agua deslizándose por toda su anatomía, con su cuerpo y mente relajándose por completo, el joven no pudo evitar pensar en el peliceleste que se había convertido en el mejor confidente que alguna vez pudo desear.

Porque Taehyung era como una caja de sorpresas, una persona con la que jamás podrías aburrirte. Alguien increíblemente amable, curioso, y muy divertido. El azabache hasta podría afirmar que a día de hoy se había grabado casi todos los gestos y expresiones que el mayor le mostró en esas tres semanas que se pasaron volando.

No obstante, algo comenzaba a molestarle mucho más que hace días atrás, cuando simplemente prefirió ignorar aquel detalle para no agobiarse como sabía que lo iba a hacer. Tanto así que de manera inconsciente evitaba conversar mucho con Yoongi y Hoseok, quienes eran los que más pendientes estaban de su vida desde que había comenzado su viaje.

Y cuál era el motivo se preguntarán, algo demasiado simple en realidad. Pues para Jungkook esa acción se había convertido en el triste recordatorio de que sus vacaciones estaban a nada de finalizar, y por lo tanto ese hecho también significaba dejar atrás al peliceleste de sonrisa cuadrada.

Su mente se había vuelto un caos. No sabía que sentir al respecto, pero aun así le gustaba atormentarse con ello. Y aunque Jungkook quiso seguir engañándose y manteniéndose firme ante la idea de que la única relación que podría tener con Taehyung era la de una bonita amistad (por dos obvias razones muy importantes, las cuales se reducían al hecho de que el peliceleste era un ser intangible, que jamás estaría a su alcance, y que el azabache no quería volver a enamorarse), una vez más su tonto corazón no le había hecho caso a la razón. 

Por lo que el azabache terminó ilusionándose de la peor manera, y por consiguiente eso provocó que dentro suyo florecieran los más puros sentimientos que alguien podría poseer hacia otra persona.

Sin duda ahora comprendía el dicho de "Nunca digas nunca". A fin de cuentas, lo vivió en carne propia. 

Pero dejando eso de lado, el menor se consolaba con la idea de que talvez durante ese tiempo compartido, el peliceleste le consideró como un buen amigo. Con el que ha estado viviendo agradables momentos que le hicieron dejar en el olvido su soledad por un rato. Lo que podría animarle a pasar de página más rápido, y solo atesorarlo como el más precioso recuerdo de su vida. Aunque en el fondo supiera que le estaba dejando una parte de su corazón. 

Todo esto porque realmente no sabía qué hacer para ayudarle, ni por dónde empezar a buscar una solución, ya que el panorama era de todo menos esperanzador.

💙

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el constante sonido de su móvil, por lo que no le quedó de otra más que cerrar la llave de la ducha, y tomar una toalla con la que rápidamente se secó lo mejor que pudo, procediendo a colocarla alrededor de su cintura cuando logró su cometido. 

Fue hasta el lavabo donde había dejado asentado su teléfono inteligente, y no demoró en observar en la pequeña pantalla el nombre de su buen amigo Hoseok.

Suspiró, y le contestó.

—Hola, Hobi hyung...

—Hey, Kook—saludó con su característica voz cargada de alegría—. ¿Dónde te has metido que estás tan desaparecido? Yoongi hyung se ha estado preocupando más de la cuenta por ti, ¿eh?

—Oh... Lo siento—se mordió el labio por la pequeña mentira que iba a soltar en ese preciso instante—. Últimamente no hay buena señal por aquí, por eso no he podido responder a sus llamados.

—¿En serio? Bueno, eso es una lástima... De seguro estás muy aburrido.

—Realmente no, tengo muchas cosas con las que distraerme por aquí—respondió sin titubear, mientras en sus pensamientos se colaba un peliceleste con mejillas de pan; porque por más que fuera un espíritu, sus mofletes parecían ser tan suavecitos, que Jungkook no había podido evitar denominarlos de esa dulce forma, que siempre le sacaba tiernas risas al susodicho.

—Interesante... Supongo llevaste algunos libros, y estás haciendo ejercicio.

—Ajá...

—Bien, me hace feliz saber que estás gozando de este tiempo para ti, pero lastimosamente todo lo bueno llega a su fin—musitó intencionalmente de manera decaída, por lo que Jungkook no pudo evitar imaginar que un puchero había aparecido en los labios del joven al otro lado de la línea—. Eso es lo malo de las vacaciones.

—Y a pesar de que en un principio no quise venir a estas vacaciones, ahora puedo decir que fue la mejor decisión que pude tomar.

—No quiero sonar como un metiche, Kook. ¿Acaso hay algo más que no me estás contando? 

Hoseok cuestionó con un deje de curiosidad.

—¿Por qué lo dices, hyung?

—Puedo notar algo diferente en tu voz—declaró con seguridad—. Como si estuvieras demasiado nostálgico por todo esto—el mayor se asustó luego de que la línea se quedara en completo silencio—. ¿Jungkook? ¿Sigues ahí?

—Rayos, hyung... ¿Tanto se me nota?

—Entonces no me equivoqué—razonó el mayor y Jungkook soltó aire por la boca.

- Lastimosamente no, pero es complicado de contar.

—Solo respóndeme una cosa.

—Dime...

—¿Tiene que ver con una persona que hayas conocido por allá? Porque de lo que tenía entendido cuando te hice el favor de alquilar la casa, no hay mucha gente por ahí, así que de por sí eso ya es un poco sorprendente, pero respeto tu silencio.

—Gracias por comprender, hyung—por cosas así, es que Jungkook podía abrirse fácilmente con Hoseok, pues este nunca pedía más explicaciones que las que podía darle, y era muy bueno escuchando. Por lo que era más sencillo conversar con él, que, con cualquier otra persona de su entorno, sin desmeritar a Yoongi obvio—. Y lo es... Por esa razón es que mi mente esta tan jodida en estos momentos, a pesar de que mi corazón parece estar muy firme con la respuesta.

—Demonios... Deberías simplemente ir por ello y sin arrepentimientos.

—¿Tú crees? —el azabache preguntó, con el deseo escondido de tener una respuesta afirmativa que le diera el valor que parecía faltarle.

—Vamos Kook, se nota que esa persona te gusta, ¿Por qué no te arriesgas? El Jungkook que conozco siempre ha sido muy decidido cuando sabe que vale la pena.

—Por miedo—confesó en voz bajita—. Sabes de mis malas experiencias, hyung.

—Tienes razón, pero algo me dice que esto puede ser diferente, si es que te lo estás pensando tanto. Además, no todas las personas ni mucho menos las relaciones son iguales o perfectas Kook, por lo que no deberías encasillarte en la idea de que todo el mundo te hará daño. Y así como el miedo mueve a la gente, también sé que este se puede convertir en la mejor motivación cuando se trata de conseguir algo.

—Creo que debería hacerte caso, hyung—musitó el menor, luego de analizar las sabias palabras que Hoseok le estaba brindando. Pues si bien Jungkook era consciente de lo que le decía sobre las personas y las relaciones en general, él de verdad había estado poniendo todo su empeño en la idea de nunca más volverse a enamorar.

—¡Claro que sí! —exclamó confiado—. Es un buen consejo de parte de tu querido Hobi hyung.

—Realmente lo aprecio mucho.

—No hay de qué—respondió y el azabache no pudo evitar imaginar una sonrisa tan brillante como el mismo sol en la cara de Hoseok—. La mejor retribución de esto, es que al fin seas feliz después de tanto, y si confías en que esa persona lo puede logar, ¿por qué no?

Jungkook afirmó con seguridad, para después seguir charlando amenamente con el contrario. A la par de que, en su mente otros pensamientos hacían acto de presencia, luego de haber notado la ironía de su situación. Pues tal y como Yoongi le había dicho había terminado encontrando a alguien cuando menos lo pensó, por lo que no pudo evitar preguntarse qué pensaría el joven de mirada felina de todo esto.

Lo más seguro era que obtendría como respuesta un "te lo dije", mocoso necio. Pero, aun así, Jungkook sabía que podría aguantarlo, mientras se tragaba sus palabras llenas de incredulidad respecto a un nuevo amor. Sin duda haría eso y mucho más, porque se sentía lo suficientemente capaz de resistirlo luego de haberse quitado un peso de encima gracias a la conversación a corazón abierto que tuvo con Hoseok.

El azabache estaba decidido a no perder más tiempo. En definitiva, le haría caso a su mayor, pues era innegable el hecho de que Taehyung le devolvió la alegría en cuestión de días, por lo que aquello no debía ser una simple coincidencia. 

Así que ahora simplemente debía esperar a que el sentir fuera mutuo y que luchar contra una maldición de siglos no fuera tan complicado como parecía.

Continuará...

El tiempo se pasó volando, pero será por una buena razón *guiño, guiño*. Tae ya le está moviendo el piso a Kook, ¿pero será correspondido? Descúbranlo muy pronto. Espero sus comentarios y estrellitas, les tqm.