*ૢ Capítulo 4*ૢ
Hace mucho, mucho tiempo, un joven estaba tan perdidamente enamorado de un hombre que le había bajado la luna, el sol y las estrellas, por lo que, llegado un momento determinado, decidió dejar todo atrás para escapar con este.
Sin embargo, su amado lo traicionó de la peor manera posible, ya que además de dejarle muy en claro que jamás le amó, y que solo estuvo con él para quedarse con su fortuna y estatus, el susodicho realizó un pacto con una bruja.
Dando como resultado que esta le lanzará una terrible maldición, dejándolo atrapado en las profundidades de un lago, escondido en medio de un bosque. Sin manera aparente de escapar. Tan solo con la oportunidad de poder materializarse en cada luna llena, pero, aun así, sin gozar de una verdadera libertad.
El joven estaba destrozado, ya que hubiera preferido desaparecer del mapa, en lugar de vivir el resto de su vida llena de remordimientos y soledad, después de haber sido una de las personas más extrovertidas en el pasado a pesar de lo tímido que podría ser al inicio.
Todo por la culpa de un cobarde que le aseguró poseer un sentimiento tan bonito hacia su persona. Al punto de costarle su propia libertad al enterarse que su amor jamás fue recíproco.
Jeon se quedó boquiabierto. Aquella historia le había dejado de una sola pieza, y en ese instante pudo asegurar que sus problemas amorosos no habían sido nada a comparación de la horrible experiencia de Kim. Porque era fácil deducir que él era el desafortunado protagonista.
El peliceleste al notar el estado en el que se encontraba su acompañante, aclaró su voz para poder sacarlo de aquel trance en el que había ingresado, usando un poco de diversión en su voz para romper dicha tensión.
—Sí, así como lo escuchaste. Yo soy ese joven y estaré condenado para siempre, porque fui un completo idiota...
—No creo que seas idiota por haberte enamorado de verdad, tan solo escogiste mal.
—Y por esa elección termine aquí, Jungkook—dijo, resentido consigo mismo a pesar de querer proyectar que ya no le afectaba tanto, por el tono divertido que quería mantener en su voz—. No hay nada que se pueda hacer.
—Pero tal vez por algo estoy aquí—su voz sonó tan segura que los labios del joven de cabellos celestes terminaron curvándose en una mueca, la cual mostraba su confusión al igual que su entrecejo fruncido.
—¿Entonces qué propones?
—Mira, sé que te sonará un tanto estúpido porque apenas nos conocemos, y ni siquiera ha salido el sol como para confirmar lo que me has dicho... Pero siempre he sido una persona que se guía por sus instintos y por lo que las personas pueden transmitir, así que he decidido confiar en ti, Taehyung, porque noto la sinceridad que hay en ti.
—Agradezco eso, pero todavía no comprendo tu punto—ante eso, Jungkook tomó aire en una exhalación que sentía que necesitaba para poder comunicarle su idea al espíritu.
—Quiero hacerte la propuesta de compartir estos días que tengo libres, porque realmente es mejor disfrutar de la compañía de alguien en lugar de estar encerrado todo el día.
—¿Lo dices en serio?... ¿Tú harías eso por mí?
Cuando el espíritu pronunció aquellas interrogantes, se dedicó a observar al joven buscando alguna duda o algo que le mostrara que solo lo hacía por lástima. Sin embargo, falló completamente en su tarea, porque lo único que podría apreciar era su arrolladora decisión.
—Sí, sé que no es la gran cosa, y no creas que lo hago por lástima—aseguró como si le hubiera leído el pensamiento—. Tan solo creí que podría distraerte un poco para que no te sientas tan solo. - le explicó a Kim con calma—Y creo que a pesar de nuestro extraño comienzo podríamos llevarnos muy bien.
—Pienso lo mismo. Me pareces una buena persona y hace tiempo anhelo volver a tener un amigo, y aunque la soledad se ha vuelto una costumbre para mí, aprecio mucho el gesto.
—Bien, entonces espero hacer un buen trabajo, nuevo amigo.
—Lo espero con ansias, pero ojalá no te aburras de mí. Ya que lo único que puedo ofrecerte es mi compañía mientras te encuentras en este espeso bosque.
—Con eso será más que suficiente—Jungkook sonrió con suavidad y su acompañante no tardó en corresponderle de la misma forma. Regalándole una sonrisa completamente sincera.
No eran tan distintos ahora que lo analizaban, pues ambos habían confiado en gente que les había decepcionado. No obstante, terminaron con perspectivas muy distintas. Ya que Jungkook no quería saber nada al respecto sobre el amor, mientras que Taehyung vivía angustiado por no volver a experimentar ese sentimiento otra vez a pesar de su dolor.
Y aunque dicha oferta era completamente inocente, después de que apareciera el deseo en el corazón de Jungkook de poder entablar una amistad con Taehyung, lo cierto era que ninguno de los dos se hacía ni una idea de lo que esa promesa traería para sus vidas.
💙
Jeon no tardó en seguir el hilo de la conversación. De una manera muy amena e interesante, cautivando por completo a Taehyung, quien le escuchó con mucha atención. Perdido en la forma tan interesante que tenía el azabache al momento de explicarle con lujo de detalles como era que estaba ahí.
Desde que Yoongi le aseguró que era hora de que se tomara un descanso de tanto trabajo, hasta la ayuda que Hoseok le había brindado para que no tuviera ninguna preocupación, mientras se encontraba lejos de todo.
Y aunque existieron algunas cosas que Jungkook tuvo que explicarle a Kim, pues este desconocía mucho por obvias razones, nunca lo consideró como una molestia, sino más bien algo muy interesante. Ya que le gustó poder compartirle la información referente a los tiempos modernos.
Los minutos se convirtieron en horas que ninguno notó porque los temas se volvieron variados y ayudaron a que ambos se conocieran un poquito mejor. No obstante, sabían que no sería suficiente, y obviamente todo eso terminó cuando el sol comenzó a hacer aparición en medio del firmamento que estaba volviéndose de un tono más claro del que poseía durante la noche y madrugada.
Por lo que Jungkook fue testigo de algo tan impresionante, así como irreal, y esto era el hecho de que el cuerpo de Taehyung comenzó a tonarse translúcido. Como si se tratara de uno de esos tantos espíritus que algunos describían haber visto, mientras era cubierto por una luz brillante, que lo encegueció por unos segundos.
Hasta que el cuerpo del peliceleste se convirtió en un ente que no se podía tocar, ni mucho menos ocupar un espacio en algún lugar, por lo que para Jungkook fue comprensible que aquel semblante alegre que había mantenido el mayor mientras ambos conversaban se tornara decaído. Ya que era su claro recordatorio del pesar de su vida sin libertad.
Y aunque Jungkook quiso evitarlo, sus ojos y su boca terminaron abriéndose por la impresión, lo que le causó algo de gracia al peliceleste que no pudo evitar romper el silencio que había traído consigo su transformación a espíritu.
—Me alegra que puedas ver con tus propios ojos que nunca te mentí. Así que espero que a partir de ahora no tengas más dudas al respecto.
—Claro que no... Pero sigue siendo demasiado sorprendente—le aseguró mirándole de arriba para abajo, mientras Taehyung también detallaba la manera tan exhaustiva en cómo se le quedaba viendo. Como si de alguna forma quisiera grabar su translucida anatomía en su memoria.
—No me mires tanto, siento que me vas a desgastar—bromeó y Jungkook rápidamente dejó de hacerlo, sintiéndose avergonzado por haber sido tan obvio.
—Lo siento, hyung...
—Interesante... —la diversión se había vuelto latente en su tono de voz—. Ahora me llamas hyung para enmendar tu error.
Taehyung hizo mención a ese detalle porque Jungkook le había estado hablando como si fueran de la misma edad, hasta que minutos atrás descubrió que el peliceleste era mayor que él. Pues cuando la maldición había sido lanzada este tenía 28 años de edad.
Y al ver que el menor parecía no saber que decir al respecto, el joven de piel canela continuó—. No es necesario que lo hagas, o me sentiré mucho más viejo de lo que soy—sus labios se curvaron en una pequeña mueca de disgusto de solo recordarlo—. Ya que no ayuda que pasaran tantos años, mientras yo estuve aquí encerrado perdiéndome tantos cambios.
—Pero... Debería de seguir haciéndolo, porque es una manera de mostrarte mi respeto.
—Ay Jungkook, esas son simples formalidades, y en este caso, yo te estoy dando permiso para que me trates por mi nombre de pila—otro silencio se hizo presente, así que decidió quitarle la incomodidad al momento con una de sus ocurrencias—. ¿O acaso piensas que te voy a jalar los pies mientras duermes? —le cuestionó con diversión, impresionando al azabache—. Solo porque me estuviste hablando informalmente, antes de mencionar mi edad.
—¡Claro que no! —exclamó con un sonrojo pintando sus mejillas. Él jamás había sido miedoso, y en sus planes no estaba serlo—. Eso sería muy tonto...
—Tonto o no, muchos les tenían miedo y respeto a los espíritus, y creo yo que eso es algo que no se considera extraño, porque era muy común en mi época.
—Bueno, eso ya depende de cada persona, pero te puedo asegurar que verte de esa forma no causa en mí ningún tipo de temor, así que quédate tranquilo.
—Está bien, es agradable saberlo—Taehyung le sonrió de lado y Jungkook le devolvió el gesto, sintiéndose contento por haberle aclarado la percepción que tenía sobre él.
Ya que ahora que serían amigos, algo como eso no tendría que ser siquiera considerado como un impedimento. Porque, así como existían personas que le temían a lo desconocido, había muchas otras más a las que les encantaba aventurarse y descubrir más sobre el tema.
Y si la vida, una deidad o el destino le estaba regalando esta oportunidad a Jungkook para que sus vacaciones se volvieran memorables, a la par de ayudar a alguien que hace mucho anhelaba un poco de compañía, ¿Quién era él para negarse?
Aquel bonito gesto que estaban compartiendo se vio interrumpido cuando el estómago del azabache rugió, sacándole una risita al peliceleste.
—No te rías—reclamó el menor, tratando de sonar ofendido, pero esto solo incentivó a que el contrario continuara divirtiéndose—. No es gracioso.
—L-Lo siento, lo siento—atinó a decir entre risa y risa—. Es que fue muy divertido.
El peliceleste simplemente se dejó llevar. Gozando de la entretenida situación que se había presentado de improviso. Pero antes de que Jungkook pudiera decirle algo más al respecto, este se concentró en lo bonito que se escuchaba. Pues era tan melodiosa, con un tono grave por la voz del mayor y completamente espontánea.
Tanto así que el azabache podría afirmar que era de esas risas que brotaban con tanta naturalidad desde lo más profundo del alma. Siendo digna de apreciar, contagiándote la alegría que desprendía.
Sin embargo, muy aparte de esto Jeon tampoco pudo pasar desapercibida la manera en que los ojitos de Taehyung se perdían en medio de aquel gesto risueño. A la par de como su boca se curvaba en esa forma cuadrada que le proporcionaba un toque más especial a la belleza irreal que el joven ya poseía.
Se quedó en silencio analizándolo, hasta que el susodicho notó que su acompañante había dejado de reñirle más pronto de lo que hubiera imaginado, o, mejor dicho, desistió casi de inmediato.
Así que, sin comprender la razón de esto detuvo su risa, y le devolvió la mirada al chico a su lado, encontrándose con esos ojos oscuros y brillantes que le demostraban que tenían toda su atención puesta sobre él.
—Este... Creo que deberías ir a comer algo y descansar—el chico de cabellos celestes sugirió aquello con tranquilidad, esperando quitarse de encima esa sensación de sentirse tan en la mira del azabache. Ya que no estaba acostumbrado a sentirse tan admirado luego de años en completa soledad—. Porque como tú mismo dijiste, interrumpí tu sueño y te hice venir hasta acá a costa de tu sueño reparador...
—De acuerdo, tienes razón—desvió la mirada, sin siquiera ser consciente del pequeño pánico que le provocó al mayor—. Iré a hacer lo que me pides, y en la tarde volveré. Te lo prometo.
—Como gustes, aquí estaré esperándote—respondió tratando de disimular su nerviosismo, señalando el lago, a lo que Jungkook asintió quedito—. Nos vemos luego, Jungkook.
El joven de piel canela se despidió con esa voz suave y aterciopelada, la cual empezaba a ser la favorita del menor, aún sin ser consciente de lo que eso implicaba.
—Hasta pronto, Taehyung.
Los jóvenes se despidieron con la mano. Con el juramento de verse una vez más, hasta que el azabache finalmente desapareció del campo visual del espíritu. Perdiéndose entre los árboles que rodeaban aquel lago.
Continuará...
Sé que el relato narrado por Tae puede ser muy cliché, pero les juró que luego verán que tiene un trasfondo más profundo, por eso les pido que sigan apoyando el fic hasta el final. Gracias por leer, me alegran la vida con sus comentarios y estrellitas. Sigan así y yo seguiré siendo constante también. Cuídense mucho.
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