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*ૢ Capítulo 26*ૢ

Desde esa noche, a Jungkook le venían con más constancia repentinos dolores de cabeza que lograba disimular muy bien para no preocupar al peliceleste que debía estar tranquilo, porque ya tenía suficiente con sus propios problemas. El azabache había decidido no darle importancia a esa voz masculina. Puesto que, a la mañana siguiente, estando más calmado y descansado, la reconoció como la de su querido abuelo, Jeon Hwan.

No comprendió la razón por la que aquello le estuviera pasando, pero supuso que sería por el nerviosismo y el estrés de fallarle a Taehyung al no lograr quitarle la maldición.

Al fin y al cabo, tres días habían pasado desde la primera videollamada que Taehyung y Jungkook tuvieron con la pareja Kim. A partir de ese encuentro, el grupo comenzó a reunirse cada día sin falta, pues con un panorama más claro, encontraron cosas interesantes que debían ser conversadas para saber cómo proceder en la investigación.

El joven de piel nívea estaba sacándose la ropa cuando a su mente llegaron los recuerdos más significativos que fue creando en esos días, como si se tratara de una película.

Bueno, déjenme contarles que Joonnie logró encontrar registros de mujeres nobles que tuvieran el apellido Mooncomentó Seokjin emocionado por el arduo trabajo que su marido había hecho. 

Tenemos como candidatas a Moon Sunhee, Moon Haneul, Moon Hyori, Moon Jiyu y Moon Eunyeongel pelirrojo las nombró, pasando las hojas de aquel folder que tenía en mano, el cual resguardaba todos esos valiosos datos.

Fue difícil encontrarlas, pues hay muchos registros en la biblioteca donde trabajo, pero lo logré y Jinnie me ayudó a ver que lo que no servía y lo que sí lo hacíamusitó Namjoon con honestidad—. Basándonos los datos que Taehyung-ah nos proporcionó, obvio.

Por suerte esto sucedió a finales de la dinastía Joseon e inicios del conocido como Imperio de Corea. Así que no era tan grande la brecha en la que debía buscar a estas jovencitas de la nobleza. Ahora solo falta investigar más a fondo a cada una de ellas para ver si tenían algo que ver con la brujería, porque sí o sí, alguna de estas debe ser a quien estamos buscando.

La mirada de Seokjin era decidida, lo que calmaba a Taehyung y a Jungkook. Pues realmente sentían como que ese hyung lograría darles una solución así fuera lo último que hiciera.

Gracias por tu esfuerzo Seokjin hyung, es una lástima que no podamos ayudarte porque en internet toda la información es muy básica. No tiene ni punto de comparación con esas bibliotecas virtuales y físicas a las que Namjoon hyung tiene acceso como el gran historiador que es.

Lo sabemos, Kook, pero pierdan cuidado con eso. Nos encargaremos de todo hasta el final, logrando el mejor resultado pues los Kim no prometen algo que no vayan a cumpliraseguró el de cabellos cenizos, dejando ver sus bonitos hoyuelos.

Taehyung sonrió conmovido al estar pletórico por todo el trabajo que estaban haciendo por él, realmente quería tener la oportunidad de agradecérselos en persona. Sin embargo, mientras tanto lo hacía realizando reverencias cada dos por tres, causando ataques de ternura en los mayores.

"Después de que esta maldición termine, no lo dejes escapar Jungkook o juro que me conocerás".

Aquel pensamiento se instaló en la cabeza de Seokjin al no dejar de admirar cómo su primo observaba con fascinación al peliceleste. Por una parte, comprendía que tal vez Jungkook no quería apresurar las cosas o darle esperanzas cuando todavía la situación seguía siendo complicada, porque todavía existía un margen de error que podría significar que lo que estaban haciendo sería en vano. Sin embargo, el pelirrojo se sentía orgulloso por la fuerza de voluntad que el azabache poseía.

Lo conocía desde niño, y sabía lo entregado que se volvía con sus parejas, a pesar de que estas luego le pagaran muy mal. Jungkook era una persona noble y de corazón bondadoso, por lo que sabía de sobra que, si Taehyung le decía que sí, sería tan feliz como él lo es con Namjoon.

Los pensamientos del mayor se vieron interrumpidos cuando por el pasillo que yacía cerca de la sala donde su marido y él se encontraban, aparecía con un peluche de conejito su pequeño hijo Soobin.

Venía restregándose con su puñito uno de sus ojitos para quitar los rastros de aquel sueño profundo en el que había estado. Seokjin se mordió el labio, todavía era pronto y al día siguiente era fin de semana, por lo que sin problema su esposo y él planearon conocer más a Taehyung, para distraerlo un poco de su situación y sobre todo indagar más en su persona, porque de por sí les parecía alguien muy interesante.

Pero justo Soobin hizo aparición, su hijo era muy educado así que eso era lo de menos, y si lograba quedarse dormido una vez más, mucho mejor, no le gustaba la idea de que se desvelara, porque a la mañana estaría mucho más cansado, pero podría dejarlo pasar porque era sábado.

Namjoon al ver que su marido se quedó en blanco, volteó su rostro hacia donde el contrario estaba mirando y se encontró con la estampa de su retoño a unos metros de distancia. Antes de que pudiera reaccionar, el mayor ya se levantó de su lugar para ir hacia el pequeño que no tardó en tomar en brazos.

El infante se afianzó al cuello de su padre doncel, acomodando su cabeza en su hombro, sintiéndose en paz al estar en brazos de ese ser tan especial para él mientras le susurraba un suave "Hola, papi Jin".

Miren no más quien se apareció por aquímusitó Seokjin con una pequeña sonrisa, volviendo a lado de Namjoon, quien también sonrió al ver a su hijo despierto y regalándole una de sus dulces miradas.

Papá Namel pequeño se removió entre los brazos del pelirrojo, pidiendo porque lo dejara en los del historiador. Seokjin no tardó en cumplir el deseo de su hijo, pues sabía lo mucho que le gustaba ser mimado por el moreno.

Hola campeón.

Cuando el menor estuvo con su padre, con la pereza ya desvanecida de su sistema, le dio un fuerte abrazo bajo la mirada del mayor y los jóvenes detrás de la pantalla de su ordenador. El joven de cabellos cenizos devolvió aquel gesto con la misma intensidad, sintiéndose contento por el cariño que su hijo siempre le demostraba y que calmaba su corazón de cualquier preocupación respecto al poco tiempo que se veían.

Cuando el menor se separó, dejando un beso en la mejilla del historiador, se sentó en una de sus piernas y dirigió su vista hacia aquel peliceleste que estaba acompañando a su "tío Kookie".

Vamos bebé, saluda a nuestros acompañantesanimó Seokjin con una sonrisa, a lo que el chiquillo asintió despacio—. Hola tío Kookie y...

Taehyung, me llamo Taehyung, pequeñoel chico de piel canela sonrió enternecido al ver la carita feliz del niño que indicaba ser el fruto del amor entre esos hyungs tan amables. Jungkook se había olvidado de contarle acerca de ese detalle—. ¿Cómo te llamas?

¡Soy Soobin! anunció con esa energía característica de un niño—. ¡Hola tío TaeTae!  saludó con su manita, estando más confiado al saber el nombre de aquel bonito chico que estaba con su tío, asumiendo al instante que era la pareja de este, pues para el menor tampoco pasó desapercibida los ojitos llenos con corazones de Jungkook.

Hola chiquito, es un gusto volver a verteJungkook ignoró la forma en la que el menor de los Kim se había referido al peliceleste, ojalá el resto también no le diera importancia, o sus mejillas se calentarían más que una fogata. No podía ser posible que un niño que apenas y estaba durmiendo solo, se diera cuenta de esos sentimientos que trataba de disimular con todas sus fuerzas—. Estás más grande que la última vez que te vi.

Lo sé, tío Kookie. Papi me lo dice todos los días, pero eso también fue hace mucho. Te extrañé, no tengo con quien jugardijo con un puchero adornando sus labios, volviéndole a prestar atención a su peluche, Namjoon acarició los mechones castaños de su hijo con cariño. Sintiendo orgulloso por la forma en la que hablaba, casi sin trabas.

Su hijo era muy inteligente para su corta edad, aunque no pudo evitar recordar a su marido alegando que seguramente era por su persona, pues el moreno gozaba de un gran coeficiente intelectual y lo más lógico es su hijo lo hubiera heredado.

Yo también te he extraño mucho, Binnie. Así que perdóname, ¿sí?

Con una condiciónaseguró el menor, y Jungkook asintió expectante por escuchar cual sería lo que tendría que hacer—. Trae al tío TaeTae a jugar también, por fis, por fis. 

El castañito dejó en su regazo a su conejito, solo para juntar sus manitas con la intención de pedirle al azabache que le cumpliera su deseo.

Seokjin abrió la boca por la sorpresa que le causó aquella dulce petición de su retoño. ¿Acaso él también lo notó? Obvio, desde el momento en que le llamó "tío", esta podría ser una perfecta oportunidad para indagar en el tema, y avergonzar a su primo como en los viejos tiempos.

Oh bebé, estoy seguro que aceptarán tu petición, pero... ¿por qué estás llamando tío a TaeTae? el pelirrojo interrogó, acomodando los mechones rebeldes del pequeño que ahora jugaba con su muñeco de felpa.

Y con eso Jungkook sintió que podría abrirse la mismísima caja de pandora. Justo ahora quería que la tierra se lo tragara y lo enviara a Júpiter, porque lo menos que quería era quedar en evidencia de esa forma. Taehyung estaba igual o peor, aunque agradecía internamente por lograr mantener un semblante para nada afectado.

¿Por qué dices eso papi? Ambos están muy enamorados. Se dan las mismas miradas que papá Nam y tú, mis ojitos no mienten.

El niño habló con total convicción que Seokjin y Namjoon quisieron reír, pero se mordieron la lengua para no pecar de imprudentes con sus menores a los que les daría un colapso por esa verdad sin filtro.

Oh ya veo, cariño. 

Seokjin en un movimiento rápido puso su dedo índice sobre sus labios, pidiendo que no le negaran nada al niño por el momento. Pues sería difícil de convencerle de lo contrario, luego de haber asegurado que él no mentía. 

Jungkook dirigió su mirada hacia Taehyung, esperando la manera en la que debía proceder, pues no quería incomodarlo por más que se tratara de su sobrino y su primo. Al notar una suave sonrisa en esos labios de corazón, supo que no habría problema y eso lo emocionó de sobremanera.

¿Aceptan la invitación de mi Binnie?

Sería genialcontestó Taehyung—. Kook y yo iremos a visitarte llegado el momento, ¿te parece, Soobinnie?

¡Sí!

El infante aplaudió, regalándoles su melodiosa risa, por lo que el joven de piel canela lo observó con un brillo especial en sus orbes, pues uno de sus mayores anhelos desde que se enteró que era doncel, fue el de tener a su propia familia. Aunque por el momento, estuviera guardando bajo llave aquel secreto.

Fue inevitable que Jungkook pudiera pasarlo por alto, tanto que sin querer se contagió de esa emoción, imaginando que un futuro pudiera adoptar a un pequeño que alegrara sus vidas.

Soñar era gratis, así que no lo juzguen.

El corazón se le aceleró de solo recrear esa estampa que estaba conformada por el peliceleste y su persona, cuidando a un nene que los amara tanto como Soobin hacía con la pareja Kim.

Minutos después, teniendo al infante rendido nuevamente en los brazos de su progenitor, todos los presentes iniciaron una charla que esta vez estaba orientada a temas más diversos, con el único propósito de saber más acerca de ellos mismos.

Taehyung relató un poco de las actividades que había realizado con Jungkook, y este no tardó en halagar su increíble capacidad de aprendizaje con respecto a la tecnología y su exitoso desenvolvimiento al momento de cocinar.

En cambio, Namjoon les contó sobre sus últimos proyectos con respecto a algunos antiguos pergaminos que su equipo de trabajo había encontrado, mientras Seokjin les explicaba que su trabajo de diseñador gráfico estaba yendo de maravilla, a pesar de que la mayoría no apreciara dicha carrera que para el pelirrojo era su vida.

Todavía faltaba mucho que conocer de los otros, pero por algo se empezaba.

Me alegra que te esté yendo tan bien, hyung, diseñar es lo que más disfrutas.

Así es, Kook-ah. Aunque sigo conservando el don de saber escuchar, por lo que cuando se les ofrezca pueden desahogarse conmigobromeó Seokjin y Namjoon rio por las ocurrencias de su pareja.

Como yo le digo, es un psicólogo sin título.

Eso mismo, Namel mayor dejó un beso en la mejilla del contrario y los menores sonrieron por la ternura que desprendían los esposos. 

Toda la imagen era hermosa, ellos siendo amorosos, y el moreno sosteniendo a su retoño entre sus brazos, mientras este hacía los mismo con su peluche.

Bueno, aunque si es algo serio les recomiendo que tomen ayuda profesional, porque hay veces que ni yo mismo puedo resolver mis problemas, por lo que no esperen mucho de mí.

Lo tendremos presente, Jin hyung.

Después de eso, la segunda videollamada finalizó porque todos los presentes ya estaban siendo contagiados por la tranquilidad que el sueño le estaba otorgando a Soobin. Se despidieron y se prometieron nuevamente volver a repetir dicha acción al día siguiente.

Un silencio inundó la sala cuando las miradas de Taehyung y Jungkook se encontraron. La sinceridad del infante todavía seguía causando estragos en ellos, ahora mucho más que sabían que debían hablarlo.

Soobin...

Hey Kook, no te preocupes. Es un niño pequeño, cree lo que más conveniente le parece y sé porque Seokjin hyung nos pidió que guardáramos silencio.

¿De verdad? Pudo ser incómodo para ti, y si lo era no debiste quedarte callado.

- Para nada, sé que lo hizo porque no quería confundirlo. Verás que mañana ya se lo olvida.

"Lo dudo". Pensó Jungkook, pero al ver que Taehyung no le quería dar más vueltas al asunto, decidió dejar el tema por la paz. De todas formas, justo ahora tampoco se sentía con la energía para refutar que no debería estar aceptando esas cosas porque sí, a menos que él también correspondiera lo que sentía.

Sí...

Los jóvenes se retiraron de la sala, y yendo camino a la habitación que compartían, Taehyung decidió quitarse esa duda tan grande que había aparecido en su cabecita.

¿Por qué no me contaste que tenían un hijo? En serio me sorprendí.

¿No le mencioné? preguntó Jungkook y el peliceleste negó repetidas veces, mientras subía las escaleras—. Lo siento, ha sido error mío.

Se nota lo mucho que lo amanTaehyung sonrió con suavidad al rememorar la imagen de la familia Kim.

Lo hacen, fue un bebé que esperaron con mucho amor, pues lo tuvieron cuando se sintieron lo suficientemente listos como para cuidarlo.

Soobin había sido un bebé planeado por ambas partes. Se notaba que era otra época, pues en sus tiempos los hombres de la casa eran los que decidían hasta el mínimo detalle de cuando era el momento perfecto para que su doncel o mujer quedara en cinta. 

Ya que los involucrados no tenían poder de opinión con respecto a sus cuerpos. Simplemente tenían que cumplir con su deber, quisieran o no, dejando de lado todas sus otras aspiraciones para poder engendrar una nueva vida en sus vientres.

Wow... Eso es genial, Kook.

"Ojalá y hubiera podido cumplir ese sueño que ahora siento tan distante, pero bueno, por este temor estúpido sigo ocultándole a alguien tan bueno como Jungkook mi condición de doncel".

Tal vez debería pensar con seriedad lo de revelárselo, porque tal vez, solo tal vez, los donceles habían dejado de ser tan mal vistos como en el pasado.

Sí, están haciendo un trabajo estupendo con su hijo, realmente los admiroadmitió Jungkook cuando ambos se quedaron viendo fijamente a la entrada de su habitación—. Debes de desear con todo tu corazón el ser padre, porque la mayoría no están capacitados para ello y por eso los hijos crecen sintiendo un vacío.

Estoy de acuerdo, Kookie. Si bien nadie te enseña cómo hacerlo, debes tener la vocación para ello, y si en algún momento llegas a cometer un error, hay que aceptarlo y enmendarlo, ¿verdad?

Tantos idiomas, y decidiste hablar con la verdadJungkook aseguró con esa sonrisa de conejito adornando su rostro, y Taehyung no pudo evitar contagiarse de su buen humor.

Ambos tenían una forma de ver la vida demasiado parecida, a pesar de que cada uno perteneciera a una época distinta.

Sin embargo, eso era algo que solo seguía convenciendo a Jungkook sobre que Taehyung era ese complemento que anheló desde que tenía uso de razón.

💙

El domingo se reunieron un poco más pronto de lo habitual, pues por mensaje los Kim habían acordado que Jungkook ayudara a Taehyung a preparar algunas cosas que pudiera servir para romper la maldición o al menos debilitarla. Guiándose en los relatos sobre maldiciones que tenían a su alcance.

Por ejemplo, el tomar un hilo rojo y atarlo en la mano de la peliceleste en señal de protección. Quemar un mechón de cabello que estaría atado a una carta escrita por el susodicho, a forma de dejar atrás cualquier arrepentimiento contra la persona que le lanzó el maleficio. Y por último recitar un mantra para eliminar las malas energías.

Taehyung no creía que cosas tan sencillas como esas pudieran funcionar, pero no objetó cuando se le pidió que las hiciera.

Había que agotar todas las opciones, por más tontas que parecieran.

Desde que la maldición cayó sobre él, no recuerda que hubiera intentado algo como eso, así que no perdía nada con intentar.

Aquel día los dejó agotados, mucho más después de que Taehyung les comentara que se sentía igual que siempre. Había sido un fallo, pero la buena noticia era que Namjoon y Seokjin ya descartaron a más candidatas, quedando entre ellas Moon Hyori, Moon Eunyeong y Moon Haneul. No todo está perdido, y aunque mientras más días pasaran, cada vez se sentían que estaban contrarreloj, el grupo tenía un buen presentimiento al respecto.

Así que el día lunes, Taehyung y Jungkook se reunieron en la tarde solamente con Seokjin y Soobin, pues Namjoon se dedicaba a conseguir la mayor información que pudiera de esas tres mujeres de la nobleza en algunas bibliotecas de la ciudad, siendo guiado por algunos amigos que estaban más familiarizados con estos lugares.

Decir que los lazos no se habían estrechado sería mentir, pues Taehyung y Seokjin estaban volviéndose verdaderos confidentes. El mayor era alguien tan divertido y confiable, que el peliceleste no podía evitarse sentir a gusto cada vez que intercambiaban apalabras. Y qué decir de Soobin, quien cada vez tenía más encantado a Taehyung por ser un nene precioso en todos los sentidos.

Sin embargo, en este tiempo que se habían dado para descansar un poco de los intentos fallidos del día anterior, el pelirrojo y los menores se sumaron a una conversación tan amena y disfrutable, en donde hablaban sobre cualquier tema que les pareciera interesante.

Papi, ¿si me vas a leer un cuento esta noche?  el infante había preguntado de la nada, cortando la trivial platica en la que sus mayores habían estado participando, mientras seguía jugando con su pequeño carrito de juguete—. Di que sí por fis.

Claro que sí, cariño, estos ultimas días no lo he hecho así que me disculpo por eso.

No importa, papi, he disfrutado de tus canciones de cunael niño sonrió, cerrando sus ojitos y Seokjin acarició su cabeza bajo la mirada enternecida de Jungkook y Taehyung.

Es demasiado tierno, ¿le gustan mucho los cuentos?  inquirió Taehyung y Seokjin asintió.

Le encantan, ¿no es así, Binnie? el susodicho afirmó repetidamente con su cabecita, para de repente acomodarse en el regazo de su padre, con toda la intención de descansar un rato después de tanto jugar—. A veces me recuerda mucho a ti, Kook.

¿A mí? cuestionó el azabache con sorpresa, dicha afirmación también captó con éxito la atención de Taehyung.

A ti.

Soobin comenzó a cerrar los ojos cuando su padre doncel nuevamente inició una sesión de caricias en su cabello, a la par que su pacifica voz se convertía en ese arrullo que lograba adormecerlo por completo, logrando que cayera en los brazos de Morfeo por al menos una hora. A fin de cuentas, una siesta no le hacía mal a nadie.

¿A qué te refieres, Seokjin hyung? Alguna anécdota que sirva de ejemploTaehyung interrogó emocionado al solo imaginar lo tierno que Jungkook debió ser de niño, mientras el azabache pedía en su interior que el mayor no dijera algo que pudiera avergonzarlo y dejarlo sin la capacidad de ver a la cara al joven de piel canela.

Pues cuando éramos prácticamente unos niños, nuestras familias se juntaban en la casa de nuestros abuelos, donde Jungkook y yo escuchábamos las leyendas que nuestro abuelito nos relataba. Pero Kook era el que más las disfrutaba, pues había veces donde seguía al abuelo a todo lado esperando que le contara una más.

Awww, eso se escucha muy lindoTaehyung recreó la imagen de un niño con ojitos de ciervo y un marcado puchero al querer que su mayor le relatara alguna historia que entretuviera su imaginación.

Lo era, no te haces una idea, Taehyung-ah. Espero lo sigas recordando, Kookle regaló una mirada expectante, y el menor que se había sonrojado por el cumplido del peliceleste, se rascó la nuca buscando las palabras adecuadas para expresar su opinión sobre el tema.

O sea, de recordarlo como tal, no tanto. Porque es una parte de mi pasado que está borrosa, sin embargo, en mi corazón sigue esa emoción que conservo cada vez que rememoro la imagen del abuelo contándome esas leyendas.

Ya veo, con eso es suficiente. Eras la adoración del abuelo, así que me alegra que sigas apreciando esos momentos donde más te demostró lo mucho que le encantaba que le dedicaras una auténtica atención cuando de sus relatos se tratabaJungkook sonrió ante aquel comentario tan lindo de su primo, asintiendo de acuerdo a cada una de esas palabras.

Siempre lo tengo presente, hyung.

Así me gustael pelirrojo aseguró sonriendo también, y de reojo comprobó que su retoño yacía profundamente dormido—. Pero lo que más predomina en mi mente, es que tenías una leyenda que parecía ser tu favorita. No recuerdo de que iba, pero era la que le pedías que te la contara al menos dos veces al día los fines de semana que nos quedábamos ahí.

¿En serio? De seguro era muy bonita, me gustaría escucharla algún día.

Bueno... Lamento decepcionarte, Tae, pero yo tampoco recuerdo cual era.

Que malel peliceste puchereó—. Ojalá algún día puedas recordarla.

Haré un esfuerzo para buscar en mi polvorienta memoria.

Yo también trataré de hacerlo, aprovechando que andamos con esta situación, puede ser un gran estímulo para mi cerebro.

Ya lo creo, Jin hyung.

Una hora más pasó, hasta que los menores se despidieron de su hyung, y el infante que se levantó con ganas de ser alimentado por su padre. El reloj marcaba las seis de la tarde, por lo que Jungkook se dispuso a preparar la cena, mientras Taehyung decidió limpiar la casa, pues ya era su turno de hacerlo.

Cuando el azabache terminó, llamó al joven de piel canela para que pudieran comer juntos como ya era costumbre. Taehyung se sintió satisfecho con la comida del menor como siempre. Esta era verdaderamente deliciosa, y no demoró en hacérselo saber a su acompañante. Jungkook agradeció y aprovechó a nuevamente algar la comida del chico, pues cada vez seguía mejorando gracias a la diversidad de programas en YouTube y en la tv que veía.

Jeon le veía un gran futuro a Taehyung en ese ámbito, por lo que, si todo salía bien, llegando a la ciudad, no tardaría en plantearle la idea de tomar la decisión de dedicarse a ello de una forma profesional. El azabache estaba más que dispuesto a ayudarlo a alcanzar las metas personales que tuviera. Limpiaron en conjunto todo lo que ocuparon, para luego retirarse a la sala a jugar videojuegos hasta que el cansancio hiciera lo suyo.

Incitándoles a que se rindieran al sueño.

Tres horas pasaron cuando ambos jóvenes se retiraron hasta la habitación donde en silencio Jungkook comenzó a ponerse la ropa de dormir, encontrándose totalmente sumido en sus pensamientos, mientras Taehyung hacía lo mismo en el cuarto de baño.

Sin imaginar lo que pasaría cuando el azabache cerrará los ojos.

Cada vez estaba más cerca de abrir esa puerta que yacía en lo más profundo de sus recuerdos.

Continuará...

Pronto estaremos llegando al clímax de la historia, pero no les dejaré con las ganas de ver más momentos bonitos entre Tae y Koo, porque les prometí un  final feliz, y eso es lo que tendrán. Gracias a los que siguen aquí desde el principio, regálenme sus estrellitas, comentarios y si les gusta la historia, no olviden recomendarla.

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