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*ૢ Capítulo 2*ૢ

Jungkook se encontraba conversando tan amenamente con uno de sus hyungs por teléfono. Más específicamente con Jung Hoseok, un buen amigo al que le tenía la absoluta confianza de pedirle cualquier tipo de favor como justo ahora.

Y es que después de que Yoongi no le hubiera dejado otra alternativa más que aceptar su inminente descanso, el azabache había decido planear un viaje que de verdad pudiera distraerle de todo, alejarle de la monotonía y sobre todo de la ciudad en la que vivía.

Seúl. La capital de su país que jamás se detenía, sin importarle si en el proceso dejaba a muchos atrás.

Porque eso era lo que Jungkook vivió en carne propia desde que tiene razón de las cosas.

Ya que, mientras el resto avanzaba, Jeon podría afirmar que se quedaba estancado. Totalmente inmovilizado, observando como los demás continuaban a excepción suya. Aunque lo cierto era que se había acostumbrado conforme caía uno y otra vez en ese abismo tan profundo, en el que  sus demonios no tardaban en hacer aparición y atormentarlo hasta el cansancio.

Pero por este mes que tendría de pura libertad, trataría con todas sus fuerzas no tomarle tanta importancia como ya era costumbre.

—Sí, Hobi hyung... Te lo agradezco muchísimo.

—No hay de qué, Kook—respondió el mayor al otro lado de la línea—. Es un placer.

—En serio me estás sacando de un apuro. Prácticamente arreglaste todos los detalles para que este mes en el que estaré afuera de la ciudad pueda estar tranquilo sin ninguna preocupación. ¿Cómo no agradecerte?

—Ya sabes que tengo muy buenos contactos, y aquí lo que me importa es que de verdad puedas desconectarte y pasar un buen momento en medio de la tranquilidad que te puede brindar la naturaleza.

—Bien, entonces trataré de no tomar el móvil para nada, solo para lo necesario—prometió sonando confiado de esas palabras—. Mientras me distraigo con algunos libros que llevaré en mi equipaje.

—Esa es la actitud, mucha suerte, Kook—Hoseok no podía contener la emoción en su tono de voz, pues realmente agradecía al cielo que a Yoongi (a quien conoció por volverse otro buen amigo y hyung del menor), se le ocurriera tan fantástica idea. 

Porque muy dentro de él deseaba que ese viaje sanará el corazón de su dongsaeng que con el pasar del tiempo se había llenado de amargura. Dejando en las sombras al dulce chico de ojos brillantes y sonrisa de conejito que conoció cuando ambos eran niños pequeños—. Cualquier cosa nos avisas, Jungkookie. Estaremos al pendiente.

—Está bien, me estaré comunicando con Yoongi hyung y contigo.

—Eso espero—canturreó entusiasmado y el menor no pudo no imaginar que en el rostro de su hyung existía una de esas sonrisas tan deslumbrantes como el mismo sol, algo que lo hizo sonreír también—. Adiós, Kook.

—Adiós, Hobi hyung...

El azabache colgó el móvil y lo dejó en una mesita a lado de su cama, mientras se dirigía a su clóset a seguir escogiendo algunas prendas para meterlas en la gran maleta que llevaría a su viaje en las afueras de Seúl.

Pasada una hora completa, teniendo listo hasta el detalle más pequeño, el azabache fue a preparar algo en su cocina para no estar por más tiempo con el estómago vacío. Todo esto porque se había levantado muy tarde y por obvias razones- es decir una fuerte pereza- tomó la decisión de saltarse el desayuno y directamente preparar su sustancioso almuerzo.

Ya que, con la excusa de aprovechar sus vacaciones desde el mismo instante en que le hicieron conocedor de ellas, Jungkook llegó a su hogar después del trabajo, comió un paquete de ramen instantáneo y le dejó un mensaje detallado a Hoseok para que lo ayudara con el plan de viaje que se le había ocurrido mientras manejaba su vehículo. 

Obteniendo una respuesta positiva que le permitió acostarse a dormir sin la mínima intención de despertar, pues ahora que no tendría una alarma que interrumpiera su sueño reparador, el joven se permitiría disfrutarlo con auténticas ganas.

Mientras la música sonaba en la radio inundando el espacio, Jungkook preparó un poco de arroz que serviría de acompañante al pajeon que también había elaborado. Porque si el azabache debía ser sincero, no tenía ganas de hacer algo muy complicado. Así que la mejor elección siempre sería aquel panqueque elaborado principalmente de huevo y harina, con cebolleta, y por esta ocasión con algunos mariscos.

Cuando ya había terminado su almuerzo, comprobó que eran las tres de la tarde en el reloj que se encontraba en la pared de la sala. Sabiendo de antemano que tenía dos horas antes de partir, las cuales serían suficientes para distraerse viendo alguna película en la plataforma de Netflix.

Recogió los platos en los que yacía su comida, llevándolos hasta la sala donde no tardó en ubicarse en uno de los cómodos sillones. Encendió el televisor y luego buscó lo que sería su entretenimiento en el periodo de tiempo a su disposición. 

Jeon terminó escogiendo una película de acción, y mientras degustaba los alimentos que preparó para él mismo, los minutos se le pasaron volando en un abrir y cerrar de ojos.

Había llegado el momento de partir a su nueva aventura.

💙

Jungkook se encontraba abordando el transporte que Hoseok le consiguió, puesto que le había expresado que no creía que fuera buena idea llevar su vehículo de último modelo a un lugar como ese si lo que más quería era desapegarse de la rutina.

Dejando atrás su cotidianidad. 

Los pasajes habían salido relativamente baratos, porque no era como que estuviera viajando a un lugar lejano, sino no más bien fuera de la ciudad. No obstante, lo que más le había costado a Jung fue conseguir un buen lugar. 

Con un precio decente en el que su amigo pudiera quedarse durante ese tiempo, y aunque no se escatimó gastos (porque conocía los gustos del azabache), resultó siendo muy costoso al momento de arrendarlo, pero al final Jungkook estuvo de acuerdo y eso era lo importante.

El azabache no tardó en colocarse los audífonos cuando se sentó en su respectivo lugar, escogiendo alguna de sus tantas listas de reproducción de música. Decidiéndose por la que le pareció más idónea con el único fin de ayudarle a relajarse mientras viajaba y se distraía con el paisaje al exterior de la ventana.

Los minutos fueron pasando a la par que las canciones iban cambiando una por una hasta que finalmente el transporte se detuvo, indicando que los pasajeros habían llegado con bien a su destino.

Jungkook se estiró en su lugar, queriendo relajar un poco sus músculos en el proceso. Luego de guardar sus audífonos en su ropa, el joven se incorporó y se fue directo a retirar su equipaje. Por lo que cuando lo tuvo consigo, se dispuso a conseguir un taxi que le llevara lo más cerca de la casa que Hoseok había alquilado especialmente para él.

En cuestión de minutos arribó a su destino final.

Y quedó más que complacido al encontrarse con su nuevo hogar por el siguiente mes.

Aquella casa era una exquisitez referente a la arquitectura en medio de la naturaleza, por lo que Jungkook ahora podía afirmar que el precio había sido muy válido para pagar.

Estaba construida con ladrillos, pero no por eso se veía simple, sino mucho más acogedora. Sin restarle ese espectacular toque moderno que tenía. Contando con una increíble chimenea y unos cuantos ventanales que contaban con una cubierta hecha de tejas al igual que el techo de la misma. En conjunto con unos pocos arbustos que cubrían uno de sus costados y un pequeño camino hecho de piedras que le daba la bienvenida a la vivienda. 

Esos detalles creaban un contraste muy armónico con el paisaje que la rodeaba, ya que prácticamente se trataba de un espeso bosque que estaría lleno de distintas plantas, árboles, animales e insectos. Y que de seguro escondía mucho más que eso, pero eso Jungkook lo descubriría con el pasar del tiempo, o cuando iniciara alguna caminata por aquel lugar.

Después de ingresar a la casa se dispuso a acomodar su ropa en el clóset que había en su habitación. La cual vale destacar era amplia y poseía una cama matrimonial, acompañada de dos mesitas de noche, en una de ellas reposaba una pequeña lámpara, mientras que en la otra había un florero. Además de la ventana grande en la que se podía apreciar la bonita vista de la parte boscosa que continuaba siendo iluminada por la luz del atardecer.

Jeon suspiró exhausto luego de terminar con su trabajo. Observó la hora en su móvil, dándose cuenta de que eran las siete y media de la noche, por lo que no perdió más tiempo para ir a darse un baño relajante. Antes de dedicarse a preparar algo de comer con las cosas que tenía que haber disponibles en la despensa. Ya que según lo que Hoseok le había contado, este tipo de casas que se podían alquilar contaban dicho servicio.

Motivo por el cual no tendría que preocuparse por aquel detalle, puesto que cada semana irían a dejarle reservas de comida para que no tuviera que moverse del lugar por nada del mundo. Y de esa forma realmente se concentrará en disfrutar de su estadía sin ningún tipo de preocupaciones por todo el mes que estaría libre.

¿Qué más podía pedir?

Continuará...

Gracias por la linda acogida a esta historia, aquí les dejo otro capitulo más, en el próximo ya se viene lo bueno. Me ayudan mucho con sus comentarios y estrellitas, no lo olviden.

Aquí les dejó las imágenes de la casa y la habitación de Jungkookie.

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