Parte-1

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Recostada en su cama y en la oscuridad de la noche Chloe contemplaba el techo. Se sentía extraña y últimamente le era casi imposible controlar sus sentimientos. Por primera vez en mucho años no era Adrien quien ocupaba sus pensamientos «¿y si le llamo? No, es muy tarde ya ¿Qué me pasa?» no quería que pensara algo extraño de ella. Inconscientemente dibujaba su silueta como tratando de mantener su imagen; Su cálida sonrisa y cada gesto de su rostro...

Con una presión en el pecho se puso de pie. Le gustava ver la luna y las estrellas atravez de su ventana. La torre Eiffel de noche era maravillosa pero nada comprado con contemplarla estando a su lado.

"Cuando era niño, me gustaba imaginar que la torre Eiffel era una enorme escalera que daba al cielo, y que en algún momento iba a poder subir solo para ver que había arriba"

«Que cursi»
El era una persona verdaderamente especial y soñadora, una persona de verdad maravillosa. Nunca nadie la había mirado como el, era como si tratará de curar todas sus heridas, con el simple hecho de mirarla a los ojos.

"Diamantes como tu, no deverian brillar cerca de las piedras"

«Que cursi» sonrió sonrojada, aunque en ese momento ni lo mencionó aquellas palabras le parecían hermosas. Cerró los ojos dejandose cobijar por la brisa nocturna, imaginando que era su mirada, suspiro de nuevo. —¡Eres muy cursi Couffaine! —se dijo a si misma aún con los ojos cerrados...

(...)

Los días comenzaron a pasar y conforme estos transcurrían, su amistad crecía cada vez mas. Solían pasar tardes enteras hablando o escuchando la musica que Luka tocaba.

—Y también quiero un Late —ordenó como si de una dictadora se tratara —¿Tú qué quieres Luka?

—No, yo nada —él estaba avergonzado de ver a Sabrina tan sometida.

—Tráele un americano

—Si Chloe —habló contenta y a punto de irse.

—¿Sabrina?

—¿Si?

—También cómprate algo —la chica de lentes salió más que contenta, pues a ella Chloe siempre le mandaba a comprar cosas para ella pero nunca jamás le invitaba.

Eran casi las 7:30pm de la tarde, habían pasado un largo y agradable rato. Todo gracias a una simple caminata por un simple parque.
En la que platicaron de todo.

—Bien y por eso no me gusta la pizza —la chica le explicaba una anécdota vivida en su infancia —me toca preguntar a ver... Ya se. ¿cual es tu color favorito? —dijo el chico bastante animado, olvidando por un momento que estaba nada más y nada menos que con Chloe Bourgoise.

—Creo que el azul

—¿Qué?

—Estas vestida totalmente de amarillo ¡cómo que el azul es tu favorito! —reía como si de un chiste se tratara.

—Mira —volteó y lo tomó de la mano. Guiandolo hasta donde el cielo se apresiava mejor —En el lenguaje de los colores el azul significa tranquilidad y eso es lo que me provoca cada vez que miro el cielo —comentó Chloe con una singular tranquilidad.

—No sabía que tuvieras un alma tan poetica Chloe Bourgoise.

—No es para tanto, hay cosas espectáculares en mi. Muchas cualidades que no suelo mostrarle a cualquiera —bromeó mientras miraba a su compañero de reojo, esperando una de sus típicas respuestas graciosas y cursis.

Sin embargo para su sorpresa no fue así...

—Tienes razón. Tienes muchas más cualidades de las que pensé.

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"Tienes muchas más cualidades de las que pensé."

Asi que esa mañana en particular mientras hacía unas compras en el centro comercial miró algo que llamó por completo su atención «Una plumilla de guitarra» se acercó con entusiasmo.

—Chloe, ¿estas interesada en algún instrumento? —preguntó Sabrina sacándola de sus pensamientos.

—Oye, ve a buscarme algo de beber, hace mucho calor, y que no sea una porquería —ordenó con su característico tono odioso. Pero como para Sabrina sus deseos eran órdenes decidió simplemente obedecer y salir de inmediato en busca de una bebida. Dejando a Chloe con suficiente tiempo como para buscar la plumilla para su curso músico favorito.

Buscó por largo rato hasta que encontró la que creyó la plumilla perfecta «Se que esta te encarará» era transparente con un arcoiris y una serpiente.

Perfecta

Con entusiasmo deseaba llegar a la escuela solo para entregarle ese pequeño detalle al joven.
Apenas y escuchaba a su parlanchina amiga hablar, estaba tan emocionada como nunca antes había estado, estaban apunto de llegar a la escuela  cuando su auto se detuvo en un alto y como era costumbre en la rubia miró por la ventana para ignorar mejor a Sabrina.

Entonces miró aquello...

—Couffaine —pronunció en voz baja al ver al muchacho sonriente y en compañía de Marinette «la panadera» ella sobre la bicicleta del joven, felices y muy cómodos, como dos amantes enamorados.

Algo dentro de ella rompió en ese instante «siempre tiene que ser ella» No lloró, nisisquiera hizo berrinches. Simplemente se quedo callada. De  nuevo esa mugrienta interponiéndose en su camino, primero Adrien y ahora Luka.

—Chloe que tal que...

pero la rubia no contestó y al llegar a la escuela se internó en el baño, dejando caer el obsequio.

Al entrar al enorme lugar, observo su aspecto en el espejo, tratando de no llorar. El corazón le latía demasiado fuerte, tomó un pañuelo de su bolso y lo humedeció quitando cualquier rastro de maquillaje corrido en sus ojos. «No pasa nada, Chloe Bourgeois debe lucir siempre perfecta» se dijo a si misma apesar de estar tan triste «¿Pero que tiene la panadera que yo no? soy linda, mas linda que ella y  tenemos la misma edad, y yo tengo mas estilo y mucho más dinero» Apretó las manos con furia «Pero ella es mas gentil y amable con todos, mientras que yo...» mas lagrimas salieron de sus ojos, quizás era el momento de aceptar que  ella siempre le iba a ganar. «Pues si tanto te gusta ella adelante Couffaine, yo también puedo conseguir a alguien mil veces mejor que tu, alguien que no sea un personaje secundario como tú» Al salir cerró con delicadeza la puerta, el aire estaba algo frio, asi que de nuevo caminó hacía afuera, se acercó a Sabrina quien continúba mirandola con cara de tarada.

—¡Vamos Sabrina hay mucho por hacer! —no mas cursilerías, no mas Chloe amable, al diablo todo —¿Sabes que Sabrina? al diablo los chicos, mejor me concentrare en cosas mas productivas.

La pelirroja no comprendió de lo que Chloe hablaba, solo sabía que ese día, la rubia se la habia pasado molestando a medio mundo de la manera mas cruel.
Sin remordimiento, ni miedo, pero lo peor era que nisiquiera parecía disfrutarlo, mas bien era como si lo hiciera sólo para desquitarse de algo que le dolia.

Al día siguiente Juleka le mostraba a todas sus amigas la suerte que habia tenido al encontrar aquella cajita con una hermosa plumilla.

—Si es muy linda —comentó Rose de manera exagerada.

—Si no encuentro al dueño, se la obsequiare a mi hermano.

—Seguro a Luka le va encantar —esta vez Marinette animaba a Juleka.

Pero entonces la rubia apareció en compañía de su inseparable amiga y de manera brusca arrebató la plumilla —No le obsequiaras nada a nadie, por que esto me pertenece —todas las presentes la miraron con desaprobación, Chloe estaba más odiosa que nunca.

—Chloe dejate de tonterías y regresale la plumilla a Juleka —Alya lucía tan molesta como las demas.

—No regresare algo que es mío —con lentitud se acercó a Juleka —sucia ladrona ,esto lo sabrá todo el mundo, pensé que tu apariencia de muerta no era confiable, pero ere una ladrona estúp... —No pudo continuar tras ver la mirada de Luka en Juleka, su corazón comenzó a latir sin control y entonces retrocedió, mientras que la chica bajó los ojos al suelo ante tan duras palabras.

—¿Y tu para que querrías una plumilla? —molesta Marinette se interpuso.

—es no es tu asunto, panadera.

—¡Lo es si te metes con mis amigas! No dejare que sigas abusando de todos. ¡No te lo permitiré!

Esos días Marinette se había vuelto mas segura de si misma, incluso dejó llevar el cabello recogido. Pero aquella confianza no era suficiente ante la furia desmedida de Chloe.

—Panadera —avanzó con suma seguridad —¿Desde cuándo ganaste tanto valor? —sonrió maléfica —Que dejaras de usar ese peinado ridiculo no te vuelve mejor que yo. Tampoco el hecho que salgas con Adrien o que tus amigitas esten presentes —su postura era firme —¡¿PIENSAS QUE ME ASUSTAS?! —su voz era fuerte y ante eso todo el mundo se quedo callado incluida la misma Marinette.

—Chloe, tu...

—Tu cierra la boca perra, yo mando aquí —y tras eso un empujón fuerte —¿Olvidaste tu lugar?

—Marinette —Alya intentó intervenir, pero la fría mirada de Chloe fue suficiente para que nadie se atreviera.

—Eso pense Panadera —Molesta Chloe avanzó pero entonces la cansada Marinette la detuvo.

—¡Devuelve eso a Juleka! —ordenó con firmeza. Sin esperar a que la rubia respondiera con un manotazo que una tercera persona evitó.

—¡Luka! —Marinette no podía dejar de mirar como el muchacho sostenia el brazo de la muy enojada rubia.

—basta Chloe —este tenía concentrada su atención solo en la enojada mujer que sostenía.

—¡Suéltame! ¿Sabes quién soy? ¡Maldito Punk! —ante la confundida mirada de Luka, Chloe esbozó una sonrisa más perversa. —Sueltame ahora mismo o verás como te va —pero el chico en lugar de obedecer, le enseño los dientes. Unos dientes perfectamente blancos y perfectos, que formaron una sonrisa.

—deja de hacer esto —le espeto el.
la rubia se moría de ganas de empujar al muchcho, pero entonces a su mente llego aquello "Diamantes como tu, no deverian brillar cerca de las piedras" Malditas palabras, el simple recuerdo de lo que había dicho le provocó otra oleada de furia...

Luka se le quedo mirando sorprendido. No sabia por que ella estaba actuando asi, pero lo que si sabia era que cada instinto de su ser le exigía que hiciera algo, lo que fuera, para evitar eso. Pero no había nada que pudiera hacer, y lo sabía.

Con los puños apretados mascullo:
—No dejare que sigas con esto —todos se le quedaron mirando en silencio durante un rato y entonces dejó de sujetarla.

Vio como ella se quedaba inmóvil y dejaba de forcejear —Esto es una tonteria. ¡Sabrina vamonos! dejemos a los perdedores de una vez —gritó la rubia, dejando caer la plumilla a los pies de Luka quien en ese momento experimento una punzada de decepción —No vuelvas a tocarme maldito punk.

Una idea loca puede llegar en cualquier momento, era verdad ya que el muchacho caminó hasta Chloe, tomándola en brazos y cargandola como si de un costal se tratara.

—¡BAJAME AHORA MISMO! —gritó. Pero Luka no hizo caso y simplemente comenzó a avanzar alejandose de los demás — ¡Bajame ya Couffaine!

—Ojalá pudiera satisfacer tu deseo. Pero odio verte asi y te bajare solo si calmas —la apretó suavemente contra su pecho, hasta que la chica dejo de forcejear. Solo entonces la miró y cuando sus miradas se encontraron ella quedó paralizada.

Horrorizada por su propia debilidad, lo golpeó en la nariz con la mano abierta. El muchacho giró la cabeza por el impacto y un hilillo de sangre salió de su nariz —¿Por qué has hecho eso? Me dejaste en ridiculo antes —gritó tras un asombrado silencio.

Afortunadamente, aflojó la fuerza de su brazo y Chloe se liberó de un tirón y pudo por fin bajar los pies al suelo. Miró frenética a su alrededor, planeando irse pero entonces de nuevo el muchacho la detuvo.

—no te irás hasta que hables conmigo.

seré la luz
De la luna haciendote el amor
Cada noche, seré el sereno
Convertido en sudor al amarte
En las noches....
Y al amanecer sólo seré ...
Un recuerdo eterno amándote
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CONTINUARÁ...

Hola este este capitulo estara partido en 2, espero que sigan leyendo.

Ya que esta historia sera algo corta.

Bueno.

Sin mas me despido

Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía...

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