EL LEGADO PREVALECE.
Philippe.
Atravieso las rejas del enorme jardín y estaciono el auto frente a las puertas de la nueva adquisición de la familia Mascherano.
La noticia de Ivana no deja de rondarme en la cabeza. Hizo que le rogara a mi superior para que me dejara salir.
Hay autos afuera, los escoltas de mi padrino y del esposo de Ivana vigilan el área para que no surjan inconvenientes.
—Señor —me saluda la empleada cuando abre la puerta.
—¿Dónde están? —pregunto.
—En el comedor —señala las puertas dobles que llevan al lugar.
Atravieso la sala y cierro las puertas para tener más privacidad.
—Philip —Ivana se acerca a saludarme con dos besos en la mejilla.
Su esposo no se mueve de la silla. Mi padrino deja el puro en el cenicero y abre los brazos para recibirme.
—Que gusto verte, sobrino.
Ángelo es mi padrino y el de todos mis hermanos. Fue el mentor de Brandon y Antoni cuando papá murió.
Tomamos asiento frente a la mesa.
Me olvido por un segundo de la noticia sorpresa y me enfoco en el factor clave que debería ser nuestra única preocupación.
—¿Cómo va la candidatura? —le pregunto al esposo de Ivana.
—Reñida —toma la mano de mi sobrina— Estoy compitiendo con los Morgan, puedes imaginarte cómo van las cosas.
—Al enemigo no hay que verlo grande —interviene Ángelo— Mentalízate que eres cuatro veces más grande que él.
—Soy realista. No voy a maquillar datos.
—Estas entre los favoritos, amor —Ivana le tomo el mentón— Tienes todo lo que necesitas, fama, familia, poder.
—No soy el único con esas cualidades.
Desdoblo la hoja que traigo en el bolsillo y tacho el nombre de la próxima persona que morirá.
—¿Otro infarto? —el candidato mira la lista reojo— ¿Cuánto frascos de medicamentos tienes? Me gustaría utilizar un par de píldoras.
—No tengo mucho, debemos cuidar la reserva. Si acabamos con lo que hay no tendremos para la parte final del plan.
—Tendremos más cuando saquemos a Antoni.
—Mi tío es ingeniero bioquímico —explica Ivana— creo la formula con mi papá. Como forma para dar muertes silenciosas.
—HACOC, pastillas que dan infartos. Antoni es un genio.
—La mafia no iba a escoger un petardo como líder —comenta Ángelo— Es la pieza clave que volverá cenizas a la FEMF. Por eso lo sacaremos la antes posible.
Recuesto la espalda en la silla.
—Por qué ya tienes las coordenadas que se necesitan para sacarlo, ¿cierto? —pregunta mi padrino.
—Estoy en eso.
—Eso no es una buena respuesta Philip.
—No es fácil, padrino —interviene Ivana— Mi tío está en una celda de máxima seguridad, tuvimos que poner cuatro tutelas para que lo dejaran tener las comodidades que tiene. Alex Morgan está siendo lo imposible por joderle la vida.
—Es un alto mafioso, puede tener las comodidades que se le dé la gana sin tanto ruego.
—No sé porque no hemos matado a Alex —habla el esposo de Ivana— No hace más que estorbo.
—Le llegara su momento —reparo el frasco de pastillas— No ahora, pero le llegara.
—Dejémonos de preámbulos y acabemos con esto de una vez —increpa el candidato.
—Así no se llega al poder —lo regaña Angelo— Hasta para matar hay que ser inteligentes.
Tuerce los ojos y se inclina el trago. Entiendo su impaciencia también odio a los Morgan, a Christopher por matar a mis tres hermanos y a Alex por crear a semejante engendro.
Maldigo la hora en que Antoni lo trajo a la familia, fue una plaga que arrasó con todo.
No sé de a dónde saco la fuerza de voluntad para no sacarle el corazón cuando lo tengo frente a frente. Va por ahí haciendo de las suyas sin mirar atrás, ni pensar en todo lo que daña. Vive su vida sin considerar a Lucían quien fue fruto del daño que le causo a mi hermana cuando la violo y se las apaño para engañarla y hacerle creer que lo amaba.
Hoy me lo tope en la central. Llego, nos regañó y nos sacó en cara que no servimos para nada. Porque es el único perfecto es él.
Me lleno dicha cuando recuerdo todo lo que hare. Le voy a cagar la vida y empezare poco a poco.
Primero iré por sus padres. Sara Harts y Alex Morgan, luego por su nana. A los tres los voy a decapitar frente a él.
Seguiré con el club de palurdos que los sigue «Patrick, Simón, Laila, Parker, Brenda, Alexandra, Bratt, Angela» Todos estallaran en una nube de viseras y sangre.
Dejare lo bueno para el final «Gema» La novia, poco importante para él. Pero pieza clave para mí ya que necesito que se reproduzcan. Si, necesito que al menos un hijo para matarlo frente a sus ojos y que sienta lo que duele perder a alguien sangre de tu sangre. Que llore como lloro mi padre cuando perdió a mi hermana.
—¿Qué sigue? —pregunta el esposo de Ivana.
—Mataremos a uno de los candidatos y empezaremos a jugar las cartas en contra del coronel.
—¿Y qué haremos con el otro problema? —pregunta Ivana.
—Los miembros de la familia no son problemas —replica Ángelo— Para nadie es un secreto que Isabel era amante de Antoni.
—¿Por qué aparece la noticia hasta ahora?
—El niño estaba en Italia, la cuidadora se contactó con la policía porque Isabel no daba señales de vida, las autoridades se pusieron alerta cuando mencionó que había dejado un hijo.
—No afirmaremos nada hasta no hasta estar seguros —intervengo— Haremos las pruebas necesarias y si es un Mascherano le diremos a Antoni.
—No creo que le desagrade la idea —habla mi padrino— Son pocos los que llevan el apellido y en tiempo de guerra hay que asegurarse de que el legado continúe.
Asiento.
—Mañana pagaré para que le hagan la prueba, hablaré con mis contactos para que me consigan una muestra de Antoni, algo que sirva para examen de ADN.
—El niño se queda con nosotros mientras tanto —Ángelo se levanta— Y estoy seguro que se quedará para siempre.
—¿Por qué? —pregunta Ivana— Debemos ser cautelosos y no creer en la palabra de un aparecido.
—Lo revise —mira a mi sobrina— Tiene el lunar.
—Todos tenemos lunares —comenta el candidato.
Angelo se vuelve hacia él con las cejas arrugadas.
—Pero no en la misma parte y con la misma forma —explica— Los Mascherano tienen una marca que los identifica. Pasa de generación en generación.
—¿La que tienes en la esquina de la cadera? —el candidato mira Ivana.
Ella asiente restándole importancia.
—Ya llego —avisa la empleada.
—¿Quién llego? —pregunto. Se supone que es una reunión privada.
—Ahora que eres el líder necesitas el apoyo de toda la familia —me decía Ángelo— Estar en la FEMF no te da tiempo de concentrarte en los otros negocios así que convoque a alguien de confianza.
Una punzada me atraviesa el pecho. «Está aquí»
—¡Ciao flamiglia! —saludan desde el umbral
«Ciao flamiglia: Hola familia»
Ivana se levanta.
—¡¿Dalila?! —exclama.
No me inmuto en levantarme.
—¡Hermanita! —se acerca a la mesa.
Nos repara a todos.
—No esperaba que me recibieran con bombos...
Ivana rodea la mesa y se acerca abrazar a su hermana menor.
Parecen completas desconocidas. Ivana tiene una lluvia de crespos color oro, es alta y de ojos castaños.
Dalila es morena, de cabello indio y estatura media.
Ivana es el vivo retrato de su madre y Dalila saco los rasgos Mascherano, es morena como mi abuela y tiene el negro intenso que caracteriza nuestros ojos.
El esposo de Ivana se levanta a saludarla, ella le corresponde. Le da un beso en la mejilla a Angelo y se posa a mi lado.
—Tío.
Se me eriza la piel cuando me toca la espalda, el corazón me late más rápido y la culpa me corroe.
Me levanto y la abrazó para no levantar sospecha.
—Solo falta Lucían para que la familia este completa —comenta Ángelo emocionado.
—Cenemos —Ivana jala a su hermana para que siente a su lado, cosa que agradezco. Me cuesta disimular las sensaciones que me abarcan.
La noche transcurre entre planes e ideas para impulsar la candidatura del esposo de Ivana. Tiene que ponerse a la par de Christopher sea como sea.
La cosa fuera fácil si el coronel no tuviera tanta fama, pese a estar día y noche en el caso Petrova sigue dando de qué hablar. Las centrales lo tienen en la cima y no quieren bajarlo de ahí.
El marido de Ivana cuenta con buenas referencias y también está entre los favoritos, pero sabemos que a la hora de la verdad el coronel lo aplastara en las elecciones.
Tengo la facilidad darle ventaja haciendo que fracase en el caso Petrova, pero necesito que este en dicha misión. Debe creer que tiene el control y no me importa sacrificar socios, ni perder lo que tenga que perder.
Compartimos dos botellas de vino mientras Ángelo comenta como llego el niño.
A media noche Ivana se despide de su hermana y se marcha con su esposo. Ambos salen a oscuras y sin llamar la atención.
—El niño despertó —avisa la empleada.
—Tráelo —ordeno.
La mujer se va y vuelve arrastrando a un niño por el brazo. El pequeño batalla con la mujer arañándola y clavándole los dientes en la mano.
—ll cugino —Dalila me mira antes de inclinarse la copa de vino—¿Puedo conocerlo, tío?
«ll cugino: El primo»
Asiento. El pequeño se niega a quedarse.
—Es un Mascherano —se ríe Dalila— Mírale la actitud.
Se levanta y se arrodilla a su lado.
—¿Cómo te llamas? —intenta pasarle las manos por la cabeza y no se deja.
—La partida de nacimiento dice: Damon Rinaldi —aclara Ángelo.
Dalila intenta repararlo, pero no se deja. Ella insiste tomándole la cara y termina escupiéndola.
—Si, definidamente es un Mascherano —Dalila se aparta limpiándose con una servilleta— Es igual de mierda que papá.
—Lo llevare a dormir —se ofrece Ángelo tomándolo del brazo.
Le da un beso a Dalila en la frente antes de irse.
—Descansa, padrino —le dice ella cerrando las puertas dobles.
Me levanto cuando lo oigo subir la escalera que lleva al segundo piso.
—Al fin solos —me sonríe.
Niego y la tomo del brazo.
—Te advertí que no te quería aquí.
Deja que la sacuda.
—¡No te cuesta nada obedecer!
—Obedecí a mi corazón cuando me dijo que viniera —se defiende— No soy tan terca como crees.
Aflojo el agarre, me desarma cuando dice ese tipo de cosas.
Me sonríe y se acerca robándome el aire.
—Te eche de menos —besa mis labios— Ya no quiero tenerte lejos.
—Te pedí que esperaras —pego mi frente con la de ella— Londres no es seguro.
—Ningún lugar es seguro para un Mascherano.
—Lo será cuando Antoni tenga el control y pueda salvaguardarnos de todo peligro.
—Lo sé, amaré —me pasa las manos por el cabello— Por eso vine ayudarte, entre más ayuda tengas más rápido puedes entregarle el control.
«Amare: Amor»
—¿Y si te hacen daño? —me aterra pensar en eso— No quiero que termines como tu padre, como Emily o como Alejandro.
—Eso no va a pasar —me tranquiliza.
—No peleamos con cualquiera.
—No puedes meterme en una caja de cristal —se aparta— Estoy harta de estar sola. Las cartas no alivian mis ganas de verte y me siento sola desde que mamá murió. Ivana, mi tío y tú son lo único que tengo y quiero estar con ustedes.
Respiro hondo, tenerla lejos me dolió más a mí que a ella. Duermo y vivo con su recuerdo.
—Estando aquí podemos idear formas de cómo le diremos lo nuestro —continua.
—No es fácil.
—Pero tampoco imposible. Al principio estarán en desacuerdo, pero luego lo entenderán.
Si supiera las veces que he intentado decirle a Ivana que estoy enamorado de su hermana. De mi propia sobrina.
Me crié con las dos y tener que infiltrarme en la FMEF me dolió por ella. Porque quería seguir estando a su lado, cuidándola y cubriéndola en sus travesuras.
Creo que nacemos amando al amor de nuestras vidas. Aunque no tengamos conocimiento de que es el amor y no sepamos que nos depara la vida.
Lo sé por Dalila, la quiero desde que éramos niños. Es poco sano, pero siempre la quise más de lo que quiero a Ivana. Con ella el cariño no era fraternal y ella piensa igual porque nunca me ha sido indiferente.
Cuando papá me llevo a los 10 años nos volvimos como Romeo y Julieta. Todos los días le escribía cartas que tardaban meses en llegar. Eran cartas donde le expresaba de manera indirecta lo que sentía. Le decía que la extrañaba, pero nunca me atreví a expresar las cosas como eran.
No podía salir de mi sitio de preparación, papá se negó a que rompiera mi entrenamiento. Las cosas cambiaron cuando murió. La vi en el funeral que tuve que ver desde lejos y me convencí de que era la mujer que amaba.
Ya tenía cuerpo de mujer y eso hizo estragos en mi etapa de adolescencia. Mi segundo permiso fue para verla y de ahí empezamos lo que llamamos nuestra "Relación secreta"
—Prométeme que no expondrás tu vida.
—Te lo juro —me abraza— Extrañe hacer esto.
—Yo también.
—¿Te espero en mi alcoba?
Asiento.
—Iré cuando las luces se apaguen.
—Te amo.
Se marcha.
«Dalila» Es el sueño que no me canso de soñar. Mis planes no cambian desde que tenía 17.
*Acabar con FEMF.
*Vengar a mi hermana.
*Casarme con Dalila.
A muchos no les gustara, pero tendrán que acostumbrarse. Le pediré la bendición a Antoni cuando lo saque y le entregue no solo el poder de líder sino también el de la FEMF. Sera mi cuenta de cobro a cambio de su bendición.
Me preocupa que sus valores morales impidan un "si" como respuesta, por eso iré dándole todo lo que quiera para que no pueda rehusarse.
***
La mañana me toma enredado en las piernas de Dalila. La aparto con cuidado y la acomodo en la almohada. No se mueve, esta exhausta por la noche de sexo.
Me visto rápido y trato de salir antes de que despierte mi padrino.
Cada que salgo de este tipo de situación me corroe una mezcla de culpa y emoción. Culpa al saber lo que somos y emoción al recordad que la tuve.
Es inevitable no sentirse como un desalmado incestuoso, Ivana la adora y me ve como su mejor amigo, Llevamos años cuidándonos la espalda uno al otro.
Tomo una ducha, preparo los trámites para la prueba de ADN y confirmó la llega de Lucían.
Bajo a la primera planta. Angelo y Dalila están con el pequeño Damon y una mujer que no conozco.
—¿Ya te vas? —pregunta mi padrino.
Asiento y evito mirar a mi amada.
—Tengo que estar en la FEMF antes de mediodía.
Me detengo frente al niño que me mira con las cejas fruncidas.
—Le enviaremos presentes a Antoni —explica Ángelo— Hoy hay visita conyugal y esta hermosura se encargará de hacerlo feliz.
Me señala a la mujer que tiene al lado.
—Dalila la llevará y la traerá de vuelta.
Me trago la protesta, no quiero que sienta que la veo como una incompetente.
—Ok —busco las pertenecías que me llevare— Asegúrate que las cámaras no capten tu rostro.
—Como digas.
Le doy la mano a mi padrino.
—Dile a Lucían que vendré a verlo cuando pueda.
—Cuídate —me dice Dalila como si no fuéramos nada.
Salgo, abordo un taxi y me encamino a la central. De camino confirmó y autorizo la muerte del candidato que morirá en la noche.
Es hora de mover fichas y preparar los cuchillos que apuñalaran el corazón desde adentro.
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