Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 46

 ════ ⋆★⋆ ════

Aquelarre.

Rachel.

Respiro hondo y le doy dos caladas al cigarro que reposa en mi mano mientras leo las últimas novedades de Paul; El informe habla de Brenda y las propiedades que aparecen a su nombre en Aruba. Básicamente es un resumen de los señalamientos de casos internos.

Leo por encima ya que todo es una total mentira, ya Eliot se va a encargar del señalamiento de Parker y también está trabajando en el de Bratt, ojeo lo de Paul solo para que casos internos crea que estoy usando las herramientas que me dan.

Boto el humo que se pierde a lo largo del jardín, sé que tengo que dejar el vicio, pero de vez en cuando me ayuda con la ansiedad y estoy tratando de calmar el enojo que cargo hace días ya que por culpa de Liz no tengo nada decente en la central y no he tenido tiempo de solucionar nada.

—Hola —me saludan y alzo la cara encontrándome con los ojos castaños de Stefan.

—Hola —aplasto el cigarro para no molestarlo con el humo— ¿Como va la pierna?

—Mejor —se sienta— deje la muleta y ya no estoy cojeando.

—Por suerte solo fue un roce.

—Si —se frota la nuca— Pensé que estarías en los interrogatorios. Todo el mundo está centrado en eso.

—Hasta ahora no ha sido de mi competencia, pero supongo que debo incorporarme ahora que volví.

Asiente quedándose en silencio.

—¿Pasa algo?

Asiente.

—Quiero disculparme por haberle confesado todo a Gema y provocar el incidente con el auto... Lo vi ayer en la tarde y en enserio... lo siento.

—No pasa nada —me encojo de hombros— Tarde o temprano se iba a enterar.

Sacude la cabeza como si no le gustara mi respuesta.

—Eso se oyó como él y...

—¿Te acuerdas la vez que te dije que no era buena persona?

—No eres una mala persona. Hay una brecha muy grande entre él y tú eres bella, carismática, bondadosa te preocupas por los demás, si fueras como él no estarías pagando el tratamiento de Ernesto en Hong Kong.

Admiro a la gente que aún espera algo de mí.

—Gema me dijo que lo encaró y le reafirmo que no sentía nada por ti —la punzada del pecho me corta por un segundo el paso del aire— Ahora más que nunca estoy convencido de que solo te quiere pisotear, Christopher Morgan es ese tipo de personas que solo jode por joder.

Como si no lo supiera ya, no me gusta que me recuerden este tipo de cosas porque solo me sacan del papel.

—Prendí una vela por ti —estira el brazo tomando mi mano— Para que los ángeles te iluminen encendiéndote el anhelo de volver a París o a otra central...

—Sabes que no puedo hacer eso ahora con la investigación de Carter de por medio y todos los nudos pendientes por atar —intenta contradecirme y me adelanto para no entrar en contienda— No voy a irme ahora...

—Ese ahora me da una esperanza —me sonríe y lo vuelvo a ver como aquellos días en París.

Stefan es capaz de reparar el alma de cualquiera, si nos hubiesen dado más espacio ahora tendríamos una buena relación. Es ese paño frio que calma el fogaje que emana de mi pecho.

—¿Te irías conmigo? —pregunto— ¿Dejarías tus sueños por seguirme?

—Tu eres uno de mis sueños —vuelve a sonreír— Verte feliz, en paz sin nada que te estruje el corazón, con ojos brillosos y amando la vida.

Me arde la nariz.

—Rachel, si en mis manos esta contribuir en eso lo haré, aunque toda mi vida he soñado con estar aquí tu magia me llego con la misma fuerza que les llegó a todos —respira hondo— Si quieres que esté a tu lado, está bien. Como amigo, compañero, colega... Yo soy lo que quieras que sea, si te hará tener paz cuenta conmigo a tu lado.

Le acuno la cara en mi mano.

—Aquí solo corres peligro, Liz está loca, la hermana del capitán está loca también, ese hombre solo está rodeado de enemigos que buscan cualquier oportunidad para dañarlo, para la muestra está la nana que fue vilmente torturada.

—¿Qué?

—¿No te dijeron? Hoy llego una caja con tres de sus dedos.

Se me revuelven las entrañas levantándome de golpe, nadie me dijo nada y estoy aquí perdiendo el tiempo llenándome de nicotina cuando debería estar contribuyendo con la búsqueda.

—No sabía —avanzo y dejo que me siga—¿Parker dio órdenes o han informado el paso a seguir?

—Siguen interrogando a Danna...

—Teniente —se me atraviesa Tatiana— El ministro la necesita en su oficina.

Emprendo el trote con la esperanza de que no sean malas noticias. Sé lo que es una tortura de un mafioso, trauma y duele, porque si me dolió a mí que soy un soldado que debe estar preparado para todo no me quiero imaginar lo que es para las dos mujeres.

Corro escalera arriba, llego a la puerta, toco dos veces y espero el "Adelante"

—Ministro —me poso firme dedicándole el debido saludo.

Luisa, papá, Laila y Gauna están junto a la mesa.

—Voy a ser breve —apoya los codos en la mesa— Estamos en un operativo de búsqueda el cual es un fracaso total, quisimos aferrarnos a que el interrogatorio sería útil.

—¿Lo fue? —la cara de Luisa y Laila me dicen que no.

—No lo defino como útil cuando el único camino es poner a una víctima frente a su victimario —empuño las manos en la espalda— Ilenko no va a retroceder si Antoni no se lo pide.

El estómago se me vuelve un agujero negro. Las posibilidades de la FEMF con los Mascherano se reducen a cero con los Morgan a la cabeza.

—No puedo exponer la salud mental de un soldado porque la ley me lo prohíbe, pero yo espero y aspiro que tengas los cojones de demostrarme por qué estás en este ejército.

—Lo he demostrado más de una vez, señor.

—Demuéstralo otra vez —espeta— Los que están aquí deben demostrar eso todos los días.

Niego posando los ojos en mi papá, yo no quiero ser la heroína que enfrenta los monstruos del pasado.

—Están preparando a Antoni para el interrogatorio.

—Eso es una pérdida de tiempo —se queja Alex— Y no necesitamos que nos dé pistas, necesitamos que dé la puta orden de retroceder.

—No podemos descartar ninguna posibilidad.

—Hablas así porque no es Luciana la que está secuestrada.

—Pero es mi hija a la que quieres sacrificar —contradice papá—No es tu obligación, Rachel.

Me mira

—La FEMF entiende tu situación y mientras se intentan acuerdos con Antoni tendrás tiempo para analizar el expediente del preso junto con Luisa.

—O puedes darnos una respuesta ya y así aceleraremos el proceso.

—No la presiones, Alex...

—¡Váyanse! —nos señala la puerta— Tiene tres horas para pensarlo...

Luisa recoge las carpetas mientras me devuelvo encaminándome por el pasillo, salgo y me voy directo a la torre de dormitorios con Laila y Luisa siguiéndome a pocos pasos.

Mi amiga se adelanta, sube y abre la puerta de la alcoba. Esto no tiene lado positivo por ningún lado por el mero hecho de que detesto a Antoni Mascherano. Me volvió débil dejándome a nada de convertirme en un fenómeno. 

Por su culpa no puedo procrear sin tener la pesadilla de que moriré o morirán mis hijos y por su culpa no sé si a futuro puedo padecer una enfermedad mortal.

Entramos, Luisa abre la mesa plegable y Laila se va a la cafetera. Tomo asiento, en verdad no quiero verle la cara a ese demente.

—No es la primera vez que abro este expediente—Luisa abre la carpeta— Y ahora que lo volví a repasar reitero y sostengo mi diagnóstico anterior.

—Es un demente —dice Laila.

—Tiene una "Perturbación anímica producida por una idea fija" o "Idea fija o recurrente que lo condiciona a una determinada actitud" —explica— En la psicología, cuando la obsesión alcanza el grado de trastorno lo llamamos: Trastorno Obsesivo Compulsivo y ese es el diagnostico de Antoni. No es la primera vez que lo padece ya que en años atrás su hermana fue víctima de ello.

—¿Él te lo contó? —tengo entendido que es su oscuro secreto.

—No, pero el grupo de psiquiatras supo escarbar al momento de ahondar en su niñez con estudios médicos y conjeturas que se fueron sacando poco a poco.

Saca las hojas.

—El trastorno lo volvió a padecer contigo y me causó curiosidad la raíz de todo esto. De Emily es coherente porque la vio toda su vida, pero contigo es como si el impacto hubiese sido tan fuerte que lo condenó al estado mental involuntario denominado "Limerencia" —se acomoda el marco de los lentes— Me atrevería a decir que el amor que le tuvo a la hermana fue tan fuerte que nadie nunca lo sobrepasara.

—¿Eso es un rayo de esperanza?

—No, porque a la hermana la quería... Podría decir que a ti también, pero por su hermana no estaba tan obsesionado y no tenía instinto asesino —me muestra páginas con resúmenes que no entiendo— Es limirente y dicho estado puede durar meses, años o toda la vida caracterizándose con una gran cantidad de pensamientos y una pronunciada sensibilidad que se manifiesta como intensa alegría o como extrema desesperación que puede variar dependiendo de las situaciones que le presenta la otra persona.

—En resumen, nunca te va a dejar en paz —concluye Laila.

—Pues no parece ser una persona de avances y si sigue así diría que siempre estará obsesionado contigo —continua Luisa— Es un asesino de sangre fría, amaba a la hermana, pero nunca los descompensó cosa que, sí pasó contigo, es muy inteligente y calculador estando solo, pero pierde el control cada que toca algo relacionado con Rachel. Por eso perdió ventaja al momento de enfrentarse con Christopher.

—Todo eso es una clara señal de que no debo verlo.

—Para mí que deberían hacerle los mismos estudios al coronel —sugiere Laila— Me atrevo a jurar que tiene lo mismo, no tengo pruebas, pero tampoco dudas.

—Christopher tiene un patrón de filofobia —contesta Luisa— Nunca se había enamorado y no sabe cómo manejar las emociones ya que no ha tenido una persona que le dé ejemplo de cómo se quiere. Es común en personas con padres separados o cuando se tiene una figura paterna como el ministro que es un padre poco expresivo, siendo de esos hombres que crían con mano dura y viven demostrándole a los hijos que se disfruta más siendo un mujeriego.

—Volvamos con el compulsivo ¿Sí? —sugiero— Lo de Christopher seguramente no tiene cura.

Me duele la cabeza de tanta obsesión, compulsión y trauma.

—¿Vas a ir? —me pregunta Laila.

Me estoy preguntando lo mismo, soy consciente de que el HACOC le quita poder, sin embargo, tendré un enfrentamiento emocional al tenerlo frente a frente y creo que verlo solo alimentara sus ganas de querer salir.

—¿Que aconsejas? —le pregunto a Luisa.

—Son dos vidas en riesgo y tienes la habilidad de salvarlas si te comportas de la manera correcta, pero si fallas puedes desencadenar algo peor —se acaricia el vientre— Si lo rechazas volverá a pasar lo de Positano —explica— A los enfermos con su diagnóstico no se les puede mostrar adversidad. Por muy obsesionados que estén van a desequilibrarse y es ahí cuando se desencadena la locura, puede estrangularte o torturarte ya que en un estado de demencia no se tiene control.

—Mi muerte es lo más razonable aquí—me voy a la ventana en busca de aire—Mi estabilidad emocional no está para hacer el papel de seductora.

—Al menos tienes alguien obsesionado contigo —dice Laila— Cuatro si somos más literales.

—Ninguno sirve para nada —se queja Luisa.

—Uno si barremos la basura, Stefan parece ser el único no posesivo, golpeador de novias que no supera el pasado y tampoco tiene un TOC.

«TOC: Trastornó obsesivo compulsivo»

—¿Paso algo con el ministro?

—Sigue enamorado de su ex, es lo único del resto, todo está perfecto.

Se va por otra taza de café.

—¿Y cómo te sientes con eso? —pregunta Luisa.

—No voy a negar que su verga me tocó el corazón—vuelve a la mesa— Pero estoy preparada para lo que sea y si es de ser, bueno y si no disfrutare mientras tanto. Rachel es mi estímulo para no perder la cabeza.

—No sabes lo motivante que son tus palabras querida amiga —espeto con sarcasmo.

—¡Seamos realistas, solo un incoherente se enamora de ellos! —increpa— Estudie su árbol genealógico y son expertos jodiendo mujeres, Regina Davis es la única que logró mantener un matrimonio estable y es porque es más mierda que todos juntos, diría que sus hijos son así por ella.

Tocan a la puerta.

—¡De seguro el ministro quiere la respuesta ya!

—Di que sí antes de que te obligue hacerlo.

Abro y veo a mi papá recostado en el umbral.

—¿Tienes tiempo para tu viejo padre y un entrenamiento como en años pasados?

—Solo tienes 51.

—Lo dije para que te compadezcas y no quieras negarte —me besa la frente— ¿Te veo en la pista?

Asiento agradeciendo que se vaya y no tener que explicar el porqué de no tener uniformes ni ropa para entrenar ya que cierta persona me quemo todo.

—Cuarta puerta del closet —Laila me arroja las llaves de su habitación y salgo a cambiarme.

Me visto con sudadera y zapatillas y troto al sitio acordado, papá ya me está esperando con el silbato.

—Corramos un rato —propone aventurándose en la pista comentándome las últimas novedades en Phoenix— Deje los presentes de tu madre en casa.

Concluye a la sexta vuelta y me pide que me ponga hacer lagartijas.

—¿Tienes presente que la familia es el tesoro más importante para un soldado?

—Si.

—Sara es la familia de Alex —detengo el ejercicio— Y antes de tomar una decisión quiero que tengas en cuenta que ellos nos dieron la mano a nosotros cuando quisimos rescatarte.

—¡Papá!

—No pasara nada si no lo haces, pero antes quiero que pienses en la madre de esa pobre chica bastarda que solo tiene a Marie.

Esa pobre chica me declaro una guerra absurda.

—No quiero ser heroína esta vez.

—Estaría bien si fueras un Morgan que le vale mierda si ayudan o no porque solo se interesan en su bienestar y en el de los que quieren —continua— Pero eres un James y a nosotros nos golpea la conciencia cuando tenemos todo para ayudar y aun así no lo hacemos.

—¿Qué pasa si no quiere? Antoni no es estúpido y odia a la FEMF especialmente a los Morgan.

—Se fallará porque no pudimos, no porque no lo intentamos —sigo con las lagartijas— No lo veas como el pago de una deuda, míralo por el lado de Sara que no tiene la culpa de esto y por más que quiso alejarse de Alex la alcanzaron atándola de nuevo.

Me dejo caer en el césped, por más que le doy vueltas la respuesta de mi cerebro es un rotundo NO.

—Si no puedes está bien —papá me acaricia la espalda— Los soldados siguen buscando y tarde o temprano aparecerá alguna pista.

Asiento, prefiero que se vayan por el camino largo y si es de buscar me uniré al equipo que lo hace.

—Dejando el tema de lado, Danna confeso cierto detalle que Alex pasó por alto —me dice papá— Hablo de que la FEMF no podía salvarla si tenía el enemigo bajo los muros.

Me siento, Wolfgang y Carter son lo primero que se me vienen a la mente.

—Lo de la candidatura es una clara señal que no está mintiendo, la mafia siempre ha querido entrar y con tantos cambios es normal que hayan aprovechado la distracción.

—¿Tienes pistas?

—Estoy lejos, pero me entero casi de todo y no sé porque estoy teniendo un deja vu con el caso Fersi en el tiempo que robo y dejo infiltrar grupos insurgentes —me toma de las piernas para que haga abdominales— Ya pedí una cita con el consejo mañana los pondré al tanto de todas mis sospechas.

—Es lo mejor.

—Tendré que irme, pero tú te quedarás así que ándate con cuidado y estate atenta a todo lo que se diga, a lo mejor eres quien destapa todo y me concedes el honor de ser la primera mujer James que llega a general.

—Ese es el propósito de Emma.

—A Emma la tomaré en serio cuando use playeras que le tapen el ombligo.

Suelto a reír, por un momento pienso en comentarle lo de asuntos internos, pero ya hice demasiado con involucrar a Eliot. Si se lo cuento a mi papá va intervenir y eso sería violar mi acuerdo de confidencialidad, me quitaran el caso y con lo que dijo Danna perdería la posibilidad de llegar a la raíz de esto.

De lejos veo la cabeza de Derek corriendo a toda velocidad.

—Mi general —jadea— El equipo de búsqueda llegó y no trae buenas noticias.

Ambos nos levantamos dejando que nos guíe al estacionamiento, Alex está llegando al igual que Gema y Christopher.

—No está en Londres señor —informa Meredith— Hicimos uso de toda la fuerza pública y no hay nada.

—Solo encontramos a un involucrado —bajan a un hombre con capucha— Tenia esto.

Extiende una invitación que papá destapa, es roja y tiene un sello con la palabra aquelarre.

Parker se acerca vestido con el uniforme de la policía.

—El aquelarre de la mafia es un show donde se juega con personas del círculo de los señalados, gente que tiene algún tipo de deuda o los que son el cobro de algún lío pendiente —explica— En el evento se reúnen los grandes clanes jugando con las víctimas poniéndole pruebas, torturando, desmembrando y matando en vivo.

—Este está organizado por Ilenko —Meredith señala la invitación y me tapo la boca cuando papá la voltea dejando a la vista el nombre de Sara y Marie con el enunciado "Plato fuerte"

Alex se la arrebata y Gema se desvanece llorando desconsolada, Christopher la levanta y esta se aferra a su pecho.

—¡Así no vamos a lograr nada! —trata de que entre en razón.

—¡No puedo! —le grita volviendo a caer— ¡Me prometiste que la traerías y estas fallando, maldita sea!

—Es mañana a mediodía —continua Parker— Tenemos menos de 36 horas

—Rachel —Alex se viene contra mí— Evita el que tenga que entrarte a las malas.

—¡No la presiones así! —interviene papá.

—¡No es necesario! —me encamino al estudio de Mónica para que me prepare— Haré lo que tenga que hacer.

Los pies se me detienen cuando me toman del brazo.

—¡No! —espeta Christopher.

—¡Si! —Alex lo empuja— ¡Va a ir por que es la vida de tu madre la que está en juego y no la voy a poner en riesgo por tus idioteces!

—Vamos —Laila me saca.

—¡No pones un pie fuera de aquí hasta que no lo autorice! —alcanzo a escuchar lo que el ministro le ordena a su hijo.

Las ayudantes de Mónica se mueven rápido buscando el atuendo mientras me baño, el cambio es en menos de nada al igual que el peinado y el maquillaje, me arreglo mientras me recalco una y otra vez que es solo trabajo y tareas como esta son mi deber de todos los días siendo una espía.

Sabía que se me venían cosas peores el día que decidí incorporarme al ejército.

—Listo —me avisa Mónica— Las camionetas te están esperando en el estacionamiento.

—Gracias —me levanto, volteo y veo a Gema en la puerta.

Avanzo sin decirle nada, no me toca, pero se me atraviesa a mitad del pasillo.

—Si se te cruza la idea de fallar por venganza ten en cuenta que mataras dos vidas por un hombre que no te ama —me dice— Si de pronto se te ocurre destruirme con esto, porque será así si mamá muere ten presente que dejaras de ser el perfecto soldado y no serás más que la mujer ardida que antepuso los asuntos personales.

—Tuve carrera, puesto y profesión antes de conocer a Christopher así que ten claro que mi carrera profesional no gira en torno a él—contesto— Y sé los ideales de un soldado, así que despreocúpate que a mí no se me da el "salirse del papel cuando más se necesita"

Avanzo y vuelve hablar.

—Es lo único que tengo, piensa en ello cuando el miedo te corroa.

El miedo me corroe desde que me plantearon la idea.

abordo la camioneta con destino a la prisión, Luisa entra conmigo y trato de controlar el ataque de ansiedad. Papá quería venir conmigo, pero tenía la reunión con el consejo y no dejaron que la pospusieran por más que insistió, ya que los puntos a tratar son importantes.

El cuello me pica, hace calor y siento que no estoy respirando bien.

—No es la primera vez que usas el atractivo como arma —me dice cuando el auto arranca— Solo distraelo y sácale información a la velocidad de la luz.

—Antoni no es idiota y no se va a andar con rodeos a la hora de un acercamiento.

—No puedes rechazarlo me advierte alarmada— Te partirá el cuello si lo haces,creeme que la demencia puede desencadenar fuerza descomunal y..

—Ya lo sé no es necesario que me lo repitas, más bien distráeme—recuesto la cabeza en el asiento— ¿Como van las remodelaciones de la alcoba?

—Dick es un genio y todo está quedando genial —dice emocionada— Lastima que el impotente de mi esposo no lo pueda apreciar ya que nunca está en casa.

—No seas tan dura con él.

—¿Como quieres que sea si la amante se le está robando la energía?

Tengo que aclarar eso lo antes posible.

—Haré un baby shower, espero que tu tarjeta de crédito tenga espacio para un buen regalo.

—Me hubiese gustado saber que era para poder volverme loca a la hora de comprar.

—Al inicio moría por saber, pero fui a tres ecografías no se mostró, tuve un patrón de ansiedad así que decidí dejarlo —me toma las manos para que le toque la panza— Sea el sexo que sea será mi hijo y lo amare por igual.

—¿Y qué piensa Simón al respecto?

—Soy quien lo lleva en el vientre, no tiene que opinar por que las decisiones son mías.

Prefiero no contradecirle, primeramente, porque todo lo que diga relacionado con Simón lo torna como malo y segundo porque no quiero causarle disgustos por ahora. Ni siquiera toco el tema de la acusación para que no se vuelva a enojar.

No doy para dormir en lo que queda de camino, solo tengo cabeza para pensar lo que se desatara una vez crucé las puertas de la prisión adoptando aquel papel que casi me mata una vez y ahora me recuerda que por más que se evite la carga siempre se lidia con el pasado.

La anhelada hora llega y las rejas de acero reforzado le abren paso a la camioneta y soy netamente consciente que una vez ponga un pie afuera debo transformarme.

"La seducción es un arte, teniente James" Solía decir una de mis profesoras "Apréndalo y úselo cada que se quede sin armas, porque créame que la belleza femenina es un cuchillo y puede ser letal dependiendo de que tanto filo le saques"

Sí que tenía razón, a la mía le saque tanto filo que me dio para acabar con la vida de Brandon Mascherano.

—Ten mucho cuidado, por favor —me abraza Luisa— Estaré supervisando todo con el ministro en el piso de abajo en el cuarto de cámaras.

—¿Y la sala espejo?

—Será en la sala de visitas privadas.

—¿Sabe que vengo? —pregunto cuando me suelta.

—Si, ya se interrogó esta mañana y se supone que "Vas a pedir ayuda"

Peor aún, de seguro ya tiene el repertorio preparado y en dicha sala no está prohibido el contacto físico.

—Por aquí mi teniente —me indica un soldado.

Respiro hondo, enderezo la espalda y avanzo, cada paso es un recuerdo de mis días de tortura, del rostro que vi una y otra vez en medio de alucinaciones.

—Si necesita salir solo dele dos golpes al acero e inmediatamente entraremos por usted.

Subimos en el ascensor y me dan las indicaciones básicas que se usan en este tipo de visitas, el pasillo se cierne sobre mí y alargo el paso queriendo acabar con esto rápido.

—¿Lista? —pregunta el guardia.

—Abre la puerta —ordeno.

Obedece dejando que salga el halo de luz de la bombilla «Ya no hay vuelta atrás» Avanzo cruzando el umbral, el guardia cierra la puerta y me quedo quieta cuando lo veo.

Antoni también nació para impresionar tanto que me deja en shock cuando la figura alta se levanta acomodándose las solapas del traje poniéndome a pasar saliva mil veces por minuto,

«No te quiebres, joder» Su belleza es oscura y un tanto aterradora porque no tiene pinta de ángel caído, él es un auténtico demonio de trajes finos y andar elegante.

Me mantengo firme mientras su boca va dibujando una macabra sonrisa, no hay palabras que decir ni saludos que dar, simplemente dejo que se acerque con pasos lentos que se hacen eternos y van enviando pálpitos acelerados a mi corazón al sentir su fragancia en mis fosas nasales.

Me veo como arte, como una obra maestra en los ojos negros que me veneran como la mejor de las diosas. La distancia es mínima y trato de no tensarme cuando el contacto llega con una ola de sensaciones indescriptible. Somos cazador y presa, bestia y damisela y aun con miedo puedo admirar su atractivo, las facciones suaves que esconden al asesino creador del veneno que mata de forma lenta y tortuosa.

Pone la mano en mi cara trazando la figura del mentón con la punta de sus dedos, dura poco ya que baja a mi mano tomándola antes de posar los labios en el dorso.

— è sempre un piacere riceverti la mia principessa

«è sempre un piacere riceverti la mia principessa: Siempre es un gusto recibirte mi princesa»

No me suelta la mano, se queda fundido en mis ojos mientras ensancho los labios en una sonrisa demostrándole que no me desagrada el contacto.

—Toda una belleza —posa las manos en mi cintura— No sabes cuánto he soñado con los labios que voy a besar justo ahora.

El pulso se me dispara, ladea la cabeza cierro los ojos y...

La puerta se abre de golpe y los ojos de ambos viajan directamente al umbral, quien entra lo hace con pasos firmes mientras su imponencia se toma toda la sala, Antoni adopta la pose desafiante, pero Christopher deja más que claro que no le tiene miedo viniendo directamente hacia mí.

Lo miro preguntándole con los ojos ¿Qué diablos está siendo? Pero parece no importarle cuando se aferra a mi brazo tratando de que me haga un lado, Antoni no se lo permite cerrando la mano sobre mi muñeca para que me mantenga firme.

—Aparta tus asquerosas manos de mi mujer —le advierte el italiano.

Suelta a reír dedicándole la peor de las burlas.

—¡Esa advertencia es de mí para ti maldito incestuoso de mierda! —espeta— ¡Suéltala!

Antoni se rehúsa, trata de írsele encima y lo contengo para que no se le lance.

—¡Vete! —le pido y no me mira.

—Ya oíste a la dama —dice Antoni señalándole la puerta— ¡Fuera de aquí!

—¿Para que la violes como lo hiciste con tu hermana? A decir verdad, me repudia la idea y prefiero quedarme o matarte para quitarme este jodido dolor de cabeza de una vez.

—No tengo que violarla para llevármela a la cama —curva los labios en una sonrisa— No tenía ningún arma cuando la disfrute en los muros de mi castillo.

Christopher empuña las manos y tengo que volverlo a empujar, está demostrando ser el animal que es.

—¡Largo! —trato de llamar a los guardias.

—Solo estas perdiendo el tiempo aquí exponiéndote con un loco.

Palabras desesperadas que solo me confunden más de lo que ya estoy.

—Vámonos —intenta sacarme.

—¡Que te largues te digo! —me suelto.

—Hazme caso, joder —aferra las manos a mi nuca.

El miedo desaparece cuando lo tengo cerca, aunque tengo el asesino atrás no hay pavor porque me transmite tanta seguridad que lo veo como la coraza indestructible que jamás me abandonara.

Me desconcentro del objetivo y por fracción de segundos me veo saliendo con el bruto tomada de la mano.

—Bella —dice Antoni a mi espalda— Espero que no te pese la muerte que ejecutara la mafia rusa.

Se va hacia la puerta.

—¡No! —todo se me está yendo por la borda— Vine hasta aquí por ti.

Christopher no me deja que lo toque.

—No parece, así que me retiro ya que no respetan mis pautas —le da dos golpes a la puerta e inmediatamente el guardia entra por él.

— Voy alimentar a mis perros con tu carne cuando te mate —amenaza a Christopher antes de marcharse.

—Llévenselo —ordena el coronel.

—Fue un gusto verte amore.

Se lo llevan y el peso de la ira recae al asimilar la magnitud de lo que acaba de hacer.

—Es tu madre la que esta en riesgo —le reclamo.

—El deber de salvarla es mío no tuyo —me clava el índice en la sien— ¡Metete en la cabeza que no es tu deber pelear las batallas de otros!

— ¡Es mi puto trabajo Christopher, es a ti el que debe valerte mierda mis decisiones! —me desespera— Está siendo el egoísta que solo ve a través de los celos acabando con la mejor oportunidad que teníamos!

—¡No puedo salvar una vida arriesgando otra!

—¡No pensaste en eso la vez que arriesgaste a cincuenta soldados para salvarme!

—Ellos se postularon...

—¿Y si no lo hubiesen hecho? ¿Si hubieses tenido que obligarlos para poder salvarme lo hubieses evitado?

—No me hagas preguntas que ya tienen respuestas, Rachel.

—Entonces no me mientas diciendo que es por no exponerme porque eso no importa en un trabajo como el que tenemos —me pone neurótica— ¡Encarame joder y dime que es lo que realmente sientes!

—¡Eres una maldita tonta! —trona— ¡La tonta que no se da cuenta que por otro no haría lo que hice por ti...! —se calla como si le tuviera miedo a las palabras.

—Dilo —le pido lo que él me ha pedido tantas veces— Dímelo estando consciente para que pueda recordarlo y no siga siendo el leve recuerdo de la palabra que dijiste hace tres años.

— No me mate para encontrarte, para que ahora vuelvas a los brazos de otro, eso es lo que me molesta.

—No es lo que quiero oír.

—Es lo único que te puedo decir.

Sacudo la cabeza, nunca deja de decepcionarme.

—No es que sea diferente o el que te hayas sacrificado y ahora todo eso sea en vano —espeto—Es que no tienes los putos cojones de ver por alguien más que no seas tú y me apena, pero a mi si me importa salvar la vida de las personas que están en cautiverio, así que déjame hacer mi trabajo.

Salgo con el cólera encima topándome con Alex en el camino, su cara de verdugo lo dice todo y me adelanto para no escuchar la batalla campal que se aproxima.

—Llévame a la celda del recluso —le ordeno a uno de los guardias.

—Sígame.

—Dile a Alex Morgan que si quiere resultados respete mi código de ética apagando las cámaras del sitio.

Me sacan del edificio guiándome a las celdas de lujo, toca improvisar plan B ya que con el A no se pudo.

◆ ▬▬▬▬▬▬ ❴✪❵ ▬▬▬▬▬▬ ◆ 

Antoni.

Muevo los dedos sobre el piano deleitándome con las piezas melódicas creadas por Ludovico, los párpados se me cierran disfrutando de las notas que se mezcla con el desespero de mi angustiante erección.

Pienso en los ojos celestiales que aumentan la presión. Todo de ella me gusta; su miedo, dolor y agonía. La belleza, vehemencia y sensualidad, amo cada una de las células que la conforman. Cada milímetro de piel y cada hebra de ese cabello negro noche que me tiene fantaseando desde que la conocí.

Dios. El éxtasis es exquisito, ella es mi HACOC hecho mujer, quiero que me carcoma y carcomerla. Flagelarla, atarla y unirla a mi ser, ligar nuestras almas. Quiero perderme en esas curvas, rebanar esa garganta y untarme los labios con la sangre tibia que debí derramar hace mucho rato.

Haré eso el día que la mate, le cortaré el cuello y me bañare con su sangre manchando mi tina de rojo carmesí. Porque Rachel es una droga y como toda adicción, tienes que matarla antes de que ella te mate a ti.

Detengo los dedos cuando percibo el sonido de la puerta que sea abre y vuelve a cerrarse, sonrío para mis adentros al saber que mi cometido se acaba de cumplir. «No eres la única que va un paso adelante, principessa»

Su sombra se cierne sobre mí acompañada de esa deliciosa fragancia femenina, la misma fragancia que me inundó el día que jadee sobre su cuello haciéndola mía.

—Amore, toma asiento por favor —la invito abriéndole paso para que se ubique a mi lado.

Obedece cuando dejo el espacio vacío, se sienta y entrelazo nuestros dedos sobre mi pierna.

—¿Que tocas? —se fija en las partituras sobre el piano.

—Ludovico, ¿Lo conoces?

Asiente apretando mi mano, Rachel... No sabe lo peligroso que es este juego.

—Practicaba con él cuando ensayaba Ballet.

Me fijo en el movimiento de su boca, en esos labios carnosos que son la reencarnación de la manzana que yació en el edén.

—¿Has tenido el privilegio de que alguien toque para ti?

Niega quedándose en silencio.

—Es un crimen teniendo en cuenta que tu belleza amerita miles de composiciones.

—Se el primero —suelta mi mano— Toca para mí.

Muevo los dedos citando a River Flows In You de Yiruma, Ludovico no tiene canción para ella, el compás me sale solo y de manera perfecta con la inspiración que tengo al lado, la boca roja, los ojos azules y esa piel que merece ser el lienzo de mis caricias.

—Esta melodía es tan hermosa como tú.

Posa los ojos en mis dedos perdiéndose en la magia que hacen, mientras la miro repasando sus facciones, grabándolas en mi memoria ya que serán el analgésico del dolor que me causa no tenerla.

—Pregunta y sal del miedo que tanto te causa mi respuesta.

Pone la mano sobre la mía al final de la melodía.

—Sabes lo que quiero.

—Si, pero el problema radica en lo que estás dispuesta a dar para obtenerlo.

—Todo, yo siempre doy todo por el todo, solo tienes que decirme que quieres.

Le clavo los ojos.

—No tienes nada que no tenga o no pueda obtener, libertad es lo único que requiero y no es algo que puedas darme ¿O sí?

La dejo muda.

—¿Te metiste a la jaula de una pantera sin ningún tipo de plan? Eso no es muy inteligente de tu parte princepessa.

—Esto no es solo por mí, es por ambos porque tu legado también está en riesgo.

—No me asusta, puedo estar encerrado, pero tengo la garantía de que el poder sigue siendo mio —contesto tranquilo.

—Demuéstralo, porque tengo entendido que Ilenko no obedece a tu hermano y los Mascherano están pasando por estúpidos.

La declaración me molesta, ella más que nadie sabe la magnitud de mi poder.

—¿Y lo soy?

—Hablo por lo que estoy viendo —conozco sus trucos— Hay una revolución en tus narices y ningún Mascherano ha hecho nada para detenerla...

Empieza a provocarme.

—Quedaste mal al dejarte encerrar en un terreno que se supone querías conquistar —dibuja las comillas en el aire— Y ahora dejas que Ilenko pisotee tu apellido pasando por encima de tu hermano...

—Todo es cuestión de tiempo...

—El tiempo te está dejando en ridículo y estas a nada de quedar como un incompetente.

—¡Mide las palabras, amare! —las manos me duelen presa de la fuerza que ejerzo en su mentón— Que este incompetente puede torcerte el cuello aquí y ahora.

Me levanto con ella.

—Osas llamarme incompetente sabiendo que puedo volverte atar a las cadenas de las que tanto le huyes —la acerco a mí boca— No juegues conmigo Rachel James.

Inhalo el olor que emana de su piel.

—Porque por muy recuperada que creas estar una mínima dosis de mi droga te pondrá al borde de nuevo —le aclaro tomándola del cabello— El HACOC es como el cáncer que crees curado y fuera de tu organismo, pero es tan vil que vuelve en una magnitud más grande destrozándote otra vez.

Le quito la chaqueta y no se inmuta en detenerme. Sabe a quién se está enfrentando, que no miento y en mis cadenas estará para siempre.

Sujeto sus brazos buscando las cicatrices de la jeringa, pocas personas lo saben, pero la aplicación del medicamento deja pequeños puntos en la piel.

—¿Sientes esto? —la pongo a que las perciba— ¿Te acuerdas cuantas veces fueron? ¿Cuántas veces la clamaste cada que sentías que se avecinaba el final de los efectos?

Se repara los brazos.

—Tan incompetente soy que te deje sin la posibilidad de procrear, amore —continuo— Estas tan envenenada que tienes un 70% de posibilidad de que tus fetos sean fenómenos y tan débil que pueden carcomerte, ya que tu cuerpo solo es capaz de producir energía suficiente para mantenerte a ti.

—¿Y qué ganas sacándomelo en cara?

Sonrío ante su suspicacia.

—Me gano tu miedo, porque cuando salga el HACOC es la primera cadena que lanzare para atarte.

—No harás nada de eso con tu clan cayéndose a pedazos.

—Amore, si se estuviera cayendo no estarías aquí pidiéndome ayuda.

—Vine abrirte los ojos, porque no dudo de tu poder —se me acerca— Y no quiero enojarte, quiero que pongas a Ilenko en su lugar ya que a tu hermano le quedó grande.

Pasa las manos por mi pecho, me aferro a ella y la tomo de la nuca estrellándola contra la pared.

—No pretendas confundirme, porque puedo amarte y venerarte, pero todavía me arde la cicatriz que me causó el puñal que me enterraste a traición —me acerco a su oído— Las súplicas de Brandon aún hacen eco en mis pesadillas.

—Me estás lastimando —dice con miedo cuando aprieto el agarre y la suelto para que pueda respirar.

—Lo siento ¿Vale? —me dice llevándose las manos al cuello— Lamento lo de Brandon, pero era mi vida la que estaba en juego.

—Trucos para tu beneficio —vuelvo acercarme apartándole el cabello de los hombros— Y esta vez quiero tratos en vez de trucos.

—Solo dime que quieres.

—Primero demuéstrame que tanto estás dispuesta a dar.

Le recorro los labios. Puedo oír los latidos acelerados de su corazón, sin embargo, es su autocontrol el que me deja sin palabras, el que esté muerta del miedo y aun así tenga la valentía de dejar que la toque y me toque como si fuéramos viejos amantes.

—Todo, ya te lo dije —respira mi aliento.

—Todo —repito— ¿Dando o fingiendo?

—Vamos, sabes que no siempre hago pantalla —me pone la mano sobre su pecho humectándose los labios— ¿Crees que fingí nuestra primera vez? ¿o que pueda fingir ahora que también te anhelo y te necesito? —tiene el corazón a mil— Puedo ser un agente y tú mi villano número uno, pero también soy un ser humano.

Baja la mano a mi entrepierna.

—Me viste ese día il mio re y quedaste convencido de que lo oscuro también atrae —susurra— Porque yo te lo demostré estando sobre ti.

«il mio re: Mi rey»

Su beso llega de forma arrasadora hundiéndome en aquella hipnosis que me deja sin sentido, la caricia suave sobre mi lengua provoca que la sangre me fluya a un mismo lugar mientras mi corazón la alza en el trono que tanto me ha costado derrumbar.

La estrecho contra mí hundiendo las manos en sus omoplatos, ansiando su boca mientras hunde las manos en mi cabello demostrando que no me es para nada indiferente. Lo sé, siempre he sabido que solo tengo que cavar hondo y encontraré lo que quiero.

—Te quiero a ti —digo repartiendo besos por su hombro— En mis aposentos apenas salga de aquí.

Se congela pasando saliva y vuelvo a sujetarla con fuerza.

—No quiero desencadenar otra guerra a la hora de tenerte —espeto— Así que si quieres mi ayuda vas darme tu palabra prometiendo venir a mí sin que te tenga que buscarte.

El miedo se le refleja en los ojos celestes.

—No van a pasar de mañana amore —ejerzo presión— Así que habla ya o sus muertes quedarán en tu conciencia y si a Ilenko le tiembla la mano, doy la orden yo y de paso le digo a mi hermano que te recuerde lo mucho que te gusta el HACOC.

Sabe que puedo hacerlo, que con una orden puedo destruirla de nuevo.

—Si es lo que quieres está bien —pone la mano sobre la mía para que la suelte.

La dejo.

—Pero en nuestro trato no puede haber droga de por medio —se recompone— Si esa porquería me toca te juro que me pegó un tiro.

—Me encanta el que nos entendamos —le beso el dorso de la mano— Ahora demuéstrame que no mientes y puedo confiar en ti.

Se acerca posando las manos en mis hombros lista para besarme, ladea la cabeza y me funde en el éxtasis que me provocan sus labios.

Las ganas me matan, pero no lo haré en un lugar no digno de ella. Yo no necesito compartir su belleza con nadie a la hora de hacerle el amor cuando lo que quiero es tenderla en la cama y convertirla en la protagonista de las mil y una noche donde nuestro final nocturno no sea con un cuento si no el deseo lujurioso que proclaman nuestros cuerpos.

Abro la boca dejando que la suya invada la mía, mientras soy consciente que estoy mordiendo la manzana prohibida que genera mi locura, aferro las manos a su cintura saboreando aquel beso con sabor a muerte.

Ella y yo tenemos un trato sentenciado que finaliza en las tierras frías de un cementerio, no le temo a mis enemigos, le temo a ella porque sé que su puñal dolerá cuando me lo entierre a traición porque sé que en algún momento buscará la oportunidad de matarme.

La urgencia me gana poniéndome al filo cuando de un momento a otro mis manos deslizan los tirantes de la prenda que trae, las bajo con cuidado volviendo a rozar sus labios.

Me siento como Hades prendido de la belleza de Perséfone, me aparto un poco para admirar los dos montículos lascivicos que me ponen el miembro duro y caliente, una mínima parte de ella es capaz de llevarme a la locura sumergiéndome en un profundo desespero.

—Quédate ahí amare —digo en un susurro mientras me siento desabrochando el cinturón de mi pantalón— Solo necesito una mínima parte de ti, para sacar lo que tanto me consume las venas.

La siento en la mesita dejándome caer en el sofá que esta frente a ella, suelto la correa de mi pantalón sacando mi miembro erecto y listo para que lo admire.

—No apartes los ojos, por favor.

—No lo haré —se pasa la lengua por los labios aprisionándome en su encanto. Quise atarla, pero saco su mejor arma y volvió a voltear los papeles demostrando que de mí puede tener lo que quiera.

—Mira cómo me pones principessa, con erecciones maltratantes que solo consiguen las diosas como tú —no pierdo el contacto visual mientras reafirmo el agarre sobre mi miembro.

Lo acaricio suave y por un mínimo momento siento la misma necesidad que sentía cuando amaba a mi hermana, solo que esta vez todo se ha multiplicado por tres y no al nivel amoroso al sino al nivel pasional. Esta mujer me enloquece demasiado.

A Emily le tenía y le tengo amor, pero a Rachel le tengo un deseo impuro que me estalla en cada molécula del cuerpo. Impuro porque me controla, a Emily la controlaba yo, pero Rachel no se deja domar de un todo y eso... Me desespera.

Se sienta a mi lado.

—Te dije que...

—Shhh —me calla demostrando que no soy el único con poder— También quiero contemplarte.

Por esto es la diosa de mis sueños. Me afloja la corbata y suelta los botones de mi camisa paseando las manos por los músculos de mi abdomen.

—Bésame amare —le pido y junta sus labios con los míos en un beso largo y profundo.

Empiezo a sacudir la mano sobre la polla a punta de reventar fundiéndome bajo el azul de sus ojos, en tanto voy experimento los jadeos suaves que se sienten con este tipo de acto, la respiración me pesa, el glande se me hincha y voy embriagándome de deseo.

Me muerde el lóbulo de la oreja y baja por mi cuello dejando besos húmedos en mi piel, sé lo que hace, está demostrándome lo que puedo perder si me rehúso a no cumplir el trato.

—No estaré aquí toda la vida Rachel y por tu bien, asegúrate de cumplir.

—Lo haré —se prende de mi cuello— Estar contigo no es ningún sacrificio para mí y lo sabes.

Acaricio mis testículos cuando el falo remarca las venas listas para el deleite final, voy clavando los ojos en la mujer que tengo al frente y vuelvo a mi verga deslizando la mano de arriba abajo con mayor ímpetu cuando los párpados se me cierran solos imaginando el coño que comí, tengo al lado y sigue siendo mío.

Me obligo a seguir observando y mi mente babea por ella. Por la diosa que se echa el cabello hacia atrás mostrándome los puntos erectos que se le remarcan en el encaje de la prenda que luce.

—Versare l'amore —me susurra en un italiano perfecto.

La verga me estalla y el hilo de leche me invade el abdomen esparciéndose por mi mano.

« Versare l'amore: Derrámate amor»

La descarga me deja desahuciado estaba muy potente y ella juega demasiado con mi cordura. Me levanto yéndome al baño para recomponerme.

Lavo mis manos ideando todo, como lo dije puedo darle lo que quiera, pero ella misma debe ir por ello porque no se lo puedo dar estando aquí.

Vuelvo y está junto al piano con una invitación en la mano.

—El aquelarre es mañana a mediodía —me dice ofreciéndome un teléfono— Puedes llamar y detenerlo, es mi móvil personal y puedo asegurarte que nadie va a rastrear la llamada.

Sacudo la cabeza.

—Una llamada, orden o demanda tuya lo detendrá

—Una llamada no bastara, se necesita una figura que dé la cara.

—No me van a dejar que te saque.

—Claro que no por eso iras tú, amare —me le acerco— Eres mi mujer, recuérdalo.

—Me mataran, entre ellos no soy nadie.

Chasqueo los dientes besándole los labios.

—Eres la dama de la mafia —le digo— Ponte la jadeíta y tendrás a mis hombres cuidándote la espalda y llevándote al fin del mundo si quieres.

—Ese título ya caduco.

—No recuerdo haberte quitado el trono.

Busco lápiz y papel.

—Envía a alguien a Camden Market, que ubique el mercado palestino y le entregue este sobre a la persona que lo atiende —lo sello— Mientras tanto ve marchando a Yorkshire y hospédate en el luxury ahí los Halcones te contactaran y te llevaran con Ilenko.

Recibe el sobre con dedos temblorosos.

—¿Y si me matan? Los Halcones saben que soy un agente de la FEMF.

—No lo harán, confía en mí.

Niega.

—Las probabilidades de sobrevivir son mínimas.

—La mujer de un mafioso no tiene por qué tener miedo y mucho menos si es la mano del líder.

Le beso la frente, con esto no solo le estoy dando lo que quiere, también le estoy limpiando el camino a mi hermano para ver si triunfa y me saca de una vez por todas y pueda posesionarme con ella en Italia.

—Dile a Ilenko que salga por las buenas antes de que Maxi y Vladimir mueran en manos de los Halcones. Recuérdale que Trotski no es un lugar tan secreto como cree.

Guarda el sobre.

—Tienes que ir sola, si los Halcones ven a la FEMF serás la primera en recibir el tiro —le advierto.

Pasa saliva.

—Esto tiene muchas fallas.

—Si y tu as bajo la manga será la caída de la pirámide —le aseguro la victoria— Dile a los Romanov que no tendrán nada que gobernar si la derrumban y que mi negocio dejara el suyo si no me obedece.

—¿Qué es la pirámide?

—Lo sabrás cuando estés gobernando a mi lado —paseo la nariz por su cuello— Ahora vete, no vaya a ser que se te haga tarde y solo halles una carnicería.

—Gracias —me rodea el cuello con los brazos atontándome en el acto

Le tomo la cara juntando nuestros labios en un último beso.

— Buona fortuna amore mio.

«Buona fortuna amore mio: Suerte mi amor»

Se aleja, espero que tenga el coraje de enfrentarse a todo porque irá a una fiesta de panteras donde todos la verán como la más exquisita presa.

Paso las manos por mis labios recordando sus besos, si consiguió esto con caricias sencillas no me quiero imaginar lo que soy capaz de hacer teniéndola como esposa.

Me derriba, derrumba y ata a las cadenas de su belleza. Me duele reconocerlo, pero puede pedirme la luna y se la bajare cueste lo que me cueste simplemente porque tiene el poder de dominarme y hacer conmigo lo que quiera.

Por eso tiene que servirme o tendré que matarla, a ella y a todo el que se interponga en su camino. Solo espero que Lucían y Damon sepan aceptarla cuando seamos una familia.

════ ⋆★⋆ ════






cc

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro