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▪️Capítulo I

¿Cómo llegaría un chico: timido, tranquilo e introvertido como Tamaki, a matar a alguien? Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, jamás lo hubiera creído.

La sangre había salpicado en mi rostro y ropa, mientras la sonrisa del chico se hacía más y más grande, era una sonrisa de satisfacción total que demostraba lo feliz que estaba por haberse quitado una piedra del zapato. Pero para mi, había matado al amor de mi vida, lo que me dejaba en la total oscuridad.

—P-Por fin serás mía... ¿N-No? Serás mi posesión más valiosa — Tamaki se puso de pie, aún bañado en sangre. El chico se acercó a mi, con los brazos abiertos; mis piernas temblaban y amenazaban con derrumbarse en cualquier momento y hacerme caer, pero antes de que eso sucediera, Tamaki me abrazó y toda la sangre que cubría su cuerpo, también cubrió el mío — E-Era mi mejor amigo, pero... ¡Pero ahora estaremos los dos juntos, por siempre! ¿N-No estás feliz?

Me quedé en silencio, mis ojos miraban fijamente el cuerpo inerte de Mirio cubierto de sangre y heridas, mientras que de mi boca, solo salían sonidos sin sentido alguno.

¿Cómo habíamos llegado a esto?

De pequeña, mi familia y yo éramos vecinos de una pareja algo... Disfuncional; pese a que las casas estaban separadas, se podían escuchar los fuertes gritos, golpes y cosas que arrojaban durante sus peleas. Mi padre sentía pena por su pequeño hijo: un niño de mi edad y realmente tímido y callado por culpa de estas circunstancias. Así que, siempre que salían o empezaban alguna pelea, invitabamos al niño a estar en nuestra casa : íbamos al cine, al parque, a comprar helado o simplemente jugábamos juntos.

—¡Mira, una mariposa! — grité de emoción, al ver una pequeña mariposa azul frente a mis ojos. Los dos estábamos en mi patio trasero, pues sus padres habían iniciado una nueva pelea; tamaki sabía que aquí siempre era bienvenido, así que no necesitaba pedir permiso para entrar a nuestra casa siempre que quisiera — ¿No es linda? ¡Sus alas son casi del mismo color de tu pelo!

—¿L-Linda? — repitió el niño. Él estaba jugando en nuestro pequeño arenero, en sus manos tenía una cubeta y una pala — S-Supongo que lo es, si a ti te gusta, a mi también...

—No tiene que gustarte todo lo que a mi me gusta — reí un poco. Me senté en el suelo y miré la mariposa pasar frente a mis ojos — Me gustaría tener una de mascota, pero se que no deberí-

Antes de terminar mi frase, Tamaki se puso de pie y corrió hacia la mariposa, la atrapó con sus dos manos, aprisionadola con sus puños y luego se acercó a mí. Tenía una pequeña sonrisa en sus labios, una sonrisa timida y tierna pero...

—¿Q-Qué haces? — grité rápidamente, luego me levanté de golpe

—¡L-La atrape para ti! — respondió, un leve sonrojo apareció en sus mejillas. Tamaki extendió sus manos hacia mí, mostrándome con orgullo el puño donde estaba atrapada la mariposa

—¡N-No! ¡No debiste hacer eso! — enseguida tomé sus manos y lo obligue a abrirlas. La mariposa ya estaba muerta.

Me quedé mirándola fijamente unos segundos, me sentía realmente triste porque la mariposa ya no se movía; Tamaki la había matado. Cuando levanté la mirada, él me estaba viendo con expresión de confusión y obviamente triste por el "pequeño" error que cometió

—__-__ y-yo no.... No quería... Quería atraparla para ti, d-dijiste que la... de m-mascota yo... — su tartamudeo apenas le dejaba hablar, pero tras mucho tiempo de conocernos, entendía perfectamente lo que decía

—N-No te preocupes, no lo hiciste con esa intención... — mis ojos estaban algo hinchados y rojos, trataba de aguantar las lágrimas con mucho esfuerzo —. Será mejor que hagamos algo con la mariposa...

—A-Aunque aún no controlo bien mi quirk, podría comerla y así...

—¡No! Me refería a que... Deberíamos enterrarla — señale el árbol que estaba más al fondo, en el patio. Tomé la mano libre de Tamaki y lo llevé debajo del árbol, ahí, junto a la ayuda de la pala de juguete que usábamos, cabe un muy pequeño agujero y metimos a la mariposa — Descansa en paz — murmure, cerrando los ojos

—E-Es solo una mariposa, ____ — Tamaki estaba levemente sonrojado, pero no le tomé importancia.

—Aún así es un ser vivo... Murió por nuestra culpa — me levanté, limpié la tierra de mis manos con ayuda de mi vestido y miré a Tamaki que estaba igual de sucio que yo — Vamos a darnos un baño, ¿si? ¡Mamá compró nuevos juguetes y espuma!

—¿J-Juntos?

—¡Claro, tonto! Vamos — hice de lado mi tristeza por el pequeño insecto y tomé la mano del pequeño niño nuevamente. Lo obligue a seguirme y a entrar a casa; mi madre estaba dentro, ni si quiera se sorprendía de que Tamaki estuviera ahí o que nos ducharamos juntos — ¡Mami, ¿nos preparas el baño?!

—¿Hm? Claro, hija

—M-Muchas gracias, señora... — continuó Tamaki, bajando la mirada

—No me digas señora — dijo mi mami entre risas — Tía o "mamá" es suficiente, sabes que te queremos como un hijo

—¡Y yo te quiero como a un hermano!

—Mamá y... Hermana...

Al crecer, seguíamos estando juntos, pero esta vez, un chico se unió a nuestro grupo : Mirio, un chico totalmente opuesto a Tamaki, pero que se completaban a la perfección. Los 3 asistimos a las mismas escuelas, los mismos salones, siempre formábamos equipos... Todo juntos. Esto hizo que.. Bueno, era imposible no desarrollar sentimientos uno por el otro...

—Creo que me gusta Mirio... — Tamaki era mi mejor amigo y siempre le contaba de todo, incluso cuando me bajaba la regla y quería que me trajera alguna toalla o algo por el estilo — ¿tú que dices? ¿Le gusto? ¿Te habla de mi? Eres su mejor amigo...

El chico se quedó en silencio un muy buen rato, sus labios temblaban al igual que sus manos. Por su mirada, sabía que estaba debatiendo en si responder o no a algo tan complicado

—B-Bueno... Yo creo que... ¿L-Le gusta alguien más? — estaba tan rojo como un tomate

—¿A-Alguien más? ¿S-Sabes quien es...? — mi corazón se deprimió al escuchar esas palabras, creía que Mirio y yo.. Que quizás sentía lo mismo que yo... Pero no era así

—N-No lo sé exactamente... Sabes como es Mirio, le encanta hablar con todo el mundo

—Tienes razón, quizás todo lo imaginé... — apoyé mi cabeza en el hombro de Tamaki

Ambos estábamos sentados en una banca del patio de la escuela, estábamos en el descanso, así que teníamos mucho tiempo para hablar, y en mi caso... Tiempo de llorar. Únicamente tenía el hombro de mi mejor amigo, quien siempre estaba ahí para mí

Los años pasaron, y mientras trataba de hacerme a la idea de que quizás mi amor no era correspondido, los tres entramos a la famosa UA. Para ese entonces, ya controlabamos mejor nuestros quirk, por lo que rápidamente Tamaki, Mirio y otra chica se hicieron notar

—¡M-Mirio, por favor cúbrete! — grité cubriéndome los ojos para mi ver "eso"

—¡Oh vamos, ___! Lo has visto cientos de veces — Mirio soltó una carcajada a la vez que colocaba sus dos manos en sus caderas

—¡AÚN ASÍ JAMÁS TE ACOSTUMBRAS! —volví a gritar. Me di media vuelta, para evitar cualquier tentación de ver algo indebido y traté de tranquilizar mi respiración.

—¿Acaso no te gusta? — volvió a reír. Escuché a lo lejos como se colocaba el uniforme de deportes otra vez y, antes de darme cuenta, el chico estaba detrás mío y me abrazó por la espalda

—¿Q-Qué haces? — murmure con vergüenza. Obviamente, con todo este entrenamiento y ejercicio que hacía, él era el doble de mi tamaño y era realmente fuerte; siempre que me abrazaba me sentía segura entre sus brazos

—Sabes que amo abrazarte, ¡eres tan suave! — respondió, con su habitual sonrisa

—¡Aww! — gritó Nejire, acercandose junto a Tamaki a nosotros — ¡Qué linda pareja de tortolos! ¿Cuándo será oficial? ¡Toda la clase está impaciente! — Nejire formó un corazón con sus manos y lo colocó frente a sus ojos para así vernos  — ¿Tu que dices, Tamaki~? ¿Me ayudas a planear la boda también?

—N-Nejire.. — me traté de apartar del abrazo de Mirio, pero él me sujetó con más fuerza y me impidió moverme

Tamaki continuó en silencio, solo pude ver como apretaba los puños con fuerza hasta que los nudillos se le pusieron blancos

—Ya vengo, debo hacer algo... — se dio media vuelta y se alejó de nosotros. Jamás lo había visto así, tan... Extraño.

A los pocos días, mi más grande sueño se había cumplido :

—Te... ¿Gustaría ser mi novia? Desde la secundaria me has gustado, pero tenía miedo de confesarlo porque sentía que aún no era suficiente para ti, y ahora... Ahora puedo protegerte, puedes confiar en mi siempre que quieras...

—¿Lo dices... Lo dices enserio? —mis mejillas ardían de vergüenza, y pese a que estábamos en otoño, mi cuerpo se derretía.

—¡Por supuesto! — sonrió de oreja a oreja — Entonces... ¿Qué dices, ____?

—¡Claro, claro! — grité, sin dudarlo ni un poco. Me lancé a sus brazos, aunque más bien, literalmente salté a su cuerpo, pues mis brazos rodearon su cuello y mis piernas su cadera.

—¡W-Wow! — dijo entre risas — ¡Jamás creí que aceptarías tan rápido!

—¡Llevo esperando esto desde la secundaria! ¡Obviamente iba a aceptar! ¡Te amo, te amo!

Cuando creí que todo iría bien, me estaba mintiendo a mi misma. La relación de Mirio y mía era una de las más conocidas del salón y en algunos salones ya que Mirio tenía muchas admiradoras. Pero eso no importaba, él sólo tenía ojos para mí; pero en cambio, mi relación con Tamaki se ponía más y más extraña.

—¡Mira! — lo había invitado a mi casa, como era costumbre nuestra. Tamaki y yo estábamos en el patio, frente al árbol. Justo ahí, le señalé las iniciales que había tallado con ayuda de Mirio hace unos días : M & __ — ¿No es lindo? Al principio decía que era algo cursi, pero Mirio me convenció de hacerlo y...

—Es... Muy lindo — Tamaki pasó la llema de sus dedos por los bordes de nuestras iniciales — Mirio y tu... ¿Son muy felices?

—¡Claro! Recuerda que me gusta desde la secundaria. Pensar que ahora estamos juntos es... Mi sueño hecho realidad — tomé las manos de Tamaki y las coloqué en mis mejillas — ¡Solo mira mis mejillas! Siempre me sonrojo al pensar en él, mi sonrisa no se borra y... Siempre lo extraño, me pregunto si él hará lo mismo...

—S-Si que tienen suerte — estaba avergonzado por tener sus manos en mi rostro, pero podía notar una extraña mirada en sus ojos

—Pero no creas que me olvidaré de ti —  había confundido su expresión por temor, quizás estaba preocupado de que no pasaría tanto tiempo con él debido a Mirio, pero no era así — ¡También quiero que seas feliz! ¿No te gusta Nejire? ¡Harían una hermosa pareja! Siempre que estoy con ella, sonríes, ¿no?

—¡N-N-No es eso! No digas esas cosas, a mi no... Me gusta ella, me gusta alguien más.

—¿Y quién es? Soy tu mejor amiga, exijo saberlo — infle las mejillas

—N-No creo que deba, a ella... No le gusto.

—¡Pues haz que le gustes! ¡Tamaki, eres un chico lindo, tierno y muy atractivo, seguro harás que cambie de opinión! — le di un golpe amistoso en el hombro

—__-___ n-no digas eso, creo que yo no le...  Pero en verdad haría todo por ella, todo lo que me pidiera, todo..

—Eso es lo que importa, haz que te note, ¡acorralala y atrapala! — ya podía imaginarme esa escena : "Tamaki encontrándose con la chica, acorralandola contra la pared y declarando sus sentimientos — Aunque no es típico de ti, ¡seguro le encantará!

—¿T-Tu crees? — el brillo de esperanza apareció en los ojos de Tamaki.

—¡Claro! Aunque... ¿Porqué crees que no le gustas? — coloqué mi dedo índice en mis labios — ¿Quizás ella tiene novio o algo así?

—S-Si... Su novio es.. Mucho mejor que yo — nuevamente bajó la cabeza

—No te menosprecies, si no hubiera conocido a Mirio, ¡obviamente estaría contigo! — dije a manera de broma; Tamaki y yo habíamos crecido juntos, así que lo veía más como a un hermano, pero quería animarlo

—¿E-Enserio? Yo... A mi también me hubiera gustado estar contigo — una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios al mismo tiempo que bajaba la mirada

Cuando sentí que la conversación se tornaba algo extraña, traté de cambiar el tema. No era propio hablar de otras chicas justo cuando acababa de descubrir que Tamaki estaba enamorado de alguien, lo cual, para mí como su hermana mayor, era todo un descubrimiento.


Varios días han pasado después de eso, pero no había recibido noticias de la declaración de Tamaki. Era una pena, ya que quería conocer a la chica que le había robado el corazón a ese tímido chico; pero, de lo que sí habla recibido noticias, era de una pequeña carta :

Al terminar la escuela, me había quedado hasta tarde para terminar unos papeleos típicos de la presidenta de la clase, debido a eso, me había quedado hasta muy tarde y justo cuando iba a mi casillero para recoger mis cosas, una carta cayó al suelo. Me agaché para recogerla y lo primero que llamó mi atención fue el sutil aroma a perfume de hombre; en verdad olía delicioso...

—¿De quién podrá ser? Dudo que sea de algún chico nuevo, todos saben que salgo con Mirio... — abrí la carta y leí el pequeño mensaje : — Encuentrame en el gimnasio, te tengo una sorpresa

El único que podía escribirme esta clase  de mensajes seria Mirio, ya que era el primero que se me venía a la mente.

—No me dijo que se quedaría a esperarme... Creí que tenia pasantias o algo así... Pero bueno, será mejor no hacerlo esperar.

Guardé la carta en mi mochila y me dirigí al gimnasio: un edifico enorme y equipado con todo tipo de aparatos de ejercicio, pesas, etc. Para este momento, ya debería estar completamente solo, así que... ¿Qué clase de sorpresa me daría Mirio? Nosotros... Ya llevábamos un tiempo saliendo y bueno... ¿Q-Quizas sea "eso"? Aunque jamás había pensando que mi primera vez sería en un gimnasio pero... Con él sonaba muy bien.

—¿Mirio..? — al llegar, miré a mi alrededor para encontrar algún rastro de él, pero no fue así.

Seguí caminando un poco y entré a una especie de almacén donde guardaban todos los materiales, pero al abrir la puerta un ligero aroma al perfume junto a otro extraño olor llegó a mi; el perfume era el de la carta pero... ¿Y el otro olor?

—¿M-Mirio...? — volví a repetir. Esta clase de sorpresa ya no me gustaba y no sólo por la oscuridad de la habitación, si no por el extraño ambiente que se había creado.

Al no recibir ninguna respuesta nuevamente, encendí el interruptor de la luz que estaba a mi derecha, al poco tiempo toda la habitación se llenó de luz y dio paso a una horrible escena donde Tamaki asesinaba a Mirio...

—P-Por fin serás mía... ¿N-No? Serás mi posesión más valiosa — Tamaki se puso de pie, aún bañado en sangre. El chico se acercó a mi, con los brazos abiertos; mis piernas temblaban y amenazaban con derrumbarse en cualquier momento y hacerme caer, pero antes de que eso sucediera, Tamaki me abrazó y toda la sangre que cubría su cuerpo, también cubrió el mío — E-Era mi mejor amigo, pero... ¡Pero ahora estaremos los dos juntos, por siempre! ¿N-No estás feliz?

Así es como habíamos terminado así : ambos bañados de sangre frente al cuerpo inmóvil de Mirio. Yo de reojo observé el cadáver de mi novio, sus ojos ya no brillaban y tenía una enorme herida en el pecho de la cual aún seguía saliendo sangre

—T-Tamaki... ¿Qué es lo que... Qué acabas de hacer? — mi cuerpo temblaba de miedo y el tenerlo tan cerca de mí no ayudaba

—¿Qué? — se apartó un poco de mi y sonrió como si nada sucediera — ¿N-No lo dije antes? Lo aparte del camino, ¡justo como tu dijiste! Estaba siguiendo tus consejos y... ¡M-Me faltó algo más!

Tamaki acortó el poco espacio que había entre nosotros, pero yo retrocedí. Llegó el punto en que me vi acorralada contra la pared, sin la opción de seguir retrocediendo o de moverme ya que Tamaki colocó sus dos brazos al rededor de mi cuerpo

—Dijiste que la acorralara y que ... La atrapara — su voz se volvió algo grave, tenebrosa, nada que ver con su voz usual —. Es hora de que escuches mi confesión, ___

Lentamente acercó su rostro al mío, nuestros labios estaban a escasos centímetros e incluso podía percibir su agitada respiración. Ahora es cuando me daba cuenta de otro detalle : el perfume de la carta... Era de él. Tamaki había planeado todo esto para que nos viéramos de esta forma...

—____, te amo — Susurró contra mis labios y poco después los unió en un beso muy rudo, forzado y... Asqueroso

Tamaki no era así, él jamás... Jamás habría hecho...

—¿Y t-tu? ¿M-Me amas...?

Me quedé en silencio, mi voz no salía.

Por primera vez, era yo la que no podía verlo a los ojos ya que mi mirada seguía fija en lo que estaba detrás de él; me costaba aún asimilar todo esto, la sangre, el cuerpo, a Tamaki...

—¿Porqué no respondes? — de un momento a otro, debido a la tardanza de mis palabras, Tamaki frunció el ceño — Casi siempre yo soy el que no habla, pero ahora... ¿Acaso no me quieres?

—T-Tamaki, tenemos que h-hablar... E-Esto es... Lo que acabas de hacer es como si fueras un...

—¿Villano? — terminó la frase por mi. Mi boca se cerró de golpe y lo miré con temor — N-No lo soy, lo hice para estar contigo... Pero... Si es así como piensas de mi...

Retrocedió unos cuantos pasos, luego sus dedos se transformaron en tentáculos y con ellos rodeó mi cuerpo, como si fueran una cuerda y me arrastró hacia él. Me vi indefensa ante él cuando me colocó en el suelo, aún atada y cerca del cuerpo de Mirio

—¡Por favor detente! Tamaki, se que no eres así, ¡por favor sueltame!

—T-Tu dijiste que... Si Mirio no estaba, ¡estarías conmigo!

—¡Lo dije en juego! ¡Lo siento! — seguí forcejeando, pero para impedir que siguiera moviéndome, Tamaki se colocó encima mio — ¡E-Eres como mi hermano menor, te quiero mucho pero no te veo de esa manera!

—P-Pero.... Me mentiste... ¿P-Porque me mentirías?

—¡Tamaki, jamás pensé que harías estas cosas! — lágrimas comenzaron a salir de mis ojos — Yo no... Si hubiera sabido que harías estas cosas, yo no...

—¿Tu qué, ____? — su mirada se oscureció — ¿Jamás hubieras sido amable conmigo? — mi silencio, fue un si para él — Je.. Lo sabía. Nadie sería amable con alguien como yo...

—Tamaki, por favor... — intenté un último forcejeo, pero no funcionaba

—Soy despreciable... — inclinó su cuerpo hacia mi, al poco tiempo sentí sus lagrimas caer en mis mejillas — ¿P-Pero sabes qué...? N-No me importa que haya sido mentira... Y-Yo aun así te amo, ____

—Para...

—Te amo aunque sea una mentira... — sus tentáculos apretaron mi cuerpo y comenzaron a moverse, tocando cada zona de mi cuerpo — No me molesta vivir así toda la vida... H-Hare que me ames, ¿s-si? Eramos felices antes de que apareciera Mirio, ¿v-verdad?

Volvió a juntar mis labios contra los suyos, en un beso mucho más necesitado que el anterior, y solo cuando nos faltó aire fue cuando se separó. Un hilo de saliva unía nuestras lenguas y se rompió cuando tamaki sonrió ligeramente

—Ahora tu serás mi más valiosa posesión... J-Justo como la mariposa... La había atrapado para ti, pero ahora... Yo te atrape y no dejaré que nadie te toque...

—Sueltame... — cerré ambos ojos y negué repetidas veces — Si no lo haces... ¡Te odiare por toda la vida! ¡Jamás te perdonaré!

—Lo siento ____, ya no hay marcha atrás...

La camiseta de Tamaki fue lo primero en irse, luego la mía y finalmente mi falda,me había dejado en ropa interior en cuestión de segundos y sin si quiera soltar mis manos ,las cuales estaban sobre mi cabeza y sostenidas por sus tentáculos

—Siempre quise hacer esto contigo... Todas las noches yo... Siempre soñaba contigo, quizás me odiaras por lo que diré pero... ¿Qué importa? — soltó una pequeña carcajada y se acercó a mí oído — Todas las noches pensaba en cómo sería hacerte mía, soñaba con este momento, soñaba en cómo dirías mi nombre... Aunque lo imaginaba de una manera más linda... Es mejor que nada

—¡Sueltame! Por favor, no hagas esto... — pese a mis insistencias, él continuaba tocando mi cuerpo con sus tentáculos

—Q-Quiero que sepas cuanto te amo...

La conversación terminó ahí.

Después de eso... Todo se volvió confuso para mi: Tamaki había apartado las últimas prendas de ropa de mi cuerpo, dejándome completamente desnuda, él se quedó mirándome fijamente unos minutos. Su cara estaba toda roja y avergonzada, pero no parecía que fuera a dar marcha atrás

—S-Siempre fuiste hermosa para mi... Era difícil que los chicos no te vieran... ¿Sabes? Me ponía realmente celoso...

Mi mente estaba intentando formar un plan para escapar, cualquier cosa que me diera una oportunidad... Primero miré a mi derecha y luego a mi izquierda, no había nada. La única opción era usar mi quirk, aunque estaba "prohibido" en la escuela; mi quirk tenía algo que ver con la luz, podía transformar aquellos rayos de sol o cualquier luz en objetos, pero sin el debido cuidado, me podría quemar o incluso quedar ciega.

No había mucha luz aquí, únicamente la que emitía el foco, pero era más que suficiente para crear alguna soga para atrapar a Tamaki y permitirme huir. Con mi mirada fija en aquella luz, pensé en una soga, la cual se fue formando lentamente y acercandose a mi mano, pero justo cuando iba a llegar, Tamaki apretó aún más mis muñecas con sus tentáculos

—____, ¿e-enserio ibas a usar tu quirk en mi...? — su expresión cambió a una de tristeza, pero luego cambió a una de molestia — P-Pero... ¿Tan desesperada estabas? Si usas tu quirk así... Te puedes lastimar, a-aun recuerdo de pequeños como te llevábamos al hospital cada vez que tus manos se quemaban...

Uno de sus tentáculos se dirigió al interruptor de la luz y lo apagó; cualquier esperanza de huir se fue...

—L-Listo, ya no podrás herirte... — Tamaki sonrió gentilmente, como si hubiera hecho una buena acción — Pero... ¿Enserio quieres huir de mi?

Una de sus manos bajó hasta mi entrepierna y la acarició, un suave gemido escapó de mis labios cuando sentí que metió uno de sus dedos. Tuve que morderme el labio para callar esos gemidos que escapaban de mi

—W-Wow... — él sonrió otro poco y continuó moviendo su dedo — E-Es la primera vez que hago esto pero... En verdad trataré de hacerlo bien por ti

—T-Tamaki... Detente... — sentí que entró otro dedo y tuve que arquear la espalda — ¡Ah~!

—L-La forma en que dices mi nombre... Siempre que lo dices me encanta, pero justo ahora es mucho... M-Mejor

Continuó moviendo sus dedos, metiendo y sacándolos con rapidez, y cuando estaban dentro mío, los movía en círculos o tocando zonas realmente sensibles

—M-Mira... — señaló su entrepierna, se podía ver un bulto justo ahí que palpitaba — M-Me da mucha vergüenza que me veas así pero... No pude evitarlo cuando escuché como decías mi nombre...

—Ahh... Por favor... Ahh.. N-No...

Con la mano libre, él se bajó el cierre del pantalón y sacó su miembro; cuando éramos niños nos habíamos visto desnudos pero cuando fuimos creciendo, dejamos de hacerlo obviamente, y pese a que no era la primera vez, me podía dar cuenta de todo lo que había crecido Tamaki en todos estos años

—¡No...! ¡Por favor detente! — dije como última vez, pero sabía perfectamente que no se detendría

—T-Tranquila, seré gentil... — acarició mi mejilla y lentamente fue introduciendo su miembro dentro de mi. Un dolor llenó todo mi cuerpo, primero ahí abajo y luego fue subiendo hasta mi vientre, al poco tiempo salió la sangre y mi cara cambió a una de dolor — T-También es tu primera vez... M-Me alivia tanto que sea... Nuestra... Agh...

Finalmente soltó mis manos y sus tentáculos volvieron a ser dedos normales. Entrelazo nuestras manos y acercó más su cuerpo al mío, de modo que estaba casi acostado sobre mi, luego acercó sus labios a los míos y me besó apasionadamente

Dejó su miembro ahí dentro unos minutos, sin moverse, para que me acostumbrara al tamaño, pero yo no me sentía bien para nada. Pasando unos momentos, él empezó a moverse, primero con embestidas torpes y luego más y más rápidas e igualmente de profundas

—Ahh... ____ S-Se siente bien... Me encanta... Ahh.. Siempre quise hacer esto contigo ~

—D-Detente... Para.. ~ — encaje mis uñas en su mano, para que sintiera algún dolor y que por milagros del destino se detendría, pero no fue así

—_-____, ¿s-sabes porque... Y-Yo... Me llamé Suneater? T-Tu eres mi Sol... N-No solo por tu quirk... E-Eres mi todo

Continuó moviéndose, mucho más rápido que antes. Mis gemidos llenaban la habitación y no hacían más que excitar a Tamaki e impulsarlo a ir mucho más profundo

—Siempre q-quize tenerte de esta forma, amo cada parte de ti — escondió su rostro en mi pecho, aprovechó esta cercanía para lamerlos. Su rostro estaba sonrojado debido a aquella acción de lamerlos, pero lo hacía como si violarme no fuera suficiente vergüenza

—Agh.... Ahh... N-No, por favor Tamaki... — trataba de cerrar las piernas, pero Tamaki lo impedía.

Sus caderas se seguian moviendo con rapidez, buscando más su placer propio. Al poco tiempo, soltó una de mis manos y la volvió a convertir en un tentáculo, con este rodeó mis muslos y los subió por encima de sus hombros. Mis muslos seguian atrapados por él y poco después los mordió para dejar muchos chupetones

—____~, _____~ — sonrió un poco más y luego volvió a besarme. Aproveché eso para morder su labio y hacerlo sangrar — Ngh... No me importa que me lastimes... Y-Yo aun así.. Te amo

Mi cuerpo comenzaba a rendirse, conforme él embestia mi cuerpo se sentía sentía realmente bien y ansiaba más de ese placer prohibido. Mi mente decía que estaba realmente mal, que era como un hermano para mi, pese a que había asesinado a mi novio y ahora me hacía esto...

Decidí perderme en mis pensamientos para así amortiguar la carga y que terminara lo más pronto posible: recordaba los viejos momentos con Mirio, cuando estábamos solos y lo tierno y lindo que era conmigo... Luego pensé en cuando Tamaki y yo éramos pequeños, ¿Porqué no había notado este comportamiento en él? Quizás porque aún era muy pequeña e ignoraba esos pequeños detalles

Si tan solo yo...

Si me hubiera dado cuenta de esas cosas...

Nadie habría muerto.

Si me hubiera enamorado de Tamaki y no de Mirio, jamás habrían pasado estas cosas. Todo era mi culpa

En un momento así, mi cabeza solo podía pensar en aquella explicación : era mi culpa que todo terminara así, ¿no? Si me hubiera dado cuenta a tiempo, nos habríamos ahorrado tantos problemas; Tamaki venía de una familia con problemas de "amor", era normal que él buscara algo a lo que aferrarse y protegerse, y esa persona era yo... Yo le había fallado, ¿no?

—T-Tamaki... — unas lágrimas salieron de mis ojos, no por el dolor, si no por... Culpa

—M-Me queda muy poco, ____ M-Me vendré — me abrazó con fuerza y yo le correspondi. Mis manos estaban sueltas así que fácilmente lo abracé y pegué su rostro a mi pecho, como si quisiera ponerlo a salvo — L-Lo haré dentro... Agh... D-Dentro... ~

—M-Me vengo también... — enrede mis dedos entre su cabello y cuando el momento llegó, sostuve con más fuerza su cabello y por fin, ambos llegamos al clímax

Nuestros gemidos llenaron la habitación y luego nuestras respiraciones agitadas. Nuestros cuerpos calientes seguian unidos no sólo por nuestros fluido si no por la forma en que nos abrazamos, como si no quisiéramos separarnos...

Tamaki al terminar de correrse dentro, cayó a mi lado exhausto y con el rostro rojo de vergüenza, pero con una sonrisa de felicidad

—T-Te amo... — entrelazo una de nuestras manos y la sostuvo con fuerza — Esta era la única manera para que estuviéramos juntos...

—Tamaki...

—Quiero que sepas que eres lo más importante para mi, mi más valiosa posesión y que... Jamás te dejaré ir

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