▪️Capítulo I
El aroma fuerte a químicos, las luces de neón a los costados de la habitación, aquel sonido vibrante y punzante en la otra habitación... Todo me decía que estaba en el lugar equivocado, con la persona equivocada.
Aún así, por más podrido que estuviera el lugar, me hacía sentir fuerte y libre, pero a la vez, débil y atrapada. Se podría decir que todo era culpa de él.
Observé a Dabi, el chico que me había traído a este lugar en primer lugar y suspiré. Él se estaba haciendo un nuevo tatuaje en las pocas partes de piel que aun le quedaban libres; él trabajaba aquí en las noches y a pesar de que hoy era su día libre, decidió tener una "cita" aquí, conmigo.
Me recosté en el sofá de cuero y volví a suspirar más fuerte para hacer obvio que estaba aburrida. Dabi dejo la maquina de tatuar a un lado y volteó a verme, molesto por interrumpir su concentración.
—¿Ya casi terminas? — me crucé de piernas y observé al chico que me miraba con desdén. Yo frunci el ceño en respuesta y lo observé de la misma forma.
Dabi se levantó de su asiento, con medio tatuaje a terminar y sonrió mientras se acercaba a mi. Colocó su mano izquierda en el respaldo del sofá y con la otra sostuvo mi mentón, obligandome a mirarlo a los ojos. Nuevamente me sentía acorralada.
—¿No te estas divirtiendo? — sus dedos olían a tinta y alcohol — Muchas chicas hacen fila o vienen solo para verme, tu deberías estar agradecida de poder verme todos los días.
—¿Y porque no sales con esas chicas? — Dabi apretó sus dedos contra mis mejillas y me obligó a abrir la boca, silenciadome en el acto.
—Ellas no son tan divertidas como tú — él sonrió de oreja a oreja, divertido por mis expresiones.
Se podría decir que esta relación era algo tóxica.
Pero eso a la vez lo hacía muy excitante.
Poco después, Dabi llevó sus manos a mis muslos y luego a mi espalda, cargandome como "princesa" y llevándome a la cama donde hacían tatuajes. Él me recostó ahí y con una sonrisa traviesa levantó mi blusa, mi sostén quedó a la vista y a pesar de ser de un material grueso, aún se podía ver lo que había debajo.
—¿Aun te duelen? — su dedo recorrió la aurora de mis pezones por encima del sostén, lo que me causó un escalofrío. Negué ante su pregunta y él volvió a sonreír. Lentamente bajó mi sostén y finalmente mis pechos quedaron a la vista, con dos perforaciones en ellos — Hice un gran trabajo, ¿no crees?
Sus dedos fríos recorrieron mis pezones y se detuvieron en los dos aros que los atravesaban. Volví a temblar y me mordí la mano; no dolían, pero la sensación que producían era extraña, dulce pero amarga. Placentera pero dolorosa.
—D-Dabi... — jadee su nombre sin dudarlo dos veces, cosa que le gustó al chico.
Acercó sus labios a mi pezones y antes de tocarlos, lamio sus propios labios, mostrándome aquel piercing en su lengua que tanto me volvía loca. Trague saliva inconscientemente y miré fijamente sus movimientos; él sabía que me encantaban, por eso siempre se burlaba de mi así.
Su lengua recorrió cada centímetro de mi pecho, enfocadose en el borde pero sin tocar los aros. Mi cuerpo temblaba y pedía por más, quería experimentar finalmente si el dolor de hacerme estos había valido la pena o no. Dabi, sin ninguna prisa, continuó jugando conmigo. Sus dos manos apretaban y exprimian mis pechos pero su lengua solo jugaba por ahí.
—Maldita sea, Dabi...
—Si quieres que siga, ya sabes que debes hacer — su lengua pasó tan cerca del pezon que saqué un jadeo sin querer.
—P-Por favor... Te lo ruego — me cubrí la boca para callar mis gemidos, era la única opción para este punto. A pesar de que era más de media noche y dudaba qué alguien viniera a hacerse un tatuaje a estas horas, no quería que nos escucharan.
—Bien, buena chica — finalmente lo que más deseaba sucedió. Dabi acercó su lengua al pezon y comenzó a jugar con el. Su lengua experta jugaba con ellos y con ayuda de su piercing jalaba los aros que tenía, causandome un dolor placentero.
Arquee mi espalda y encaje las uñas en la cama. Finalmente descubrí porque Dabi insistió en hacerme estos piercings, a pesar de que en mi familia estaban prohibidos. Junto con la mayoría de cosas que una persona normal haría.
El placer prohibido y sucio que me daba aquel chico era el mejor de todos.
Dabi, contento por mi reacción, continuó chupandolos unos minutos más hasta que se pusieron rojos e hinchados. Luego, bajó dando suaves besos por mi abdomen y deteniendose en mi entrepierna. Me quitó los pantalones de un movimiento brusco junto a mi ropa interior y volvió a lamerse los labios. Llevó tres de sus dedos a su boca, los lamio y llenó de su saliva para luego ir directo a acariciar mi vagina.
Volvi a gemir, esta vez sin poner resistencia alguna; sus dedos expertos y ágiles tocaban casa zona sensible de mi interior, arrancandome varios jadeos e idas a ver a las mismas estrellas. Mi interior apretaba sus dedos y varios de mis fluidos quedaron en el asiento, Dabi sonreía por mis lujuriosas expresiones, él sabía perfectamente que me hacía ir al mismo cielo o si lo vemos así, al infierno.
—Que sucias expresiones — él sonrió de lado, son superioridad. Acercó su cuerpo y su rostro quedó cerca del mio, unió nuestros labios en una acalorado beso que me consumió por completo. Estaba ardiendo, necesitaba más de él. Era como una droga que no hacía más que volverme adicta a él.
Necesito más, más y más hasta que no quede nada más de él o de mi. Dabi siempre produjo esa sensación de mi, era como jugar con fuego y a pesar de que desde un inicio esto no debió hacer pasado, aquí estábamos.
Unos minutos más fueron suficientes para que terminara y ahogara un grito de placer contra sus labios. Mordí su labio inferior tan fuerte que le saqué algo de sangre pero en vez de molestarse, él sonrió y se lamio el labio
—Eres una perra muy sucia — se limpió la sangre con el pulgar que aun permanecía en la comisura de sus labios y ahí me di cuenta de lo mojados que estaban sus dedos: mis fluidos caían por estos y mojaban parte de sus anillos y escurrían hasta su muñeca.
Ahora él bajó hasta mi entrepierna, su boca contra mi vagina y sin esperar más, metió su lengua dentro de esta. Mi cuerpo tembló y sentí electricidad recorrer mi espalda; su lengua recorría y lamia los fluidos que habían salido. Su piercing producía una sensación extraña, fría y a la vez adictiva y dolorosa. Con el piercing se apoyaba para tocar zonas específicas, golpeaba y golpeaba, sentía como si una aguja se clavara en mi interior pero en lugar de doler, me gustaba. No aguante más y me rendí ante su veneno, me corri en su boca y Dabi gustosamente se bebió todo.
Caí exhausta sobre la cama, no podía aguantar mucho más después de esos dos orgasmos. Pero esto apenas comenzaba para Dabi.
Separó mis piernas con rudeza, se bajó el pantalón y sacó su pene. Largo, grueso y con algunas perforaciones en el. Jamás me acostumbraba a ello, ya sea en mi boca o dentro de mi, siempre se sentía como la primera vez.
Mis mejillas se encendieron y por la forma tan necesitaba en que veía su ereccion Dabi sabía perfectamente que lo necesitaba tanto como él a mi. Sin más espera él metió su pene de un solo movimiento, sin nada de lentitud ni gentileza. Él amaba meterlo así. Arracarme gemidos y unas cuantas lágrimas de placer. Aún si él me preparaba todo lo necesario para aceptarlo, jamás me acostumbraba. Y él también amaba eso.
—Si que lo quieres, ¿verdad? — él sonrió de oreja a oreja y comenzó a moverse. Mis gritos y gemidos no tardaron en salir, sobresaliendo incluso por encima de la música de fondo — Dilo.
—S-Si, en verdad lo quiero — sonreí igualmente, consumida por la lujuria.
Dabi sonrió complacido y comenzó a moverse ferozmente. Las perforaciones en su pene golpeaban todas las zonas, la punta, la entrada de mi útero y su pelvis parte de mi trasero y muslos. Los gruñidos que él soltaba me hacían mojarme más, era como si una bestia me devorara y quisiera más de mi.
—Mierda, como aprietas... ~ — jadeó
—Dabi... Dabi~ — el placer llenaba cada parte de mi cuerpo. Dolía un poco pero me encantaba.
Dabi pegó su pecho al mio, la cercanía me permitió rodear su cuello con mis brazos y pegar su rostro a mis pechos. Dabi lamio nuevamente mis pezones adoloridos y jaló con sus labios los aros. El hombre se movió con más fuerza, provocando que la cama rechinara y que la mesa móvil que teníamos a lado con todos los instrumentos se moviera.
Iba a llegar nuevamente, después de estos dos orgasmos estaba extremadamente sensible. Dabi mordió mis pechos y dejó varios chupetones ahí, en mi cuello y hombros.
—Mierda — gimió contra mi oído y continuó embistiendo fuertemente, pero ahora eran irregulares y muy, muy profundas.
Me dejé llevar y tras unos minutos finalmente llegué al límite ; Dabi aguantó unos minutos más y soltó todo dentro de mi. Su semilla llenó mi útero y permaneció ahí hasta que Dabi salió y escurrió fuera.
Mis piernas temblaban y en definitiva había llegado a mi límite.
Dabi me observó, feliz de aquel pequeño desastre que había logrado en mi. Se limpió con algo de papel, se acomodo la ropa y fue por una manta. Me ayudó a limpiarme y luego colocó la cobija sobre mi. El sueño comenzaba a ganarme debido a esto y a las altas horas de la noche.
—Descansa — beso mi frente y sonrió — Yo terminaré mi tatuaje y luego nos iremos. Descansa por mientras. Buenas noches...
~×~×~×~×~
Tengo varias cosas que decir ahora. Se que desaparecí por mucho tiempo (años, upsi) pero sigo viva.
No es que haya sucedido nada malo, simplemente escribir siempre fue un pasatiempo que tuve durante mis años de escuela y pues simplemente dejé de tener inspiración y ganas de escribir. No prometo volver al 100% pero al menos trataré de escribir de vez en cuando.
Ahora que bnha acabó oficialmente me entraron algo de ganas de escribir algo nuevo, ya no he estado tan metida en el fandom así que probablemente esté desactualizada en varias cosas.
Y bueno, ando escribiendo otras historias (tengo varias aún en borradores de bnha) y tengo en proceso una nueva historia de oneshots de One Piece (en mi nueva obsesión) así que si les interesa l@s invito a pasar a leerla cuando se publique 💜. Si quieren algún personaje en especial o tienen alguna historia en mente ya sea de bnha o alguna otra serie no duden en pedirlos y veré que puedo hacer.
Los veo pronto
~Cinna
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