Una mano apretaba la mía, sudaba sobre mi piel mientras su voz hablaba con alguien más, trate de abrir mis ojos pero no pude, se me dificultaba, sentía mis párpados pesados, tomé una respiración profunda y abrí ligeramente  mis labios, trate de articular palabras pero tampoco pude.

Intenté una vez más abrir los ojos y pude hacerlo, la luz me molesto bastante por lo que traté de cubrirme, lo que desató gritos de quienes estaban en la habitación.

Abrí y cerré mis ojos viendo los rostros presente, pude ver a Líam verme, parecía feliz.

—Mi amor ¿Estás bien?...

—¿Mi amor? ¿Tu quien eres?—pregunté.

—¿No me recuerdas? Soy Kaela mi vida.—sollozo.

La expresión de Líam cambió a preocupado, se acercó a mi tomando mis vitales y revisando mis ojos con su luz.

—Líam, estoy bien sólo tengo sed.—dije apartandolo de mí.

Una enfermera de rostro nuevo me trajo agua y junto a Líam me senté.

—Por favor dime que me recuerdas, como puedes olvidarme.—mencionó Kaela.

La mire indiferente, Líam la miro triste y la abrazó, depositando un beso en su cabeza.

—Espera afuera Kaela, déjame a solas con Byron.—le pidió en voz baja.

Cuando el le dijo eso me incline hacia a ella ignorando la punzada de dolor que me causó ese movimiento, la sujete de las manos y la atraje hacia a mi.

—Que ilusa eres ¿De verdad pensaste que te olvidaría? Jamás se olvida a quien se ama, a quien te penetra hasta el alma con su amor.—sentencie abrazabdola.

Líam sonrió y salió así dejándonos solos.

—¿Cómo me has hecho esto? Casi muero al pensar te olvidaste de mi y no me reconocías.—hablo en medio de las lágrimas.

—Sólo te hice una pequeña broma mi saltamonte, hemos pasado por mucho, llorado demasiado ahora es tiempo de reír.—comenté abrazandola más fuerte.

Mis brazos comenzaron a perder fuerza y me sentí algo mareado, debi de perder mucha sangre, recoste mi cabeza sin soltar a mi chica, ella se dio cuenta de que me sentía algo extraño por lo que flojo su agarre y me miro en medio de las lágrimas.

—¿Te lastime?—preguntó.

—No, sólo me siento un poco cansado, pero estaré mejor. ¿Tu estas bien, no te hicieron nada esos malditos?
—quise saber sintiendo la ira correr por todo mi cuerpo.

Ella sonrió secando sus lágrimas, beso mis mejillas y tocó mi rostro, sin tener sus ojos pude apreciar todo su amor a través de su mirada.

—Estoy perfectamente bien, soy la mujer más feliz del mundo y en mejor bienestar que pueda existir.—contesto  siguiendo con esa mirada tierna.

—Que bueno mi saltamontes, lamentó haber acabado así y no poder sacarte de allí con mis manos, pero me alegra que yo fuera quien terminará así y no tu.—hablé pensando en el momento en que fui impactado.

Todo ocurrió muy rápido, el miedo de ese momento no me dejo sentir ningún dolor físico, pero mi alma y corazón se rompieron cuando creyeron que Kaela habia recibido las balas, cuando me di cuenta fui yo agradecí en silencio que ella estaba bien.

—Ya pasó, estamos bien y así seguiremos —me dijo ella leyendo mis pensamientos.

—Sí, ya pasó, de ahora en adelante todo será color de rosa.—prometí.

—No amor, no es lo correcto decir así, el rosa es muy aburrido cuando existen cientos de colores más por probar.—comentó ella riendo.

—Tienes razón, y de lo grises se aprende.—secunde.

Ella se disponía a plantar un beso en mis labios cuando la puerta se abrió, entrando Líam, Alexa, Mikaela y los pequeños con ellos.

—Nos alegra estés bien ya.—dijo Alexa.

—Gracias Lexa.—respondí.

—¿Nos dejan solos un momento? —pregunto Líam.

Quedamos solos mientras Líam cambiaba mis vendajes.

—Tu herida va a sanar pronto, pedí que salieran porque sabes de la fobia que tenía Alexa, aunque ya la superó no quiero exponerla, y a  propósito de todo me voy a cobrar la broma le hiciste a mi hermana, casi haces que le de un infarto. —me acusó.

Solté una carcajada, que me hizo estremecer de dolor, toque mi abdomen donde tenía la herida y respire.

—Me basta con que te doliera reírte —comentó riendo.

Jamás pensé que mi relación con Líam llegará a ser tan buena como hasta ahora, el era una persona excelente y lo admiraba como el no sabía.

—Te admiro Byron, cuida de mi hermana como hasta ahora, ya sabes que sino lo haces yo te mataría, y por favor cuidate mucho, casi te perdemos, Dios estuvo contigo.—dejo salir de la nada.

Sus palabras me sorprendieron bastante, no pensé escuchar eso de el, cuando yo era que lo admiraba y era un ejemplo para mi, no pude articular palabras, lo atraje hacia a mi al igual que como había hecho con Kaela y lo abracé, el correspondió a mi abrazo y no hicieron faltas palabras.

La puerta se abrió y Kaela habló sorprendida.

—Madre mía que estoy viendo, ¿En serio Líam y Byron? Ahora me engañas con mi hermano.

—No es lo que creen.—expresó Líam soltándose de mi tan rápido que se fue al suelo.

Todos reímos, Líam estaba algo avergonzado así que su risa salía tímida.

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A

que les gusta que actualice seguido así, espero les guste el cap, dejen sus votos y comentarios, mucha gracias por leer la historia, les informó que próximamente les traigo historia nueva esperando también les guste, nos leemos hasta la próxima.

                   Foto de Byron