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Capitulo 11







No reproduzcan la canción hasta que llegue el momento indicado, pero si deben hacerlo.


—Byron—

—Bisturí. —pedí tendiendo mi mano.

Había cambiado la hoja de servicios de la enfermera nueva, Anyeline, quería estudiarla un poco más hasta cumplir mis deseos, se estaba desenvolviendo excelente en quirófano, había intentado secar el sudor imaginario, si es imaginario, no suelo sudar y mucho menos dentro de cirugía, así que gire mi cabeza y tuvimos contacto visual, sonreí bajo la mascarilla, ella lo sintió porque su tez blanca se sonrojo.

Estaba frente a una apendicitis, fue sencilla la operación, termine bastante rápido, salí de quirófano donde los familiares esperaban respuestas, a veces cuando tenía que dar noticias revivía momentos de cuando Liam había estado aquí como paciente, hubo un momento en que pensé no resistiría, pero si lo hizo, y me alegre a fin de cuentas es mi cuñado, Kaela llego a mi mente, tenía que explicarle demasiadas situaciones.

—Familiares del paciente Jonatán, les informo que la cirugía salió bien, en unos momentos será llevado a su habitación de costumbre. —informé.

Quite el gorro de mi cabeza y me coloque mi bata, baje a consulta donde se supone vería algunos pacientes, Anyeline estaría conmigo, por lo que sería un buen momento para empezar mi táctica de seducción, aunque debía de ser cuidadoso, si Liam se enteraba me mataría.

Abrí mi consultorio y espere a que Anyeline entrara, los records con los pacientes ya estaban sobre la mesa, así que los tome, les di un vistazo y se los entregue a ella.

—Deja pasar primero a niños y envejecientes, no me importa orden de llegada, por cierto me gusto como te desenvolviste en sala de cirugía hoy, y más para ser tu primera vez. —afirmé.

—Gracias Doctor. —Su timidez era muy notable.

—Anye, llámame Byron. —indiqué dándole un apodo.

—Me gusto trabajar contigo Byron, sus manos son excelente, tiene mucha agilidad, aunque solo estaré unos meses aquí. —manifestó.

Y eso que aún no sabes todo lo que te haría con estas manos muñeca, pensé mirándola de arriba abajo, y como si no dejaran de llegarme las sorpresas, Anyeline era la indicada para pasar el rato, ya que se iba de aquí, buenas noticias.

Después de ver trece pacientes me sentía algo agotado, había quedado de verme con Kaela, pero tendría que darle demasiadas explicaciones, así que decidí evitarla, apague mi celular y me fui a mi auto, para mi sorpresa Kaela estaba recostada de el con los brazos cruzados y sus ojos cerrados, joder ¿Qué se supone que deba hacer?

Empecé a retroceder lentamente, mirando como suspiraba, pero me detuve a mirarla bien, su hermosa cabellera se movía de un lado a otro gracias a la brisa, sonreí, mi chica era hermosa, sencilla y siempre dispuesta para mí, camine hacia ella y justamente cuando abría sus ojos tome su rostro entre mis manos y la bese, ella devolvió el beso como si lo hubiera estado esperando, tomó el mando siendo ruda, se froto en mi haciéndome romper el contacto, mire en todos lados para ver si alguien nos veía, me gustaba cuidar mi imagen, además no quería que Liam nos montara una escena.

—Vamos a mi casa. —sugerí.

Subimos a mi auto y conduje, ella como de costumbre conecto su teléfono dejando sonar sus canciones favoritas.

—Esta vez, déjame dedicarte una canción. —declaré.

Tome su teléfono y coloque una de mis canciones favorita, la que me llego a la mente al verla recostada de mi auto hace unos momentos, Here without you de 3 Doors.

—Escucha bien esa canción, si alguna vez perdemos el norte, nos separamos, escúchale y vuelve a mi porque yo tratare de volver también, o de hacer que vuelvas. —expresé.

Ella asintió, reproduje la canción mientras conduje, sentí una opresión en mi pecho al escuchar la letra, Kaela y yo nos mirábamos, el ambiente se sentía indescriptible, no quería perder a esta mujer jamás en mi vida, tome su mano y ella la apretó ligeramente, sentí su mirada sobre mí, sonreí mientras empezaba a cantar ''But all the mile that separate disseppear now when I'm dreaming of you face''

Kaela se inclinó y beso mis mejillas, alzo la voz también cantando junto a mí, me sorprendí saber que ella conocía la canción también, ese momento me sentí el hombre más feliz del mundo.

—Eres la mujer que amo aun salte de un lado a otro los sentimientos de mi corazón no cambiaran. —enuncié.

—También te amo Byron. —respondió.

Se sonrojo y empezó a jugar con sus manos, como lo hacía cada vez que estaba nerviosa, llegamos a mi casa, abrí las puertas dejando escapara uno que otro bostezo.

—Voy a ducharme, ponte cómoda. —formule.

Me duche bastante rápido, el agotamiento estaba por vencerme, me dirigía a mi habitación cuando Kaela me abrazo.

—Me encanta cuando llevas ese olor a vainilla. —afirmó.

—Por ti lo uso. —asegure.

—También voy a tomar una ducha. —declaró enrojecida.

Asentí y me fui a la habitación, me vestí con pijamas de dormir, no saldría y quería estar cómodo, me acosté en mi cama con mis brazos detrás de la cabeza, mirando el techo, mi respiración se hacía más liviana, mis ojos se cerraron, mientras pensaba en la charla que Kaela querría tener...

—Kaela—

Todo estaba saliendo mejor de lo planeado, dejaría mi platica con Byron para después, me introduje en su baño y me duche, tome mi perfume con feromonas y coloque detrás de un cuello un poco, mire la diminuta ropa interior que había comprado y me la puse, me quedaba genial, Byron no podrá resistirse a mí, añadí un corto vestido de flores dejando mi pelo suelto, tal cual el adoraba, cuando estaba frente a su habitación mi corazón empezó a latir fuerte, podía escuchar mis propios latidos.

Abrí con mi mejor sonrisa, la cual se desvaneció a ver a Byron dormido, sus labios estaban entreabiertos, le mire con cara de pocos amigos, mis planes se fueron abajo, estaba enojada, con él y conmigo misma, me cruce de brazos deseando hacer un berrinche, inmediatamente lo obvié, recordé ya no soy una adolescente, me acerque más a la cama y me acosté a su lado, me quede observándolo largo rato, bese sus mejillas y decidí también echar una siesta.

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