Capitulo 1
Terminar una cirugía me era siempre placentero, más en situaciones en las que yo salvaba a mi paciente, pero esta fue distinta en todos los sentidos, hoy había operado a alguien me había hecho mucho daño en el pasado, miles de veces desee verle muerto, la vida lo puso en mis manos y no pude dañarle, tuve que salvarlo a costo de todo, jure no dañar a nadie, hacer el bien sobre todo, ventajas o desventajas de ser médico, aprendí que mi carrera no se basaba en juicios o sentimientos sino en la salud de quien acudía en mi ayuda sea quien sea.
La tensión crecía dentro de mí, mire el hombre en la camilla y salí del quirófano, el paciente seria llevado a la unidad de cuidados intensivos y yo ya me dirigía a salir a tomar algo cuando alguien palmeo mi hombro.
—Hiciste un buen trabajo Byron. —dijo Liam apretando más fuerte mi hombro.
—Pues sí, lo sé. —respondí.
—Se lo que ocurrió con el paciente que salvaste hoy y tú, por esta razón te estoy felicitando. —aclaro
Sentí un nudo en la garganta, quería golpear a alguien y Liam era la mejor opción ahora mismo, ya tenía bastante con querer ponerme impedimentos con su hermana, aun así golpearlo empeoraría todo, decidí asentir y salir de allí antes de volverme loco.
Tome mi celular y llame a la única persona que deseaba escuchar en estos momentos, como de costumbre Kaela lo tomo al tercer tono.
—Hola By. —saludo con cariño Kaela.
— ¿Podemos vernos hoy? —pregunte.
—Por supuesto que sí. —acordó de inmediato.
—Pasare a recogerte en media hora.
—Bueno estaba haciendo algo, pero está bien, estaré lista.
Termine la llamada y me senté en mi auto, la melodiosa voz de Kaela siempre me traía paz, a veces me sentía algo extraño, ella siempre estaba para mí, pero no era el caso conmigo, debía dar más de mi para poder hacerla feliz.
Conduje hasta la casa de Kaela, ya ella estaba sentada en los escalones tecleando su teléfono mientras agitaba su cabeza con sus enormes audífonos, sonreí aun estando algo enojado, era curioso ver lo feliz que era con tan solo escuchar una música.
—Deduzco escuchas a Ed Sheeran. —dije al bajar el cristal de mi auto.
Ella se sobresaltó, pero se relajó al ver que se trataba de mí, y como solía hacer se levantó caminado con su estilo de modelo, dando una vuelta para enredarse con el cable de sus audífonos y caer de bruces al suelo. Salí inmediatamente del auto a levantarla.
— ¿Estas bien? —interrogue
—Si. —respondió entre risas.
También me reí y me senté en el suelo con ella, era imposible levantarla cuando le daban sus ataques risa, tape su nariz para que se detuviera.
—Sabes que odio eso Byron, no toques mi nariz.
Le di un vistazo y quede serio recordando la breve conversación con Liam, me enojó saber que Kaela le había dicho algo tan personal. Me puse de pies atrayéndola hacia a mí, ella intento besarme pero moví mi rostro quedando su beso en mi mejilla, inmediatamente su alegría se quebró.
— ¿Sucede algo? —quiso saber.
—Sube al auto. —ordene.
Subió al auto enojada, ahora esto se pondría bueno, ambos con el mismo estado de ánimos, el invierno estaba por llegar aunque aun así el clima era cálido, mire mi carro antes de entrar, me encantaba el negro mate que poseía. Conduje hasta mi apartamento, era de cuatro pisos y tenía alquilado las primeras dos partes, la tercera fue preparada para cuando mi familia viniera a visitarme, y yo vivía en la cuarta, decidí vivir arriba porque la vista era hermosa.
Kaela se desmontó sin previo aviso, y ya que tenía una llave ella misma abrió, dirigiéndose a la cocina.
—Te prepararé algo de comer, así me dices que demonios te sucede. —expresó.
Me quedé en silencio mientras ella sacaba carne molida del refrigerador y la preparaba para hacer tacos.
— ¿Porque le dijiste a Liam sobre mi situación con el paciente de esta mañana? —dejé salir.
Sentí que parte del peso que venía acumulando dentro de mi salió cuando hice aquella pregunta, parte de mi frustración era que se supieran aspectos de mi vida que quería esconder. Kaela se dio la vuelta y achicó sus ojos, dejó lo que estaba haciendo y se acercó a mí, estaba avergonzada pero no mostraba arrepentirse.
—No le di lujos de detalles, pero tuve que ponerlo al tanto. No podía dejar que estuvieras solo en ese momento. —Me explicó.
— ¿No se te ocurrió que yo no quería nadie se enterara? —inquirí.
—Si Byron lo pensé, pero para mí fue más importante que no cometiera un error o una locura, que tu juicio se nublara, Liam estuvo monitoreando todo y cuidando que estuvieras en sí, cuando terminaste el me llamo con sorpresa.
Liam ¿sorprendido? Sonreí satisfecho.
Kaela continuo cocinando, me percate que mis ánimos se habían calmado pero los de ella no, a juzgar por la forma en que cortaba los vegetales. Me acerqué a su espalda y la abrace, deposite un beso en su nuca antes de irme y dejarla en lo suyo, yo en cambio tomaría una ducha.
Salí del baño con olor a vainilla y menta, eran mis fragancias de baño favorita, me puse algo cómodo de estar en casa y volví a la cocina Kaela ya tenía los tacos hechos y preparaba una limonada mientras tarareaba una canción de cuna que siempre le cantaba a los gemelos de Alexa y Liam.
—Todo se ve delicioso. —espeté.
—Siéntate By vamos a comer juntos.
Nos sentamos y cuando intenté servirme Kaela golpeó suavemente mis manos, le mire expectativo, aunque entendí de una vez que ella misma quería servirme. Puse mis manos en mi regazo en espera que ella actúe. Luego de servirnos a ambos empezamos a comer en silencio, Kaela tenía un don en la cocina debía de reconocerlo.
—Cuando acabemos de comer te llevare a ti casa.
Kaela se atragantó con su bebida, no esperaba eso y lo demostró, se puso de pies tomó una servilleta, limpio sus labios dándome una mirada de decepción.
—Gracias Byron, pero me voy sola, llamare un taxi.
Se dio la vuelta y salió de mi apartamento, me quede allí con el tenedor en mis manos, quise ir detrás de ella y llevarla a casa pero preferí quedarme sentado como un estúpido.
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