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Final Alterno (2.0)

Final Apto para corazones valientes

 Quiero especificar que este es un final alterno, si quedaron felices y conforme con el primero pues no lean este, de verdad no se lo recomiendo, leer bajo su propio riesgo.

                                                                             Sin miedo, deja que todo fluya; que mi amor vuelto llama recorra tu piel, tu interior, tu ser.                                                                                                                                            —Joel Torcates—     

Desde el accidente de Liam yo ya no era la misma, su diagnóstico no era bueno, me dolía el alma en gran manera saber que existía la probabilidad no despertara.

—Alexa. —hablo Mikaela detrás de mí.

—Querida, debes de descansar sabes que tienes dos bebes contigo, Liam no querría estés así.

Mikaela tenía razón, el estaría feliz por los bebes y se enojaría si se diera cuenta que no salgo del hospital por estar pendiente si despertó, asentí ante lo que me había dicho la madre de Liam y me dirigí a mi casa.

Me quede sentada en el auto delante de mi casa, tenía ambas manos al volante, lagrimas rodaban por mis mejillas, tome un largo respiro, saque un pañuelo de mi bolsa y seque mi rostro, me dedique a mí misma un sonrisa, debía de salir adelante pase lo que pase. Me adentre en mi hogar y prepare una ensalada, aunque no me apetecía nada, al cabo de unos minutos sentí el cansancio agobiar mi cuerpo, mis parpados se sentían pesados, así que fui directo a mi cama y me dormí.

—Un rato más por favor. —suplique al escuchar el tono de mi celular.

Con un ojo abierto y otro cerrado mire la pantalla de mi teléfono y me levante de un salto, la realidad me había vuelto a golpear. Había dormido toda una noche y el día, ya era de tarde cuando Mikaela me llamo para darme las buenas nuevas, Liam había despertado, pero no había estado allí para que fuera lo primero que su vista observara.

Conduje lo más rápido que pude para llegar hasta Liam, mis manos temblaban era tanta mi felicidad que no podía controlar mis movimientos. Sentí unas pataditas en mi vientre y sonreí.

—Tranquilos pequeños.

Me detuve delante de la habitación de Liam y la abrí, nuestras miradas se cruzaron, el me brindo una hermosa sonrisa y a pesar de sus moratones y heridas seguía pareciéndome el hombre más hermoso del mundo. Corrí y lo abrace, no quería soltarlo pero al escuchar un pequeño gemido de dolor tuve que hacerlo.

—Sabía que despertarías. —sollocé.

—Tenía que hacerlo. —respondió con voz cansada —Tenia que saber que vamos a tener gemelos —añadió cambiando un poco su aspecto cansado.

—Si gatito, aunque quería decírtelo.

—Alexa, me entere por ti, cuando tuve el accidente escuche todo y cada una de las palabras que decías justo antes de perder la conciencia, creo que me aferre a seguir, a aguantar un poco más porque estuviste allí.

Saque mi celular y me hice algunas fotos con Liam, quería tenerlas para mostrarle a nuestros bebes la primera reacción de su padre, también nos hicimos varios videos, uno de ellos fue especial para cuando nuestros bebes tengan seis años poder verlos los niños Liam y yo.

Sentí esa opresión en mi pecho, no quería volver a sentirme como el día en que Liam se accidento dolía recordar ese día, en como la vida me golpeo tan fuerte, en la manera que mis miedos fueron sacudidos, la forma que se iba una parte de mí.

Le mostré a Liam los videos que había estado haciendo para él, de los momentos en la ecografía, mientras el miraba  me percate de lo pálido que estaba, sus labios estaban casi blancos, sus manos temblaban a menudo, me di cuenta inmediatamente que algo no andaba bien.

—Alexa ¿Qué día es hoy? —pregunto Liam algo confundido.

—Hoy es viernes Liam —respondí preocupada.

Liam se quedó dormido mientras yo le hablaba de todo en el embarazo, sabía que estaba cansado, pero el hombre que yo conocía se había quedado otro rato más. Le acomode las sabanas y bese sus mejillas, mire su pálida piel antes de salir.

Después de caminar alrededor de diez minutos encontré a quien buscaba y al parecer se había desaparecido.

—Hola Byron.

—Hola Alexa. —saludo sin mirarme.

Él era muy directo y siempre que algo le asustaba nunca miraba directamente a nadie, mis nervios se fueron arriba, supe instantáneamente que algo pasaba. Sujete a Byron por su bata y le exigí una explicación.

—Dime todo lo que sabes de Liam Byron, no me escondas nada.

Byron resoplo y miro al cielo, parecía afligido, todo debía de ser más duro para él, había estado saliendo con Kaela y ya tenía vínculo con la familia de él, aunque Liam le mataría, siempre era muy celoso con su hermana.

—Siéntate Alexa. —pidió Byron.

Me senté en el banquito que había frente a la sala de cirugía donde encontré a Byron, tome un bocado de aire y lo solté despacio.

—Tarde o temprano tendrás que saberlo, nunca me han gustado dar malas noticias y mucho menos a mis amistades. —hizo una pausa. —Liam ha despertado, pero no te tengo buenas noticias, él tiene un hematoma subdural esto es una acumulación de sangre entre la cubierta y la superficie del cerebro. —añadió Byron.

Esta vez sentí que mi mente estallaría, sabía que los traumas cerebrales no terminaban bien, trate de calmarme para terminar de escuchar a Byron, pero mis manos temblaban como si fueran de gelatina, Byron las sujeto para proseguir.

—Tendrá que ser sometido a cirugía, lo siento mucho Alexa.

— ¿Pero se puede recuperar? —demandé saber.

—No lo sabemos con certeza, depende si es un hematoma subdural agudo o crónico.

Mientras Byron me explicaba esto su alarma sonó, y vi algunos médicos correr, cuando vi el rostro de mi amigo me di cuenta que todos corrían hasta la habitación de Liam.

—Alexa quédate aquí, por favor no vengas, recuerda que estas embarazada y debes cuidarte a ti y los bebes. —ordenó antes de echarse a correr.

Mis piernas no obedecieron el mandato de Byron, corrí también, llegue justo a tiempo para ver como mi amado convulsionaba, se retorcía en su cama mientras los médicos trataban de calmar las convulsiones.

—Manden a preparar quirófano. —grito un médico.

—Ya está listo todo —masculló otro de los médicos.

Byron levanto su vista y vi en sus ojos un ''lo siento'' no se en que momento deje de respirar, solo sé que alguien me abrazo por detrás y me alejo de la puerta mientras Liam era arrastrado fuera de allí y se dirigía a quirófano, deje escapar un grito desesperado, aquellos brazos se mantenían en mí, dándome apoyo y soporte, mire hacia atrás y era Diego, a mi lado estaba Ruth petrificada ante todo, Diego le dijo algo que no interprete y ella se acercó a mi abrazándome también.

—Señora, vamos a medicarla, en su estado no podemos dejar que este alterada de esta forma.

—No, no me harán nada. —indique.

Me sacudí de RuDi y corrí, pero no llegue lejos, pude visualizar a lo lejos de Mikaela y Kaela en la sala de espera, mis rodillas se doblaron, seguía faltándome la respiración, pero saque fuerzas y me puse de pies, pude llegar hasta donde la madre de Liam, quien me envolvió en sus brazos, aunque sé que ella se moría por dentro trataba de calmarme.

—Pase lo que pase, estaremos contigo, Alexa querida le haces daño a tus bebes, saldremos de esta.

Mikaela no continua hablando, la puerta grande por la que había desaparecido Liam se había vuelto a abrir, esta vez salió Byron con sus ojos llenos de tristeza, enrojecidos y que delataron que Liam ya no estaba entre nosotros.

—Lo siento tanto. —dejo salir.

Byron se pegó de la pared y lloro, lo hizo como un niño, y yo definitivamente olvide como respirar, no sabía cómo entrar aire a mis pulmones, empecé a ver todo borroso, solo veía batas blancas dirigirse hacia a mí, tenía sed y el dolor, esa agonía parecía nunca me abandonaría, quería cerrar mis ojos y nunca volver a abrirlos.

Mi cuerpo se había resistido a los tranquilizantes, no podía dormirme, aunque si estaba algo aletargada, Liam había muerto. Algo pasajero me condenó a perderlo para siempre.

Salí del hospital el mismo día del velorio, mis labios estaban algo inflamado al igual que mis ojos, me habían medicado porque de tanto llorar me deshidrate, gracias a Dios los bebes estaban bien, ellos me habían dado fuerza para salir adelante, los tenia conmigo y eran una parte de Liam.

No quería asistir al funeral, quería recordar a mi amado como era cuando estaba vivo, pero saque fuerzas para asistir, aunque no nos habíamos casado era su viuda y no debía de faltar.

Este fue otro de los momentos más dolorosos, verle allí inerte, en el enorme ataúd blanco con dorado, Liam parecía que dormía, deslice mi mano por su mejilla mientras lagrimas salían de mí.

—Adiós amado mío, prometo que Liam Junior y Dana Rudi estarán bien, los cuidare y amare, siempre les hablare de ti, espero que donde quiera que estés cuides de nosotros, esto no es una despedida definitiva, es más bien un hasta luego, te amo y siempre te amare, lo nuestro fue y es tan grande que aun después de la muerte seguirá viviendo.

Deposite una rosa blanca en sus manos y me aleje un poco, entonces su ataúd fue cerrado, y se le dio sepultura.

Ese nudo en mi garganta parecía querer matarme, deje escapar un gemido, el dolor se hacía más grande y ese vacío que sentía era algo terrible, esa pena devastadora que te estremece hasta los huesos.

6 años más tarde.

La vida sin Liam se me había hecho difícil, pero había salido adelante, lo más duro fue tener que enfrentarme a la crianza de Danna Rudi Y Liam, siempre me preguntaban por su padre, ambos le amaban aunque no le conocían, les hable con la verdad desde que pude, y aun siendo pequeños lloraron, lo hice con ellos también.

Estos años me hicieron comprender que podemos salir vencedores ante cada aspectos de nuestras vidas, que siempre llegara alguien o algo que te levante del suelo, en mi caso mis hijos, aprendí que no olvidamos a quienes amamos, siempre estarán en nuestros corazones y cuando menos lo imaginas le sientes cerca en cualquier recuerdo que te de la vida.

Hoy le mostraría a mis hijos el video que habíamos hecho Liam y yo el día que el murió, ya yo lo había visto millares de veces.

—Danna y Liam quiero hablar con ustedes.

—Vale. —dijeron al unísono.

—Su padre y yo antes de que ustedes nacieran preparamos una sorpresa para ambos, contábamos con que pudiéramos verlo junto los cuatro, pero ya que él no está, yo lo hare con ustedes.

Coloque el video en la televisión y lo reproduje.

Lo primero que salía era Liam acostado sonriendo porque yo no encontraba como acomodar el teléfono para grabar, se escuchó mi risa loca de felicidad y un aplauso al lograr dejarlo estable, corrí hasta la cama y me senté al lado de Liam, compartimos un beso y empezamos a hablar, tomado de la mano.

—Bien Danna y Liam junior como pueden ver estamos muy ansioso por su llegada, si pudiera adelantar el tiempo para verlos y tenerlos en mis brazos sin duda no estaríamos haciendo este video, me han convertido en padre y es lo más hermoso que me ha podido pasar claro también su mami.

—Claro que sí. — apoyé su teoría.

—Quiero que sepan que les amamos, así mismo como amo a su madre y ella a mí, quiero que siempre se amen entre ustedes, que si algo nos pasa a Alexa y a mi queremos tener la satisfacción de que ustedes se tienen y se van a amar, son hermanos y aunque les faltemos nosotros ustedes se tendrán.

Mientras nuestros hijos miraban el video se tomaron de la mano, fue lo más tierno que he podido ver, y yo que ya estaba sensible, me puse aún más, cuando la reproducción termino entre besos míos y de Liam, los niños se pusieron de pies y me pidieron visitar el cementerio, querían decirles unas palabras a su padre, aunque les había explicado que podían hacerlo donde sea, ellos insistieron así que los lleve allí.

Le había puesto un vestido blanco a Danna y a Liam J. un pantalón negro con una pequeña camisa blanca, cuando llegamos hasta donde Liam estaba sepultado los niños saludaron como si su padre les escuchara.

—Hola papi, queremos decirte que estamos bien, gracias por escoger la mejor mami para nosotros, sé que siempre nos cuidas y prometemos estar siempre juntos te amamos.

Liam J. tenía mucho sentimiento, Danna asentía a lo que su hermano decía, luego tomo mi mano derecha y señalo el epitafio.

— ¿Qué dice allí mami? No logro entender bien.

—Las personas no se van jamás de nuestros lados, no cuando la amamos de verdad, no mueren, solo dejan de ser visibles.

—Tiene mucha razón eso mami.

Y así quedamos largo rato viendo el epitafio, me sentí en paz, estaba tomada de las manos de mis pequeños mientras la brisa nos acariciaba suavemente.

Fin.+

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