Capítulo 28
Preparaba mi maleta mientras tarareaba una canción de cuna que mi madre siempre me cantaba, sonreí al recordar esos tiempos.
-Hija mía se puede saber ¿a donde vas?. Dijo mi madre desde la puerta.
Me acerqué hasta mi madre y la envolví en un feroz abrazo, bese sus mejillas varias y la mire a los ojos.
-Madre hoy regreso a casa, voy a buscar a Liam, decirle que estoy embarazada y que juntos buscaremos una solución a todo esto.
-Perfecto hija, demasiado has tardado. Dios te acompañe, ven pronto con Liam, quiero conocer ya a ese hombre.
Me despedí de mi madre y me aventure en el retorno a casa, mientras estuve en el hogar de mi madre leí las crónicas de narnia todas completas, me llamo mucho la atención algo allí:"Nada sucede del mismo modo dos veces".
Cuan real y sabias palabras, para todo teníamos una oportunidad y los demás chances tan solo eran una réplica barata, desperdicie una propuesta de matrimonio de alguien que me ama y amaba, fui cruel en gran manera. Liam no merecía esto, y si aún después de todo lo sucedido está dispuesto a ser mi esposo, lo sería, lucharía por el.
Era domingo por lo tanto debería estar en su casa, antes de ir a la mía pasaría por la de el, podía sentir mis nervios acelerar a la misma medida que me acercaba a su dirección. Tan sólo había pasado un mes desde que me fui, un tortuoso mes. Al fin llegue a su casa, todo había salido perfecto, su coche estaba allí lo que indicaba que el estaba en casa. Debí de comprar un anillo al menos.
Toque el timbre y me prepare para cuando el abriera saltar sobre el. Pude visualizar una sombra viniendo hacia la puerta y se abrió.
-¡Alexa!.
-Mikaela...
Sentí decepción, quería que fuera Liam que abriera, de seguro el escucho cuando su madre dijo mi nombre, empecé a mirar adentro pero no le vi en ningún lado.
Mikaela me abrazo y le devolví el abrazo sin dejar de seguir buscando con la vista a Liam.
-Oh no sabes cuanto me alegra verte querida. ¿como has estado?. Dijo mientras me arrastraba con su abrazo hacia adentro.
-¿Dónde está Liam?
Mikaela se detuvo y me miró como analizándome.
-Pensé que sabias, Liam está en un congreso en Brasil, viene dentro de pocos días, el té envío varios mensajes con lo que estaría haciendo.
Me sentía totalmente avergonzada, no podía mirar a la madre de Liam, ¿como justificar mi estupidez?. Pero como siempre habían ángeles dentro de nosotras, Mikaela era uno de ellos, era de esas personas que te dan un consejo y no te juzgan, que te dan un abrazo aun cuando sea ella que lo necesite.
-Alexa, querida, se como te sientes, aun tienes una guerra interna y es muy difícil lidiar con eso, en mi segundo embarazo pase por eso. Lo importante es abrir los ojos a tiempo porque a veces herimos a quienes menos lo merecen.
-Si lo se. Dije esto y rompí en llanto.
Mikaela me estaba consolando cuando yo había hecho de la vida de Liam estos días un total infierno, aunque no diferente del mio.
-Ven querida, vamos a prepararte algo de comer, sabes que la tristeza no es buena para tu estado.
Después de comer lo que Mikaela me había preparado me despedí y fui a mi casa. Saque todas mis pertenencias de mi auto y las lleve a la puerta, cuando entre me quede de piedra, mi casa estaba repleta de globos de todos tipos, de distintos colores y así sucesivamente,también encontré una nota que decía: "te extrañe mi osita". Y algo parecido a una libreta con el nombre "Cartas a Alexa" este estaba escrito con letras cursivas, eran las hermosas letras de mi amado. Me senté y encendí mi celular, tenia montones de mensajes de Liam, varios audios explicándome que hacía, incluso de su viaje a Brasil, también me pedía regresar para ir junto a el, al igual que cuando fui a Alaska. Lágrimas cayeron sobre la pantalla.
Salí a mi patio trasero y meditando en todo,!Dios¡, como deseaba un café, pero debía de evitarlo por mi embarazo.
Escuché el timbre de mi casa, o era coincidencia o ya sabían que yo estaba de vuelta, cuando abrí me di cuenta que ya sabían, pues delante de mí estaban RuDi y Mia.
-¡Sorpresa!. Dijeron los tres con sus rostros alegres.
-No saben cuanto los extrañe, a pesar de que siempre estuve cerca.
-Si amiga lo se, pero no existe mayor distancia que esa que guardas en tu corazón. Dijo Ruth mientras me dedicaba una mirada de culpa.
Cuando entramos en casa se quedaron mirando los globos y todo lo que había hecho Liam allí.
Vi a Ruth dedicarle la mirada a Diego de "danos un espacio", porque el se fue con Mia a la sala de estar y me quede sola en la cocina con mi amiga.
-Si Ruth lo se, lo he hecho mal.
-Esperaste todo un mes para darte cuenta. ¿Sabias que necesitas cuidados para el bebé ?. Liam la ha pasado mal. Y también se que tu también, pero hubiera sido más fácil con el apoyo de quienes amas, incluso tu estando en casa de tu madre no te dejaste ayudar.
Todo lo que Ruth decía era tan real, sus palabras me dolían, pero regrese para a reglar todo y se que tenia oportunidad aun.
-Lo se, y estoy aquí para enmendar todo, discúlpame, se que también te he hecho daño, gracias por estar para mi.
-Ven aquí. Dijo Ruth mientras me abrazaba, y decía en voz baja -Eres mi mejor amiga, siempre estaré para ti.
-Gracias.
-Debo de decirte algo más.
Sabía que nada bueno venia de esto, confirme más al ver la cara de preocupación de mi amiga.
-Liam no está muy contento contigo, te llamaba, enviaba textos, fue a hablar conmigo pidiendo tu paradero, pero yo al ver tu reacción no se lo di nunca. Se sintió un idiota y usado por ti Alexa.
Eso fue un golpe bajo para mi, no me percate que el se sintiera de esta forma, mientras yo estuve lidiando mi propia batalla no medite cuales eran las de el, recordé que el ya había vivido un desamor y que había vuelto a confiar en mi, y yo, yo sin más le hice caer del cielo sin paracaídas.
De un momento a otro me entraron unas náuseas terribles que me hicieron vomitar todo lo que había comido, me sentía enferma, mis rodillas no podían sostenerme, Ruth me sostuvo.
-¡Diego!. Dijo ella pidiendo ayuda.
-¿Que pasa?. Hablo diego, quien me tomo en sus brazos y me recostó en el mueble de la sala de estar.
-Debes de ir al médico Alexa.
-No, no puedo. Dije deseando Liam estuviera aquí.
-Tengo un amigo que nos ayudará. Déjame llamarlo dijo Diego quien ya tenia el teléfono en sus orejas.
Le vi colgar al cabo de unos dos minutos y decir ya viene en camino.
No habían pasado diez minutos más cuando el amigo de Diego estaba frente a mi casa, sonreí sarcásticamente cuando vi a Byron entrar.
-Hola Alexa, nos volvemos a ver. Dijo con una media sonrisa.
-Cierto, Byron, eres médico.
-Si y se tu fobia y tu estado, por lo tanto no he traído agujas. Dijo haciendo una pausa mientras sacaba de su bolso médico un esfigmomanómetro y un estetoscopio. -Debo tomar tu presión, y también decirte que no tardes en ir a revisión médica.
Tomó mi presión arterial y demás signos vitales, me dijo que estaba un poco deshidratada, que debía de ingerir más agua y electrolítos.
Me dejo algunas vitaminas y se fue de mi casa. RuDi me miraban con cara de preocupación. Ruth y Mia se quedarían en casa por esta noche, no me querían dejar solas a pesar que les dije miles de veces que estaba bien.
Esa noche no pude dormir, solo podía pensar en Liam, me enoje con el solo hecho que estuviera solo y esas brasileñas moviendo sus cinturas me lo podían conquistar. Temprano de mañana llevé a Mia y Ruth al trabajo y regrese a casa, mi corazón dio un vuelco al ver el carro de Liam delante de mí casa, y como si fuera poco el recostado mirando mi puerta como sino supiera que yo estaba devuelta.
Salí de mi auto y corrí,el se giro en ese momento y miró como yo corría tras el, no vi más que sorpresa en su rostro, me lance en sus brazos para abrazarlo, pero algo sucedió e hizo que se rompiera todo dentro de mi, Liam no me abrazo. Le solté y estudie su rostro.
-Liam.
-Hasta que nos volvemos a ver Alexa. Dijo en un tono de voz fría.
-Te extrañe.
-No me digas, me extrañaste y no devolviste mis mensajes y llamadas, tampoco te importo saber como yo estaba ni nada.
-Perdón Liam, debes de escucharme por favor.
-Solo vine a ver si estabas bien, mi viaje a Brasil termino antes y llegue anoche, cuando llegue hoy al hospital Byron me dijo que no estabas bien y vine a confirmarlo, porque tu si me importas a mi, veo que estas mejor así que me voy.
Sujete a Liam, tome sus manos dentro de las mías y le obligue a mirarme.
-Te amo Liam. Por un momento le vi suavizar sus facciones, pero solo fue un pequeño instante, porque soltó mi mano para ponerlas en mis hombros y mirarme a los ojos.
-Quien ama te cuida.
Dijo esto y se fue, dejándome un vacío inmenso. Ahora comprendí en carne propia lo que el vivió cuando yo partí a mi viaje para encontrarme a mi misma.
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