Capítulo 27
Habían transcurrido cinco días desde que Alexa se marchó, para mi eran como cinco años, la vida es extraña porque un día estamos bien, sin necesitar una persona, y de la nada llega alguien que en poco tiempo si te falta tu mundo se cae, queda sin color, entonces ahí es cuando te das cuenta que pese a todo debes luchar más por ese alguien.
-Doctor Nova Reynolds, muchas felicidades nuevo director. Dijo Bryron sentándose frente a mi.
Byron Torner había regresado en busca de Alexa, era médico y mi mayor contrincante para el cargo de director, pero gané ante el, quería compartir mis logros con mi chica, pero ella no estaba y aunque le había rogado a Ruth para que me dijera su paradero está lo me decía nada. Apure mi café, mire a Byron.
-Gracias Doctor Torner. Le di la mano y me fui a prepara para una cirugía que tenia.
Mi mente se repetía cada una de las letras del nombre de mi amada. Le había dejado mensajes pero ni los recibía, era como si se hubiera desaparecido. Entre al quirofano y empecé a lavar mis manos, recordé mi primera vez dentro de uno, el doctor a cargo me decía "lava tus manos hasta que tu conciencia este limpia" pero esta vez no sabia hasta donde lavar, me sentía impotente, quería saber que pasaba con Alexa. Luego de la cirugía debía de irme a casa pero mejor me quede en mi escritorio y decidí hacer algo, decidí escribir para Alexa, siempre me ayudó escribir, era como dejar salir gran peso, y así cuando la encontrará ella pueda leer lo que he estado haciendo en su ausencia.
~Letras a Alexa~
"Eres fuego, si ese que enciende pero no quema, ese que brilla pero no daña, eres el tormento de mi calma la llama de mi alma"
"Verte venir ha sido mi bendición del cielo mi milagro, la perfecta que se cree imperfecta, la gota de rocío que me hizo resurgir".
Cerré mi libreta, me recosté de mi sillón y me dormí allí.
-Alexa-
Salí a caminar y tomar un poco de aire, mientras caminaba me di cuenta que la vida es curiosa, que a veces sí suceden cosas de película, por ejemplo ahora mismo he notado tres embarazadas cuatro parejas una de ellas con un bebé, y me vi reflejada, vi mi futuro con Liam, el seria un excelente padre. Lleve mis manos a mi vientre.
-Oh señora está embarazada.
Escuché una niña de algunos ocho años decirme mientras me miraba curiosa. Por primera vez no me molesto me llamarán señora, me puse a la misma altura de la niña y pase mis manos por su cabeza.
-Si pequeña, tengo un bebé dentro de mi.
-¿Y donde esta su papi?. Dijo la niña viendo en todas direcciones buscando al padre de mi bebé.
-El no está aquí ahora.
-Pero no debe dejarte sola, mi papi me dice que el siempre estaba con mi mamá cuando yo estaba en su pecera.
Sonreí antes el nombre que sus padres le habían puesto a su embarazo. La niña también sonrió y me señaló con un dedo sus padres. Era una de las parejas que vi, estaban embarazados nuevamente, y no le quitaban la vista a la pequeña delante de mi.
-Ve dónde tus padres pequeña y no te alejes de ellos.
-No, nunca lo hago, cuide mucho su pecera señora, y nunca ande sin el papi de la pecera, después estará triste.
La niña se dirigió hasta sus padres, lo que la pequeña no sabia es que así mismo me sentía, triste y vacía.
Regrese a casa y mi madre estaba preparando un bizcocho de zanahoria con chocolate, los amaba.
-Huele rico.
-Si, ¿que has pensando Alexa?.
Sabes que debes de tomar una decisión rápido.
-Si madre lo se, dame más días.
-Tu amiga me llamo. Quiere venir a verte.
Sabía que hablaba de Ruth, tome el teléfono de casa y le llame, debía de evitar ella viniera pues si lo hacía era capaz de venir con Liam, aun estaba confusa, había tratado de superar mi fobia por mi misma pero no había ayudado mucho hacerlo sola.
Flashback.
Me puse unos guantes negros y sostuve una jeringa, rompí su envase y la saqué, la deje caer varias veces.
-Vamos Alexa tu puedes.
El sudor de mis manos hacia que los guantes se resbalaran de mis manos. Frustrada los tire al suelo y tome la jeringa en mis manos.
-Bien no paso nada. Dije con los ojos cerrados para no mirar y mi pulso acelerado.
Cuando abrí mis ojos me sobresalte, la tapa de la jeringa se había caído al suelo y me pinché sin querer. Mire mi dedo y tenia una mísera gota de sangre, que desencadenó que me pusiera al borde de la histeria.
Traje mi mente de vuelta a la realidad, es frustrante sentirse así, mis fuerzas se agotaban, solo mi bebé y Liam eran mi esperanza.
No pude comunicarme con Ruth, pero le deje varios mensajes diciendo que todo estaría bien. Tome las llaves de mi auto y salí a comprar un queso que había visto en un anuncio reciente.
-Vuelvo en un rato mamá ¿quieres algo?.
-Trae leche así la tomas con el bizcocho.
-Claro está bien.
Conduje hasta la tienda de comestible más cercana a la casa de mi madre, y empecé a buscar el queso, entonces sucedió, escuché esas voces que tanto conocía.
-No lo se Diego, ya no se que hacer, me estoy volviendo loco extraño a Alexa. Quiero verla.
-Tranquilo Liam Ruth y ella hablan de vez en cuando.
Me escondí detrás de los señores que estaban dando muestras gratis de queso.
Dios casi me ven. No podía permitirlo, Liam podría darse cuenta del embarazo y aun no era tiempo, aunque no se me notaba, tenia un aspecto terrible, más delgada, tenia ojeras, pálida entre otras cosas.
Me gire para salir de allí lo más rápido posible y choque de frente a alguien, que me sostuvo de no caer.
-Alexa, ¡Que sorpresa!.
-Byron. Dije mirando a todos lados en busca de Liam y Diego.
-Parece que acabas de ver un fantasma.
-Pues me has dado un susto, perdón pero tengo que irme hablamos luego.
Byron sujeto mi mano, y me miró curioso.
-¿Acaso huyes de alguien?. Dijo mirando a lo lejos.
-Por favor déjalo pasar. Dije soltándome de su agarre.
-Está bien, pero te voy a decir algo, no esperes a demasiado tarde para darte cuenta de ciertas cosas. No soy egoísta y se que estas con Liam, no la está pasando bien. Y tu tampoco luces bien.
-Si claro tienes mucho que no me ves, no sabes si es mi forma de ser.
-La ultima vez que te vi no hace mucho, además soy médico y se diferenciar entre algo que está bien o no, o que puede estar embarazada.
Byron volvió su mirada hacia a mi, mis nervios habían incrementado.
-Por favor no le digas nada, debo superar algo.
-No me concierne a mi decirles las cosas, pero no tardes.
Dijo esto y se fue, cielos santo Byron realmente había cambiado, aunque cambie un poco de opinión porque se giro y me dijo.
-Ah no voy a estar detrás de ti cuando el hospital está lleno de enfermeras y médicas con cuerpos cómodos, adiós.
Contuve mi loca risa y salí disparada de allí. No sin antes dar un vistazo atrás y ver a Liam, con su ligera barba. Me subí en mi coche y susurre "nos vemos pronto mi amor".
-Liam-
Salí con Diego de la tienda de comestibles y mire ese auto que acababa de salir, idéntico al de Alexa, cuando se giro iba a tener una visión de quien conducía pero los rayos del sol se reflejaron y solo me dieron una vista de su pelo. Estaba seguro que era Alexa, podía conocer su pelo y todo de ella aun estuviera disfrazada. Corrí hacia mi auto para perseguirle pero para mi mala suerte alguien había aparcado detrás de mi.
-Liam ¿que sucede?
Estaba jadeando, así que me doble sobre mis rodillas. Y dije.
-E.. E.. Ese auto es el de Alexa. Dije jadeando.
Diego dirigió su vista hasta donde señale, pero ya el auto se había ido, ya ni tenia esperanza de seguirla. Alexa se me había escapado nuevamente.
-Alexa-
Me puse mis lentes de sol y encendí mi coche, pude ver por el retrovisor a Liam salir junto al novio de mi amiga, si no me apresuraba podría verme, así que gire y salí del parqueo pero fue tarde, le vi mirar detenidamente mi auto y dar pasos hacia a el, antes de salir lo vi correr hacia el suyo. Por suerte alguien había aparcado detrás de él y no pudo seguirme.
Aparque en la entrada de la casa de mi madre y rompí en llanto. Ya debía de enfrentar las cosas Liam no merecía mis silencios. Al fin tome una decisión, todo cambiará. Seque mis lágrimas y entre en casa, tome una ducha y antes de seguir volviéndome loca me recosté un rato.
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