Después de haber dormido un buen rato en la tarde desperté con mis bragas húmedas, si, había tenido sueños eróticos con Liam, mordí mis labios sintiendo como mis senos se endurecieron pensando en mi hombre. Alguien toco a mi puerta sacándome de mis pensamientos. Me levanté y me dirigí a abrir, cuando abrí quede petrificada, no podía creer quien estaba delante de mí.

-Hola Alexa.

-Byron. - susurre.

Byron Velarde Rousseff había sido el primer chico en gustarme en mi niñez y parte de mi adolescencia, daba todo por él, siempre me ignoraba por las chicas populares, y aunque siempre tuve atractivo él nunca se fijó en mí, excepto el día que intentó robar mi primer beso por culpa de una estúpida apuesta.

-¿Me vas a invitar a pasar ? -pregunto recostándose del marco de mi puerta.

-¿Qué haces aquí? -inquirí

-Pues visitando mi antiguo amor. -se burló

- ¡Ja! Estás loco, nunca fui tu amor Byron. -respondí enojada.

Byron había cambiado poco, y aunque había cortado un poco más su pelo, seguía siendo el mismo chico.

-Bueno no me iré de aquí hasta que no me invites a pasar. Dijo moviendo sus cejas de un lado a otro como solía hacerlo.

-No te voy a invitar a pasar en mi casa, y no sé cómo conseguiste mi dirección, lo que si te voy a conceder es una caminata y así me dices que haces aquí.

El me tendió una mano para que la sostuviera pero la ignore, caminamos, yo iba cruzada de manos y con cara de pocos amigos.

-Sabes Alexa, me di cuenta que eres la mujer de mi vida. -dijo sin mas.

-Muy tarde que te diste cuenta. Me sitúe delante de él con mis manos a ambos lado de mis cinturas.

-Nunca es tarde cariño.

-Estas vez sí, me di cuenta que tú eras una simple ilusión en mi vida Byron, estoy saliendo con alguien, y lo amo.

-Entiendo, pero no veo anillo en tu mano, no estas comprometida o casa, aún tengo tiempo de volver a ganarme tu vida, debo de irme.

Ya estábamos frente a mi casa de regreso cuando él se despidió, y cuando él estaba dentro de su carro, vi a Liam aparcar y mirar todo con algo de curiosidad.

-Hola Liam.

-Hola Alexa ¿Quién era tu amigo? -cuestiono curioso.

Bueno la situación se me torno tensa, conocía al cabeza hueca de Byron y sé que me daría agua de beber, lo mejor era tener a Liam informado.

-Vamos adentro, así me haces un café y té explico.

-De acuerdo.

Liam empezó a preparar el café mientras yo le explicaba la situación con Byron.

-Y tú no tienes anillo en tu dedo porque no quisiste, solo eso tengo que decir.

Fruncí mis labios mientras dije un "hmmm" pronunciado.

-Y otra cosa, no quiero volver a verte paseando con antiguos amores, ¿Entiendes?

Jamás había visto a Liam tan serio, me causó gracia y estalle en risa, el me miraba con expresión de "Alexa está loca".

-Qué lindo te ves cuando estas celoso.

-Y tú te vas a ver más hermosa cuando seas mi esposa.

-Me equivoco o ¿me estas volviendo a proponer matrimonio?

-Para nada. -dijo en tono burlón.

-Por cierto amo tus cafés.

-Debo decirte algo.

- ¿Si?

-Próximamente el hospital estará en elecciones, van a elegir al nuevo administrador y otros cargos, estoy dentro de las elecciones.

-Amor, eso es excelente, ya te veo ganando, me alegra mucho.

-Sí, ya sabes que en estos días estaré un tanto ocupado, aunque para ti siempre tendré tiempo.

No tenía palabras que expresarán mi agradecimiento hacia él, así que le di un abrazo, de esos que te hacen sentir que todo estará bien, y que estarás allí pase lo que pase.

Sentí unas náuseas terribles, así que rompí el abrazo y corrí hacia mi baño, logré cerrar la puerta y me incline sobre el retrete. No pasaron muchos segundos para escuchar a Liam tras mi puerta.

- ¿Estas bien Alexa?

No podía responder, las arcadas que me producían vomitar no me dejaba ni respirar, mucho menos hablar. No sé en qué momento se abrió la puerta, solo sé que Liam llego a mí y me tomo de los hombros quitando mi pelo de mi rostro.

-Nunca vuelvas a hacer eso, nunca cierres la puerta cuando te sientas mal, recuerda que soy médico.

Asentí hacia a Liam y trate de ponerme de pie, pero Liam me lo impidió.

-Tranquila.

-Voy a lavar mi rostro.

Fui al lavamanos, lave mi cara y enjuague mi boca con pasta. Me sentía tan avergonzada que no quería mirar a Liam.

-Vamos ven a que te recuestes.

-Ya me siento mejor, debe de ser algo que comí.

-Puede ser, ¿has estado tomando la píldora como deberías?

-Eh si claro. -Dije pensando el ritmo que llevaba tomándola.

-Bien, aunque no podemos descartar que podemos descartar un embarazo, en medicina dos más dos nunca son cuatro.

-Sí, claro que chistoso.

-De todos modos, no tomes nada con cafeína, y antes de tomar cualquier medicina me dices ¿Sí?

-Está bien.

-Te concertare una cita para unos chequeos médicos, y no te preocupes acomodare todo a tu condición.

El empezó a rebuscar entre mis gavetas, lo vi sacar especias y preparar un té.

-Tomate esto, te ayudará mucho, y te vas a dormir, debo ir al hospital, pero esta noche vengo a dormir contigo.

Cielos, saber que iba a dormir con Liam me hizo mojar nuevamente mis bragas, este hombre con tan solo pensarlo, con sólo escucharle hacía de mi cuerpo un caos de emociones.

-Claro Liam, aquí te espero. Me acerqué a él para susurrar a su oído. -Te espero desnuda.

- ¡Perversa!

Liam beso mi frente, y al rato de ver querealmente estaba bien se fue al hospital.