Siempre he escuchado quejas de hombres decir "No entiendo las mujeres", de hecho hasta he visto memes sobre esto, pero a la verdad digo ¿quién entiende a los hombres?, te acostumbran a ellos, te llenan de palabrerías y al final del día se van. Liam estaba distante desde que se fue de mi casa, hoy era el gran día, el día en que Mia seria operada, estaba nerviosa, histérica, asustada y lo peor de todo era que no podría estar allí con ella como quería.

Aun así hice un esfuerzo, fui al hospital y justo antes de entrar vi a Liam, él se acercó a mi todo serio.

—Hola Liam.

Me tomo por sorpresa que Liam me saludar a besando mis labios.

—Hola Alexa. ¿Entramos?

—Solo necesito un momento más.

Mire mis manos, temblaban totalmente, mi imaginación volaba en todas direcciones.

—Alexa, recuerda que nada te va a pasar, Mia también estará bien, respira, además Helen debió de informarte que mande a preparar una habitación especial para ti y Mia, allí no habrá agujas ni nada por el estilo relacionado a tu fobia.

Oh por Dios Liam no dejaba de sorprenderme, un día mal y al otro me pone los sentimientos a todo dar, había hecho esto por mí, para completar mi emotivo momento el tomo mi mano.

—Vamos amor, yo estaré contigo. Recuerda que Mia te necesita.

Tomados de la mano entramos al hospital, el aroma a medicamentos inundó mis sentidos, todos allí nos miraron de uno a otro, sus miradas se dirigían a nuestras manos, mire a Liam quien soltó mi mano para nada más y nada menos que abrazarme, caminamos abrazados hasta llegar a la habitación donde estaba Mia, me quede llena de asombro, tal como había dicho Liam, la habitación no parecía de un hospital.

—Mia amor, ¿cómo te sientes?

Mía nos sonrió, le abrace fuerte, ella estaba feliz había logrado entender que le iba a pasar y como seria todo. Tal vez ella sintió que tenía miedo o más bien quiso animarme, porque tomo mi mano entre las suyas y me dio esa mirada de esperanza.

—Todo va a estar... bien si todo va a estar bien.

Sus palabras su emoción me contagio, pude divisar unas enfermeras entrar a la habitación, Liam les asintió y ellas se quedaron en la puerta.

—Mia amor, debo de irme, estarás en buenas manos y Liam estará contigo.

Liam se acercó a mí, volvió a tomar mi mano, pero esta vez deposito un breve beso en ellas.

—Tranquila todo está bien, ella estará en buenas manos.

—Si lo sé.

—Además todo lo que hacemos lo ponemos en manos de Dios, ¿Estarás bien aquí?

—Si por supuesto Liam.

—Bien, te traerán almuerzo y usa todo lo que quieras de la habitación, te estaré informando de todo.

Y así sin más las enfermeras se llevaron a Mia, Liam salió con ellas no sin antes darme una última mirada, me senté a esperar que todo saliera bien.

Exactamente treinta y cinco minutos más tarde vino una de las enfermeras que salió con Mia, mi corazón dio un vuelco. Aunque la risueña cara de la enfermera me expreso que todo está bien.

—Tranquila querida, todo está bien, el doctor Liam Nova Reynolds dice que venga a informarle de todo, la niña es un amor y ya falta poco.

—Gracias a Dios, muchas gracias por informarme.

—En breve vuelvo con más detalles.

La enfermera salió, me sentía tranquila, todo saldría bien. Me senté en la ventana y me puse a mirar el paisaje desde lo alto, la creación es hermosa. Mire mi reloj y habían pasado cuarenta minutos más desde que la enfermera había vuelto. Me estaba preocupando, no me atrevía a salir sabía que podría desmayarme con tan solo ver un poco de sangre así que me mantuve así.

No sé cuánto tiempo más había pasado cuando sentí alguien tocar mis brazos, me gire y era Liam.

—Liam oh cielos, ¿cómo fue todo?

—Todo salió bien amor, Mia salió perfecta.

Me lance a sus brazos y lo bese, fui correspondida, sus brazos eran el lugar perfecto para estar.

—Alexa, tenemos que hablar tu y yo, pero será luego que mires a Mia.

— ¿Pasa algo?

—No con Mía, con nosotros sí.

Al cabo de quince minutos mía fue traída a la habitación, estaba somnolienta, pero aun así no dejaba de sonreír, aunque mi mente no dejaba de pensar que quería hablar Liam.

Mía debía de descansar así que junto a Liam salí del hospital, pude notar que él estaba tenso.

—Liam...

—Alexa, quiero disculparme por cómo te hable el otro día. Me siento fatal y no debí mencionarte lo de tu hermana.

—Sí que eres un cabezota Liam, pero lo que no sabes es que esa mañana gracias a ti pude dejar ese sentimiento de culpa que tenía.

— ¿De verdad?

—Sí, llegaste a cambiar mi mundo Liam.

—Tu igual mi osita, me estas enseñando que la vida aún tiene color. Anoche fui a ver a Joseph.

Me sorprendí al escuchar esto, mire a Liam a ver si bromeaba, no dije nada solo deje que hablara. Lo vi apretar el volante.

—Me volvió a pedir perdón, también me pidió creerle que él nunca quiso hacerme daño cuando dejo entrar a Dania en su vida, ella lo había envenenado en mi contra y le hizo creer que yo la maltrataba, de hecho el bebé que perdió ni de Joseph era.

— ¿Que? ¿Quién era el padre?

—Sabrá Dania.

— ¿Cómo te sientes tú?

Sonrió para sí mismo, respiro profundo y dejo vagar su vista.

—En otros tiempos, me hubiera sentido devastado, mal, atormentado, pero ya no me importa nada de eso. Joseph es mi familia y aunque ya las cosas no serán las mismas tampoco le voy a ver con ojos de venganza.

—Qué bueno Liam, me alegro por ti.

—Y tu mí retorcida dama has sido parte de eso, de ser esa ancla que me trae a la realidad.

Me sonroje, se sentía hermoso que te dijeran así, sobre todo que te lo hagan sentir. La nueva pregunta de Liam me dejo atónita.

— ¿Alexa y si quedas embarazada?

— ¿Perdón?

—Es que mientras operaba a Mía, pensé en ti, en tu fobia y como te comportaría en un embarazo, y que no nos hemos estado cuidando...

—Oh si nunca te dije, pero tomo la píldora.

No sé si fue decepción que vi en Liam, fue bastante rápido en quitar la mirada y proseguir.

—Entiendo, pero no son seguras siempre, debemos de empezar a ayudarte en tu fobia, pero primero vamos a tu casa, quiero hacerte mía, quiero hacer gritar de placer, estoy duro de solo escucharte hablar.

—Y yo estoy húmeda desde que te vi, y tengo una mejor idea.

Le hice dar la vuelta al coche e ir a un parque subterráneo, si ya sé que estaba loca, pero total su coche tenía los cristales tintados y la vida es mejor tomando riesgos además de que iba a cumplir una de mis fantasías sexuales.

— ¿Estas segura?

—Más que segura.

—Lo que estás es loca.

Tape el cristal delantero del coche, y me subí sobre Liam y empecé a besarle, me aparte para poner música, seguí besándolo y frotándome sobre él, abrí sus pantalones, tome su miembro entre mis manos para atormentarlo con mis toques.

—Alexa...

—Amo que digas mi nombre así de excitante.

Me aleje un poco de el para poder ponerme cómoda ante lo que haría, a pesar del aire estábamos acalorados, tome su miembro y lo introduje en mis labios, empecé a jugar con su miembro en mis labios, pasaba mi lengua sobre el mientras me tocaba con la mano libre haciéndome tener un orgasmo. El detuvo mis movimientos.

—Alexa para, por favor, me vas a volver loco. Dijo entre jadeos.

—No te volveré cariño, ya te tengo así.

Liam me sentó sobre él, dejando sus manos sobre mis nalgas, dándome pequeñas palmadas, con su boca acariciaba mis senos, era tanto el placer que llegamos juntos al final, podía sentir su miembro latiendo dentro de mí llenándome.

—Dios Alexa. ¿Cómo sabes complacerme así?

—Pues no sé, es un don.

Acomode mi ropa al igual que él hizo lo mismo, y nos fuimos de allí totalmente complacidos.

—Liam, que se repita.

Espero les este gustando la historia, les informo que tenemos un grupo en Facebook acá les dejo el enlace, de todos modos el grupo se llana igual que la historia, gracias por sus votos y comentarios.

https://www.facebook.com/groups/804267269751446/