El día de la boda ha llegado, Jimin se encuentra en una habitación, vistiendo su elegante traje blanco.

Su corazón está lleno de emociones encontradas mientras mira su reflejo en el espejo. Siente amor, felicidad y entusiasmo por el futuro que le espera al lado de Min, pero también hay un ligero temor por esta nueva etapa de su vida.

—Hoy es el día. Estoy a punto de casarme con el amor de mi vida. —Soltó en un suspiro.

SeokJin, quien entró a pasos silenciosos, observó al omega desde la esquina. —Si quieres escapar dímelo, Namjoon esta esperando con el carro.

—No pienso deja a Min Yoongi otra vez. —Aseguró, mientras arreglaba su cabello por décima vez. —Solo llévame al altar. —Pidió estirando su brazo.

SeokJin asintió y guió a Jimin por un corto recorrido hasta la iglesia.

YoonGi está al pie del altar, esperando con nerviosismo y emoción. Está vestido con un elegante traje de alfa, pero su mente está completamente enfocada en Jimin. Su corazón late con fuerza, esperando el momento en que finalmente lo verá caminar hacia él.

—Estoy tan ansioso de verlo. No puedo creer que finalmente estemos aquí, a punto de casarnos. —Aceptó, viendo cómplice a su hermana menor.

El momento ha llegado y la música comienza a sonar.

Jimin toma una profunda bocanada de aire mientras se dirige hacia el altar. Sus pasos son seguros pero su corazón late desbocado. Cada paso lo acerca más a Min, y la emoción en su pecho es abrumadora.

Los invitados voltean a verlo con admiración y cariño, pero su atención se centra únicamente en su alfa, que lo espera con una mirada llena de amor y orgullo. El nerviosismo de Jimin comienza a desvanecerse, y solo siente una profunda calidez en su interior.

El lazo con su alfa le da la seguridad que necesita.

YoonGi extiende la mano para recibir a Jimin, y cuando sus dedos se entrelazan, una sensación de tranquilidad recorre el cuerpo de ambos.

El mundo desaparece a su alrededor y solo existen ellos dos, mirándose con amor y ternura, frente a Dios listos para cerrar su amor.

—Jimin, estás deslumbrante. Eres la persona más hermosa que he visto. —Susurro con voz dulce.

—Pero no olvides a JiYoon. —Pidió observando a su pequeño cachorro que estaba en brazos de su cuñada. —Tú también te ves increíble. No puedo esperar para ser tuyo oficialmente. —Aceptó sintiendo a su lobo desbordar alegria.

—Y yo seré tuyo, ahora y siempre. —Murmuró cómplice de su omega.

Las palabras llenan el ambiente con una promesa de amor eterno. Jimin y Min se toman de las manos con fuerza, sabiendo que juntos son invencibles. Sus miedos se desvanecen, dejando solo espacio para el amor y la felicidad.

El ambiente se llena de emociones y suspiros de los invitados mientras Jimin y Min se miran con ternura.

Jimin y Min están frente al altar, sosteniendo sus manos con firmeza. Ellos se miran a los ojos, sabiendo que este momento es el más importante de sus vidas.

Así mientras se regalan miradas amorosas intercambian sus votos.

—Min, desde el momento en que te conocí, supe que eras un alfa guapo y que quería estar contigo, dudaba sobre si eras mi destino, pero hoy, frente a todos nuestros seres queridos, quiero jurarte mi amor eterno. Te prometo que nunca más permitiré que los malos entendidos nos separen. Aprenderé a comunicarme contigo de manera honesta y abierta, para que nuestro amor siempre prevalezca sobre cualquier obstáculo. Y hoy más que nunca doy gracias a que eres un alfa lujurioso y que comete accidentes sin pensarlo.

YoonGi sonrío, sabiendo perfectamente a lo que si omega se refería. —Jimin, mi amor, mi omega, eres mi razón de vivir. Hoy, hago esta promesa frente a todos los presentes. Juro amarte incondicionalmente, con cada fibra de mi ser. Nunca permitiré que los malos entendidos o la falta de confianza nos separen nuevamente. Aprenderé de mis errores y me esforzaré por ser el compañero que mereces. Te prometo ser tu apoyo en los momentos difíciles y celebrar contigo en los momentos felices. Quiero construir un futuro lleno de amor y felicidad junto a ti, nuestro amado JiYoon y por que algunos otros cachorros.

Las lágrimas de felicidad recorrieron el rostro de Jimin, sabiendo que esta vez no se había equivocado al elegir un alfa. —Alfa mio, en tus brazos he encontrado mi hogar. Eres mi fuerza y mi refugio. Prometo perdonar y dejar atrás los errores del pasado, porque lo que importa es nuestro presente y nuestro futuro. Juntos enfrentaremos cualquier desafío y creceremos en amor y comprensión. A partir de este momento, nuestras vidas están entrelazadas, y te entrego mi corazón para que lo cuides como el tesoro más preciado. Y sobre más cachorros lo hablaremos después. —Agregó con una sonrisa pícara.

—Deberías decir que los haremos después. —Susurro solo para que su omega lo escuchara.

Fin.