—Entonces, ¿esta jovencita es tu novia? —pregunta señora de unos 53 años pero bastante joven con pequeñas arrugitas, pero con personalidad amable y agradable. Hitoshi Mihoko.

—B-buenas tardes Hitoshi-san... Si, soy Itaete Stroessner. Un placer al fin conocerla. —había soltado en el inicio un tartamudeo nervioso.

En la posición en que ambos se encontraban no era para nada presentable para el momento. Ya que se habían quedado dormidos despues de ver el álbum que sus amigos junto Uraraka y Midoriya se esforzaron por dejar el corazon en ello.

Dejando así que la pelienrulada de tanto llanto emotivo se haya quedado dormida sobre el pelimorado, quien la protegía temiendo que fuera un sueño tenerla al fin despues de mucho tiempo entre sus brazos.

—Buenas tardes... Mamá —bosteza adormilado Shinsou.

—Serán buenas noches —sonríe levemente la señora mayor, mirandoles enternecida.

Ambos se tensa sorprendiéndome. Mientras el menor Hitoshi deja que Itaete se pueda deslizar y poder sentarse en la cama.

—Lamento que sea así nuestra forma de conocernos. No se en que momento nos quedamos dormid...—se disculpa avergonzada, sin embargo un chillido de emoción la interrumpe.

—Ahhhh... No te preocupes querida, tarde o temprano nos veríamos, y que no te preocupe mucho esta situación que ya se mucho de ti. Y se que eres muy buena chica asi que... ¿les parece si ya vamos a cenar? —dice mientras les sonríe amable.

Itaete traga saliva asintiendo. Por lo que se tensa imperceptible mente cuando Shinsou le agarra la mano, la había tomado por sorpresa ese gesto.

—Claro mamá, en un momento vamos. Creo que primero debemos quitarnos la cara de zombie que llevamos. —dice algo receloso, logrando que su madre ría y los deje negando.

—No tarden mucho, los espero.

Tras el sonido de la puerta volver a cerrarse, ambos suspiran aliviados, sin embargo, una sonrisa tonta surca el rostro de Itaete que al levantar el rostro a ver a su novio, este se sonroja.

—¿Qué...?

—¿Así que le has hablado mucho a tu madre de mi? Vaya, me sentí desnuda un momento con la familiaridad con la que me trató. Eso quiere decir que no has dejado de pensarme. Mo~ eres muy tierno Shinsou~

Se burla divertida pero tambien muerta de amor. Sus ojos brillaban ante la dulzura con el que lo miraba.

Logrando que así el corazón del pelimorado le de unos pequeños temblores, avergonzado y nervioso, rueda los ojos.

—¿C-como no hacerlo?

—¿Uhm?

—¿Cómo no pronunciarte y pensarte en mi vida?, si eres lo mas importante que tengo a parte de mi madre.

Siendo el turno justo de conseguir que en sus mejillas repose un rubor.

—Te quiero Shinsou. También te tengo presente en mis días, siempre.

Aquello fue detonante principal para que el impulso de amor y felicidad se diera paso, porque fue ella quien tomó el rostro del pelimorado y lo besó. Dejandole vía libre para que se acercara.

No podría si quiera dejar de ahora en más tenerlo lejos, ya había sufrido mucho con que nadie quisiera darle respuestas a sus preguntas por Hitoshi Shinsou, su novio. Por lo que sabía que el no sería capaz de dañarla como los que le habían causado tanto daño hace unos meses atrás.

Por lo que al separarse por falta de aire, ambos se miraron y sonrieron, estaban al fin juntos, seguros y amandose como debía ser desde un principio.

Se levantaron y fueron a despertarse con agua el rostro para luego acompañar la deliciosa cena en familia, en el hogar de la familia Hitoshi.

[…]

—¿Y bien... ?

Ambos se miraron confundidos ante la pregunta de la mayor. Mihoko Hitoshi. Quién los miraba con una sonrisa digna de cheshire.

—¿Que dices madre?

—¿No me dirán hasta cuando se quedaran juntitos como chicles?

Ambos enseguida se ruborizaron, era algo que por instinto lo hacían. Era como si se necesitarán, si ya no quisieran estar lejos.

—Mamá que pesada eres.

Se quejó el pelimorado avergonzado por tal pregunta.
Mientras que Itaete sonríe levemente, comprendiendo su pregunta.

—No me iré de Japón hasta terminar el curso de héroes. Ambos tenemos metas diferentes pero por ningún motivo voy a dejar a su hijo, por el momento me quedaré con él hasta nuevo aviso. Mis hermanos me han dado carta blanca, Selkie tiene la tutoría actual aquí por mi. Por ende me tendran otros años mas rondando por aquí. Sin embargo, señora Hitoshi, soy fiel y confidente en que amo a su hijo, se que tiene miedo que lo haga sufrir como anteriormente, pero he de dejar en claro que mis principios son volverme héroe para proteger a mi gente, mi pueblo, mi país. Pero, ahora vosotros son tambien mi familia, mi gente. Así que no creo poder abandonarlos. Ya no mas.

Aquellas palabras firmes y certeras de Itaete, habían dejado satisfecha a la madre pelimorada, mientras que Hitoshi acariciaba la mano derecha de su novia.

—Realmente hacen buena pareja. Gracias por aceptar a este gruñon, querida.

—No es nada. Es mi sabor favorito. —bromea.

Haciendo reír a Mihoko Hitoshi, ante la referencia de la uva con el color del cabello de la familia.

[…]

Hitoshi Shinsou supo desde un principio que ella no sería un héroe para Japón, sino para su país, por ende sabía que llegaría ese momento decisivo de elegir: "si dejar su relación para seguir con su meta" o "ir con ella a donde fuera." Ambas opciones sonaban bruscas y dolorosas.

Pero para ello faltaba años, por lo que se abstendrá a disfrutar de su compañía mientras durase.

    Mejor vivir el presente al
futuro tortuoso e incierto.

[…]

Me di cuenta que faltó una escena como esta, por lo que para el especial de navidad les tengo una buena sorpresa 7u7.
Muchas gracias por todas las vistas que ya se encuentran en esta historia, por su apoyo. Hay aun algunas sorpresitas mas por venir, así que aun tenemos para despedir el año.

Salud y mucha lokura! Los quiero un monton.