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Capítulo 9: "Al final el mal acabó, pero... ¿a que precio?"
Dos días antes de ser encontrada por su equipo de rescate, Itaete ya se encontraba totalmente destrozada, agotada y a la deriva. A veces en las noches recordaba a su amado pelimorado, se largaba a lloriquear de angustia y tristeza, todo esto había acabado mal para ella junto con todos los que la conocían. Sabía perfectamente que de aquí, de su tierra ya no saldría mas.
Ya no saldría viva, sin verlo a él, a sus amigos, sin... Convertirse en heroína, todo porque la habían encontrado sus hermanos envidiosos y rencorosos.
Cada noche que miraba a la luna, sabía que los recuerdos que la mantenían cuerda en aquella forma maldita se debilitaban contra el instinto demoniaco, haciendo que se sienta cada vez mas triste. Quería creer que todo estaría bien, que las personas habían encontrado a Bakugo, que lo habían salvado.
Que al menos a él, a él si lo hubieran salvado con vida.
Ahora entendía que era el concepto de Plus Ultra, las ganas de salvar a todos sin importar que te inmiscuyas o bien te pongas en riesgo sin tenerte en cuenta, cada acción minima que Bakugo había tenido con ella al estar secuestrados se lo confirmaban, él sería un gran héroe cuando fuese mayor.
Aunque en ese momento ella estuviera muy debil para defenderse a si misma, Bakugo le había demostrado que a su manera y carácter, él estaba allí para proteger a su gente, sin importar cual mala fuese la situación, él estaría firme y lucharía hasta el final.
Realmente deseaba ser más fuerte, pero la herida ya no cicatrizaba, sentía que algo en ella moría, sentía que sus fuerzas disminuían, los días habían pasado y mientras mas horas transcurrían su pelaje había sido reducido en nada, su cuerpo demacrado negro, la bestia con odio puro corrompía su alma. A pesar que Luisõ no quería hacerle daño, pero la debilidad de no comer, de estar lejos de sus seres queridos, huir por sobrevivir en malos terminos, empezaban a carcomerla viva.
Se nutría de las pequeñas hierbas que lograba agarrar mientras corría, pero algunas eran hierbas malas y venenosas, su cuerpo no lograba hacerse cargo de las sustancias, el aroma era asqueroso inclusive para ella, olía a un cadaver, ella se estaba convirtiendo en cadaver.
Pero en las últimas horas de lucha, percibió el aroma de su novio, de aquel pelimorado junto con sus hermanos, pero estaban muy lejos, deseaba llegar hasta ellos pero no creía ser capaz d lograrlo.
«Vamos pequeña, lucha por todos, lucha por defenderte y defenderlos, ¿no querías ser héroe? ¿Porque no te conviertes en tu propio héroe?»
Las voces de sus transtornos de la bestia llegaban a ella, luchaba, lucharía al menos para verlo por última vez.
Pero justo cuando aquello fue su pensamiento los rayos de la luna la corrompieron nublando sus memorias y recuerdos, su ser. Descarrilando a la bestia que llevaba dentro hacia la luz.
Al principio corría por su vida, la bestia que se había entrelazado con Itaete formando uno solo y descontrolado, esta bestia deseaba venganza por lo que su idea era llevarlos hasta la boca de los otros mitos legendarios, y atacarlos con la guardia baja, matarlos por todo el daño ocasionado y que luego su vida vuelva a renacer en otra reencarnacion.
Pero la criatura no era consciente que su portadora, era humana, tenía vida, tenía familia, amigos y amor que dejarían atras si lo lograba, y aunque una pequeña luz era quien luchaba porque eso no se cumpliera.
Fue allí cuando la bestia observó tan firme, valiente y terco al pelimorado, de algo se acordaba, la enrulada gritaba de jubilo por verlo al fin, pero su otro yo, no quería que sus planes se estropearan por la mocosa.
Por lo que cuando la bestia se deshizo del vendaje de Aizawa y cayó encima del chico, con fuerza de arrebatarle la vida de un mordisco, no pudo evitar el dolor ante la navaja en su cadavérico cuerpo negro.
-Grrr...
Eran desiguales, únicos y diferentes, bestia vs humano, dañado vs amado, Itaete vs frustracion y dolot. Era un momento de impotencia.
-Soy Hitoshi Shinsou, y por ti, Itaete Stroessner daré mi vida por volver a tenerte como antes. Yo creo en ti...
La herida estaba hecha, otra herida, y su cuerpo capaz y no resistiría a algo mas, por lo que el cuerpo de la Bestia se estremeció mas por Itaete al ver a su novio fuerte, superándose a el mismo, demostrando a todos lo bueno que era y sería como héroe. Hitoshi Shinsou había llegado para ser su héroe.
-Yo... Te amo... Por favor... Vuelve conmigo...
La criatura con un gruñido parecía volver al ataque pero Itaete tan solo justo sus frentes, mientra que el pelimorado cerraba sus ojos ante el sonido de sus corazones acelerados por el susto, pero lagrimas caían de los ojos de la bestia.
«T-tambien te... Amo... Shin... Sou... Gracias.... Mi...heroe»
Aquellas palabras resonaron en las mentes tanto de Hitoshi como Itaete, transmitidas mentalmente por su unión tan fuerte que tenían en sentir amor, y ser amado, pero la calidez que ambos habían sentido en ese momento había sido abandonado repentinamente.
Y Hitoshi tan solo había podido ver por ultima vez una escena que no se esperaba nunca ver.
Los cinco mitos paraguayos estaban luchando con los dos hermanos, pero el kurupi tenía agarrado a dos hermanos en su miembro asqueroso, mientras que el ao ao, por su chirrido y apariencia de oveja humanoide había dañado a uno de los hermanos quien intentaba ir a protegerlos, pero Itaete había notado las intenciones de ese gemelo era matar al hermano mayor Aaron en su forma de teju jagua, directo al corazón.
Ella se cruzó protegiendo a su familia, a su hermano mayor, a todos de ese ser.
-¡NOOOOOOO!
Gritaron todos, mas aun Hitoshi levantandose rapidamente para llegar a ella, pero el daño estaba hecho, ella en cuerpo y alma, sonrió por ultimamente vez para él, había protegido a su familia, había sido una heroína.
Sacó la navaja de su cuerpo y con la última energia que tenía en ella terminó de raíz a su hermano malvado. Pero tambien ocasionando que el kurupi se ensarnara con aquel arrebato, gritando de dolor por su gemelo perdido, tomando una pistola del mando de Selkie quien, estaba prisionero con los hermanos en aquella soga asquerosa.
El kurupi apuntó a Itaete, quien temblaba por su acción de supervivencia, y solo dos disparos resonaron en el ambiente.
Haciendo que Hitoshi se paralizara otra vez, y esta vez Aaron sacrificara una cola, pero no fue lo suficiente fuerte para proteger a los menores ni rápido, su maldicion de ser lentos en sus movimientos había acabado con su buen acto.
La bala había atravesado el cuerpo del teju jagua, del que iba en desvío directo hacia Aizawa que había sido rápido para ir y proteger a Hitoshi.
Pero la pelienrulada, no deseaba que nadie terminara mal por ser ella la originaria, por lo que tomó la pistola que Aizawa tenía en un momento todo se vio en camara lenta, y todos jadearon al ver las intenciones de ella.
La peliazul y Benjamin intentaron evitarlo, corrieron gritando, preocupados:
-¡Itaeteee! /Cachorrita, ¡no!
Pero los balazos llegaron a cada quien, en defensa de Itaete tiró la bala temblorosa al kurupi, pero esta tambien fue directo a ella, la que había llegado del kurupi.
Acertandola en su corazón, cayendo ambos al suelo, Hitoshi gritó, la agarró al vuelo.
Las lagrimas empezaron a correr por las mejillas, el tiempo transcurrió menos lento, y la vida de ambos gemelos habían terminado pero una mas que todos estaba muy dañada.
-plus... Ultra... Los... S-s-salvé...
La sangre rebotaba por todos lados, y Hitoshi no podía moverla, sabía que si lo hacía desangraria mas.
-No... Hables... E-estaras... Bien... L-lo estaras... Si... -tartamudea Hitoshi limpiandole un poco el rostro, mientras que Aizawa y los demas se movían rapido, pensando en como salvarla, trayendo los autos y los elementos correspondientes.
Debian moverse y actuar rápido o la perdían.
Los latidos de ambos eran leves cada vez mas...
-¡Rápido, debemos movernos!
-Muñequita resiste, ya est-estamos -exclamó el rubio, magullado.
El moreno la agarro entre sus brazos, pero otro rastro de sangre alertó al morocho.
-¡Tambien hirieron al mocoso, Aaron! -exclamó Daniel.
Hitoshi cuando escuchó aquello empezó a notar todo borroso, la sorpresa de la sangre, como la situacion de estar perdiendo la no lo habían dejado notar que tambien había sido herido, la bala había traspasado las vendas de Aizawa rozandole a este, pero dando a hitoshi en su hombro, cerca de una vena.
Siendo así, que solo pudo escuchar los sonidos de desesperacion, las ordenes de Aaron para llevarlos a emergencias, y la oscuridad llevandolo a la inconciencia.
Siendo así que ambos enamorados terminaron pensando en pequeñas frases al unisono, sintiendo su final cerca.
«Te amo... Itaete...
Siempre lo haré... »
«Te amo... Che corazõ,
siempre lo haré...»
«Sálvate... Mi héroe /mi heroína»
◆◇☆◇◆◇☆
Hola! Perdonen la tardanza, realmente perdon. He estado de regreso con las clases, y hoy aproveché el feriado, para actualizar.
¿Que parte les gustó mas?
¿Que creen que pase?
¿Sobrevivirán?
Al parecer las cosas malas terminaron, ¿los héroes tomaran esto como defensa o como actos de villanos? ¿Será que el Luisõ sobrevivirá para ver su futuro?
¡Todo esto y más en el próximo capitulo! (Tambien lloré peques, es normal llorar(?)
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