※4. T2
Capítulo 4: "Tiempo entre hermanos"
—Princesita ven aquí, ¿si?
Se encontraba el peliazul observándola precavido, su piel semi morena hacía un leve contraste con los ojos azules radiantes, sin duda alguna era el mayor de todos Aaron, el hermano cabecilla de toda la manada.
Hace como media hora que todos sus hermanos habían pedido ayuda para alcanzar a su hermanita mas pequeña quién ni se quería bañar ni vestir como personita normal.
—¡No queyo! No soy una princhesita. Soy una guerrera—exclama la pequeña enrulada de siete añitos.
Haciendo suspirar al mayor quien la veía con suma atención, viendo cual sería el proximo movimiento de la pequeña niña enrulada y escurridiza, hace bastante tiempo que se había escapado de sus hermanos mayores y ridículos.
«Les di una simple misión, que la bañen, pero no. Se les escapó en el primer momento»pensó cansado.
Ahora le tocaba hacer entrar en razón a la pequeña niña salvaje.
—Itaete, por favor, no me hagas agarrarte por las malas.
La pequeña niña de cabello enrulado se encontraba con un pañal sin ninguna ropita que la cubriera, solo con la mata de cabello suelto siempre un poco de su flequillo le ocultaba su mala cicatriz del ojo, pero se encontraba con una mirada burlona y juguetona.
—¡No quiero bañarme! ¡Vamos a jugar Adon!
Antes de que la niña pudiera correr el chico mayor había saltado para agarrarla desde la cintura, Aaron creía que era mas veloz que ella pero se había equivocado. Y en grande porque la pequeña se había vuelto una bola de pelos y escapado de sus manos graciosamente, haciendo que choque contra el suelo de la casa.
—Tks... Creí que no la ayudarías...
||Creíste mal, jajajajaa~
Enseguida la voz de ultratumba contestó mentalmente al chico, viendo como la pequeña bola de pelos se encontraba ladrando divertida y feliz de que había fallado.
—¿Porqué no hacemos las cosas fáciles? Te regalaré helado si me dejas bañarte —habla Aaron aun desde el suelo.
Sin embargo nota como el cachorro negro niega con la cabeza y se prepara como para correr. Nuevamente esta vez Aaron rueda hacia la pequeña y logra agarrarla, pero no contrabando con esta le invadiese el rostro con saliva/lengüetazos.
—Ay no, Itaete, jajajaa
Si bien era tierna su hermanita, pero por algún motivo esta no queris bañarse por lo que se sentó en el suelo con ella en su regazo, para luego observarla.
La cachorrita lo observaba fijamente también.
||Niño, ella no quiere bañarse porque la vestirán de nuevo con colores que no le gustan ni siquiera la ropa.
Ante aquel comentario la cachorrita asintió, gruñendo con fastidio, entendiendo mas o menos lo que le ocurría.
—¿Porque siento que esto es culpa de Came? —murmuró por lo bajo. —Al parecer no te gustan los vestidos, ¿Eh?
La cachorrita nuevamente asiente ante lo que dice su hermano mayor, moviendose como para salirse de sus manos pero esta vez el mayor es mas inteligente, tomando entre sus manos el rostro y hocico del cachorro, acariciandolo suave.
—Tranquila, conmigo no será así. Pero tienes que sabes que serías una linda princesa guerrera si te pones un rato el vestido azul que te dejó mamá —comenta suavemente, haciendo que parpadeen un poco sus ojos azules.
La cachorrita se queda hipnotizada ante tal efecto, bostezando un poco, adormilada. Su efecto de que le hablara así su hermano, era que curiosamente una paz infinita la invadía. Siendo que así se dejo ver como humano, con ciertos rasponcitos debido a la transformación aun no acostumbrada.
—Solo un rato. Queyo vestir como tu, hermanito.
Aquellas palabras inocentes y dulces habían hecho sonreír al mayor, mientras depositaba un beso en la frente de la pequeña.
—Esta bien, ¿pero porque quieres ser como yo? —pregunta curioso.
Haciendo que sin querer el brillo de los ojos avellanas de la pequeña brillen mágicamente.
||Porque te ama... Mos
—porqué eres mi superhéroe —bosteza un poco mas la pequeña, acurrucandose entre sus brazos.
Aquellas palabras le habían calado hondo al mayor, por algún motivo tenía una buena relación con la bestia que su hermanita portaba y la unión de ellos era especial.
—Wow, ¿tan rápido la calmaste Aaron? —pregunta entrando justamente el rubio de ojos azules, Cameron.
—Espero ya este listo el baño, hoy esta pequeña será mi clon
—Mba'e? (¿Qué?), ¿Que es lo que estas queriendo decir? —confundido pregunta Came.
—Que hoy mi princesa vestirá pantalones y una blusa cómoda, no esas cosas femeninas —añade mientras se marcha el peliazul con la niña recostada en el hombro del mayor.
Sin embargo, Itaete le saca la lengua a su hermano el rubio, por haber ganado esta batalla.
—¡Aaaa no! ¡Malcriaaada! —se queja Came mientras los mira dejarlo solo, con el vestido celeste en sus manos. —Aish...
Claramente el rubio estaba celoso de la buena relación de ambos, pero debía admitir que le gustaba ver feliz a su hermano mayor con la pequeña, pocas veces este sonreía.
Esta agradecido de que al menos esta niña fuese la luz en el camino de todos. O bueno eso es lo que creía, Came se había quedado pensativo tanto que se asustó al sentir el palmazo de su hermano el moreno, quien se ríe.
—Nuestra hermanita se ha ganado el corazón de Aaron.
—Dani, yo creo que se ha ganado el corazón de todos. —contesta mientras sonríe separándose para guardar el vestido de su hermanita.
—Quizás.
Se escucha como la puerta se abre dejando ver a un Benjamín exhausto con las cosas de la compra, ya que él había acompañado a la madre.
—Regresamos, ¿que tal están?
Ambos hermanos se ven entre si, y se encogen de hombros.
—Perfecto, enseguida la pequeña estará para el almuerzo —contesta tranquilo Daniel, fingiendo que nada hubiera ocurrido.
—Si, ¿Que tal les fue con "eso"?—pregunta discretamente Cameron, queriendo saber algo que era de suma preocupación.
Pero por un leve lapso de tiempo el rostro del pelinegri con gafas se vuelve sombrío y niega el querer hablar del tema. Mientras que son interrumpidos porque los gemelos entran ayudando a su madre con las bolsas que ella traía.
—Hola mis hijos, ¿y la bebé? —pregunta Yeruti, algo mas cansada, y cada vez mas vieja.
—¡Todo bien mami! ¡Aquí tamos! —exclama apareciendo en los brazos de Aaron quien se acerca a la madre a besarla en la sien izquierda.
Enseguida todo tipo de preocupación se había guardado para otro momento. Pasando juntos a preparar el almuerzo.
[…]
Pasando un año lleno de ternura, preocupaciones y locuras la pequeña Itaete se encontraba esta vez llorando miedosa.
—¡Aaaron!
—Espera, yo... Yo te salvaré, hermanita, tranquila —decía preocupado Cameron.
La pequeña Itaete se encontraba atascada en el árbol, no recordaba como había llegado allí, pero había despertado allí.
—Came me duele, tengo miedo.
Sollozaba la niña de ocho años mientras intentaba no mirar su pie que estaba atascado entre sus ramas y se notaba feo el naná(daño)
—Tranquila, ya voy por ti.
Enseguida Cameron había enviado un mensaje a uno de sus hermanos menos "escandalosos", desde su celular nokia, un modelo muy viejo, que solo servía para enviar textos normales de mensajería.
Mientras el se arriesgaba a escalar el arbol para llegar a su hermanita, pero algo sale mal en un solo momento, y eso es cuando la escucha gritar despavorida:
—¡¿Abeeejaaaa!? ¡¿Aaaaaah!?
El rubio abre los ojos, y la acompaña, re maduro su acción.
—¡¿Donde?! ¡¿Aaaaah!? En la cara nooo, que de eso vivooo.
Soltandose del arbol entre su propio susto. Al ver a la abeja acercarse a él.
Pero entre que el tercer hermano luchaba con la abeja, la rama que resistía el peso de la pequeña cruje y se rompe, haciendo que la vida de ella peligre.
—¡Aaaaaaaah!
Justamente un gran criatura la agarra a tiempo, refugiandola de cualquier daño, al escuchar como las ramas caen y el mismo arbol cae por culpa del peso de Cameron, refugiandola entre su gran cuerpo.
Daniel había aparecido a tiempo, convertido en el Moñái, un tipo peludo y un poco pachoncito la cubre como si fuera que dependiera la vida en ello, para cuando el peligro ya no hay, desenrosca sus brazos de la pequeña y la observa preocupado.
—¿Te encuentras bien, hermanita?
—Snif... Dani, gracias... —solloza abrazándolo temblorosa.
—Mi florcita, tranquila ya estoy aquí, tranquila —suspira, aliviado, pero al olfatear sangre se alarma y enseguida entra a la casa para curarla.
—Si... Claro... Olvídense de Came... Arg... —se queja el rubio, tirado en el suelo con todo el arbol encima suyo.
Mientras que dos gemelos habían visto la escena y situación, matándose de la risa.
—¡Malditos mocosos! Vengan a ayudar a su hermano mayor... Ugh... Mi cuerpecito... —se queja Came adolorido.
«Al menos no le paso nada grave a la pequeñita, si no ya estaría omanó(muerto) por las garras de mamá y de Aaron»piensa aliviado.
[…]
Las salidas con los gemelos siempre era una locura viva, ya que estos eran mas activos que la niña, haciendo bromas por doquier, pero para esta altura ella ya se encontraba dormida en la espalda de Eugenio.
Mientras que ellos se dedicaban a tocar el timbre de las casa, y luego salir huyendo, esa era su única diversión en ese verano.
Siempre que le tocaba jugar con su hermanita pequeña esta se quedaba dormida de tanto paseo. Este era un pequeño indicio de la mala costumbre de ser llevaba en la espalda, o dormirse en el camino de algun paseo largo.
[…]
Actualmente...
Hitoshi había logrado llegar al frente de las cosas pero se había quedado tieso al verla frente a frente a su amada novia, que era irreconocible.
—GRR RAWN!?
La bestia no lo reconocía, sus ojos brillosos amarillo, y su cuerpo desnutrino y negro, sin pelos ocasionaba escalofrío al joven de cabellera morada.
—Itaete... Soy yo... hitoshi Shinsou
Tu novio...
Intentó el pelimorado tímido y algo preocupado, no veía nada de lo que era antes con el actual estado de la bestia. Ni siquiera ella parecía reconocerlo.
—Jajajajajajaj tus intentos son en vano, mocoso —se escucha una risa siniestra a un costado, pudiendo verse a una criatura con aspecto de oveja, pero con cuerpo de humano y piernas de cabra. —Ao Ao, está perdida, es un monstruo, ¿no lo ves?
—Alejate de nosotros —exclama Hitoshi cubriendo a la bestia sin pelos negra de aquél enemigo.
—Jajajaja ¿arriesgarás tu vida por ella? Ella no vale, no existe mas, es solo su instinto salvaje. Dejanos que la Matemos y estarás libre —añade burlón el otro chico pero este estaba desnudo y era asqueroso de ver, porque la cuerda que parecía estar enredada a su cintura se movía y segregaba algo.
Tanto el Ao Ao como el Kurupi estaban frente a Hitoshi y el Luisón, los demás estaban apunto de llegar a su ayuda.
—¡No! Pasarán sobre mi cadáver.
Sentenció Hitoshi, no permitiría mas injusticias, pero el gruñido tras suyo y el escalofrío que pudo sentir en su espalda, había dado con que la baba de la criatura caía en su hombro.
¿Acaso este era su fin? ¿Ella realmente acabaría con él?
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WAOS VOOOLVÍ!!!? ¿Que tal estan? ¿Que les pareció el capítulo?
Ya estoy al fin de vacaciones, por lo que estaré ya actualizando como antes esta historia, pronto, poco a poco al fin nos estaremos ubicando en la actualidad.
¿Hubo alguna parte del capítulo que les gustó mas? Estoy atenta a cualquier duda.
¡Saludos!
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